Mi Noviecita de Chocolate.
Hay temas que francamente no me gusta abordar, pensé mientras me preguntaba un viejo amigo de mi ex novia Anabel, no sé desde cuando empecé a perder el control de mi vida ahora pareciera que solamente vivo para los vicios más comunes. No me molesta sostener lo mucho que eh perdido desde que no la tengo.
Anoche justamente pensaba en ella en la forma, de su cuerpo, el olor que me embriaga de su piel bella, sus hermosas nalgas, la ternura de su boca tibia y húmeda, creo que su sexo oral es el mejor que me habían dado hasta ese momento.
La forma de entregarse era fenomenal, a sus 22 años sin miedo a equivocarme era una maestra en el amor, soy un amante comprensivo me gusta hacer sentir a la mujer amada, a veces soy demasiado tierno. Su engaño había colapsado todas mis ilusiones estaba en plena noche fría vestido con un saco que me quedaba grande, afuera de la fiesta más loca del año, solo triste y borracho. El tipo que me invito no es nada popular, es mas es el peor anfitrión que existe la gente viene acá por las chicas la bebida y nada más, eso hace la diferencia no hay protocolo y la comida es solo botana de bar. Pasa la noche sin mayor contratiempo, continuaba en el rictus de siempre, bebiendo y mirando cuerpos bailar, gente sin nombre, desfile de cuerpos ardientes.
En eso llegaron unos ojos precioso a mi encuentro, tuve que bajar la cabeza para mirar una chaparrita de cabello corto, con sonrisa infantil y lentes oscuros, un vestido con largos tirantes, un escote pronunciado, la espalda descubierta, y una cintura de muñeca sus senos recién brincaban de su base (me encantan las chiquitas), sus piernitas bien torneadas y bronceadas, desentonaban con el cuerpo de la chiquitita, ya que estaban muy bien dotadas, su abdomen plano le daba aun mas encanto, su cadencioso movimiento descubría las maravillas de sus curvas en especial sus pompis cuan redonditas y bien formadas para su pequeño tamaño de estatura. Me miro y me dijo; ¿Una cuba? , no podía dejar de verla era un ángel, un amor de chiquita tenía que saber más de ella, entonces le dije: Hola, quien eres, disculpa es que te pareces a la hermana de una amiga. Ella sonrió nuevamente y contesto acomodándose los lentes; me llamo Fanny, soy la hermana de Gustavo el dueño de la casa, soy una buena anfitriona. Le sonreí al escuchar a esta muñeca de carne hablando, y le dije mientras le quitaba los lentes.- niña preciosa, quítate las gafas, tiene unos ojitos soñadores compártelos con todos.- el ruido de la fiesta nos convertía casi en parlantes íntimos mi mensaje como emisor era solo para mi pequeño receptor de piernas torneadas, (esta noche no sería un cobre después de todo), ella no dijo nada solo sonrió y trato de arrebatarme sus lentes, pero yo me estire para jugar, con ella, mientras saltaba sus senos se movían a ritmo demencial, me encantaba esta chiquita, platicamos largo tiempo me comento que tenia novio un tipo llamado “Saúl”, no podía evitar acercarme para sentir su calor. Su hermano estaba dormido, la fiesta estaba casi vacía, había solo los muertos de siempre ahogados de borrachos la noche se iba poniendo en silencio como al principio de toda tempestad iba a llegar la calma, estábamos platicando tan a gusto entre platica y platica mis manos jugaban con su piel y su corazón se agitaba, iba sintiendo una erección, que crecía dentro de mi pantalón de seda, quería acabar tener el su sabor en mi boca, creo que hasta deje de escucharla por contemplar y acariciar su carita. Ella no dijo nada creo que mi caricia movió algo en ella, porque se estremeció un poquito al mismo tiempo que acercaba su carita a la mía, y me entregaba un tierno besito por encimita de los labios, yo quería mas quería probar su lengüita y así lo intente, metía mas y mas mi lengua a su boca mientras acariciaba su vientre y subía hasta sus senos, el calor de su cuerpo era increíble y la sensación tersa de su espalda, estaba en el cielo. En un momento de locura la acariciaba de sus pechos, por encima de la ropa estábamos fajando, quería quitarle toda la ropa y comérmela todita, hasta sus pequeños pies, en eso estaba cuando ella me detuvo.- espérate tengo novio.- pensé rápidamente una manera de que aceptara, y cruzo por mi mente la idea de un desesperado le dije.- chiquita hermosa, no te preocupes te aseguro que después de que estés conmigo y con lo que te voy a enseñar tu novio jamás te va a dejar.- ella lo pensó un rato pero no la iba a dejar escapar la noche no se iba ir sin que me consolara en sus piernitas de caramelo, entonces una idea cruzo mi mente eso es pensé y de mi boca salieron estas palabras.- ya tienes novio, pero porque no ser novios de mentiritas, por esta noche, es mas tu vas a ser mi “noviecita de chocolate”, ella dudo de nuevo entonces mordí su cuello, y con mi lengua acariciaba su piel, entonces seguía acariciándola y mordí su hombro, suavemente ella me dijo.- que rico siento si quiero que seas mi “noviecito de chocolate”, ese fue mi aviso para continuar, le baje los tirantes del vestido, y ensalive su cuello continúe mi camino a sus senos, le quite su pequeño bra, y descubrí unos pezones tímidos y chiquitos rojitos pero deliciosos, ella gemía mucho, se tapaba su entre pierna no sé porque, aun no quería llegar ahí, mi idea era no penetrarla hasta llegado el momento, quería verla mojadita para ese tiempo había sudado mi chiquitina, su sudor era embriagador, su pasión era una joya y su cuerpo juvenil esas piernas tersas, y esos pies chiquitos, que me comí a besos, acariciaba sus nalguitas por abajo del vestido estorboso y poco a poco le quite sus pantaletas, hasta sacárselas totalmente quería meter mi lengua en su pequeña vagina, y así lo hice subí la escalera de su sexo y metí mi lengua hasta hacerla llegar a un orgasmo, me comí su ano, que estaba arrugadito. Le quite por fin el vestido y me di tiempo de contemplar el cuerpo hermoso de mi chiquita preciosa mi noviecita de chocolate estaba temblando, quería consolarla y mimarla antes de lo que vendría iba a penetrarla, mi erección estaba mortal, en breve me quite la camisa y la playera, me quede solo en bóxer el pantalón estaba cerca de mi no quería sorpresas la sala estaba sola desde que empezamos nuestro juego había cerrado la puerta solo las escaleras a nuestra espalda eran un peligro, tenía miedo que su hermano bajara, pero era demasiado tarde para detenerme, me saque el paquete que estaba medio erecto, mi noviecita de chocolate sintió repulsión y miedo al verlo pero no quería que se asustara, así que le dije escupe en mi mano, amor, ella acepto con la cabeza y escupió en mi mano alzada, con su saliva empecé a frotar mi miembro para hacerme una excepcional chaqueta, mi niña me veía sin perder detalle comenzó a tocarse estábamos desnudos, traía unos condones en mi bolsillo, pero no me lo puse en ese momento en medio de mi excitación le dije.- Noviecita dame un beso.- ella me dio un beso profundo y lento, a lo que comente.- quiero un beso en mi pene, ándale nomas un besito, amor, ella se resistió pero acabo cediendo, se acomodo el cabello, y le dio un tímido beso a mi pene enrojecido por la fricción, entonces le dio asco y hizo como que vomitaba, eso no me gusto pero al fin no vomito nada, le dije.- imagínate que es una paleta como yo hice en tu cosita quieres sentir rico otra vez voltéate para acá, en el sofá estábamos haciendo un 69 al principio le daba asco la cabeza de mi pene pero como fue pasando el tiempo Fanny se la comía toda sin meterla hasta su garganta yo mientras buscaba su punto G, tenía un olor delicioso, y su humedad estaba fresquita y suave, se iba a venir nuevamente primero me mordía poquito hasta que le enseñe como le hiciera, para que no me lastimaran sus dientes. Era delicioso y de vez en vez soltaba un gemidito muy rico a un volumen muy chiquito a penas lo podía oír eso me calentaba mucho, su pequeño cuerpecito perene y frágil, como un angelito, estaba tan mojada y su sudor era un néctar delicioso, no podía mas tenía que penetrarla estaba al cien y no me quería venir en su boquita, así que me levante poco a poco ambos teníamos nuestros sexos escurriendo de jugos, me senté ella no puso objeción verla de espaldas era un lujo, entonces se acomodo el pelo, y la invite a sentarse en mi miembro, no hablamos era el lenguaje del instinto el que nos llamaba, la pude frente a mí y acaricie su traserito duro y terso, con miedo la fui acercando a mi tenia la verga bien mojada y parada brillando en su liquido, subí sus piernitas a mi rodillas y abrió su sexo con mis dedos ella me abrazo fuerte mente del cuello re pegando sus pechitos, lo que íbamos a hacer era una locura como toda la noche en sí, parecía que nos íbamos a quemar estaba sumamente caliente, apunte a su entradita con mi verga era muy grande para la entradita de mi niña, y comencé a moverme tenía sus piernitas dobladas, era delicioso no quería que terminara, seguimos el mete y saca a veces todo y en una de esas me percate que le había roto el himen, había sangre hasta mis huevos, un hilito. Esa noche le comí sus pezones una vez más, y me vine en su espaldita masturbándome con su culito, pero eso fue todo.
Hasta que termine, ella también, acabamos cansadísimos, desnudos, a las 5 de la mañana, me fui deje a mi noviecita de chocolate, cobijada pero la regué en algo, la deje cobijada con mi saco, al día siguiente pensé que su hermano me la iba a hacer de tos, pues sus papas llegaban en una semana el único, problema era su hermano. Ese día fue muy largo para mi, era domingo por eso no había mucho que hacer, llegaron él y su hermana que vestía como emo, cuando abrí la puerta traía pants, pensé lo peor y cuando abrí tenía el corazón en la garganta, abrí poco a poco y el tipo me dijo.- Dejaste tu saco en mi casa compadre.- salude y lo tome, platicamos un rato de música los tres como si nada hubiera pasado se fueron en la noche y desde esa fiesta loca nada a pasado, con mi noviecita de chocolate.
1 comentarios - Un relato en San Luis Potosi Mexico