Buenasss, antes del fin de semanan, les dejo un cuento cortito, como dice el titulo, Un rapidito 😉 besos húmedos!!!!!
El humo era intenso, el aire, viciado. Poca luz, la música a todo volumen resonaba en mis oídos mientras yo perdida entre el alcohol y el descontrol del boliche bailaba olvidada de todo. Hacía muchísimo que no salía a bailar y mis amigas habían tenido prácticamente que arrastrarme hasta allí. Sin embargo la estaba pasando muy bien. Supongo que la interminable cantidad de tragos que habíamos bebido tenía algo que ver. En algún momento en la pista de baile, entre cuerpos que se tocaban y meneaban, me perdí de mis amigas. Pero no me importó, estaba ida en la música, contoneándome suavemente, moviendo mis caderas en la sensual cadencia que se escuchaba.
No prestaba atención a nadie, sumida en mi cuerpo, bailando, gozando. Nunca me percaté de la cantidad de hombres que me miraban, que trataban de acercarse a mí. Llevaba puesta tan solo una minifalda y una remerita de algodón muy corta, mi vientre chato, con un diamante en el ombligo, mis caderas moviéndose al compás de la música, a ritmo como cuando montaba a un amante. Un hombre se acercó, tratando de atraer mi cuerpo hacía el de él, de que nuestros ritmos se empataran, que mi cadera siguiera la de él. Pero me alejé, estaba sola en mi burbuja, era como si me hiciera el amor a mi misma perdida en la música, no quería interrupciones.
Finalmente la canción terminó, el ritmo cambió abruptamente y me despabiló. Me di cuenta que estaba sola y comencé a caminar en la marea de cuerpos tratando de salir del tumulto para ubicar a las chicas. Se hacía difícil moverse, cuando alguien me agarró del brazo y me arrastro fuera del montón de gente, de pronto me encontré entre una pared y una columna que me ocultaban del resto del la gente. Quien me había tomado del brazo me empujó contra la pared, pude sentir su cuerpo fuerte apoyado en mi espalda. Impidiéndome escapar. Cuando pude reaccionar estaba atrapada, apoyada de frente contra la pared, sentía los fríos ladrillos en mi vientre, mis pechos presionados. Podía sentir el pecho de mi captor sobre mi espalda, su respiración agitada en mi oído, su cadera apoyada firmemente en mi cola, y un bulto duro como roca se apoyó en mi, una voz profunda, un aliento suave con un toque de alcohol, terriblemente masculino, tremendamente seductor.
-Me estas volviendo loco linda. No puedo responder de mí ya
Porque hice lo que hice, no lo sé. Pero en lugar de gritar, de safarme, de intentar escapar… moví mis caderas sobre las de él, al ritmo de la música que ahora era fuerte, dura.
-Si, nena, asi…
Sus manos recorrieron mis muslos, sus caricias no eran suaves, eran duras, calientes, primarias, total y completamente instintivas. Sus manos subieron por mis costados levantando mi pollera. Un gemido se de placer se perdió en la música. Mi entrepierna era fuego, deseaba sus caricias, quería sentirlo. No me importaba si nos veían, arquée mi espalda, apoyando mas mi cola, el subió la pollera hasta mi cintura, apretándome las nalgas, sin delicadezas, tenía manos fuertes. Se sentían deliciosas.
-Me tiene al palo preciosa, y no te vas a ir de acá así como así- me susurró
Uffff que caliente me puso eso, conchita estaba empapada, mi cuerpo a mil, mis pezones apretados contra la pared estaban duros. Su mano se introdujo en mi tanga y pudo sentir como estaba.
Así contra una pared, como una puta barata, con la pollera enrollada en la cintura, deseando esa verga dura que latía contra mi cola. Y no se hizo esperar. Sin dejar de presionarme contra la pared, abrió su pantalón, solo lo suficiente para liberar su miembro. Gemí de deseo al sentir la suave piel rozando mis nalgas, al sentirlo totalmente duro por mí. Sin miramientos, sin tiempo con sus pies hizo que mis piernas se abrieran un poco y en un solo movimiento, corriendo mi tanguita, me penetró. Sin cuidado alguno entró hasta el final de mi, bruscamente, caliente. Y me encantó…
Comenzó a moverse en mi, rápido, fuerte, preciso y egoísta. No buscaba darme placer, solo buscaba su alivio y eso era lo que me tenía encendida. Yo no importaba, yo lo había provocado y debía pagar. Sentía su cadera golpear mis nalgas con la fuerza de su arremetida, sentía su pija golpear mis entrañas sin misericordia, cada vez más rápido, más salvaje más fuerte.
Tomó mi cabello, para acercar mi oído a su boca, sin dejar nunca de abusar de mi conchita, que a esta altura se chorreaba en su verga.
-Encima te encanta… te voy a llenar de leche, me hiciste calentar demasiado y ahora tenés que aliviarme.
Como me pusieron sus palabras, mis gemidos se perdían en la estridente música, su respiración pesada resonaba en mi oído, caliente, sucia, deliciosa.
Cada vez más rápido, cada vez más profundo, cada vez más fuerte. Podía sentir como su cuerpo se tensaba, los músculos de su pecho se endurecían sobre mi espalda, cada vez me aprisionaba mas contra la pared. Y mi cuerpo era fuego, jamás me había calentado tanto y tan rápido, estaba a punto de explotar y él también.
No pude contenerme, no me importaba ya nada mas que este momento sucio, íntimo, aunque estuviéramos rodeados de gente, mi cuerpo reaccionaba por si solo, buscando mas, totalmente salvaje e instintiva, sin miramientos ni convenciones, mi espalda se arqueaba para recibir sus embates nada suaves, mi conchita se chorreaba ante la deliciosa verga que la estaba partiendo. No podía mas…
-Quiero esa leche…- suspire
-Toma, toma putita
Su pija deliciosa convulsionó en mi vulva, llenándome de poderosos chorros de semen, y tuve que gritar, el orgasmo que me sacudió fue tan potente que no pude contenerme. La música ocultó mis gritos y sus gruñidos. Por unos segundos nos quedamos así recuperando el aliento. Entonces él se retiró de mi, y rápidamente se acomodó la ropa, salió de atrás de la columna que nos ocultaba y se perdió entre la gente.
Jamás vi su cara ni supe quien era. Jamás le conté a nadie lo que pasó esa noche, ni a mis amigas. Jamás nadie supo que una de las mejores cogidas que tuve en mi vida fue con un total desconocido y no duró más de 10 minutos.
Corto pero rico como buen rapidito, feliz findeeee!!!!
El humo era intenso, el aire, viciado. Poca luz, la música a todo volumen resonaba en mis oídos mientras yo perdida entre el alcohol y el descontrol del boliche bailaba olvidada de todo. Hacía muchísimo que no salía a bailar y mis amigas habían tenido prácticamente que arrastrarme hasta allí. Sin embargo la estaba pasando muy bien. Supongo que la interminable cantidad de tragos que habíamos bebido tenía algo que ver. En algún momento en la pista de baile, entre cuerpos que se tocaban y meneaban, me perdí de mis amigas. Pero no me importó, estaba ida en la música, contoneándome suavemente, moviendo mis caderas en la sensual cadencia que se escuchaba.
No prestaba atención a nadie, sumida en mi cuerpo, bailando, gozando. Nunca me percaté de la cantidad de hombres que me miraban, que trataban de acercarse a mí. Llevaba puesta tan solo una minifalda y una remerita de algodón muy corta, mi vientre chato, con un diamante en el ombligo, mis caderas moviéndose al compás de la música, a ritmo como cuando montaba a un amante. Un hombre se acercó, tratando de atraer mi cuerpo hacía el de él, de que nuestros ritmos se empataran, que mi cadera siguiera la de él. Pero me alejé, estaba sola en mi burbuja, era como si me hiciera el amor a mi misma perdida en la música, no quería interrupciones.
Finalmente la canción terminó, el ritmo cambió abruptamente y me despabiló. Me di cuenta que estaba sola y comencé a caminar en la marea de cuerpos tratando de salir del tumulto para ubicar a las chicas. Se hacía difícil moverse, cuando alguien me agarró del brazo y me arrastro fuera del montón de gente, de pronto me encontré entre una pared y una columna que me ocultaban del resto del la gente. Quien me había tomado del brazo me empujó contra la pared, pude sentir su cuerpo fuerte apoyado en mi espalda. Impidiéndome escapar. Cuando pude reaccionar estaba atrapada, apoyada de frente contra la pared, sentía los fríos ladrillos en mi vientre, mis pechos presionados. Podía sentir el pecho de mi captor sobre mi espalda, su respiración agitada en mi oído, su cadera apoyada firmemente en mi cola, y un bulto duro como roca se apoyó en mi, una voz profunda, un aliento suave con un toque de alcohol, terriblemente masculino, tremendamente seductor.
-Me estas volviendo loco linda. No puedo responder de mí ya
Porque hice lo que hice, no lo sé. Pero en lugar de gritar, de safarme, de intentar escapar… moví mis caderas sobre las de él, al ritmo de la música que ahora era fuerte, dura.
-Si, nena, asi…
Sus manos recorrieron mis muslos, sus caricias no eran suaves, eran duras, calientes, primarias, total y completamente instintivas. Sus manos subieron por mis costados levantando mi pollera. Un gemido se de placer se perdió en la música. Mi entrepierna era fuego, deseaba sus caricias, quería sentirlo. No me importaba si nos veían, arquée mi espalda, apoyando mas mi cola, el subió la pollera hasta mi cintura, apretándome las nalgas, sin delicadezas, tenía manos fuertes. Se sentían deliciosas.
-Me tiene al palo preciosa, y no te vas a ir de acá así como así- me susurró
Uffff que caliente me puso eso, conchita estaba empapada, mi cuerpo a mil, mis pezones apretados contra la pared estaban duros. Su mano se introdujo en mi tanga y pudo sentir como estaba.
Así contra una pared, como una puta barata, con la pollera enrollada en la cintura, deseando esa verga dura que latía contra mi cola. Y no se hizo esperar. Sin dejar de presionarme contra la pared, abrió su pantalón, solo lo suficiente para liberar su miembro. Gemí de deseo al sentir la suave piel rozando mis nalgas, al sentirlo totalmente duro por mí. Sin miramientos, sin tiempo con sus pies hizo que mis piernas se abrieran un poco y en un solo movimiento, corriendo mi tanguita, me penetró. Sin cuidado alguno entró hasta el final de mi, bruscamente, caliente. Y me encantó…
Comenzó a moverse en mi, rápido, fuerte, preciso y egoísta. No buscaba darme placer, solo buscaba su alivio y eso era lo que me tenía encendida. Yo no importaba, yo lo había provocado y debía pagar. Sentía su cadera golpear mis nalgas con la fuerza de su arremetida, sentía su pija golpear mis entrañas sin misericordia, cada vez más rápido, más salvaje más fuerte.
Tomó mi cabello, para acercar mi oído a su boca, sin dejar nunca de abusar de mi conchita, que a esta altura se chorreaba en su verga.
-Encima te encanta… te voy a llenar de leche, me hiciste calentar demasiado y ahora tenés que aliviarme.
Como me pusieron sus palabras, mis gemidos se perdían en la estridente música, su respiración pesada resonaba en mi oído, caliente, sucia, deliciosa.
Cada vez más rápido, cada vez más profundo, cada vez más fuerte. Podía sentir como su cuerpo se tensaba, los músculos de su pecho se endurecían sobre mi espalda, cada vez me aprisionaba mas contra la pared. Y mi cuerpo era fuego, jamás me había calentado tanto y tan rápido, estaba a punto de explotar y él también.
No pude contenerme, no me importaba ya nada mas que este momento sucio, íntimo, aunque estuviéramos rodeados de gente, mi cuerpo reaccionaba por si solo, buscando mas, totalmente salvaje e instintiva, sin miramientos ni convenciones, mi espalda se arqueaba para recibir sus embates nada suaves, mi conchita se chorreaba ante la deliciosa verga que la estaba partiendo. No podía mas…
-Quiero esa leche…- suspire
-Toma, toma putita
Su pija deliciosa convulsionó en mi vulva, llenándome de poderosos chorros de semen, y tuve que gritar, el orgasmo que me sacudió fue tan potente que no pude contenerme. La música ocultó mis gritos y sus gruñidos. Por unos segundos nos quedamos así recuperando el aliento. Entonces él se retiró de mi, y rápidamente se acomodó la ropa, salió de atrás de la columna que nos ocultaba y se perdió entre la gente.
Jamás vi su cara ni supe quien era. Jamás le conté a nadie lo que pasó esa noche, ni a mis amigas. Jamás nadie supo que una de las mejores cogidas que tuve en mi vida fue con un total desconocido y no duró más de 10 minutos.
Corto pero rico como buen rapidito, feliz findeeee!!!!
9 comentarios - Un rapidito, para disfrutar el finde
beso!
Corazón... es un cuento! Si bien he tenido relaciones en lugares publicos, siempre son con mi pareja. Esto es un cuento nomas para disfrutar y q disfruten. Ya explique en varios post q si bien varias de las experiencias son reales no asi las situaciones y protagonistas, esas son simplemente fruto de mi imaginación y mi morbo 🙎♂️