Bueno, les sigo contando. Esto me enteré bastante después. Ahí va la parte II.
Si recuerdan, ella venía sufriendo con sueños sexuales y la masturbación no la calmaban.
Un buen día, ella se decidió actuar y para su cometido eligió a un joven y discreto ejecutivo.
Espero al momento propicio y sabía que ella sería la que debería avanzar, ya que era uno de los pocos que no había intentado algo.
Así que sobre el final del día laboral, esperó que él trajera su informe y decididamente lo tomó de su corbata.
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Ella estaba decidida a tener un buen polvo, o sea hacerle caso al consejo de su compañera.
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Sin reparar en la cara de asombro de su víctima, comenzó por donde a ella más le gusta: aflojar el cinturón y abrir la bragueta de su compañero.
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Al descubrir el pene erecto, se alegró por lo esculturoso y suave, por lo que no dudó en mamarlo.
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Concentrada en su labor, no pensó en las consecuencias del affaire, sólo importaba calmar las ansias sexuales.
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Mientras tanto, él se contagió de la atmósfera y como si supiera el secreto objetivo, tomó la iniciativa.
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La besó y acarició, la manipuló hasta reconocer todas sus curvas
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Acto seguido, decidió cumplir con el secreto objetivo y se concentró en darle placer
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Le lamió con delicadeza, tanto los labios externos con los bordes interiores de su vagina, hasta arrancarle los primeros gemidos
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A continuación comenzó a recorrer el resto de su anatomía, besando y acariciando
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A él le era difícil detenerse en un lugar específico; ella era muy hermosa y sus zonas erógenas clamaban por una caricia o un beso
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De pronto, ella decidió sentarse sobre el erecto pene como si la penetración calmara sus ansias
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Ella se contorsionaba para sentir todo ese miembro
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El coito se volvió frenético, las posiciones cambiaban buscando la que provocara mayor placer
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Pero fue difícil saber cual era la mejor manera, simplemente ella sentía como ese pene la arremetía y le arrancaba gemidos más pronunciados.
Espero que los esté atrapando la historia, ya que lo mejor aún falta.
Hasta pronto y sean pacientes, se viene la parte III.
Si recuerdan, ella venía sufriendo con sueños sexuales y la masturbación no la calmaban.
Un buen día, ella se decidió actuar y para su cometido eligió a un joven y discreto ejecutivo.
Espero al momento propicio y sabía que ella sería la que debería avanzar, ya que era uno de los pocos que no había intentado algo.
Así que sobre el final del día laboral, esperó que él trajera su informe y decididamente lo tomó de su corbata.
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Ella estaba decidida a tener un buen polvo, o sea hacerle caso al consejo de su compañera.
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Espero que los esté atrapando la historia, ya que lo mejor aún falta.
Hasta pronto y sean pacientes, se viene la parte III.
1 comentarios - La crisis sexual de mi esposa. Parte II