Cuando enfiesté a mi mujer 2

Quería enfiestar nuevamente a mi mujer pero cada vez que se lo proponía me decía que no, a pesar de haberla pasado muy bien la vez anterior, entonces tenía que ser una sorpresa.
Entonces arregle con un amigo mío que tiene una casa quinta en Escobar, decidimos ir a comer algo y de paso aprovechar la pileta de la casa, entonces mi amigo decidió invitar a dos amigos más de él a los que yo no conocía.
Era de noche un día de enero, hacía bastante calor, entonces sólo hicimos una picada ligera y mucha cerveza.
Después de la picada le dije a mi mujer que nos metamos en la pileta y ella accedió, los tres chicos jugaban al truco dentro de la casa.
Nos metimos en la pileta medio alcoholizados y yo la empecé a franelear a chuparle las tetas y ella me agarraba la pija a esa altura estábamos muy calientes, yo sabiendo lo que se venía le propuse ir a dentro de la casa e ir a una habitación para seguirla, y así lo hicimos.
Al entrar los tres que estaban jugando al truco habían apagado todas la luces y habían puesto una porno en la tele, estaban de espaldas a nosotros viendo la tele entonces aproveche y de parado la empecé a franelear de nuevo a mi mujer, ella se calentó mucho, me bajó el short y empezó a chupar mi pija, al ver esto uno de los chicos se levanta del sillón y viene hacía nosotros yo lo vi pero mi mujer no por estar de espaldas, entonces el le empezó acariciar la cola y ella empezó a gemir muy despacio y entonces el le corrío la bikini y le empezó chupar toda concha, ahí casi instantáneamente se sumaron los otros dos y la empezaron a chupar por todos lados, luego ella dejó mi pija y les empezó a chupar la de ellos tres, una chupada a cada uno, mientras yo se la metia por la concha, uno de ellos le dice, “voy a acabar” ella le dice dale que me trago toda tu lechita, y así fue, el lanzaba unos chorros interminables de leche y ella se tragó absolutamente todo.
Después de eso los otros dos no aguantaron más y también llenaron su boca de leche, ella estaba terriblemente caliente y mientras se tragaba la leche y yo la cojia por la concha empezó a acabar como una perra en celo, lo que me puso como loco y le acabé en su bien adentro llenándola toda
Nos fuimos todos a la habitación y en ya la cama, volvimos cojerla y hacerla gozar, seguimos así durante una rato más y luego nos dormimos una siesta.
A la mañana siguiente nos despedimos como si tal cosa y quedamos en juntamos algún otro día.
Mientras volvíamos a casa en el auto, me dice, me enfiaste de nuevo por sorpresa, espero que siempre me des muchas sorpresas así.