visitas nocturnas.
Si, aun no leen la primera parte da clic aquí [/font]
Reaccione, después de algunos minutos, ella continuaba caminado hacia el interior de escuela, yo la seguía a una distancia prudente, hasta llegar a la puerta del salón.
Ya iniciada la clase, mi estrés comenzó a subir, en ese momento maldije el que compartiéramos el mismo escritorio, el mismo laboratorio, el mismo equipó de trabajo, realmente compartíamos todo, pero en este momento era algo horrible e insoportable, durante toda la clase, no me dirigió ni una sola palabra, pero no parecía ni un poco enfadada, esa situación me intrigaba aun mas y me tenia loco, si no estaba enfadada, por que actuaba tan extraño, lo peor es que si estaba enfadada, porque no expresarlo, por que no me golpeaba, por que no me insultaba, y por que no me maldecía.
Si había en este mundo alguien que sabia, lo que Ariana era capaz de hacer, cuando de venganzas se trataba, ese era yo, sabia que podía ser muy cruel, y muy poco compasiva, sus planes eran infalibles y en ocasiones monstruosos, pero lo que mas me helaba la sangre, era que esa tranquilidad, y esa serenidad que tenia en ese momento, era lo que precisamente, la caracterizaba cuando estaba ideando un plan, o una de sus estrategias de venganza; en ese momento volteé a verla y justo en ese momento una sonrisa maliciosa se dibujo en su rostro, con cierto temor, baje la mirada y trague saliva, esa era la misma sonrisa que ella empleaba, cuando tenia dos ideas muy buenas (mas bien crueles), y no podía decidirse por una, algo me decía que esto no terminaría bien.
La segunda clase fue aun peor Mientas tomábamos apuntes clase de química voltee a ver su cuaderno cuando se percató que husmeaba en sus apuntes escribió en la parte superior de la pagina en la que tomaba notas…
…*si definitivamente esto va acabar mal*, fue lo que pensé, el resto dela clase preferí tener la mirada al frente, creo que ya tenia suficiente con esa amenaza.
Después de eso, las clases transcurrieron de manera normal por así decirlo, con la excepción de que no me dirigió la palabra para nada en las clases subsecuentes, algo que no paso desapercibido por Giovanni, que intrigado por la situación no dudo en preguntar, que le sucedía Ariana, Giovanni era lo mas parecido a un amigo que tenia, aparte de Ariana, el era, lo que le llaman “el popular de la clase”, era un chico alto, delgado, de tez clara, muy amigable, siempre con una sonrisa de oreja a oreja, receptor titular de las panteras, equipo de futbol americano de la escuela, en pocas palabras todo un Adonis, así que no existía chica del salón que no babeara, o que se comportara como una niña de primaria, cuando el pasaba frente a ellas, bueno excepto, mi muy extravagante amiga Ariana.
Desde inicios de primer semestre los tres hemos formado equipo para todas la materias, sinceramente cuando llego a nuestro equipo por azares del destino, yo apostaría lo que sea a que el saldría corriendo a los pocos minutos de la primera muestra de la locura de Ariana, pero no parecía que le molestara o se intimidará; por el contario parecía que le resultaba graciosa su forma de ser; o que se yo, lo importante para mi era, que ya no estaría solo con Ariana, sino que ya contaba con alguien mas, con quien pasar las clases que resultaban tediosas.
Incluso tenía una teoría; estaba seguro que como Ariana no cedía ante sus “encantos”, eso le provocaba cierta intriga, y un sentimiento de extrañeza, al estar acostumbrado a recibir la atención de todas la chicas del salón, si excepción, y de repente de la nada aparece una chica que lo ignora, como si el no existiera, eso le provoco que sintiera un interés especial por ella, y por su forma de actuar, de pensar, de ser, si, lo se, creo que no debí de ver tanto anime, ni tampoco debí haber leído tantos mangas, pero como les dije; eso era solo una teoría.
Ahora que lo recuerdo, hubo varios intentos de anexarse a nuestro equipo de trabajo, y lo peor es que eso prospectos, si cumplieron con mis expectativas, muchos de ellos tiraron la toalla casi instantáneamente, mientras que los chicos lo hacían por compartir equipo con Ariana, muchas de las chicas hacían lo mismo por estar en el mismo equipo con Giovanni, incluso ahora que lo pienso siempre he sido como un fantasma lado de los dos, como una pequeña chispa entre dos soles, que tal ves tenga un hermoso brillo pero siempre quedara eclipsado por el enorme brilló de los otros dos, si lo se patético, rodeado de amigos populares, pero yo ni siquiera sabia lo que era tener una novia.
En el descansó de diez minutos entre clase y clase, Ariana salió a comprar algo de beber, fue le momento que aprovecho Giovanni, para por fin preguntarme lo que tanto le intrigaba:
— ¿Qué les pasa a ustedes dos?, ¡no me digas que se pelearon! en mi vida creí eso posible, siempre están tan unidos.
—No, no nos peleamos.
—Pues, a mi me parece que si. Ya, ¿dime paso?
—te digo que no ha pasado nada, ella parece molesta; pero yo no le ha hecho nada.
Giovanni soltó una carcajada. —si tan enojada como cuando estropeaste su experimento de química.
****
Unos meses atrás, Ariana en uno de sus arrebates de locura, intentó crea trinitrotolueno en los laboratorios de la escuela, a pesar de que trate de persuadirla para que no hiciera, yo sabia que era un caso perdido, y por el contrario nos supe como demonios termine como su asistente en el experimento suicida, a pesar de conocerla de tanto tiempo, seguía sin entender que contradecirla, era la decisión mas absurda y tonta que uno podía tomar.
A ella, no le fue fácil convencer a los profesores de que le presten el laboratorio después de clases, pero después de algunas mentiras, y mucha insistencia logro que se lo prestaran por unas horas, bueno los profesores creían que haría un proceso de polimerización, para unos cuadros y retratos con el fin de preservarlos.
Solo contábamos con un par de horas para terminar el experimento, aun no sabía de dónde había sacado todos los reactivos, pero parecía que tenía todos los reactivos necesarios para hacer trescientos mililitros de nitroglicerina, solo quedaba encomendarse al ser todopoderoso de su preferencia, (llámese yavé, Ala, Jehová, Zeus, de toda formas de poco serviría con Ariana al mando, de la situación) ya que con esa cantidad de nitroglicerina no solo se podía hacer volar el laboratorio sin tal ves toda la escuela.
Todo parecía ir a la perfección, contaba con un vaso de precipitados, con unos trescientos mililitros de acido nítrico, unos tantos mas de glicerol, examina y otros compuestos, y a pesar de que parecía muy segura de si misma, a la hora de empezar a hacer el experimento yo seguía teniendo mis dudas; sobre si el laboratorio tenia el equipo suficiente para hacer un proceso tan delicado como ese, hasta un neófito como yo sabia; que si se lograba con éxito el proceso de creación de la nitroglicerina, lo mas difícil ya estaba hecho, y básicamente solo faltaría mezclarlo con el tolueno para estabilizar a la nitroglicerina, y precisamente por eso el primer proceso era el que mas nervioso me ponía, a tal grado que estaba cometiendo muchos errores.
Y no se que hubiera ocurrido; si no es que por error deje caer un pequeño crisol con hidróxido de sodio, en el vaso de precipitados que contenía el acido nítrico, al parecer eso provoco que el acido nítrico se contaminara y quedará completamente inservible para el experimento, lo que provocó que el vaso empezó a espumear y a desprender un aroma muy desagradable, pero no tan desagradable como el rostro de ella, que estaba completamente desencajado, el ceño fruncido y su rostro es estaba verde del coraje, y incluso aun no olvido todo lo que me dijo esa tarde, un mega coctel de maldiciones e insultos rematándolos con: “por tu estupidez has echado todo a perder, sabes cuanto va a tener que pasar para que se vuelvan a dar las circunstancias a adecuadas para poder realizar este experimento de nuevo”, mientas que me decía para mi mismo “gracias a tu estupidez has salvado a todos los estudiantes de esta escuela de morir, en la explosión mas grande que se halla hecho en un laboratorio de química escolar”.
Pasaron varios días antes de que Ariana me volviera a dirigir la palabra dentro y fuera de escuela, nunca antes había estado tan resentida conmigo como lo estuvo esa semana, y lo pero es que para evitar recordarle ese mal momento, ya no podre pregúntale para que demonios quería una cantidad tan grande de trinitrotolueno.
****
Una palmada en la espalda de Giovanni me regreso a la realidad, al ver que Ariana regresaba de comprar, se acercaba con toda tranquilidad a su asiento con un jugo en lata en la mano derecha y sorbiendo del popote, mientas nos miraba a distancia como si nos estuviera vigilando para que no hiciéramos algo malo.
—Ya dime que paso. ¡¡Antes de que llegue, aquí!! —Insistió, Giovanni
—y por que no se lo preguntas tu mismo, y así ya sales de dudas. —Tome mi asiento para tomar la última clase del día.
Unos minutos después un papel doblado cayó sobre mi escritorio, lo desdoble con cuidado y pude leer en el la leyenda “ojete”, si lo sabia aun no tenia ni el valor, ni confianza, para hablarle a Ariana de un tema tan personal, como lo era ese.
Al fin terminaron las clases de ese día, aun no sabia si esperar a Ariana o ya irme a mi casa, en primera; aun no sabia si aun estaba en la escuela, ya que le perdí de vista al salir del salón de clase, a pesar de que existía una voz interna que me decía que lo mejor era largarme de ahí, me mantuve firme y la espere en el portal de la escuela, minutos después hizo aparición, parecía que aun no me pensaba dirigir la palabra pero…
— ¿Que onda, ya nos vamos? —me dijo como si no hubiera pasado nada.
—Si claro. —Conteste un poco confundido.
Caminamos como todos los días, la misma ruta, la misma calle, lo único que era diferente de las veces anteriores, era esa sensación tan incomoda, el silenció, la intriga, a la mitad del trayecto por fin decidí tomar la iniciativa, y abordar el tema de una vez por todas, dejar la incertidumbre que en ese momento me estaba matando ya quería saber que es lo que le estaba pasando, y por que actuaba así conmigo, a que se refería con eso de “Te espera la lección de de tu vida”.
—Oye ¿y por que tardaste tanto en salir? —Empecé por preguntar.
—Gio. Me retuvo un rato, quería preguntarme algunas cosas.
—Y que te pregunto… bueno si se puede saber. —no podía creerlo el tipo si tuvo el valor de hacer una pregunta tan directa, ¡y a ella!
—Nada especial, solo me pregunto que si tu y yo estamos peleados o algo parecido. — respondió sin inmutarse.
—Mmm… ¿y que le contestaste? —Mas directo y obvio no podía ser.
—No, obviamente, es muy difícil que tú realmente me hagas enojar, ¿tal vez será que ya me acostumbre a tu tonta forma de ser? No se, pero le dije la verdad, no estoy molesto contigo.
—Bueno, eso es un gran alivio para mí, pero ¿entonces que actúas de esa forma tan extraña?
— ¿Que me comporto extraño? El único extraño aquí, eres tú.
—Ok. Explícame, por que no me dirigiste la palabra en todo el día y que significa eso, de que “me vas a dar la lección de mi vida”.
—bueno, estas todo serio y malhumorado, yo no voy a tratar de hacerte la charla, a la fuerza. —hizo una pausa, parecía disfrutar mucho ese momento, se podía ver en la sonrisa maliciosa que había en su rostro, estoy seguro qué disfrutaba y se deleitaba a cada segundo y cada instante, de ver mi rostro confuso y hasta cierto punto con miedo. —En cuanto a lo de tu castigo, después definiremos los términos, incluso hoy me he sentido muy creativa, sabes aun no me decido entre tantas opciones que me he imaginado, creo que hoy no podré dormir de tanto pensarlo.
— ¿Castigo, pero porque? ¡Explícate!
—Ya Fer ¿eres o te haces? Sabe muy bien que me refiero, a lo que paso anoche, y como te dije no estoy enojada contigo, pero hiciste algo sin mi consentimiento, y tu sabes que odio, que las cosas se hagan sin mi consentimiento.
—estas mal, no se de lo que me hablas, es mas, te aseguro que eso lo soñaste.
— lo soñé, ¿estas seguro? entonces tu crees que fue casualidad que mientras dormía, mágicamente me movería para quedar en una posición ideal para que me tocaras, es mas, crees que no escucharía si alguna persona entra a mi cuarto estando yo presente, no sea iluso. E incluso creo que arrepentirte de tomar esa foto con tu celular, fue la decisión más inteligente que has tomado en tu triste vida, y porque si la hubieras tomado, ahora así estarías en grandes problemas, enserió créeme Fer, no te hubiera gustado nada, las cosas se hubieran puesto feas en serio.
—bueno supongamos que es verdad, estas segura que no estas molesta por lo que paso, e incluso por lo que me habías dicho en la mañana no fue nada malo según entendí, de tu “me gustaría que se repitiera” y aun así quieres aplicarme un castigo, porque según tu lo hice sin tu autorización, por dios que querías, que te dijera Arí, me das permiso de manosearte y eyacular sobre tu cuerpo y rostro discúlpame, pero eso es completamente ridículo.
—sabes, no se que pensabas usar como coartada pero te acabas de quemar tu solo Fer, yo nunca mencioné nada de que eyacularas sobre mi, así que solo te queda aceptar tu delito, de una ves por todas y dejes de fingir.
—Mmm… —derrota total. —Creo que hoy optare por apelare a mi derecho de guardar silencio, obviamente si no te molesta, Sherlock.
Así llegamos al punto de donde nos separamos, realmente no hice nada para evitar la separación, muy pocas ganas tenia de platicar con ella, ahora que se me habían acabado los argumentos de defensa, nos despedimos como todos los días, después de besarla en la mejilla, me regalo una de sus muy aterradoras sonrisas llenas de malicia, y con la misma sonrisa en los labios, giro sobre sus talones tomó camino hacia su casa, yo emprendí el camino a la mía, aun con el escalofrió que me provoco su sonrisa.
Ya en mi casa, solo me recibieron reproches de mi madre, que por que tan tarde, que nunca apoyo con los labores de la casa, que cada día soy peor, que me estoy convirtiendo en todo un vago de calle, se han dado cuenta que cuando estas, muy agobiado y cansado en ocasiones solo escuchas un bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, y también bla, bla, bla, bla, hasta que una cachetada te vuelva a la realidad, acompañado de un grito de “no me ignores chamaco malcriado”, mi mejor escondite para esos caso, era solo encerrarme en mi cuarto, y olvidarme por completo, de lo pasaba en el exterior.
Ya en mi echado cama, viendo el techo de mi habitación empecé recordar tantas cosas, pero sobre todo lo que mas acaparaba mi atención y aun no me sacaba de la mente, era lo que hable esa tarde con Ariana, que demonios planeaba esa perversa mujer recordaba cada uno de sus planes de venganza, que llevaba a cabo sin error no contratiempo alguno, todos fríamente calculados hasta el mínimo detalle, en mi mente giraban algunas de la tantas que les hizo, a chicas y chicos por igual, de los que mas tenia presentes era la vez que Jonathan, linebacker de las panteras, la empujo haciendo que tirará la pila libros que cargaba, y la remato con una burla tachándola de nerd, cosa que provoco lo que yo consideró, una de las peores bromas de Ariana, unos días después, y luego de mover algunas influencias consiguió, que le permitieran trabajar por unas semanas en la cafetería escuela, mientas se solucionaban los “problemas económicos de su familia” (obviamente, eso era una falacia, y un total engaño), ya con su nuevo empleo, espero con gran paciencia a que su presa pidiera algo en la cafería, y con gran destreza, agregó una cantidad considerable de hidróxido de sodio (sosa) en cristales, que fácilmente podía ser confundida con sal, el pobre de Jonathan, necesito ser alimentado vía sonda, por varios días debido a las ulceraciones que tenia en la boca, hechas por el hidróxido de sodio, y así estuve estudiando varios casos que ella provoco, la mayoría acabo en el hospital o tuvieron que faltar varios días a la escuela.
Después de un tanto analizar la situación, me que de completamente dormido me sorprendió al despertar el que ya había obscurecido, voltee a ver mi reloj despertador, marcaba que ya era un poco mas de la medianoche, decidí seguir durmiendo, cuando escuche un crujir en la ventana de mi cuarto, la que daba exactamente frente a la ventana del cuarto de Ariana, creo que no había que ser un genio, para saber de quien se trataba, era Ariana poniendo un pie en mi cuarto justo en es momento, y con ella una pequeña bolsa de mano, y una soga de algodón, al principio me intrigo mucho, el para que quería una soga de algodón y que traía en la bolsa de mano, pero después de analizarlo con mas detenimiento, lo que mas me intrigaba, es como demonios le hizo no solo para llegar hasta mi ventana, si no además vestida de esa forma, solo traía un vestido muy entallado azul de tirantes delgados en los hombros y un gran escote en la espalda, este gran conjunto acompaña tristemente por unos tenis blancos, completamente fuera de lugar, pero con Ariana siempre es mejor apelar al silenció.
Me saludo con una sonrisa, mientas ponía las cosas que traía con ella, en el suelo.
—Bueno, provechando que en este momento se dieron las circunstancias adecuadas, he decidido adelantar la ejecución de tu castigo. —sus labios me volvieron a recetar esa sonrisa que tantos escalofríos me provocaba.
—Ariana, estas mal, porque tengo que ser cómplice de tus locos alucines. —le dije con una torpe dicción.
— ¡Solo siéntate, y cállate!—me ordeno, mientas ponía la silla de mi escritorio mirando exactamente a la puerta de mi habitación. —esto puede ser rápido y hasta posiblemente te agrade, si obedeces veras que todo saldrá bien, así que hazme caso, y siéntate.
A la de malas obedecí, y me senté en la silla, de inmediato empezó a atarme a la silla, eso no me resulto nada tranquilizador, pero eso a comer hidróxido de sodio, realmente no lo hacia parecer tan malo.
—Ok niño, empecemos. —se agacho y empezó a desabrochar mi pantalón, y después con gran habilidad, de un solo jalón me logro quitar, “esto creo que será muy bueno después de todo”, fue lo que paso por mi mente, e incluso tengo que aceptarlo mi mente empezó fantasear sobre un millón de posibilidades, todas muy buenas para ser verdad y muy triste fue, cuando Ariana me volvió a mi realidad, cuando después de eso mientras buscaba algo de su bolsa de mano.
—esto te va a encantar, estoy segura. —me dijo mientas me mostraba un látigo de caballo, eso no era precisamente una buena señal. —Tu reto será, no hacer el menor ruido mientras yo me divierto contigo, si lo consigues tu castigo habrá terminado, sino habrá otro castigo hasta que por fin, cumplas uno de mis retos.
En es momento, ya estaba amarrado así que cualquier objeción no seria tomada en cuenta, así que me enfoque en la meta de aguantar su tortura sin hacer el menor ruido, no parecía difícil a pesar del látigo, en ese momento no creí que se pasara de la raya conmigo “por dios yo soy el local aquí” pensé tontamente.
Se coloco atrás de mí, mientras su mejilla rozaba la mía, ella acariciaba mi pierna derecha desnuda con el látigo, y en un instante zaz, el primer golpe me mordí fuertemente los labios para no hacer ruido.
—ah, por cierto, si gritas o provocas que alguien esta casa se despierte me largó de aquí y no te desatare, ¿quedo claro? —me dijo mientras daba el segundo golpe, este con menos fuerza que el primero, pero al fin, también doloroso.
Después de hacer varias repeticiones, se detuvo y es coloco enfrente de mi, me observo con detenimiento por uno segundos, después me dijo—veamos que tan bueno eres como caballo—después de eso se sentó sobre mis piernas, precisamente como los yoquis montan los caballos, con el látigo abajo empezó a golpearme, ahora a la altura de la pantorrilla y la rodilla, al mismo tiempo que simulaba el vaivén que provocaría el galope de un caballo, y precisamente se vaivén provoco que su vestido se empezará a subirse y no tardo mucho en mostrar sus caderas, pero lo que me provoco un orgasmo mental, fue cuando baje la mirada, pude ver que no solo no traía nada abajo del vestido, sino también pude ver sus labios vaginales abiertos, empapados de su delicioso lubricante, esto tuvo sus consecuencias, mi miembro adopto la posición de firmes, al Ariana al notarlo, hizo una pausa y se bajo de mi.
—que rápido te enciendes, Fernandito. —mientras me presionaba en el cuello con el látigo, bajo el látigo se puso de rodillas frente a mi, (cosa que de nuevo puso mi mente a volar, creo que no es necesario explicar todo lo que paso por mi mente, en ese instante) lo tomo con dos dedos, y se lo coloco frente al rostro, estaba a punto de agradecer adiós, por se gran regalo divino, cuando ella dijo. —hola, amigo creo que aún no nos han presentado formalmente, que te parece, si comenzamos esta bonita amistad con un fuerte abrazo. —tomo mi pene con una mano y con la otra mis testículos, y apretó con una fuera endemoniada, me mordí fuertemente los labios para no gritar, una lagrima broto, y resbaló por mi mejilla, tarde algunos segundos en recobrar visibilidad, noción de donde estaba, que mi pulsó cardiaco y respiración, regresaran a niveles normales, y a pesar de gran dolor, al parecer aun seguía dentro del juego, aun no sabia si eso era bueno, que podía ser peor, que mis padres me encontrarán en esta situación tan penosa, o seguir soportando las torturas de Ariana, demás que se muy bien, que ella detesta perder y que haría cualquier cosa por ganar, y aun no se por que no me rendía, lo de mis padres no podía pasar de un castigo, pero al fin y en contra de cualquier lógica decidí continuar.— creo que te la estoy poniendo muy fácil. –al parecer, no le agrado el resultado de su un ultimo intento de hacerme gritar, se dirigió a su bolsa y de ahí saco algo, solo que no lo pude verlo, ya que lo escondió atrás de su espalda y se dirigió hacia mi, con una sonrisa me dijo.
—Abre la boca. —supongo que debí haberme visto muy gracioso, con una cara de terror, apretando fuertemente los labios, moviendo la cabeza en forma negativa, como le hacen los niños que no quieren comer su almuerzo.
Pero después de algunas amenaza, al fin termine por cerrar los ojos y abrir la boca, eran una pelota de esponja del tamaño de una manzana mediana, que me hizo que la mordiera, eso dificultaría, el no gritar y después me dijo. —si la dejas caer esta muerto.
Posteriormente. volvió a ocupar el látigo de la misma forma que antes, solo que ahora, hizo una pequeña variante en este caso introdujo mi pene dentro de ella, aun no se por que fue, si por el simple hecho de ser mi primera vez, o tal vez fue que Ariana se veía tan sensual en se momento, pero cuando ella descendía hasta introducírsela toda, y escuchaba ese pequeño gemido y un leve rubor en sus mejillas, me sentí completamente ascendido al cielo, al grado que por poco se me caía la pelota de goma de la boca por el gran placer que me suministraba.
No se como describirlo, era experimentar las mejores sensaciones de la vida, pero todas al mismo tiempo, Ariana continuaba con la el látigo en mis pantorrillas, me parecía que sucumbiría mas facialmente a las sensaciones que me provocaba sus movimientos, que el dolor que me provocaba su látigo, y a eso aunado al hechos que el sudor que resbalaba por mi frente, lo único que podía hacer era aguantar la tan incomoda sensación en la frente y apretar fuertemente la mandíbula, para evitar que se me callera la pelota de la boca.
Momento a momento que pasaba, parecía que lo hacia cada vez mas rápido, yo me encontraba envuelto en una mar de éxtasis, mi pulso cardiaco y mi respiración estaban fuera de control, estaba completamente excitado, pero no era el único que estaba en ese estado, Ariana se veía tan sensual mientras se movía, mientas daba pequeños gemidos que me excitaban mucho, y como contorsionaba toda espalda, al llegar al punto mas profundo.
Justo en un momento de éxtasis tomo mi camisa y la abrió de un jalón haciendo volar varios botones de la camisa, y con sus manos empezó a tocar mi pecho, subió sus manos hasta mis hombros y poco a poco empezó a bajar lo que quedaba de mi camisa, poco a poco fue uniendo las manos tras de mi espalda, sus gemidos empezaron a tomar fuerza, mientras sus uñas se empezaron a hundir en mi espalada, momento a momento, y con mayor fuerza, hasta que sentía que me descarnaba la espalda, yo emprendía el viaje al punto máximo empecé a sentir una sensación de presión en mi abdomen, era un poco doloroso pero muy placentero, una sensación de entumecimiento en mis testículos, me sentía en el cielo, Ariana aumentó la presión de sus manos en mi espalda, mientas parecía ahogar un fuerte gemido que amenazaba con salir, todas esa sensaciones e imágenes fueron demasiado para mi, lo que provocó que estallara en ese instante, sentí como mi semen salía con una gran presión e ingresaba en el cuerpo de Ariana, ella solo soltó un ultimó gemido el cual no pudo retener al final, ella, al parecer muy fatigada dejo caer todo el peso de su cuerpo sobre el mío, yo solo disfrute el aroma y la textura de su pechos que tenia exactamente frente al rostro, estaba tan fatigado y extasiado que me olvidé por completo de la maldita pelota, que cuando ella por fin recobro sus fuerzas, se fue separando de mi lentamente mientras me miraba con unos ojos de placer y satisfacción, solo se escucho en el piso el botar de pelota, la mirada que Ariana me proporciono unos instantes anteriores se fue trasformando poco a poco en una de alegría y satisfacción, que parecían festejar la victoria.
–huy que lastima tan cerca de ganar. Ni modo Fer suerte para próxima, yo aquí ya termine, te veo en la mañana en donde siempre. Es mas esto se merece un suvenir, ¿no lo crees? —se aparto de mi y saco de su bolso, un lápiz labial que se aplico, lenta y minuciosamente, en la boca, con gran sensualidad se acercó a mi y empezó a besarme abdomen, con gran suavidad y delicadeza de tal forma, que me provocaba una sensación de lo mas placentera, poco a poco fue recorriendo mi cuerpo subiendo lentamente a mi pecho, hombros, cuello, hasta llegar a mi rostro, ahí me dio un suave beso en cada mejilla y acabo con un beso muy pasional en la boca, en ese momento me encontraba cubierto por marcas de labial rojo por todo mi cuerpo, se aparto un poco para contemplar su obra de arte.
—huy que serio, con una sonrisa quedaría mucho mejor ¿no crees? —me dijo mientras me enfocaba con la cámara de su celular, escuchó el sonido clásico de las cámaras digítales al tomar una foto, estaba a punto de protestar, el por que ella si podía tomar fotos y yo no, pero sabía que era una discusión perdida, lo mejor que podía hacer en ese momento, era no hacerla enojar, para ver si ella, tenia un poco de clemencia y me desataba, pero no fue así, con gran angustia pude ver como aguardaba todas sus cosas y se alistaba para marcharse, mientras que yo solo la seguía con la mirada.
—bueno Fernandito ya me voy nos vemos en la mañana, ponte algo de pomada en esa heridas.
—A la vez que me pasaba la mano por las cortadas hechas por el látigo, camino hacia ventana, tomo un arnés que colgaba de la ventana, y antes de desaparecer... —te quiero niño bye.
Después de eso, pase la noche en vela, a la espera de ver, lo que me aguardaba con mis padres, al encontrarme en una circunstancia tan complicada como esa, la espera fue larga hasta que por fin llego la hora tan esperada, pude ver en cámara lenta como el picaporte de puerta giraba lentamente, y en ese preciso momento cerré mis ojos por inercia.
—oye Fernando, dice mi madre que el desayuno ya esta servido, y que si no te apuras se te va hacer tarde para irte a la escuela… ¡o por dios! hermano aquí hubo una fiesta salvaje, y no fui invitado. –me dijo mientras me mostraba sus pulgares apuntado al cielo, en símbolo de aprobación. —Eso es todo hermano, por fin estas creciendo, ya era hora que te estrenaras, y de que forma mi hermano, mi primer fiesta salvaje fue hasta los 23, sorprendente has rebasado todas mis expectativas, que felicidad. (Aseguraría que vi una lágrima recorrer su rostro).
—hermano, por favor deja de decir tonterías, y por favor desátame.
Si ese era mi hermano, Alberto un fiestero de lo peor, de moral muy pero muy relajada, para el la vida es una orgia continua, su filosofía de vida era sexo fiestas y alcohol y vaya que si lo llevaba su filosofía a la practica, por lo que, rara vez se le veía por la casa, esa ocasión vaya que si tuve suerte, el no diría nada a mis padres, y en ese momento lo único que me preocupaba era la situación, de que ahora el piensa que he seguido sus mismo pasos, que bueno si yo encontraba a una persona atada en una silla con los pantalones en tobillos, la camisa desgarrada, el cuerpo lleno de marcas de lápiz labial y con varios cortada en el cuerpo, yo también hubiera pensado lo peor.
Ya libre, me apure a preparar todo para irme a la escuela, mientras veía con incomodidad, a mi hermano y su gesto de orgullo, preferí ignorarlo por esta vez, baje a desayunar, al parecer a mi madre ya se le había bajado el coraje del día interior, me apresure a terminar mi desayuno, aun no hacia la tarea que era para entregar es mismo día, aun tenia que llegar a copiarla a la escuela, al salir de la casa pude ver a la distancia que en la esquina de siempre Ariana ya me esperaba, para variar otra situación incomoda, en la cual no sabia como reaccionar o como debería actuar, tal vez como si estuviera enojado con ella, o tal vez como si no hubiera pasado nada hoy en la madrugada, maldición como lidiar con una circunstancia tan complicada (bueno para mi, parecía complicada), estaba adolorido desvelado y no me dejaba de dar vueltas en la cabeza, lo bien que se sentía cuando ella estaba sobre mi, en esos momentos me preguntaba si me estaría enamorando de Ariana o solo era un maldito masoquista. Ya que no tenía lógica aguantar tantas tonterías y maltratos de su parte.
—hola, como amaneciste mi querido Fer. —me saludo, mientras me dio un leve golpe en las pantorrillas con su mochila, justo donde tenia las laceraciones, hechas por su látigo.
— ¡Maldición!, estas loca o que demonios te pasa, eso dolió y mucho—le dije, mientras me retorcía del dolor, en mi cabeza solo había un pensamiento *esta mujer es monstruosa, cruel, sádica, y odiosa violenta. ¡No imposible que yo llegue a amar alguien como ella!… ‘lo mas seguro es que si sea un masoquista’*.
Ella empezó a caminar con rumbó a la escuela, con la misma sonrisa de siempre, llena de satisfacción, yo solo procuraba seguirle el paso, pero era muy difícil, con el pantalón rozando mis heridas.
—A este paso, nunca llegaremos, que te perece una carrera, será de aquí a la escuela, el que pierda le invita el almuerzo al otro ¿te late?
No, espe… —ya no termine esa palabra, ya estaba muy lejos para que la escuchara.
Continuará…
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III
Reaccione, después de algunos minutos, ella continuaba caminado hacia el interior de escuela, yo la seguía a una distancia prudente, hasta llegar a la puerta del salón.
Ya iniciada la clase, mi estrés comenzó a subir, en ese momento maldije el que compartiéramos el mismo escritorio, el mismo laboratorio, el mismo equipó de trabajo, realmente compartíamos todo, pero en este momento era algo horrible e insoportable, durante toda la clase, no me dirigió ni una sola palabra, pero no parecía ni un poco enfadada, esa situación me intrigaba aun mas y me tenia loco, si no estaba enfadada, por que actuaba tan extraño, lo peor es que si estaba enfadada, porque no expresarlo, por que no me golpeaba, por que no me insultaba, y por que no me maldecía.
Si había en este mundo alguien que sabia, lo que Ariana era capaz de hacer, cuando de venganzas se trataba, ese era yo, sabia que podía ser muy cruel, y muy poco compasiva, sus planes eran infalibles y en ocasiones monstruosos, pero lo que mas me helaba la sangre, era que esa tranquilidad, y esa serenidad que tenia en ese momento, era lo que precisamente, la caracterizaba cuando estaba ideando un plan, o una de sus estrategias de venganza; en ese momento volteé a verla y justo en ese momento una sonrisa maliciosa se dibujo en su rostro, con cierto temor, baje la mirada y trague saliva, esa era la misma sonrisa que ella empleaba, cuando tenia dos ideas muy buenas (mas bien crueles), y no podía decidirse por una, algo me decía que esto no terminaría bien.
La segunda clase fue aun peor Mientas tomábamos apuntes clase de química voltee a ver su cuaderno cuando se percató que husmeaba en sus apuntes escribió en la parte superior de la pagina en la que tomaba notas…
Te espera la lección de tu vida.
…*si definitivamente esto va acabar mal*, fue lo que pensé, el resto dela clase preferí tener la mirada al frente, creo que ya tenia suficiente con esa amenaza.
Después de eso, las clases transcurrieron de manera normal por así decirlo, con la excepción de que no me dirigió la palabra para nada en las clases subsecuentes, algo que no paso desapercibido por Giovanni, que intrigado por la situación no dudo en preguntar, que le sucedía Ariana, Giovanni era lo mas parecido a un amigo que tenia, aparte de Ariana, el era, lo que le llaman “el popular de la clase”, era un chico alto, delgado, de tez clara, muy amigable, siempre con una sonrisa de oreja a oreja, receptor titular de las panteras, equipo de futbol americano de la escuela, en pocas palabras todo un Adonis, así que no existía chica del salón que no babeara, o que se comportara como una niña de primaria, cuando el pasaba frente a ellas, bueno excepto, mi muy extravagante amiga Ariana.
Desde inicios de primer semestre los tres hemos formado equipo para todas la materias, sinceramente cuando llego a nuestro equipo por azares del destino, yo apostaría lo que sea a que el saldría corriendo a los pocos minutos de la primera muestra de la locura de Ariana, pero no parecía que le molestara o se intimidará; por el contario parecía que le resultaba graciosa su forma de ser; o que se yo, lo importante para mi era, que ya no estaría solo con Ariana, sino que ya contaba con alguien mas, con quien pasar las clases que resultaban tediosas.
Incluso tenía una teoría; estaba seguro que como Ariana no cedía ante sus “encantos”, eso le provocaba cierta intriga, y un sentimiento de extrañeza, al estar acostumbrado a recibir la atención de todas la chicas del salón, si excepción, y de repente de la nada aparece una chica que lo ignora, como si el no existiera, eso le provoco que sintiera un interés especial por ella, y por su forma de actuar, de pensar, de ser, si, lo se, creo que no debí de ver tanto anime, ni tampoco debí haber leído tantos mangas, pero como les dije; eso era solo una teoría.
Ahora que lo recuerdo, hubo varios intentos de anexarse a nuestro equipo de trabajo, y lo peor es que eso prospectos, si cumplieron con mis expectativas, muchos de ellos tiraron la toalla casi instantáneamente, mientras que los chicos lo hacían por compartir equipo con Ariana, muchas de las chicas hacían lo mismo por estar en el mismo equipo con Giovanni, incluso ahora que lo pienso siempre he sido como un fantasma lado de los dos, como una pequeña chispa entre dos soles, que tal ves tenga un hermoso brillo pero siempre quedara eclipsado por el enorme brilló de los otros dos, si lo se patético, rodeado de amigos populares, pero yo ni siquiera sabia lo que era tener una novia.
En el descansó de diez minutos entre clase y clase, Ariana salió a comprar algo de beber, fue le momento que aprovecho Giovanni, para por fin preguntarme lo que tanto le intrigaba:
— ¿Qué les pasa a ustedes dos?, ¡no me digas que se pelearon! en mi vida creí eso posible, siempre están tan unidos.
—No, no nos peleamos.
—Pues, a mi me parece que si. Ya, ¿dime paso?
—te digo que no ha pasado nada, ella parece molesta; pero yo no le ha hecho nada.
Giovanni soltó una carcajada. —si tan enojada como cuando estropeaste su experimento de química.
****
Unos meses atrás, Ariana en uno de sus arrebates de locura, intentó crea trinitrotolueno en los laboratorios de la escuela, a pesar de que trate de persuadirla para que no hiciera, yo sabia que era un caso perdido, y por el contrario nos supe como demonios termine como su asistente en el experimento suicida, a pesar de conocerla de tanto tiempo, seguía sin entender que contradecirla, era la decisión mas absurda y tonta que uno podía tomar.
A ella, no le fue fácil convencer a los profesores de que le presten el laboratorio después de clases, pero después de algunas mentiras, y mucha insistencia logro que se lo prestaran por unas horas, bueno los profesores creían que haría un proceso de polimerización, para unos cuadros y retratos con el fin de preservarlos.
Solo contábamos con un par de horas para terminar el experimento, aun no sabía de dónde había sacado todos los reactivos, pero parecía que tenía todos los reactivos necesarios para hacer trescientos mililitros de nitroglicerina, solo quedaba encomendarse al ser todopoderoso de su preferencia, (llámese yavé, Ala, Jehová, Zeus, de toda formas de poco serviría con Ariana al mando, de la situación) ya que con esa cantidad de nitroglicerina no solo se podía hacer volar el laboratorio sin tal ves toda la escuela.
Todo parecía ir a la perfección, contaba con un vaso de precipitados, con unos trescientos mililitros de acido nítrico, unos tantos mas de glicerol, examina y otros compuestos, y a pesar de que parecía muy segura de si misma, a la hora de empezar a hacer el experimento yo seguía teniendo mis dudas; sobre si el laboratorio tenia el equipo suficiente para hacer un proceso tan delicado como ese, hasta un neófito como yo sabia; que si se lograba con éxito el proceso de creación de la nitroglicerina, lo mas difícil ya estaba hecho, y básicamente solo faltaría mezclarlo con el tolueno para estabilizar a la nitroglicerina, y precisamente por eso el primer proceso era el que mas nervioso me ponía, a tal grado que estaba cometiendo muchos errores.
Y no se que hubiera ocurrido; si no es que por error deje caer un pequeño crisol con hidróxido de sodio, en el vaso de precipitados que contenía el acido nítrico, al parecer eso provoco que el acido nítrico se contaminara y quedará completamente inservible para el experimento, lo que provocó que el vaso empezó a espumear y a desprender un aroma muy desagradable, pero no tan desagradable como el rostro de ella, que estaba completamente desencajado, el ceño fruncido y su rostro es estaba verde del coraje, y incluso aun no olvido todo lo que me dijo esa tarde, un mega coctel de maldiciones e insultos rematándolos con: “por tu estupidez has echado todo a perder, sabes cuanto va a tener que pasar para que se vuelvan a dar las circunstancias a adecuadas para poder realizar este experimento de nuevo”, mientas que me decía para mi mismo “gracias a tu estupidez has salvado a todos los estudiantes de esta escuela de morir, en la explosión mas grande que se halla hecho en un laboratorio de química escolar”.
Pasaron varios días antes de que Ariana me volviera a dirigir la palabra dentro y fuera de escuela, nunca antes había estado tan resentida conmigo como lo estuvo esa semana, y lo pero es que para evitar recordarle ese mal momento, ya no podre pregúntale para que demonios quería una cantidad tan grande de trinitrotolueno.
****
IV
Una palmada en la espalda de Giovanni me regreso a la realidad, al ver que Ariana regresaba de comprar, se acercaba con toda tranquilidad a su asiento con un jugo en lata en la mano derecha y sorbiendo del popote, mientas nos miraba a distancia como si nos estuviera vigilando para que no hiciéramos algo malo.
—Ya dime que paso. ¡¡Antes de que llegue, aquí!! —Insistió, Giovanni
—y por que no se lo preguntas tu mismo, y así ya sales de dudas. —Tome mi asiento para tomar la última clase del día.
Unos minutos después un papel doblado cayó sobre mi escritorio, lo desdoble con cuidado y pude leer en el la leyenda “ojete”, si lo sabia aun no tenia ni el valor, ni confianza, para hablarle a Ariana de un tema tan personal, como lo era ese.
Al fin terminaron las clases de ese día, aun no sabia si esperar a Ariana o ya irme a mi casa, en primera; aun no sabia si aun estaba en la escuela, ya que le perdí de vista al salir del salón de clase, a pesar de que existía una voz interna que me decía que lo mejor era largarme de ahí, me mantuve firme y la espere en el portal de la escuela, minutos después hizo aparición, parecía que aun no me pensaba dirigir la palabra pero…
— ¿Que onda, ya nos vamos? —me dijo como si no hubiera pasado nada.
—Si claro. —Conteste un poco confundido.
Caminamos como todos los días, la misma ruta, la misma calle, lo único que era diferente de las veces anteriores, era esa sensación tan incomoda, el silenció, la intriga, a la mitad del trayecto por fin decidí tomar la iniciativa, y abordar el tema de una vez por todas, dejar la incertidumbre que en ese momento me estaba matando ya quería saber que es lo que le estaba pasando, y por que actuaba así conmigo, a que se refería con eso de “Te espera la lección de de tu vida”.
—Oye ¿y por que tardaste tanto en salir? —Empecé por preguntar.
—Gio. Me retuvo un rato, quería preguntarme algunas cosas.
—Y que te pregunto… bueno si se puede saber. —no podía creerlo el tipo si tuvo el valor de hacer una pregunta tan directa, ¡y a ella!
—Nada especial, solo me pregunto que si tu y yo estamos peleados o algo parecido. — respondió sin inmutarse.
—Mmm… ¿y que le contestaste? —Mas directo y obvio no podía ser.
—No, obviamente, es muy difícil que tú realmente me hagas enojar, ¿tal vez será que ya me acostumbre a tu tonta forma de ser? No se, pero le dije la verdad, no estoy molesto contigo.
—Bueno, eso es un gran alivio para mí, pero ¿entonces que actúas de esa forma tan extraña?
— ¿Que me comporto extraño? El único extraño aquí, eres tú.
—Ok. Explícame, por que no me dirigiste la palabra en todo el día y que significa eso, de que “me vas a dar la lección de mi vida”.
—bueno, estas todo serio y malhumorado, yo no voy a tratar de hacerte la charla, a la fuerza. —hizo una pausa, parecía disfrutar mucho ese momento, se podía ver en la sonrisa maliciosa que había en su rostro, estoy seguro qué disfrutaba y se deleitaba a cada segundo y cada instante, de ver mi rostro confuso y hasta cierto punto con miedo. —En cuanto a lo de tu castigo, después definiremos los términos, incluso hoy me he sentido muy creativa, sabes aun no me decido entre tantas opciones que me he imaginado, creo que hoy no podré dormir de tanto pensarlo.
— ¿Castigo, pero porque? ¡Explícate!
—Ya Fer ¿eres o te haces? Sabe muy bien que me refiero, a lo que paso anoche, y como te dije no estoy enojada contigo, pero hiciste algo sin mi consentimiento, y tu sabes que odio, que las cosas se hagan sin mi consentimiento.
—estas mal, no se de lo que me hablas, es mas, te aseguro que eso lo soñaste.
— lo soñé, ¿estas seguro? entonces tu crees que fue casualidad que mientras dormía, mágicamente me movería para quedar en una posición ideal para que me tocaras, es mas, crees que no escucharía si alguna persona entra a mi cuarto estando yo presente, no sea iluso. E incluso creo que arrepentirte de tomar esa foto con tu celular, fue la decisión más inteligente que has tomado en tu triste vida, y porque si la hubieras tomado, ahora así estarías en grandes problemas, enserió créeme Fer, no te hubiera gustado nada, las cosas se hubieran puesto feas en serio.
—bueno supongamos que es verdad, estas segura que no estas molesta por lo que paso, e incluso por lo que me habías dicho en la mañana no fue nada malo según entendí, de tu “me gustaría que se repitiera” y aun así quieres aplicarme un castigo, porque según tu lo hice sin tu autorización, por dios que querías, que te dijera Arí, me das permiso de manosearte y eyacular sobre tu cuerpo y rostro discúlpame, pero eso es completamente ridículo.
—sabes, no se que pensabas usar como coartada pero te acabas de quemar tu solo Fer, yo nunca mencioné nada de que eyacularas sobre mi, así que solo te queda aceptar tu delito, de una ves por todas y dejes de fingir.
—Mmm… —derrota total. —Creo que hoy optare por apelare a mi derecho de guardar silencio, obviamente si no te molesta, Sherlock.
Así llegamos al punto de donde nos separamos, realmente no hice nada para evitar la separación, muy pocas ganas tenia de platicar con ella, ahora que se me habían acabado los argumentos de defensa, nos despedimos como todos los días, después de besarla en la mejilla, me regalo una de sus muy aterradoras sonrisas llenas de malicia, y con la misma sonrisa en los labios, giro sobre sus talones tomó camino hacia su casa, yo emprendí el camino a la mía, aun con el escalofrió que me provoco su sonrisa.
Ya en mi casa, solo me recibieron reproches de mi madre, que por que tan tarde, que nunca apoyo con los labores de la casa, que cada día soy peor, que me estoy convirtiendo en todo un vago de calle, se han dado cuenta que cuando estas, muy agobiado y cansado en ocasiones solo escuchas un bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, y también bla, bla, bla, bla, hasta que una cachetada te vuelva a la realidad, acompañado de un grito de “no me ignores chamaco malcriado”, mi mejor escondite para esos caso, era solo encerrarme en mi cuarto, y olvidarme por completo, de lo pasaba en el exterior.
Ya en mi echado cama, viendo el techo de mi habitación empecé recordar tantas cosas, pero sobre todo lo que mas acaparaba mi atención y aun no me sacaba de la mente, era lo que hable esa tarde con Ariana, que demonios planeaba esa perversa mujer recordaba cada uno de sus planes de venganza, que llevaba a cabo sin error no contratiempo alguno, todos fríamente calculados hasta el mínimo detalle, en mi mente giraban algunas de la tantas que les hizo, a chicas y chicos por igual, de los que mas tenia presentes era la vez que Jonathan, linebacker de las panteras, la empujo haciendo que tirará la pila libros que cargaba, y la remato con una burla tachándola de nerd, cosa que provoco lo que yo consideró, una de las peores bromas de Ariana, unos días después, y luego de mover algunas influencias consiguió, que le permitieran trabajar por unas semanas en la cafetería escuela, mientas se solucionaban los “problemas económicos de su familia” (obviamente, eso era una falacia, y un total engaño), ya con su nuevo empleo, espero con gran paciencia a que su presa pidiera algo en la cafería, y con gran destreza, agregó una cantidad considerable de hidróxido de sodio (sosa) en cristales, que fácilmente podía ser confundida con sal, el pobre de Jonathan, necesito ser alimentado vía sonda, por varios días debido a las ulceraciones que tenia en la boca, hechas por el hidróxido de sodio, y así estuve estudiando varios casos que ella provoco, la mayoría acabo en el hospital o tuvieron que faltar varios días a la escuela.
Después de un tanto analizar la situación, me que de completamente dormido me sorprendió al despertar el que ya había obscurecido, voltee a ver mi reloj despertador, marcaba que ya era un poco mas de la medianoche, decidí seguir durmiendo, cuando escuche un crujir en la ventana de mi cuarto, la que daba exactamente frente a la ventana del cuarto de Ariana, creo que no había que ser un genio, para saber de quien se trataba, era Ariana poniendo un pie en mi cuarto justo en es momento, y con ella una pequeña bolsa de mano, y una soga de algodón, al principio me intrigo mucho, el para que quería una soga de algodón y que traía en la bolsa de mano, pero después de analizarlo con mas detenimiento, lo que mas me intrigaba, es como demonios le hizo no solo para llegar hasta mi ventana, si no además vestida de esa forma, solo traía un vestido muy entallado azul de tirantes delgados en los hombros y un gran escote en la espalda, este gran conjunto acompaña tristemente por unos tenis blancos, completamente fuera de lugar, pero con Ariana siempre es mejor apelar al silenció.
Me saludo con una sonrisa, mientas ponía las cosas que traía con ella, en el suelo.
—Bueno, provechando que en este momento se dieron las circunstancias adecuadas, he decidido adelantar la ejecución de tu castigo. —sus labios me volvieron a recetar esa sonrisa que tantos escalofríos me provocaba.
—Ariana, estas mal, porque tengo que ser cómplice de tus locos alucines. —le dije con una torpe dicción.
— ¡Solo siéntate, y cállate!—me ordeno, mientas ponía la silla de mi escritorio mirando exactamente a la puerta de mi habitación. —esto puede ser rápido y hasta posiblemente te agrade, si obedeces veras que todo saldrá bien, así que hazme caso, y siéntate.
A la de malas obedecí, y me senté en la silla, de inmediato empezó a atarme a la silla, eso no me resulto nada tranquilizador, pero eso a comer hidróxido de sodio, realmente no lo hacia parecer tan malo.
—Ok niño, empecemos. —se agacho y empezó a desabrochar mi pantalón, y después con gran habilidad, de un solo jalón me logro quitar, “esto creo que será muy bueno después de todo”, fue lo que paso por mi mente, e incluso tengo que aceptarlo mi mente empezó fantasear sobre un millón de posibilidades, todas muy buenas para ser verdad y muy triste fue, cuando Ariana me volvió a mi realidad, cuando después de eso mientras buscaba algo de su bolsa de mano.
—esto te va a encantar, estoy segura. —me dijo mientas me mostraba un látigo de caballo, eso no era precisamente una buena señal. —Tu reto será, no hacer el menor ruido mientras yo me divierto contigo, si lo consigues tu castigo habrá terminado, sino habrá otro castigo hasta que por fin, cumplas uno de mis retos.
En es momento, ya estaba amarrado así que cualquier objeción no seria tomada en cuenta, así que me enfoque en la meta de aguantar su tortura sin hacer el menor ruido, no parecía difícil a pesar del látigo, en ese momento no creí que se pasara de la raya conmigo “por dios yo soy el local aquí” pensé tontamente.
Se coloco atrás de mí, mientras su mejilla rozaba la mía, ella acariciaba mi pierna derecha desnuda con el látigo, y en un instante zaz, el primer golpe me mordí fuertemente los labios para no hacer ruido.
—ah, por cierto, si gritas o provocas que alguien esta casa se despierte me largó de aquí y no te desatare, ¿quedo claro? —me dijo mientras daba el segundo golpe, este con menos fuerza que el primero, pero al fin, también doloroso.
Después de hacer varias repeticiones, se detuvo y es coloco enfrente de mi, me observo con detenimiento por uno segundos, después me dijo—veamos que tan bueno eres como caballo—después de eso se sentó sobre mis piernas, precisamente como los yoquis montan los caballos, con el látigo abajo empezó a golpearme, ahora a la altura de la pantorrilla y la rodilla, al mismo tiempo que simulaba el vaivén que provocaría el galope de un caballo, y precisamente se vaivén provoco que su vestido se empezará a subirse y no tardo mucho en mostrar sus caderas, pero lo que me provoco un orgasmo mental, fue cuando baje la mirada, pude ver que no solo no traía nada abajo del vestido, sino también pude ver sus labios vaginales abiertos, empapados de su delicioso lubricante, esto tuvo sus consecuencias, mi miembro adopto la posición de firmes, al Ariana al notarlo, hizo una pausa y se bajo de mi.
—que rápido te enciendes, Fernandito. —mientras me presionaba en el cuello con el látigo, bajo el látigo se puso de rodillas frente a mi, (cosa que de nuevo puso mi mente a volar, creo que no es necesario explicar todo lo que paso por mi mente, en ese instante) lo tomo con dos dedos, y se lo coloco frente al rostro, estaba a punto de agradecer adiós, por se gran regalo divino, cuando ella dijo. —hola, amigo creo que aún no nos han presentado formalmente, que te parece, si comenzamos esta bonita amistad con un fuerte abrazo. —tomo mi pene con una mano y con la otra mis testículos, y apretó con una fuera endemoniada, me mordí fuertemente los labios para no gritar, una lagrima broto, y resbaló por mi mejilla, tarde algunos segundos en recobrar visibilidad, noción de donde estaba, que mi pulsó cardiaco y respiración, regresaran a niveles normales, y a pesar de gran dolor, al parecer aun seguía dentro del juego, aun no sabia si eso era bueno, que podía ser peor, que mis padres me encontrarán en esta situación tan penosa, o seguir soportando las torturas de Ariana, demás que se muy bien, que ella detesta perder y que haría cualquier cosa por ganar, y aun no se por que no me rendía, lo de mis padres no podía pasar de un castigo, pero al fin y en contra de cualquier lógica decidí continuar.— creo que te la estoy poniendo muy fácil. –al parecer, no le agrado el resultado de su un ultimo intento de hacerme gritar, se dirigió a su bolsa y de ahí saco algo, solo que no lo pude verlo, ya que lo escondió atrás de su espalda y se dirigió hacia mi, con una sonrisa me dijo.
—Abre la boca. —supongo que debí haberme visto muy gracioso, con una cara de terror, apretando fuertemente los labios, moviendo la cabeza en forma negativa, como le hacen los niños que no quieren comer su almuerzo.
Pero después de algunas amenaza, al fin termine por cerrar los ojos y abrir la boca, eran una pelota de esponja del tamaño de una manzana mediana, que me hizo que la mordiera, eso dificultaría, el no gritar y después me dijo. —si la dejas caer esta muerto.
Posteriormente. volvió a ocupar el látigo de la misma forma que antes, solo que ahora, hizo una pequeña variante en este caso introdujo mi pene dentro de ella, aun no se por que fue, si por el simple hecho de ser mi primera vez, o tal vez fue que Ariana se veía tan sensual en se momento, pero cuando ella descendía hasta introducírsela toda, y escuchaba ese pequeño gemido y un leve rubor en sus mejillas, me sentí completamente ascendido al cielo, al grado que por poco se me caía la pelota de goma de la boca por el gran placer que me suministraba.
No se como describirlo, era experimentar las mejores sensaciones de la vida, pero todas al mismo tiempo, Ariana continuaba con la el látigo en mis pantorrillas, me parecía que sucumbiría mas facialmente a las sensaciones que me provocaba sus movimientos, que el dolor que me provocaba su látigo, y a eso aunado al hechos que el sudor que resbalaba por mi frente, lo único que podía hacer era aguantar la tan incomoda sensación en la frente y apretar fuertemente la mandíbula, para evitar que se me callera la pelota de la boca.
Momento a momento que pasaba, parecía que lo hacia cada vez mas rápido, yo me encontraba envuelto en una mar de éxtasis, mi pulso cardiaco y mi respiración estaban fuera de control, estaba completamente excitado, pero no era el único que estaba en ese estado, Ariana se veía tan sensual mientras se movía, mientas daba pequeños gemidos que me excitaban mucho, y como contorsionaba toda espalda, al llegar al punto mas profundo.
Justo en un momento de éxtasis tomo mi camisa y la abrió de un jalón haciendo volar varios botones de la camisa, y con sus manos empezó a tocar mi pecho, subió sus manos hasta mis hombros y poco a poco empezó a bajar lo que quedaba de mi camisa, poco a poco fue uniendo las manos tras de mi espalda, sus gemidos empezaron a tomar fuerza, mientras sus uñas se empezaron a hundir en mi espalada, momento a momento, y con mayor fuerza, hasta que sentía que me descarnaba la espalda, yo emprendía el viaje al punto máximo empecé a sentir una sensación de presión en mi abdomen, era un poco doloroso pero muy placentero, una sensación de entumecimiento en mis testículos, me sentía en el cielo, Ariana aumentó la presión de sus manos en mi espalda, mientas parecía ahogar un fuerte gemido que amenazaba con salir, todas esa sensaciones e imágenes fueron demasiado para mi, lo que provocó que estallara en ese instante, sentí como mi semen salía con una gran presión e ingresaba en el cuerpo de Ariana, ella solo soltó un ultimó gemido el cual no pudo retener al final, ella, al parecer muy fatigada dejo caer todo el peso de su cuerpo sobre el mío, yo solo disfrute el aroma y la textura de su pechos que tenia exactamente frente al rostro, estaba tan fatigado y extasiado que me olvidé por completo de la maldita pelota, que cuando ella por fin recobro sus fuerzas, se fue separando de mi lentamente mientras me miraba con unos ojos de placer y satisfacción, solo se escucho en el piso el botar de pelota, la mirada que Ariana me proporciono unos instantes anteriores se fue trasformando poco a poco en una de alegría y satisfacción, que parecían festejar la victoria.
–huy que lastima tan cerca de ganar. Ni modo Fer suerte para próxima, yo aquí ya termine, te veo en la mañana en donde siempre. Es mas esto se merece un suvenir, ¿no lo crees? —se aparto de mi y saco de su bolso, un lápiz labial que se aplico, lenta y minuciosamente, en la boca, con gran sensualidad se acercó a mi y empezó a besarme abdomen, con gran suavidad y delicadeza de tal forma, que me provocaba una sensación de lo mas placentera, poco a poco fue recorriendo mi cuerpo subiendo lentamente a mi pecho, hombros, cuello, hasta llegar a mi rostro, ahí me dio un suave beso en cada mejilla y acabo con un beso muy pasional en la boca, en ese momento me encontraba cubierto por marcas de labial rojo por todo mi cuerpo, se aparto un poco para contemplar su obra de arte.
—huy que serio, con una sonrisa quedaría mucho mejor ¿no crees? —me dijo mientras me enfocaba con la cámara de su celular, escuchó el sonido clásico de las cámaras digítales al tomar una foto, estaba a punto de protestar, el por que ella si podía tomar fotos y yo no, pero sabía que era una discusión perdida, lo mejor que podía hacer en ese momento, era no hacerla enojar, para ver si ella, tenia un poco de clemencia y me desataba, pero no fue así, con gran angustia pude ver como aguardaba todas sus cosas y se alistaba para marcharse, mientras que yo solo la seguía con la mirada.
—bueno Fernandito ya me voy nos vemos en la mañana, ponte algo de pomada en esa heridas.
—A la vez que me pasaba la mano por las cortadas hechas por el látigo, camino hacia ventana, tomo un arnés que colgaba de la ventana, y antes de desaparecer... —te quiero niño bye.
Después de eso, pase la noche en vela, a la espera de ver, lo que me aguardaba con mis padres, al encontrarme en una circunstancia tan complicada como esa, la espera fue larga hasta que por fin llego la hora tan esperada, pude ver en cámara lenta como el picaporte de puerta giraba lentamente, y en ese preciso momento cerré mis ojos por inercia.
—oye Fernando, dice mi madre que el desayuno ya esta servido, y que si no te apuras se te va hacer tarde para irte a la escuela… ¡o por dios! hermano aquí hubo una fiesta salvaje, y no fui invitado. –me dijo mientras me mostraba sus pulgares apuntado al cielo, en símbolo de aprobación. —Eso es todo hermano, por fin estas creciendo, ya era hora que te estrenaras, y de que forma mi hermano, mi primer fiesta salvaje fue hasta los 23, sorprendente has rebasado todas mis expectativas, que felicidad. (Aseguraría que vi una lágrima recorrer su rostro).
—hermano, por favor deja de decir tonterías, y por favor desátame.
Si ese era mi hermano, Alberto un fiestero de lo peor, de moral muy pero muy relajada, para el la vida es una orgia continua, su filosofía de vida era sexo fiestas y alcohol y vaya que si lo llevaba su filosofía a la practica, por lo que, rara vez se le veía por la casa, esa ocasión vaya que si tuve suerte, el no diría nada a mis padres, y en ese momento lo único que me preocupaba era la situación, de que ahora el piensa que he seguido sus mismo pasos, que bueno si yo encontraba a una persona atada en una silla con los pantalones en tobillos, la camisa desgarrada, el cuerpo lleno de marcas de lápiz labial y con varios cortada en el cuerpo, yo también hubiera pensado lo peor.
Ya libre, me apure a preparar todo para irme a la escuela, mientras veía con incomodidad, a mi hermano y su gesto de orgullo, preferí ignorarlo por esta vez, baje a desayunar, al parecer a mi madre ya se le había bajado el coraje del día interior, me apresure a terminar mi desayuno, aun no hacia la tarea que era para entregar es mismo día, aun tenia que llegar a copiarla a la escuela, al salir de la casa pude ver a la distancia que en la esquina de siempre Ariana ya me esperaba, para variar otra situación incomoda, en la cual no sabia como reaccionar o como debería actuar, tal vez como si estuviera enojado con ella, o tal vez como si no hubiera pasado nada hoy en la madrugada, maldición como lidiar con una circunstancia tan complicada (bueno para mi, parecía complicada), estaba adolorido desvelado y no me dejaba de dar vueltas en la cabeza, lo bien que se sentía cuando ella estaba sobre mi, en esos momentos me preguntaba si me estaría enamorando de Ariana o solo era un maldito masoquista. Ya que no tenía lógica aguantar tantas tonterías y maltratos de su parte.
—hola, como amaneciste mi querido Fer. —me saludo, mientras me dio un leve golpe en las pantorrillas con su mochila, justo donde tenia las laceraciones, hechas por su látigo.
— ¡Maldición!, estas loca o que demonios te pasa, eso dolió y mucho—le dije, mientras me retorcía del dolor, en mi cabeza solo había un pensamiento *esta mujer es monstruosa, cruel, sádica, y odiosa violenta. ¡No imposible que yo llegue a amar alguien como ella!… ‘lo mas seguro es que si sea un masoquista’*.
Ella empezó a caminar con rumbó a la escuela, con la misma sonrisa de siempre, llena de satisfacción, yo solo procuraba seguirle el paso, pero era muy difícil, con el pantalón rozando mis heridas.
—A este paso, nunca llegaremos, que te perece una carrera, será de aquí a la escuela, el que pierda le invita el almuerzo al otro ¿te late?
No, espe… —ya no termine esa palabra, ya estaba muy lejos para que la escuchara.
Continuará…
9 comentarios - visitas nocturnas. segunda parte.
Saludos y ponte la verde 🙎♂️
un poco de paciencia
por favor, escribela... 😉