Ricky te tira la posta

Tocando tetas de macho.

Mi primer experiencia con un trapo fue hace dos años en la casa de un amigo. Estabamos en una jodida fiesta y conseguimos traer cuatro putas y como eramos 8 muchachos, dijimos que nada mejor que dos trapos para equilibrar.
Lucila fue muy cariñosa y entendio en seguida que nunca habia hecho un vuelta y vuelta. Admito que el alcohol y algo de la merca que había en la casa me ayudó a superar la primer parte. Dos o tres analgesicos me ayudaron a superar la segunda.
Cuando sentis que entra la punta, pensas que el mundo se te viene abajo, pero en cuanto ese pedazo de topo lubricado entra completamente, querés que siga entrando hasta los huevos. El combo completo.
Bajarse un trapo no es calentura del momento, bajarse un trapo es un arte como la escritura o la dactilografía. Es un juego de precisión, de saber en qué momento tenés que darte vuelta, pegarle un cachetazo a ese minon con pito y empezar a bombearla como si quisieses apagar un incendio en su ojete. Pero también tenés que saber darle su tiempo a la otra persona porque aunque tenga tetas es un macho y se calienta igual que vos. Y como vos quiere darte matraca hasta que rompa hilo. Por lo tanto no te cebes, es un juego constante.
Luego de Lucila vinieron algunas chicas más pero en seguida encontré a ese traba que conquisto mi corazón y mi culito. Se hace llamar Juliana pero nacio siendo Juan Carlos o Juanca para sus vecinos de Boedo. En seguida ese ritmo que antes les hable, lo logramos. Fue una conexión maravillosa entre dos seres que lo unico que quieren es enterrar la potota en un culo duro y trabajado.
Pero no todo es color de rosa. Juanca al igual que muchos de los trapelis sueltos por las calles tiene HIV, y si bien intentamos cuidarnos, como dije anteriormente somos dos machos (uno con tetas y el otro con abdominales todo tipo trabado) y la calentura nos agarra peor que a De Angeli. Entonces donde nos pinta y vemos que el muñeco de cada uno responda, la enterramos y derramamos leche sin pedirle permiso a nadie. Creo que ultimamente nos fuimos al carajo porque termine con un pequeño desgarro anal que me llevo de urgencia al hospital muniz donde luego de comentarles el inidente me hicieron unos estudios. Salto que tenia Sida. La verdad un bajon. Pero no se preocupen, me pego medio de costado y es suave. Aparte Juanca me dice que está todo en la cabeza. Igual que la influenza porcina, el Sida no existe. Es un invento capitalista. Sí, Juanca milita con Vilma Ripoll.
Espero que les sirva a todos aquellos que piensen que bajarse un traba es de puto. Macho es el que prueba y vuelve a probar. Y macho es el que se banca esperar dos horas y media en el hospital muniz con un desgarro en el culo. Y macho es el que milita en la nueva izquierda argentina junto a Vilma o Altamira o el chino Heberling.