El Jacuzzi
Buenos días, antes de empezar a contar mi historia quiero presentarme y poneros un poco en situación. Me llamo Juan, tengo 27 años y vivo en un pueblo al norte de Madrid Capital. Soy un chico normal, mido sobre el 1,75, peso como 75 kilos, y sin ser nada del otro mundo estoy algo fibroso, ya sabéis, un poco de gimnasio, fútbol… eso hace que por lo menos me mantenga en forma. Vivo en casa con mis padres, ya que aunque llevo muchos años currando no me da para poder pagar una hipoteca. Tengo novia desde hace casi 5 años, es una chica increíble, fantástica, sexualmente muy, muy activa, en general nos va muy bien, pero bueno ella no interviene de manera directa en la historia.
Como comentaba, vivo en casa con mis padres. Ellos llevan casado 30 años y son muy felices, con sus altibajos pero muy felices. En casa vivimos los 3, porque mi hermana Inma, la otra protagonista de la historia vive con su novio. Inma es 2 años más pequeña que yo, es decir, tiene 25, pero siempre ha sido muy precoz, y desde hace 2 años vive con su novio. Diego, así se llama mi cuñado, es un gran tipo, un poco golfo, pero una gran persona, y físicamente un portento, muchos años de ejercicio y una genética favorable..
Bueno, pues ya os he puesto en situación… perdón! Se me olvidaba, no he contado nada de Inma. Inma mide como 1,60, es rubia (natural), ojos verdosos. No voy a decir que tenga un cuerpo de escándalo, pero lo que tiene, lo tiene muy bien puesto. Unos pechos firmes, talla 90, que por el ejercicio que hace a diario parece que estén venciendo a la gravedad, y un culo firme, duro, quizá no sea su fuerte el culo, pero esta muy bien, y apretado en unos vaqueros se hace muy apetecible.
Todo lo que voy a contar sucedió este agosto, un agosto ciertamente caluroso. Yo me había ido de vacaciones con Sara, mi novia, plan tranquilo, 10 días a Mallorca. A falta de 2 días para volver y hablando con Inma, me cuenta que se ha ido de casa, que Diego la está engañando con una compañera de trabajo y que los pilló juntos en su casa. Claro yo me quedé muy preocupado, Inma esta locamente enamorada de él y se nota que no lo estaba pasando nada bien, pero a mi me quedaban 2 días de playa y de momento no podía hacer nada por ella.
Los 2 días pasaron rápido, playa, sol, alcohol, sexo, bastante sexo. Ya he comentado que Sara es muy caliente y siempre que estamos de vacaciones me exprime al máximo, no es que yo me queje, pero lo suyo es algo increíble…
Al volver a casa Inma ya estaba medio instalada, y digo medio, porque su cuarto ahora lo usábamos de sala multiusos, es decir, una tele, un ordenador, la bicicleta estática, la cama de Inma, mis pesas… y para colmo, se había ido de su casa sin apenas coger nada de ropa. Cuando llegue a casa y la vi corrí a abrazarla, ella se hecho a llorar en mis brazos de manera desconsolada. Aún con la diferencia de edad y ella 2 años viviendo fuera de casa siempre nos hemos llevado bien. Iba vestida con una camiseta vieja, muy ancha y con unos pantalones mío de deporte, lo normal de estar en casa, y más normal se convertiría ese caluroso verano.
Nos sentamos en su cama ha hablar, me contó lo sucedido, cuando se los encontró en casa. Por lo visto la noche en cuestión había salido con unas amigas, ya que era la despedida de una de ellas, tenían pensado pasar la noche en un hotel céntrico, por no tener que desplazarse luego cada una a casa. Inma lo contaba y por su cara aún corrían lágrimas. Me contó que estuvieron en un boys, le habían reservado una sala privada para ellas, poca luz, música lenta y apareció un bombero, 1,90 de músculo, 15 cm de polla, EN REPOSO, a Inma se le abría la boca recordándolo. Me contaba que el espectáculo se les fue un poco de las manos, porque una vez que el bombero subió a la novia y empezó a bailar para ella, ésta no se pudo controlar y se metió la polla del tipo en la boca, esta empezó a crecer y crecer hasta llenarla toda la boca de carne. Lorena, que así se llamaba la novia intentaba tragarse aquella barra de carne, pero le resultaba del todo imposible, había crecido hasta alcanzar los 22 cm, cuando Inma contaba lo de los 22 cm hizo un gesto con las manos, como sopesando lo que esos 21 cm representaban y sonrió de manera lasciva
El resto de las chicas se estaban poniendo a tono viendo la escena, incluso una de ellas, María, se subió al escenario a ayudar a Lorena con la polla. De manera casi instintiva me fijé en los pezones de mi hermana, y joder! Si me descuido me sacan un ojo, estaban erectos, enormes y desafiantes. Me contó que ahí es cuando la cosa se desmadró, Lorena ya no pudo más y se quitó las bragas y las tiró al resto de las chicas, empapadas desprendían un olor cautivador, cogió al estriper, lo tiró al suelo y se sentó sobre él, estaba tan húmeda que le entró de un solo golpe, el resto de chicas la empezaron a jalear y se empezaron a desnudar para masturbarse…
Ahí tuve que parar la historia y preguntar a mi hermana si también ella, "claro que yo también, estamos como motos, pero a las únicas que se folló el bombero fueron a Lorena, María y Carla…", jode con el bombero, pensé yo, menudo aguante…"y bueno, que pasó luego" le pregunté. Pues ya poca cosa, después de que se las follara y nosotras nos termináramos solitas, he hizo el gesto con los dedos como de estar haciéndose un dedo, nos fuimos para el Buda a beber toda la noche, pero yo llevaba un calentón de mil demonios y decidí irme para casa y darle una sorpresa a Diego, pero la sorpresa me la llevé yo. Cuando llegué a casa, entré sin hacer ruido ya que vi una tenue luz encendida, imaginaba que estaría con el ordenador, con lo que lentamente me fui quitando ropa para aparecer ante él completamente desnuda, cual fue mi sorpresa cuando me encuentro a Diego bombeando en el culo de nuestra amiga Tania. La tía estaba a 4 y Diego embestía con fuerza el pequeño agujero de Tania, y la muy zorra no paraba de gritar de placer. Durante un momento sentí un pequeño cosquilleo en el coño, normal con el calentón que llevaba, aunque ese cosquilleo se convirtió pronto en un cabreo impresionante, pero no tuve el valor de decirles nada, me vestí, cogí algo de ropa y salí sin que me vieran.
Inma se puso a llorar cuando terminó de contarme lo sucedido, la abracé y de manera instintiva y por primera vez presté especial atención al contacto de sus tetas contra mi pecho, las notaba duras, firmes y con los pezones erectos tras relatar lo sucedido. La pregunté si había hablado algo con él, y me dijo que si, por teléfono, que no lo quería volver a ver en su vida y que se iba de casa. Le dije si quería que fuera a hablar con él, incluso amenacé con ir a partirle la cara, ya sabéis cosas de hermanos mayores, afortunadamente Inma me dijo que no, que no se merecía ni eso. Digo afortunadamente por Diego es un tipo bastante grande y fuerte. Me comento que dentro de 4 días Diego se iría unos días a casa de sus padres, para que pudiera aprovechar a coger las cosas sin tener que verlo, me preguntó si la acompañaría y por su puesto dije que si.
El primer día con mi hermana fue raro, porque estaba preocupado por ella, pero a la vez me alegraba de volver a tenerla en casa. Siempre nos llevamos muy bien, y en cierto modo la echaba de menos, además me había fijado algo más en ella, y no se porque no podía apartar la vista de su cuerpo, y joder! De su cara. Que guapa era, con esos ojos verdes, esa perpetua sonrisa ahora algo apagada y ese precioso cabello rubio. Nos pasamos toda la tarde hablando sobre nuestras cosas, de hecho ese día no quedé con Sara, me apetecía disfrutar de hermana.
Estuvimos hablando de todo en general, incluso hablamos de sexo, por primera vez, excepto cuando el me contó el sucesos. Era la primera vez que hablábamos de sexo tan directamente, sin tapujos ni vergüenzas. Me pregunto que qué tal con Sara, que como lo hacíamos, cuantas veces, que nos gustaba… la verdad es que no me sentía nada incómodo con la conversación, de hecho me esta excitando un poco, y creo que a Inma también le pasaba los mismo, por el tamaño que estaban cogiendo sus pezones. Le conté un poco por encima como follábamos Sara y yo, aunque sin entrar mucho en detalles, tampoco pensé que le interesara ni que esa fuera su intención Ahora me tocaba preguntar a mi.
Y bueno, como os lo montabais Diego y tu?, le pregunte de manera directa. Esa pregunta hizo que cambiara su semblante. Pues la verdad de manera muy salvaje casi siempre, me contestó con un brillo en sus ojos. Los mejores polvos que echábamos era cuando Diego me pillaba desprevenida y me arrancaba la ropa, literalmente, la cantidad de tangas que me habrá roto el muy cabrón! Dijo mientras sonreía. Me cogía con fuerza, casi con violencia, me tiraba en la cama y una vez que me había arrancado la ropa lo primero que hacía era comerme el coño, que habilidad con la lengua tenía el cabrón! Era capaz de volverme loca en menos de 5 minutos... casi siempre conseguía que me corriera. Mientras me contaba esto su cara fue cogiendo un color rojizo y a mi se me estaba poniendo una erección importante debajo de los pantalones, que para colmo al ser cortos de deporte no dejaban mucho a la imaginación. Empecé a imaginarme a mi hermana desnuda, abierta de piernas y jadeando. Algo estaba cambiando y mi polla daba certeza de ello. Después de comerme el coño, continuo diciendo, me penetraba con fuerza, sin contemplaciones, yo con el coño empapado y él ya mojado de líquido preseminal, la resistencia era nula y la lubricación máxima. Podía estar follando a un ritmo endiablado durante 15 minutos, en los cuales me solía sacar un par de orgasmos más, normalmente el último a la vez que él. Cuando notaba como se corría dentro de mi y me llenaba por dentro no podía aguantar y me corría como una salvaje. La verdad es que eso si que lo hecho de menos, dijo rozándose sutilmente la entrepierna. Yo para entonces tenía la polla que me iba a reventar, estaba empapado en sudor y la tienda de campaña que se formaba bajo mis pantalones era más que visible. Evidentemente Inma se dio cuenta de mi erección, la miró, me miró a lo ojos, me quedé de piedra ante su mirada, cogió un clinex, me lo dio y me dijo, ¡anda, alíviate eso que te va a acabar doliendo! Y se fue del cuarto como si no pasara nada. Evidentemente me hice una tremenda paja en su honor, imaginando que era yo el que la penetraba salvajemente, lástima que la paja fuera tan corta, en menos de 2 minutos me estaba corriendo como si no lo hubiera hecho nunca, el relato de Inma junto con su fabuloso físico hizo esto posible. Tras recoger toda la corrida me plantee lo que acababa de ocurrir, me había masturbado pensando en mi hermana, y seguramente ella sabría ya no que me estaría pajeando, sino que estaría pensando en ella. Durante un momento dudé si esto estaba bien o estaba mal, pronto me di cuenta que no podía ser malo, no había engañado a nadie, y solo me había masturbado, si, pensando en mi hermana, pero coño! Inma esta muy buena, acabamos de tener una conversación muy caliente y a ella no pareció importarle, con lo que yo no le di más importancia.
Cuando salí de mi cuarto fui a buscar a Inma por si le apetecía salir a tomar algo, no la encontré en su habitación y supuse que estaría en el baño, fantaseé con que se estuviera masturbando, incluso pegué la oreja a la puerta y me pareció escuchar un quejido, mi mente calenturienta estaba trabando a toda marcha y mi polla se volvió a levantar en armas. Aproveché para llamar a Sara y confiando que sus padres no estuvieran en casa poder ir a follar, a ver si me calmaba un poco.
Llegué a casa de Sara, por fortuna sus padres no estaban, yo andaba algo inquieto, muy excitado, y no hacía ni una hora que me había corrido. Nos pusimos a tontear en su cama y recordé lo que me había contado Inma hacía un rato, me pues a mil, cogí a Sara y la arranque el tanga y el sujetador, la tiré con brusquedad en la cama y empecé una comida de coño como Sara no había disfrutado en su vida. La comía de manera salvaje, en mi cabeza se mezclaba lo que estaba haciendo con imágenes de Inma, no me lo podía creer, estaba fantaseando con mi hermana mientras le comía el coño a mi novia. Sara gritaba como poseída anunciando su orgasmo, lamí y lamí con más fuerza, atrapé su clítoris entre mis diente de manera muy suave y Sara explotó en un tremendo orgasmo que bañó mi cara, jamás la había visto corrérse de esa manera. Sin tiempo de que reaccionara me incorporé y se la metí hasta el fondo, a Sara la pillo por sorpresa, pero parece que no la desagradó la idea, ya que pronto volvió a gemir como una perra. Yo la follaba como no había follado en nunca, el ritmo era endemoniado, miraba a Sara a la cara, pero solamente podía ver la cara de Inma pidiéndome más y más. Cuando Sara me dijo que se corría no pude aguantar más y me corrí dentro de ella, era la primera vez que me corría en su coño sin condón, fue maravillo. Sara notó los disparos de la cálida leche en su interior y dio la sensación de volver a corrérse, porque su orgasmo se prolongó muchísimo. Yo estaba confundido, acababa de echar el mejor polvo de mi vida, con la mujer que más quiero pero no podía sacar de mi cabeza a mi hermana.
Tras vestirnos me despedí de Sara excusándome en que con la vuelta de mi hermana mis padres querían que cenáramos todos juntos, sin darla tiempo a decir nada la dí un tórrido beso en los labios y me marché. Durante el trayecto a casa no podía dejar de pensar en lo que había ocurrido, como era posible no poder sacarme a Inma de la cabeza, tenía que hacer algo o me volvería loco. Cuando llegué a casa mis padres me estaban esperando para cenar. Inma llegó al salón con unos pantalones cortos, muy cortos, y una camiseta de tirantes, sin sujetador debajo, básicamente como siempre a vestido para estar por casa, el problema es que esta situación ahora si que me turbaba. Apenas pude pegar bocado, no podía quitar la vista de Inma, esta radiante, sonreía, bromeaba con mis padres y que coño! Esta buenísima. Yo pensaba en el capullo de Diego, en como era posible que hubiera dejado escapar semejante mujer.
Terminamos de cenar y me fui a mi cuarto a meditar que podía hacer con esta situación que se me estaba descontrolando. A los 10 minutos llegó Inma y se sentó en la cama, me preguntó si me pasaba algo, que me había visto muy ausente durante la cena. No me ocurre nada, conteste, solamente estoy algo cansado, tu como estás?, Mejor, desde que he vuelta a casa y sobre todo desde que has vuelto, la verdad es que me ha sentado bien alejarme de allí y volver con la familia, contesto mi hermana, lo único que hecho de menos y me temo que estaré una temporada sin catarlo es el sexo, estoy que me subo por las paredes, con Diego follaba casi todos los días, y llevo como 5 días sin follar. Entre la despedida, la cacho de polla del bombero y la imagen de Diego follando el culo de Tania, que aunque me reconcome por dentro, por las noches es una imagen que no puedo quitarme de la cabeza, y lo peor de todo es que me excita, me confesó poniéndose roja. Yo me estaba volviendo a calentar. Bueno, siempre te quedará "consolarte" a ti misma, la contesté casi tartamudeando. Si, eso si, pero cuando has probado una buena polla y estás acostumbrada a tu ración diaria, unos dedillos no sacian lo mismo, son como la metadona del sexo. Mientras mi hermana hablaba no podía evitar hacerla un escaner de toda su anatomía, Los pechos firmes, de buen tamaño, si ser exagerado pero de buen tamaño, coronador por unos pezones erectos y unas aureolas grandes. Un vientre plano, unos muslos bien torneados que se juntaban en un pequeño monte, puf! Me estaba poniendo fatal y esto no podía continuar así. Mientras ella seguía hablando, yo apenas la prestaba atención, hasta que deje de escuchar su voz, la miré a la cara y vi que estaba atenta mirando algo, seguí su mirada y contemplé horrorizado que la cabeza de la polla se me salía por la goma del pantalón, tal era mi erección que había conseguido escapar de su prisión de tela. Rápidamente la guardé y mi cara denotaba una vergüenza que crecía a cada instante, Inma no pareció darla mucha importancia y simplemente se hecho a reir, me comentó, Vaya, parece que Sara no te desesteras lo suficiente, veo que andas todo el día "tonto"..., yo no sabía que decirla, los segundo parecían horas, solamente quería que me tragara la tierra, fue ella la que suavizó las cosas al decirme, Oye nene! No te preocupes, si es normal, con el calor que hace, todo el mundo ligerito de ropa es normal que andes así, yo sin ir más lejos hoy me he hecho 3 dedos, y creo que antes de dormir caerá un cuarto... sin darme tiempo a reaccionar se levanto y salió de mi habitación, me voy a ver un rato la tele, y se fue al salón, yo apenas la presté atención, estaba embelesado mirando su precioso trasero. Fue cerrar ella la puerta y sacarme la polla para empezar otra sesión masturbatoria a costa de mi hermana, y al igual que había pasado anteriormente no tardé ni 3 minutos en correrme, simplemente imaginarla desnuda masturbándose fue todo lo que necesite.
Ahora si que me encontraba turbado, me estaba obsesionando con mi hermana y eso no podía ser bueno, me daba hasta vergüenza verla, y más a sabiendas de la paja que me acababa de hacer en su honor y lo peor era pensar que ella sabía que acababa de descargar, quizá lo que no sabía era que había sido a su costa. Me quedé con el ordenador jugando un rato y se me hizo un poco tarde. Fui al baño a mear antes de acostarme y como si hubiera sido un susurro oí un ruido en la habitación de Inma, intrigado me acerqué, acerque la oreja a la puerta y atiné a escuchar "Si, Diego, fuerte, dame fuerte, como a la puta de Tania, fuerte que me corroooo, vamos más rápido, por el culo,,,!", yo no me lo podía creer, a escasa distancia de mi mí hermana masturbándose, pensando en el hijo puta que la había engañado, fantaseando con que era a ella a la que sodomizaba y yo en la puerta de su habitación con otra erección de campeonato. Me volví a masturbar escuchándola, me volví a correr rápido, en el mismo momento que un suspiro ahogado retumbó el pasillo, Inma se había corrido. Me limpié y corrí a mi cuarto. No podía más, me había corrido 4 veces en un día y 3 habían sido pajeándome y pensando en mi hermana, así caí en los brazos de morfeo.
A la mañana siguiente me levante algo confuso, las historias que Inma me había contado seguían dando vueltas en mi cabeza, y mi pene para variar seguía pensando en ello. Le tuve que dar tregua. Cuando me levante no había nadie en casa, menos mal, podría darme una ducha relajada y olvidarme un poco de Inma. Ese día lo pase casi entero fuera, estuve con Sara, intentando despejar la mente, un par de veces me insinuó escondernos y darnos un homenaje, pero yo me hice el loco, no tenía el cuerpo como para seguir eyaculando y además me volvería a la cabeza la imagen de mi hermana. Ese día llegué tarde a casa, intentando evitar a Inma, y parece que lo conseguí, cuando llegué ya esta todo el mundo acostado. Me disponía a irme a dormir no sin antes pasar por el baño para descargar la vejiga, y al volver a mi cuarto volví a escuchar algo de la habitación de Inma, como por instinto me acerqué y volví a escucharla mientras se masturbaba "Vamos, Diego, cabrón, fóllame como tu solo sabes, dame duro, fóllame como la puta que soy" y evidentemente me tuve que masturbar, y al igual que la noche anterior me corrí cuando la oí correrse a ella. Esta situación me superaba y no tenía expectativa de mejora, ya que mañana iríamos a casa de Diego a por las cosas de Inma para instalarse nuevamente en casa.
Me acosté pensando que bueno, con el tiempo esto se normalizaría, volvería a ver a Inma como lo que es, es decir, como mi hermana y las cosas serían de nuevo normales, que equivocado estaba...
Por la mañana me levante temprano, había quedado con Inma sobre las 10:00 para ir pronto al piso a recoger las cosas antes de que hiciera mucho calor. Estábamos en uno de los veranos más calurosos que se recuerda, y el verano en Madrid es muy seco y muy agobiante. Teníamos que coger muchas cosas, porque la ruptura era definitiva e Inma quería todas sus cosas. Desayunamos juntos, hablando de cosas intrascendentes, me preguntó que qué tal ayer, que no me había visto en todo el día, que si Sara me había dado un poco de caña y si estaba más tranquilo. Joder! Otra vez sacando el tema del sexo, la mentí y la conteste que si, que habíamos follado como locos, en un intento de persuadirla y de cambiar de conversación, pero tuvo el efecto contrario, ya que tuvo curiosidad por el tema y empezó a preguntar, y que tal, que si ya estás más tranquilo? Yo la verdad es que cada vez estoy peor, se me van a desgastar los dedos, jajaja!, reía como si me hubiera contado un chiste. La tuve que decir que seguía igual de caliente todo el día, que daba igual las veces que falláramos o las veces que me pajeara, que seguía caliente. Te entiendo hermanito, yo estoy igual, pero por lo menos tu tienes con quién desahogarte, yo me mato a dedos... la conversación se estaba poniendo muy caliente y yo más caliente que la conversación. Mi pequeño pantalón del pijama no podía esconder la erección, Inma se dió cuante, me vio la tienda de campaña mientras recogía la mesa, y lo que me dijo me dejó de piedra, "Venga, cálmate eso y nos vamos, que se nos hace tarde, quedamos en el coche en 15 minutos, yo voy a mi habitación a.... bueno, a.... voy a mi habitación a amarme a mi misma…" e hizo un gesto con 2 dedos de la mano derecha. Tras esto salió de la habitación como si nada, evidentemente yo me fui a pajearme, pero en lugar de irme a mi cuarto me fui a intentar escuchar a mi hermana. Esta vez había dejado la puerta sin cerrar del todo y se veía una pequeña rendija, miré por ella, con la polla en la mano. La visión era fabulosa, mi hermana tumbada en la cama masturbándose como una posesa, estaba bajo las sábanas y no pude ver nada de su anatomía, solamente intuir su figura, pero el simple hecho de verla así fue suficiente, me corrí sacudiéndomela solo 2 veces...
Tras esto yo estaba como ausente, fuimos a alquilar una furgoneta para poder llevar todas las cosas a casa. La verdad es que había muchas cosas que cargar, ya que no solo era ropa, también el ordenador, la bici estática, algún mueble, etc, etc. Total, que entre la sesión masturbatoria de la mañana, el ir a alquilar la furgoneta y ponernos a cargar nos dieron las 14:00, el calos era horrible. Yo iba en pantalones cortos y a estas alturas ya estaba sin camiseta, totalmente sudado. Inma iba con unas mallas muy cortas, que marcaban a la perfección la tira del tanga y este desapareciendo en su culo. Los labios del coño se marcaban en las mallas como si sonrieran. En la parte de arriba una camiseta de tirantes, completamente sudada y pegada a los pechos, la visión que tenía era muy excitante, y no podía apartar la vista de ella. Cuando llegara a casa caería otra paja en su honor. No me hacía tantas pajas desde que tenía 15 años.
Cuando ya estábamos terminando fuimos al baño a coger al últimas cosas, al terminar dimos una vuelta en busca de algo más. Al pasar por el baño Inma soltó otra de sus joyas. Joder! Si hay algo que voy a echar de menos además de la polla de Diego es al Jacuzzi, que maravilla, En una esquina del baño tenían instalado un jacuzzi, el baño era grande y el jacuzzi iba acorde con el baño, calculando cabrían sin muchos problemas 4 personas, con lo que 2 personas estaría a sus anchas, y como leyéndome la mente Inma me confesó, la cantidad de polvos que hemos echado Diego y yo ahí metidos, hijo de puta, a cuantas se habrá follado también...
Nos estábamos yendo del piso, cuando antes de cerrar la puerta Inma salto, Que coño! No me voy a quedar con las ganas de un último baño, y menos con el calor que hace. Se dirigió al baño y oí abrirse un grifo. Me acerqué al baño y vi que Inma estaba llenando el Jacuzzi. La pregunte ¿te vas a dar un baño ahora?, como lo sabes, me contesto quitándose las zapatillas, y no solo me lo voy a dar, sino que NOS lo vamos a dar, que hace un calor de mil demonios. Venga Inma, no seas boba, vamos a casa, que es hora de comer, además, no me he traído bañador, le conteste como buenamente pude. Anda yo tampoco, o crees que me llevo bañador a todas partes, y tras decirme esto comenzó a desnudarse. Yo me quedé parado, junto a la puerta observando incrédulo lo que iba a presenciar. Primero se quito las zapatillas y las tiró a un lado, luego le siguieron los calcetines, yo todavía la observaba incrédulo, aunque mi polla ya empezaba a reaccionar. Lo siguiente que vi fue lo que me hizo empalmarme del todo, lentamente se fue quitando la camiesta, enrollándose sobre su propio cuerpo al tiempo que salía sobre su cabeza, estaba muy sudada y le costaba quitarla. Tras quitársela empezó con los pantalones, los fue bajando poco a poco, y en la posición que estaba, de espaldas a mi, tuve una visión perfecta de su culo. Mi pene luchaba por salir... finalmente se quito el pantalón, luego le siguió el sujetador, desde mi posición no podía ver nada, aún, aunque si que veía parte de sus pechos por el lateral. Poco a poco se agachó y se desprendió del tanga. Estaba completamente desnuda y a solo 2 metros de mi. La mujer más imponente que he visto en mi vida, la obsesión que me perseguía desde hacía unos días, estaba desnuda a mi lado. Este proceso duró apenas 2 minutos, pero a mi me parecieron horas... Sin decir nada avanzó los pocos pasos que le quedaban hasta el jacuzzi y se sumergió, se fue al extremo contrario del jacuzzi y se puso mirando hacia mi. Por primera vez pude contemplar su preciosas tetas, desafiantes, erguidas, con los pezones erectos y desnudas. Era hipnótico, era una imagen altamente atractiva. Y hay estaba yo, parado como un pasmarote, completamente empalmado y observando a una Diosa de carne sumergida en agua.
Tal tendría que ser mi cara de gilipollas que Inma me saco de mis sueños con su peculiar manera de expresarse, "venga, niño, que se te cae la baba, deja de mirarme así, desnúdate y métete en el jacuzzi conmigo", sin pensarlo y como si no pudiera reaccionar hice lo que decía, poco a poco me fui quitando la ropa pero sin dejar de mirarla, cuando solo me quedaban los calzoncillos vacilé un poco, pero total, la erección era más que visible, con lo que ya no había vuelta atrás, me despoje de mi última prenda. Inma se quedó con la mirada fija en mi pene erecto, yo me sentía algo incómodo por la sensación, pero pronto mi estado cambió a orgullo cuando escuche a Inma decir "Vaya polla rica que tiene mi hermano", a ver no es que tenga una polla como Nacho Vidal, que no la tengo, pero nunca he tenido queja de las mujeres a las que me he follado.
Vacilando un poco fui avanzando hasta el jacuzzi, me metí, el agua estaba fresquita e incluso mis pezones dieron muestra de ello. Pronto agradecí la temperatura del agua, ya que entre el calor y la situación estaba sudando. Me senté frente a Inma, la observada detenidamente y no pude evitar soltar un "Joder hermanita lo buena que estás!!!" no fui consciente de lo que acababa de decir hasta que no terminé la frase, e Inma en lugar de cortarse me replico, "pues anda que el hermano que tengo yo, menudo cuerpazo y menuda polla gasta, tienes que tener a Sara bien satisfecha", tras esto nos echamos a reír, y de pronto la situación fue de lo más cómoda, nos pusimos a hablar como si estuviéramos sentados en el sofá de casa, con la diferencia de que no podía dejar de mirarla las tetas. Tan evidente era que Inma ya me tuvo que decir, Oye, si tanto te gustan las puede tocar, que no pasa nada. Como si en lugar de un comentario fuera una orden estiré la mano y la acerqué a un pecho. Le cogí la teta izquierda, un escalofrío recorrió mi espalda, primero sopesé su tamaño, luego le rocé un poco el pezón, a Inma se le escapó un suspiro, "ummmm, cuanto tiempo que no notaba una mano que no fuera la mia" susurró, entendiendo esto como una invitación estiré la otra mano y le rocé el otro pecho, sus pezones habían crecido y se habían puesto enormes, las tetas estaban algo más duras que al principio. Inma ya no me miraba, tenía los ojos cerrados y la boca entre abierta, se la veía que estaba disfrutando con mis caricias, y yo estaba en la gloria. La verdad es que ya no me cuestionaba nada, solamente quería disfrutar del momento.
Note movimiento en el jacuzzi, el agua me indicó que algo se movía, pero no era capaz de adivinar que era. Yo desde luego no las producía porque mis manos estaban fuera del agua, sobre las tetas de Inma, la miré a ella, bueno a ella ya la estaba mirando, pero miré para otro sitio que no fueran sus tetas y ví que uno de sus brazos se movía bajo el agua, pronto comprendí que se estaba masturbando. Durante un momento vacilé y detuve mis caricias sobre sus pecho, Inma se dio cuenta al instante y rogó, casi imploró, "por favor, no pares, ahora no. Lo tengo apunto" Eso me enervó y acerqué mi boca a un pecho comenzando a lamerlo, me metí un pezón, era grande y duro, Inma volvió a masturbarse, esta vez el movimiento del brazo era frenético, empezó a gritar "No pares, no pares, no pares por Dios, que me corroooo que lo tengo apunto, sigue así, así, así…" yo apenas la escuchaba, toda mi concentración estaba en darla el máximo placer que pudiera. Pronto empezaron los espasmos y los gritos, se estaba corriendo, "Vamos hermanito, ya lo tengo, un poco más, así, así, no pares, me corro, me corro, me corroooooo" el orgasmo fue intenso y largo. Dejé de lamerle las tetas, la miré a la cara, tenía una expresión de felicidad increíble. El movimiento del brazo ya había cesado y aun se estaba recurando del intenso orgasmo. Se me acercó, me dio un suave beso en los labios y me dijo "gracias hermanito, esto es lo que necesitaba" y estiró su mano hasta cogerme la polla, yo me había olvidado de mi propio placer, solamente quería que ella disfrutara, pero ahora notaba el calentón en mi cuerpo. Primero sopesó el tamaño, y aunque el agua estaba fresquita, la polla estaba de un tamaño que no recordaba haber visto nunca, poco a poco fue deslizándose por el tronco hasta agarrar los cojones, jugueteó con ellos como si fueran bolas chinas, volvió a subir por el tronco hasta alcanzar la cabeza de la polla, la rozó subvente con la mano, un escalofrío recorrió toda mi espalda y apunto estuve de correrme en ese mismo momento, bajo un poco la mano, cogió el tronco de la polla y comenzó a masturbarme, el movimiento era muy lento, la sensación era maravillosa. Yo tenía los ojos cerrados disfrutando con todos los sentidos del momento más excitante de mi vida, cuando abrí lo ojos, ví a Inma, radiante, guapa, disfrutando de la paja que me estaba haciendo, incluso parecía disfrutar más que yo. Me hizo levantarme un poco para sentarme en el borde del jacuzzi, no entendía que quería, pero evidentemente no me iba a poner a discutir. Cuando me senté en el bordo una idea pasó por mi cabeza, y no me equivoqué. Ahora me polla estaba completamente fuera del agua, Inma se acercó a ella, primero la dio un suave beso en la punta, luego le fue dando poco a poco besos por todo el tronco llegando hasta los huevos e incluso se metió uno en la boca, era la primera vez que me hacía algo similar y la sensación era muy gratificante. Poco después hizo el mismo recorrido pero en sentido contrario, cuando llegó al capullo se lo introdujo, poco a poco, fue bajando y bajando hasta tragársela entera, era increíble la capacidad mamatoria de mi hermana. La situación me estaba superando, no podía aguantar más y así se lo hice saber a Inma, Nena, no puedo más, me voy a correr. Eso parece ser que la calentó más y aceleró el ritmo, mi orgasmo esta muy próximo y nada podría evitarlo. El ritmo de Inma era tan alto que en lugar de chupármela me estaba masturbando a toda ostia y con la lengua me lamía el capullo, yo miré fijamente la escena y estallé en un orgasmo como nunca. El primer disparo entró hasta la garganta, los siguiente se fueron quedando en la boca hasta simplemente quedarse sobre el capullo. Inma nuevamente se la metió en la boca y chupó hasta que la dejó bien limpia. Tras esto se levantó, durante unos segundos la vi completamente desnuda, a 30 Cm de mi cara, mojada y húmeda, se agachó sobre mi, sus tetas se balanceaban ante mi atenta mirada. Se aproximó a mi cara y me dio un beso, yo la esperaba con la boca abierta, quería notar su lengua, necesitaba notar su lengua, lo que no esperaba era que Inma todavía tuviera mi corrida en la boca, la cual al momento se movía de una boca a la otra. La sensación fue muy rara, estaba besando a mi hermana y compartiendo mi propia corrida con ella, pero en ese momento me daba igual. No separamos y un hilito de semen colgaba de una boca a la otra. Inma ha sido increíble, la dije, pues todavía no hemos terminado, tengo el coño encharcado y hasta que no me quede satisfecha no vas a salir de aquí, contesto con una cara de vicio que jamás vi en ninguna mujer. Nos volvimos a enganchar y volvimos a unir nuestras lenguas, empezamos a recorrer nuestros cuerpos.
Ella me sobaba la polla, aun flácida, yo la tocaba las tetas, el coño, gozaba con su culo, busqué en él hasta llegar al ano y poco a poco lo fui acariciando, rozando, siempre con movimientos sutiles y muy suaves. Pronto mi polla volvió a ir cogiendo tamaño. Venga hermanito, demuéstrame de que eres capaz, dijo Inma en tono desafiante. La tomé de la mano, la saqué de jacuzzi y la indiqué que se sentara en el lavabo, me incliné un poco y empecé a lamerle el coño, que maravilla, olía como el mejor de los manjares, el clítoris estaba perfectamente visible, desafiante y fuera de su escondite. Los labios estaban enormes, hinchados y rositas. Realmente estaba disfrutando la comida de coño que le estaba haciendo a mi hermana, y al parecer por sus gemidos ella también lo estaba disfrutando. Mi polla ya estaba en todo su apogeo, paré de lamer, Inma protestó pero al ver cuales eran mis intenciones sonrió. Te vas a follar a tu hermana? Vas a ser tan hijo puta de follarte a tu hermanita pequeña?, sus palabras me calentaban más aún. Acerqué la cabeza de la polla a la entrada de su coño, estaba caliente, húmedo y apetitoso. Poco a poco la fui penetrando. Así cabrón, así! Fóllate a tu hermanita, no paraba de repetir frases de ese tipo, esto es lo que te gusta? Que te folle tu hermano, que zorra eres! Le repliqué yo. Mi comentario le gustó y la animo, venga cabrón folla rápido, que no se diga, demuestra a la zorra de tu hermana como follas, venga hijo de puta, fóllame duro.
Dicho y echo, como en esa postura no podía moverme muy rápido la obligué a cambiar de postura, le saqué la polla, la hice bajarse del lavabo, la dí la vuelta y desde atrás la penetré el coño. En esa postura si que podía follar rápido, y pronto empecé con un ritmo frenético. Mientras yo la follaba desde atrás Inma empezó a frotarse el clítoris, al ver esto solamente pude decirla, "Joder con la niña, no la basta que la estén follando sino que se tiene que masturbar a la vez, pues te vas a enterar…" ella no decía nada, no podía, solamente gemía. Quité las manos de sus caderas, con una mano la abrí los cachetes del culo y con un dedo de la otra lo fui introduciendo poco a poco en el culo, al principio apenas entraba, la tuve que escupir un par de veces en el culo y haciendo algo de fuerza la conseguí meter medio dedo. Empecé a moverlo poco a poco, cuando ya entraba con soltura le metí 2 dedos y el mismo proceso. Inma me imploraba que no parara de follar, que estaba apunto de correrse, eso me motivó y la metí un tercer dedo en culo. Inma al sentir esto empezó a correrse de nuevo, los espasmos eras exagerados, y los gritos se tendrían que escuchar en todo el edificio. Yo no me había corrido, de hecho me quedaba todavía con lo que yo seguí follando al mismo ritmo. Inma me imploró que parara que ahora estaba muy sensible y que si seguía se iba a mear, la idea me sedujo, pero saqué los dedos de su culo y eso me sedujo más. Si preguntar le saqué la polla del coño y de un solo golpe se la metí en el culo. La pillo sorprendida, "no por el culo no, cabrón!", me dijo al sentir lleno su ano, yo no la hice caso, estaba en el cielo. Su culo era mucho más estrecho que su coño, la pareces apretaban mi polla, la sensación era indescriptible. Llegados a este punto yo no la escuchaba, solamente veía una meta y esa era llenarla los intestinos de mi leche.
Al poco de estar fallándola por el culo Inma empezó a jadear de nuevo, se había metido 2 dedos en el coño y con la otra mano se frotaba el clítoris. Vamos Cabrón! Pártele el culo a la zorra de tu hermana, correte dentro de él. Llename el culo como antes me has llenado la boca. Sus palabras hacían que mi corrida se acercara, yo quería retrasarla, quería que esto no acabara pero no era posible. Empujé 3 veces más y me empecé a correr dentro de su culo. Me apreté todo lo pude hasta que mis huevos estaba pegados, me corrí lo más hondo que pude. E Inma al notar los chorros de esperma inundando sus intestinos se volvió a correr, las piernas la flaqueaban, la tuve que sujetar para que no se cayera, pero así era complicado, no me quedó otro remedio que sacarle la polla del culo para poder sujetarla mejor. Cuando ya la tenía bien cogida miré su ano, mi leche empezaba a escurrir de su culo y mezclada con ella un poco de sangre…
Me miró a lo ojos y me dijo, Gracias hermanito, con este me has dejado tranquila por lo menos una semana, así que coge fuerza y la semana que viene repetimos. Nos fundimos en otro tórrido beso. Tras esto nos aseamos, nos vestimos y volvimos a casa. Eran las 16:00 y nos habíamos pegado 2 horas follando como locos. Comimos, dormimos la siesta y la vida volvió a la normalidad. Para bien o para mal, a los 3 días de eso Diego le suplico a Inma otra oportunidad y ella no supo negársela. Al día siguiente volvió a irse de casa. Nunca más volvimos a follar, pero siempre que puedo me hago una paja en su honor recordando aquella mañana.
Espero le haya gustado y excitado tanto como a mi me ha gustado y excitado a mi escribirlo. Espero sus comentarios y hasta otra.
3 comentarios - El Jacuzzi