Me gusto ser cornudo?

Rubí, mi petisita culona

Mi nombre es Mauro, la historia que quiero contarles empieza hace bastante tiempo atrás y continúa todavía hoy, claro. Estoy casado con Rubí. Desde la adolescencia estamos juntos, tenemos dos hijas de 16 y 14 años. ambos tenemos cuarenta. Rubí era una hermosa niña, con esos culos de campeonato y un buen par de tetas, desde la secundaria fuimos novios y luego nos casamos. Todo transcurrió con normalidad, yo siempre la celaba, me parece que en algún lugar sentía que ella es demasiado mujer para mi. La primera pelea fuerte que tuvimos fue en un franco que tuve en el servicio militar y la encontré en una reunión con sus compañeros de facultad, me pareció que histeriqueaba bastante con uno de ellos por lo que termine a los golpes con Alan, que así se llamaba el flaco. Creo que ella nunca me fue infiel, yo tuve un par de escapadas de jodas con amigos pero nada serio. Cuando cumplimos 38 nuestra pareja estaba en crisis, Rubí es ingeniera civil, pero en este momento de su vida, empezó una carrera alternativa relacionada con el arte, ahí conoció a Juan Carlos, que tiene 48 años y empezaron una relación muy fuerte, los dos formaron una sociedad y salieron a trabajar con todo y a ganar un buen dinero disfrutando de su trabajo. Yo estaba que reventaba de los celos, pero nunca los sorprendí en nada raro, su atracción estaba puesta en su trabajo, había una carga fuerte entre ellos, pero los dos la volcaban hacia lo laboral. Juan Carlos venia a casa y era siempre muy correcto y educado. El tiempo transcurría con normalidad, yo le hacia escenas de celo a Rubí que terminaban en buenos revolcones en la cama, nuestra sexualidad había renacido de sus cenizas gracias al condimento de mis celos. Rubí también explotaba la sensación y le gustaba sentirme a sus pies, pendiente, rendido, asustado, anhelante.
Una noche, me desperté a mitad del sueño, había soñado que Juan Carlos la cogia a Rubí en cuatro sobre la cama y aunque me parecía increíble a mi edad fue tal la calentura que tuve una polución nocturna. Trate de ocultar mis sentimientos y tome un poco de distancia de Rubí, trate de enfriar las cosas, pero algo estallo en mi, no podía aguantar mas, cada vez que dormía me atacaban escenas de ellos dos teniendo sexo. Una noche después de salir a cenar con un buen vino y las nenas en casa del hermano de Rubí nos fuimos directo a la cama, mientras la cogia empecé a hablarle, cosa que nunca habíamos hecho.
-Te gustaría cogertelo a Juan Carlos… eh… o ya te lo cogiste…?
- que te pasa… que decís…? –dijo con una voz caliente, no le disgustaba lo que le decía.
- Que te gustaría cogertelo…
- A mi me gustaría… pero me parece que mas a vos… tu pija esta mas dura que nunca… y parece que el alcohol te suelta la lengua… te gustaría que me coja él… -yo ahora callaba, no espere que se prendiera de esta forma.- te gustaría mirarnos… a mi si me gustaría que me coja… debe tener una linda pija… -yo acabe como hacia mucho tiempo, y ella se empezó a mover para acoplarse a mi orgasmo. Llegamos los dos como hacia rato no lo hacíamos.
A la mañana siguiente nadie hablo del tema, buscamos a las nenas y volvimos a la rutina familiar. Paso casi un mes sin novedad hasta que mis sueños volvieron. Y una noche mientras lo hacíamos volví al ataque, esta vez no habíamos tomado alcohol.
- y avanzaste algo con Juan…?
- El esta muy interesado en nuestro trabajo… no me ve como mujer… aunque seguro le encantaría cogerme… porque no se lo propones… -que puntada en mis pelotas por favor.- no hablamos mas hasta llegar fuerte otra vez.
A la mañana siguiente iba en el auto al trabajo y escuchaba la voz de Rubí, porque no se lo propones… porque no se lo propones… Claro que le digo Juan Carlos te gustaría cogerte a mi mujer, te dejo mi casa, mis hijas que tengan suerte. Una cosa es la fantasía y otra la dureza que tenia en mi entrepierna, estaba ido no podía concentrarme en nada.
El viernes cuando volví a casa del trabajo, estaban trabajando en su proyecto, escribían los dos en la mesa de la comedor.
- Juan… no te gustaría venir a cenar mañana con nosotros… estamos solos sin las nenas… -cuando lo dije me sentí extraño, excitado y extraño, los dos giraron la cabeza para mirarme. La cara de Rubí era un poema y me pareció que estaba caliente.
- Bueno me encantaría… pero no estoy saliendo con nadie… vendría solo…
- Si es la idea… bueno no se… quiero decir… -me pareció ver un sonrisa en los labios de ambos. Salí de la casa y me fui a dar una vuelta. Cuando volví era tarde camine por la ribera mirando el río y las luces de la ciudad, Rubí estaba acostada, preferí dormir sin hablarle.
A la mañana siguiente ella no me dijo nada, yo iba a ir a trabajar. Antes de salir me pregunto que quería cenar. Me pareció que me sobraba, Salí y no pensé mas en nada hasta la noche, cuando volví a casa ella ya estaba arreglada, una pollera que le marca ese culazo que tiene y una remera escotada. Mi calentura fue mayor.
-Que linda estas…
- Te gusto… todavía soy linda…? yo me veo feita… media vieja… -me acerque la bese y le empecé a acariciar el culo, le levante la pollera y tenia un culote blanco calado, que calentura, los dos nos metíamos lengua y nos sobabamos a gusto. Así estuvimos hasta que sonó el timbre. Fui yo a abrir, Juan Carlos traia un vino tinto que me dio y pasamos al comedor, saludando a Rubí.
-Hola que linda estas… nunca te había mirado como ahora… me parecía que no estaba bien mirarte así… .-y giro su cabeza a mirarme a mi.- te molesta que la mire así a tu mujer… digo como a una hembra…? –yo me quede balbuceando no sabia que decir, el daba vueltas alrededor de Rubí como un felino haciendo su ronda. La verdad que sos un mujeron… y ahora que tu marido me habilita… -y volvió clavar su mirada en mi, yo baje mi mirada y sus manos empezaron a acariciar suavemente… muy suavemente el culo de Rubí, ella estaba en la mesada, se apoyo en la mesada quebrando mas su culo y aceptando gustosa las caricias, Juan miraba hacia mi lado, bajo sus manos y tomo el destapador y vino hacia la mesa a destapar el vino.
-perdón que te tocara así pero quería tener clara la situación… y la verdad me encanta quiero brindar por una hembra fogosa y un marido… sumiso…? Servicial…? –los dos me miraban y brindamos. Yo me senté a la mesa con Juan Carlos mientras Rubí terminaba la cena. Cuando vino a servirnos Juan volvió a acariciarle el culo con detenimiento, mientras hablaba y decía.
- jamás imagine una situación como esta. -se puso de pie y sacándole la fuente de las manos y apoyándola en la mesa la giro hacia el y empezaron a besarse, yo veía sus manos amasando el culo de Rubí, mi pija estaba que explotaba, después la giro y la apoyo sobre la mesa, la cara de Rubí frente a la mía. Se acomodo detrás de ella y le levanto la pollera, le bajo el culote a medio muslo y bajando solo el cierre de su pantalón y sacando su miembro la fue penetrando muy lentamente, después le dijo a Rubí que me besara, con besos suaves de dulce esposa, y así estuvimos un largo rato, el dentro de Rubí moviéndose suavemente y yo besándola como unos novios adolescentes. El después se salio y dijo que se enfriaba la cena y nos sentamos a cenar. Me pareció que Rubí había llegado en un momento. Su cara era un poema estaba encendida, caliente como hacia mucho no estaba.
La cena transcurrió normal, no paso mas nada durante la misma, sobre el final, ya mas relajados y distendido, Juan Carlos me hablo.
-bueno parece que esta es tu fantasía… decime ahora… como queres que me coja a tu mujer… porque supongo que eso queres… no…?
-Yo estuve un rato callado. Finalmente hable. Si quiero que la cojas…
-Pero claro hombre… eso ya lo se! La pregunta es como… en que posición… en que lugar… porque lo debes haber imaginado… no…?
-si…
-bueno… no me cuentes… llevanos a donde quieras… y prepara la situación… es tu fantasía dijo riendo…
Fuimos al cuarto y la acomode a Rubí sobre la cama en cuatro, las rodillas juntas su torso apoyado en la cama, culote a medio muslo y obviamente su culo estaba para comerlo.
-Que buen gusto amigo… es un regalo de Dios… no lo puedo creer… -se desnudo despacio y acomodándose detrás de Rubí la penetro despacio por su concha… y le empezó a dar cada vez mas duro y parejo… los dos gemían… tenían una calentura acumulada de hacia mucho tiempo, el se salio de encima de ella y ahora la giro, la desnudo del todo y la empezó a coger en la pose del misionero. Estuvieron besándose y cogiendo un montón de tiempo totalmente olvidados de mi hasta que los dos llegaron juntos, el descargo todo dentro de la concha de Rubí. Y se quedo sobre ella un largo rato mientras se besaban. Después se empezó a vestir, me dijo que ahora era nuestro momento. Pero que quería pedirnos algo… hizo una pausa estudiada. Que Rubí solo me masturbara muy lentamente... hasta que yo explotara… lo acompañe hasta la puerta y el me agradeció con una sonrisa, asegurándome que esto era solo el principio. Cuando volví al cuarto Rubí me hizo acostarme en la cama, previo desnudarme y se puso entre mis piernas, sus manos jugaban por mi miembro muy suaves casi ni sentía el roce. Mojaba sus dedos y los pasaba, por la parte de atrás de mi glande, con la otra mano a veces me acariciaba los huevos…
-Te gusto tu show privado… que rico estuvo… gracias mi amor… que lindo me cogio… y ahora que empezamos… no vamos a parar… lo vamos a invitar mas seguido eh… queres…?
- Si…. Quiero…!!! Que perra hermosa sos…!!!
- Pero no soy mas tuya… ahora soy una perrita compartida… por ahora… -en ese momento empecé a eyacular como hacia un montón no lo hacia, mi leche salto muy potente y muy alto.- Cuanta lechita… que lindo mi amor… este va a ser el final de tus noches cuando haya invitados… queres…? Yo no conteste, estaba muy relajado en ese momento, ella me beso y se fue al baño apagando la luz.