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Mi experiencia con la vecina

Saludos a todos los Poringueros, en esta ocasión quiero compartir con ustedes algo que me sucedió hace unos días, fue algo que había estado en mis fantasías antes, pero bueno, comienzo con mi relato.

Vivo en México, tengo 20 años y aunque tengo algo de experiencia con mujeres, no es tanta como quisiera, esto es principalmente porque en ocasiones soy muy tímido. Este relato es sobre mi vecina, una chica de 25 años, delgada, de cabello castaño y ondulado, ojos cafés, alta, y con un cuerpo increíble. Aquí en México, se acostumbra a poner la ropa a secar después de que la lavaron el parte superior de la casa (la verdad desconosco de esos temas allá en Argentina), y desde hace unos meses subía constantemente a esta parte para observar como estaban ahí la ropa interior de mi vecina. Eran unas tangas que me volvían loco, muchas veces tuve la fantasía de robar una, pues mi casa y la de ella solo están separadas por una pequeña pared de un metro de altura.

Un día subí y noté que había una tanga roja con encaje en una posición muy cercana a donde yo podía tomarla, miles de cosas pasaron por mi cabeza, pero decidí tomarla pues mis padres no estaban en mi casa y parecía que los vecinos tampoco, esperando que los vecinos no se dieran cuenta y no le dijeran a mis padres. Mi corazón latía rápidamente por la adrenalina del momento así que con mucha audacia y procurando ser rápido y silencioso salté la pared y volteé a todos lados para asegurarme de que nadie me estuviera observando. Tomé la tanga con mi mano y corrí rápidamente hacia la puerta de entrada a mi casa, y justo cuando iba a poner un pie dentro de la seguridad del hogar escuché: “Hey tú! Detente!”. Me detuve por completo, estaba totalmente aterrorizado pues estaba seguro de que me habían descubierto y le dirían a mis padres. Lentamente me dí la vuelta tratando de esconder la tanga y cual fue mi sorpresa al ver que era mi vecina....la dueña de esa tanga!Al verla, instintivamente solo miré fijamente al suelo. Ella me dijo: “¿Qué traes ahí?”, yo tratando de mentirle le contesté que no era nada, que no sabía de lo que me estaba hablando. Ella se quedó pensando unos cinco segundos, que parecieron una eternidad hasta que me dijo: “Yo te ví, tu tomaste mi tanga roja”. Me pusé pálido, me había descubierto! Intenté negar todo de nuevo, pero me dijo, que ya la había visto, que la tenía escondida detrás de mi.

Le dije que me perdonara, que no había sido mi intención y que por favor no les dijera a mis padres o a los suyos y le entregué su tanga, en un intento por evitar un castigo y una humillación con los vecinos y con mis padres. Ella volvió a hacer una pausa para pensar y me dijo: “No lo sé, pero...porqué lo hiciste? Porqué la robaste?” Yo me sonrojé y le contesté que me gustaba desde hacía tiempo y que siempre había querido tener algo suyo. Su rostro cambió de estar molesta a uno un poco más comprensivo, y me preguntó que si mis padres estaban en casa, a lo que le contesté que no moviendo la cabeza. Me dijo después que me iba a perdonar, pero que solo si le ayudaba con algo, y que la acompañara a su recámara. En ese momento, pensé que iba a ser solo cambiar una bombilla o mover un mueble pesado (aunque físicamente soy muy delgado). Entré a su casa, bajé las escaleras y ella me condujo a lo que parecía ser su cuarto. Yo sabía que sus padres no estaban, pero le pregunté que si seguían en su casa por si acaso, a lo que ella me contestó que solo estabamos los dos solos. Ella se sentó en su cama, suspiró y me dijo que yo iba a tener que hacer lo que ella me pidiera o de lo contrario le diría a mis padres de lo sucedido. Desde ese día tengo una erección de solo recordar eso, pero en el momento, me sentí muy apenado. Le dije que estaba bien, y ella me dijo: “Muy bien, pues como tu ya has visto mi ropa interior, quiero que te saques la ropa y me enseñes que traes puesto ahorita.” No podía creer lo que me estaba sucediendo, pero aún seguía creyendo que ella estaba molesta y esta era una forma de venganza, avergonzandome mucho. Torpemente me quite mi ropa y me quede en boxers, como yo estaba muy avergonzando y soy algo tímido le dije: “¿Ya puedo vestirme?”, a lo que ella me respondió que todavía no acababa. Se dió unas vueltas alrededor de mí observandome. Se volvió a sentar en su cama y me dijo: “Creo que todavía no has hecho algo que pueda compensar lo que hiciste, así que quiero que te quites esos boxers.” Yo estaba petrificado, pensé en negarme, pero no lo hice, por temor a que le dijera a todos lo que había ocurrido. Con mucha pena me quite el boxer y ella de nuevo se paseó alrededor de mi, mirando. Después de eso me preguntó: “¿Y si yo te regalara una de mis tangas?” En ese momento dejé de estar atemorizado y aunque seguía avergonzando le dije que me gustaría que me pudiera regalar una, ella me se bajó un poco el pantalón de la parte de sus nalgas y me dijo: “¿Cuál prefieres, esta roja que te ibas a llevar o esta de colores que estoy usando?” Le dije que prefería la de colores a lo que me dijo: “Pues es tuya, te la regalo por hacer esto, pero no puedo dártela ahorita pues me verías quitarmela, necesito que hagas algo más, si te pido otra cosa, la harías con tal de que me quitara esta tanga frente a ti?” No lo pensé dos veces y le respondí que si, que cualquier cosa, así que ella me dijo en un tono muy seductor: “Quiero ver como se ve tu pene parado, quiero verte con una erección!” Yo no sabía que pensar, por un lado creía que solo se estaba burlando de mí, pero por otro quería seguir haciendolo para ver que tan lejos iba a ir esto. Asi que tome mi miembro y comencé a acariciarlo hasta que tuvo una erección, ella me dijo que como yo había cumplido, ella me regalaría la tanga. Se desabrochó su pantalón, eran unos jeans muy pegaditos, se dió la vuelta y se los bajó lentamente enseñandome sus hermosas nalgas. De inmediato, mi miembro se puso aún más duro por la excitación, sus nalgas eras perfectas, redonditas, muy paraditas, no podía creer lo que estaba viendo. Después, se agachó sobre su cama y muy sensualmente se quitó su tanga, enseñandome así su colita, pude ver su ano y su linda vagina, que estaba recién depilada. No creía que ella estuviera haciendo esto frente a mí, se volvió a agachar muy sugestivamente y tomo la tanga que me había prometido, me entregó y me dijo: “Es toda tuya, te la ganaste....pero no se si me puedas ayudar con algo más...” Yo intuí que quería tener sexo, así que le dije que haría cualquier cosa por ella. Ella sonrió, se acercó a mi y me dijo en el oído: “Quiero que me la metas, quiero sentir tu pene dentro de mi...” y me dió un beso en los labios. En ese momento me dí cuenta de que todo esto ella ya lo había planeado. Se quitó su top y su brassiere, me sentó en su cama y se puso frente a mi, totalmente desnuda, hermosa.

Comencé a chupar sus senos y sus pezones, eran los más perfectos que había visto, redondos, de buen tamaño, sus pezones estaban duros, ella se agachó y me dijo que si me molestaba si probaba mi miembro, le contesté que no así que comenzó a besarlo lentamente. Lo empezó a chupar de una manera increible y como yo ya estaba muy caliente no pude aguantar y me vine dentro de su boca. Le pedí perdón, pues no a muchas les gusta esto, a lo que me respondió tragandose todo el semen y diciendome que eso a ella le agradaba. Ella me besó y se acostó en su cama, abrió las piernas y comenzó a masturbarse. Mi miembro inmediatamente quedó erecto, como si nada hubiera pasado, ella me dijo que ya se había preparado para que se lo metiera, pero que antes iba a tomarse unas pastillas, pues no tenía forros. Las sacó de un cajón que estaba al lado de su cama y se las tomó, era mi primera vez sin forro y estaba que no aguantaba la excitación. Me acostó sobre su cama y se montó en mi. Movía su cola de una manera increíble dandome una sensación inigualable, después de unos minutos así me dijo que esta a punto de venirse, dió un gemido muy sexy y sentí como se contraía su vagina, lo que hizo que eyaculara dentro de ella. Fue un orgasmo de lo mas genial, la había llenado de leche. Ella se acostó a lado de mi y comenzó a besarme, le dí las gracias y nos abrazamos. Pasaron unos minutos y me dijo que sus padres llegarían en cualquier momento y que tenía que irme, nos vestimos, tomé la tanga que me había regalado y subimos a donde todo había comenzado. Me dió un beso en los labios y me dijo que algún día esto se podría repetir, y me dió su número (a pesar de que somos vecinos). Yo seguía hipnotizado por la experiencia, no podía creer que esto me hubiera pasado, y más con ella, me recosté en mi cama, tomé la tanga y la guardé en una caja donde tengo cosas importantes, esperando que esto se pudiera repetir pronto.

Espero que les haya gustado mi relato, no se olviden de comentar y gracias por tomarse el tiempo de leerlo.

13 comentarios - Mi experiencia con la vecina

ReneLeXXX
😉 😉 😉 😉 😉
maiph
Si esto te paso de verdad, te felicito, ojala yo tuviera una vecinita asi.
Gracias.
superraton
exceelente ojala a mi tambien me pase che y la vecinita tiene aantojo .... jajajajaja t dejo 5 por tu buena historia Mi experiencia con la vecina
LuchinCampion
Muy buena historia! Espero que se te repita la experiencia, decile a tu mama que a partir de ahora vos colgas y descolgas la ropa de la terraza! ja ja ja! 😀 😀 😀
CAT2007
muy buena historia
pastilleros
muy bueno felicitaciones hermano mexicano 🙎‍♂️ 🙎‍♂️ 🙎‍♂️
BioAlex
Bastante pajero eres!!! Pero mejor es que la vecina se coma la chele a tirarla en la pared del baño o en la sábana...
fatimaa
eii te voy a dejar pontos , gracias por los mails 🙂
pichyjara
soy wiripresente me tenes en el mail te dejo +10
pliesbecky
soy wiripresente me tenes en el mail te dejo +10
cesarferrari
soy wiripresente me tenes en el mail te dejo +10
elgonk
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