Me follé a mi tía Eddie
Todo comenzó desde que empecé a tener noches mojadas y sueños eróticos. Suelo despertar pensando en mujeres maduras. Esta es una historia verídica, y muy especial para mí.
Mi nombre es Martín y tenía 17 años en ese entonces, y mi historia comienza cuando empecé a visitar a mi familia que vive en Colombia. Desde que yo era chico empezamos a visitar a toda la familia de mi padre: hermanos, primos, hermanas. Me hice el sobrino favorito, y cada vez que puedo me voy de vacaciones a la casa de mis primos. Lamentablemente son apenas unos pubertillos, algo que no me interesa; son mis primos y paso tiempo con ellos y hasta ahí, pero lo que me fascina son mis tías que no están nada mal, y afortunadamente están sin marido, pero hay una en especial que desde años me pone tiesa la verga. Ella es mi tía...mi queridísima tía eddie, la cual es mi favorita y la más buena... en todos los aspectos: de carácter y de un físico que está para jalársela cada vez que la miras.
La describiré un poco para entrar más en mi visión: ella tiene 47 años, toda una experta, con 4 hijos, por lo cual es una maestra al estar en la cama; es medio alta, lo normal, tiene el pelo café, tiene una cara muy cuidada para su edad, no te la crees, la tiene como de veintitantos años sin exagerar; tiene unos hermosos pechos redonditos, muy jugosos y con unos pezones que a diario se notan muy parados y no sé porqué; una cintura muy notable, un trasero caído del cielo, muy bien formado, bien redondo y que se le antojaría a cualquiera que le gusten las mujeres.
Ella usualmente va a correr por las mañanas y hace mucho ejercicio y usa muchas cremas, lo cual la han mantenido en estado muy juvenil. Ella es muy seria y calmada, no le gusta enseñar cuerpo desde que la recuerdo.
Cuando empecé a quedarme con mis primos, los hijos de mi queridísima tía eddie, la pasé de maravilla, la miraba todo el tiempo, muy feliz, muy bailarina y muy gentil.
Ese día mis primos no estaban. Le estaban haciendo una fiesta sorpresa a un tío, lo cual hizo que mis primos se fueran para ayudar. Yo permanecí en su casa porque tenía que esperar a mi tía para informarle tal acuerdo familiar. Ella tardaba en llegar, así que empecé a esculcar su cesto de ropa sucia, eso me excitaba, no se porqué. Me di cuenta de una cosa que no me imaginaria nunca: le gustaba usar lencería muy bonita y excitante, como tangas, bikinis y calzones diminutos, pero muy excitantes, al igual los brassieres, y entre mi búsqueda encontré unos que me dejaron excitadísimo, de sólo pensar que esa tía tan seria y tan culta usara esa lencería diariamente. No dudé en ponerlos en mi rostro y olerlos. Olían deliciosísimo, un olor jamás imaginable. Me la imaginé con la lencería puesta y me hice una paja, no lo podía creer, en eso escucho que subía las escaleras del apartamento, y que abrió la puerta con sus llaves.
De inmediato traté de poner todo en su lugar y me fui rápido a la sala, la saludé y ella algo dudosa preguntó: -¿Porqué tan nervioso y acelerado? Contesté que venía de afuera y entré a lavarme la cara. Ella se quedó medio confundida y se fue a su cuarto. Le informé de la fiesta y dijo que se bañaría, que si quería que la esperara para irnos juntos o que me fuera. En ese momento pasó por mi mente la escena en la que se estaba bañando y mirarla desnuda (Seria maravilloso si pasara). Le dije que la esperaría, se metió a bañar y yo esperaba a que pasara un minuto, la puerta estaba entre abierta y no dudé en asomarme, se notaba fácilmente la silueta de su cuerpazo en la puerta de la regadera. Estaba cantando y tenía el radio. No se percató que la estaba espiando. Mil cosas pasaban por mi mente y la calentura se estaba apoderando de mí. En eso ella se percató de que la puerta estaba abierta y preguntó si había alguien ahí (de tonto diría que era yo). Me retiré de ahí y me fui al cuarto de mis primos. Tenían una mesa de billar chica y un closet con muchos zapatos femeninos... eran de mi tía. Ella ya había salido del baño con solo una toalla tapándole los pechos hasta arribita de las rodillas. Entró al cuarto donde estaba yo y fue por unos zapatos. Me miró y se asustó. la mirada no se me separaba de su cuerpazo. Estábamos solos, ella solo cubierta con una toalla y yo excitadísimo de solo deseando que se le cayera. De la desesperación y excitación le hice un comentario medio raro. Le dije que de haber sabido que saldría así tendría mi cámara en mano para fotografiarla. Ella como que sospechó de mi calentura y morbosidad (su mirada lo decía), pero solo se empezó a reír y me siguió la corriente. Se metió a su cuarto y se empezó a cambiar, casi la regaba y arruinaba mi plan de cogérmela.
Nos fuimos a la fiesta y ella estuvo bailando mucho y tomando. Empezaba a bailar muy sensual. Yo como sólo miraba, ella bailaba y me miraba. Andaba algo pasada de copas, pero ella no se emborrachaba fácil, en su loquera de bailar así me agarro y me empezó a abrazar y a bailar. Ella estaba medio borracha para entonces, eso parecía. Me comentó de que si yo era el de la puerta en el baño. Me quedé congelado y lo negué. Ella se empezó a reír y dijo que yo era el único en la casa, pero que no le importaba, ella no diría nada, pero que eso no era correcto. Le dije que fue un accidente, y ella dijo que si era un accidente también lo era su ropa fuera del cesto, en especial unas panties de ella. Me quedé más congelado y lo negué, diciendo que no entré a su cuarto, que ni siquiera estaba ahí. Ella me preguntó que si olían bien. En ese momento simplemente me puse súper nervioso, y me dijo de que por lo menos las dejara en su lugar y sin evidencia de uso. Me sonrojé, pero a la vez me excité y sólo me dijo que no lo volviera hacer.
Lo bueno que no se escuchaba por la música, sólo escuché como mi tía supo todo. Comimos, partimos el pastel y llegó la noche. Todos teníamos sueño. Nos medio acomodamos en todas partes de la casa de mi tío. Muchos se fueron. Yo agarré el sofá, mi primo -hijo de mi tía- en un sofá alejado del mío, y quedaba un espacio medio grandecito en el suelo. Mi tía llegó a ese cuarto, pasó por en medio mío, la miré medio borrosa, ya que no podía dormir y estaba muy oscuro. Sólo pensaba en cómo follarla. La deseaba demasiado como para sólo pensarlo y no hacerlo...se metió a un cuarto a cambiarse. Se puso algo más cómodo, pues mi tía -esposa de mi tío- le prestó una pijama. Yo ya estaba acomodado en el sofá. Ella se acomodó en una cama en el suelo, abajito de mí. Se veía muy bien. Tenía solo un camisón largo y estaba descalza. Ella tiene unas hermosísimas y apetitosas piernas, y sus pies no son la excepción. Se acostó, se tapó y yo estaba casi viniéndome en el sofá y me atreví a preguntarle a mi querida tía eddie -Tía, tengo frío, ¿Puedo dormir con usted? Como en el sofá que estaba yo acostado estaba la ventana y puerta, ella me dijo que si, pero que no roncara. En ese momento nos reimos, y me acosté.
�?ramos solo mi antojable tía, mi primo y yo, pero él dormía como muerto. Me acerqué a mi tía y la abracé. Ella me daba la espalda. Estaba de ladito... ella medio dormida y como hacía frío se pegó a mí. Le tome la mano y la abracé más fuerte. Ella creía que en plan de acorrucarme y no tener frío. Mi cabeza explotaba y mi polla también; la tenía tan dura que ella sintió algo duro en su trasero y me dijo -¿Que es eso? ¿Que haces?-
Como tenía su mano agarrada a la mía, la dirigí hasta mi polla. Al darse cuenta de lo que hacia y de lo que agarró, sin moverse de su posición me dijo -¿Que haces? ¿Porque haces esto? ¿Porqué quieres que haga esto?-
Ella sólo tenía mi mano en mi polla...dijo con tono serio y regañón que era mi tía y que ahí estaba mi primo; que dejara de hacer lo que hacía, y que no lo repitiera; que si pensaba en eso me fuera al sofá. En ese momento con la otra mano le acaricié las piernas tan ricas que tiene y con un suspiro medio quejoso me dijo que parara. En eso quité mi mano de la suya y le agarré los hermosos senos que tiene. Ella no quitaba su mano de mi polla; suspiró. Mientras tanto, yo frotaba sus pezones y acariciaba sus piernotas. Ella apretó mi polla y me dijo -¡Está bien! Tendrás lo que has estado deseando- No lo podía creer, en el piso, casi junto al sofá donde estaba mi primo dormido. Ella se volteó y me empezó a hacer una paja. Acercó su cara a la mía y me dijo -¿Te gusta?- y yo maravillado por su labor le dije que si. Nuestros labios se juntaron y nos besamos. Yo acariciaba su trasero y se encimó arriba de mí. Nos besábamos casi arrancando nuestras lenguas, ella sobre mí. Empecé a introducir mis dedos en su delicioso y apretado culo, y ella lo disfrutaba. Ella se dio la vuela y puso lo más delicioso que he saboreado y visto jamás: su coño...depiladito en mi rostro, formando un 69 perfecto. Ella me mamaba la polla como una profesional y yo no me quedé atrás. Mamaba esa deliciosa raja que mi boca casi se quedó sin saliva. Ella movía sus caderas hacia arriba y abajo. Lo estaba haciendo en mi cara, esas piernotas, culo y vulva me asfixiaban. No quería parar, ni siquiera agarrar aire. Yo fascinado. Ella gemía leve... realmente lo disfrutaba, porque ella se vino en mi cara y sabía delicioso. Ella no paraba de moverse...de hacerlo en mi cara. Yo al igual me vine. Chupó toda mi leche y me dijo que sabía rico.... Yo seguía caliente y ella me limpiaba la polla. La regresé a mí, le quité ese calzoncito que tenía y le levanté el camisón para sacar sus senos del brassiere. Las mamé como un bebé alimentándose; sabían delicioso, eran perfectas. En eso ella abrió sus piernas y me dijo que esperaba que como chupaba, follara. Sin pensarlo coloqué mi polla en sus labios bien lubricados e introduje mi cabeza lentamente en esa vulvota. Ella cerró sus piernas, apretándome para no escapar. En eso con un fuerte empujón se la metí toda. Era lo más caliente y rico que mi polla sentía. Ella a tal acto dio un gemido leve y empezó a agarrar las sábanas y a morderse el labio inferior. Eso me decía que lo hacia de maravilla, pero yo seguía en las nubes y le empecé a mamar las tetas y a acelerar mi ritmo. Ella gemía levemente, rápido y repetidamente. Seguíamos, seguíamos, ahhhhhhh! Ambos nos venimos. Me vine dentro de mi tía y se sintió de maravilla. Me dijo que hacíamos mucho ruido, que mejor nos fuéramos al cuarto más alejado para hacerlo mejor. Sin pensarlo dos veces nos fuimos. Era algo inimaginable lo que me pasaba: me follaba a mi tía enfrente de mi primo... era genial.
Llegamos al cuarto. Lo cerró con llave. Era el cuarto de la hija de mi tía. Tenía una mesa con sillas en esa habitación. Ella se subió en la mesa. Abrió sus piernotas y me mostró su vulva hinchada y me dijo que la follara como loco. Empecé a follarla, esta vez ella gritaba levemente y su respiración aumentaba. Aumentaba mi ritmo, lo disfrutaba de verdad, yo me vine en ella, de nuevo, era inevitable. Yo quería mas y mas. Ella igual. Se paró y se puso de puntitas, parando ese trasero maravilloso a la dirección de mi polla... era genial. Me dijo que se la metiera por el ano, que era algo que siempre quiso. Yo siendo un buen sobrino le obedecí. Estaba tan apretado y estrecho, pues ese orificio era virgen, así que decidí lamerlo hasta excitarla más y lubricarlo bien. Ella agarró mi polla y se la colocó en su culo y de un empujoncito introduje mi cabeza en él. Ella gimió y gritó fuerte... Lloraba maravilloso... di otro empujón y entró por completo. Ella se paró más de puntitas. Le dolía y gustaba a la vez. Ella me decía que no parara, que siguiera empujando, lo hice. Ese culo era deliciosísimo, estaba apretadísimo. Algo realmente rico. Gemía y gemía tan rico que me vine de nuevo en su culo. Esto no me detuvo y decidí continuar y no parar. Ella se la sacó del culo y me sentó en una silla junto a la mesa. Se trepó en mí. Agarró mi polla y la introdujo en esa maravillosa vulva que jamás olvidare. Me cabalgo y me besaba a la vez. Yo acariciaba y apretaba sus pechos. Ella gemía besándome, aceleró el acto y sentía ese culo y piernas en mí, era delicioso y excitante. Me dijo que se venía, yo igual me vine en ella de nuevo. No estábamos satisfechos aún y la abracé, apretando su trasero. La coloqué en la pared y la empecé a follar de nuevo. Ella decía que no podía mas, que me parara, pero ella no ponía resistencia y no le hice caso. Ella apretó mi espalda con sus piernotas y empezó a gemir. Ella gemía y lloraba delicioso. Me beso como loca y yo seguía... nada me detendría, hasta que me vine. Ella me la limpió y absorbió toda la leche. Fue maravilloso.
Nos caímos cansadísimos y me dijo que ya estaba bien, que nos paráramos y nos durmiéramos. Se empezó a poner toda su ropa y se fue a la sala a acostarse. Yo hice lo mismo y me acosté junto a ella y comencé a acariciarla de nuevo. Me besó y me dijo que ya no. Mi primo empezó a despertar. Ambos nos hicimos los dormidos, pero de reojo miramos que él se volteó y se durmió. Ella se puso boca abajo, y se empezó a dormir. Yo apretaba su trasero, queriendo que tal acto no acabara jamás. Le moví el calzón y me monté en ella y penetré su gran culo. Ella gimió fuerte de placer y decía que no lo hiciera, pero tampoco hizo nada para detenerme. Ella empezó a gemir. Yo no hacia caso, ella paró más el culo haciéndome saber que quería más. Lo disfrutaba aunque lo negaba. Yo no me detuve. Ella gemía y gemía, era tanto lo excitado que yo estaba que me vine sobre ella. Me dijo que esta vez si había terminado todo, que había sido suficiente. Se puso como al principio, de ladito y yo igual, pero sin sacar mi polla de ella. Ella no dijo nada, la besé y cooperó. Me dijo que ya nos durmiéramos, que no quería que nadie supiera y que jamás lo comentara con nadie, que ya me durmiera y eso hice. Mi polla seguía dentro de su culo, y dormí profundamente.
Al despertar, ella no estaba. Mi polla estaba limpia y mi primo me comentó que soñó que escuchaba ruidos y que el se escondía por miedo. Yo sonreí y le dije que yo había soñado que cogía y cogía toda la noche. �?l se sorprendió y se fue a desayunar. Me levanté, me cambié y fui por mi mochila. Saqué la cartera de mi mochila y me encontré con un calzoncito y brassiere de mi tía, los que había usado esa noche. Olían de maravilla, y entendí que cada vez que quisiera repetiría el acto.
Todo comenzó desde que empecé a tener noches mojadas y sueños eróticos. Suelo despertar pensando en mujeres maduras. Esta es una historia verídica, y muy especial para mí.
Mi nombre es Martín y tenía 17 años en ese entonces, y mi historia comienza cuando empecé a visitar a mi familia que vive en Colombia. Desde que yo era chico empezamos a visitar a toda la familia de mi padre: hermanos, primos, hermanas. Me hice el sobrino favorito, y cada vez que puedo me voy de vacaciones a la casa de mis primos. Lamentablemente son apenas unos pubertillos, algo que no me interesa; son mis primos y paso tiempo con ellos y hasta ahí, pero lo que me fascina son mis tías que no están nada mal, y afortunadamente están sin marido, pero hay una en especial que desde años me pone tiesa la verga. Ella es mi tía...mi queridísima tía eddie, la cual es mi favorita y la más buena... en todos los aspectos: de carácter y de un físico que está para jalársela cada vez que la miras.
La describiré un poco para entrar más en mi visión: ella tiene 47 años, toda una experta, con 4 hijos, por lo cual es una maestra al estar en la cama; es medio alta, lo normal, tiene el pelo café, tiene una cara muy cuidada para su edad, no te la crees, la tiene como de veintitantos años sin exagerar; tiene unos hermosos pechos redonditos, muy jugosos y con unos pezones que a diario se notan muy parados y no sé porqué; una cintura muy notable, un trasero caído del cielo, muy bien formado, bien redondo y que se le antojaría a cualquiera que le gusten las mujeres.
Ella usualmente va a correr por las mañanas y hace mucho ejercicio y usa muchas cremas, lo cual la han mantenido en estado muy juvenil. Ella es muy seria y calmada, no le gusta enseñar cuerpo desde que la recuerdo.
Cuando empecé a quedarme con mis primos, los hijos de mi queridísima tía eddie, la pasé de maravilla, la miraba todo el tiempo, muy feliz, muy bailarina y muy gentil.
Ese día mis primos no estaban. Le estaban haciendo una fiesta sorpresa a un tío, lo cual hizo que mis primos se fueran para ayudar. Yo permanecí en su casa porque tenía que esperar a mi tía para informarle tal acuerdo familiar. Ella tardaba en llegar, así que empecé a esculcar su cesto de ropa sucia, eso me excitaba, no se porqué. Me di cuenta de una cosa que no me imaginaria nunca: le gustaba usar lencería muy bonita y excitante, como tangas, bikinis y calzones diminutos, pero muy excitantes, al igual los brassieres, y entre mi búsqueda encontré unos que me dejaron excitadísimo, de sólo pensar que esa tía tan seria y tan culta usara esa lencería diariamente. No dudé en ponerlos en mi rostro y olerlos. Olían deliciosísimo, un olor jamás imaginable. Me la imaginé con la lencería puesta y me hice una paja, no lo podía creer, en eso escucho que subía las escaleras del apartamento, y que abrió la puerta con sus llaves.
De inmediato traté de poner todo en su lugar y me fui rápido a la sala, la saludé y ella algo dudosa preguntó: -¿Porqué tan nervioso y acelerado? Contesté que venía de afuera y entré a lavarme la cara. Ella se quedó medio confundida y se fue a su cuarto. Le informé de la fiesta y dijo que se bañaría, que si quería que la esperara para irnos juntos o que me fuera. En ese momento pasó por mi mente la escena en la que se estaba bañando y mirarla desnuda (Seria maravilloso si pasara). Le dije que la esperaría, se metió a bañar y yo esperaba a que pasara un minuto, la puerta estaba entre abierta y no dudé en asomarme, se notaba fácilmente la silueta de su cuerpazo en la puerta de la regadera. Estaba cantando y tenía el radio. No se percató que la estaba espiando. Mil cosas pasaban por mi mente y la calentura se estaba apoderando de mí. En eso ella se percató de que la puerta estaba abierta y preguntó si había alguien ahí (de tonto diría que era yo). Me retiré de ahí y me fui al cuarto de mis primos. Tenían una mesa de billar chica y un closet con muchos zapatos femeninos... eran de mi tía. Ella ya había salido del baño con solo una toalla tapándole los pechos hasta arribita de las rodillas. Entró al cuarto donde estaba yo y fue por unos zapatos. Me miró y se asustó. la mirada no se me separaba de su cuerpazo. Estábamos solos, ella solo cubierta con una toalla y yo excitadísimo de solo deseando que se le cayera. De la desesperación y excitación le hice un comentario medio raro. Le dije que de haber sabido que saldría así tendría mi cámara en mano para fotografiarla. Ella como que sospechó de mi calentura y morbosidad (su mirada lo decía), pero solo se empezó a reír y me siguió la corriente. Se metió a su cuarto y se empezó a cambiar, casi la regaba y arruinaba mi plan de cogérmela.
Nos fuimos a la fiesta y ella estuvo bailando mucho y tomando. Empezaba a bailar muy sensual. Yo como sólo miraba, ella bailaba y me miraba. Andaba algo pasada de copas, pero ella no se emborrachaba fácil, en su loquera de bailar así me agarro y me empezó a abrazar y a bailar. Ella estaba medio borracha para entonces, eso parecía. Me comentó de que si yo era el de la puerta en el baño. Me quedé congelado y lo negué. Ella se empezó a reír y dijo que yo era el único en la casa, pero que no le importaba, ella no diría nada, pero que eso no era correcto. Le dije que fue un accidente, y ella dijo que si era un accidente también lo era su ropa fuera del cesto, en especial unas panties de ella. Me quedé más congelado y lo negué, diciendo que no entré a su cuarto, que ni siquiera estaba ahí. Ella me preguntó que si olían bien. En ese momento simplemente me puse súper nervioso, y me dijo de que por lo menos las dejara en su lugar y sin evidencia de uso. Me sonrojé, pero a la vez me excité y sólo me dijo que no lo volviera hacer.
Lo bueno que no se escuchaba por la música, sólo escuché como mi tía supo todo. Comimos, partimos el pastel y llegó la noche. Todos teníamos sueño. Nos medio acomodamos en todas partes de la casa de mi tío. Muchos se fueron. Yo agarré el sofá, mi primo -hijo de mi tía- en un sofá alejado del mío, y quedaba un espacio medio grandecito en el suelo. Mi tía llegó a ese cuarto, pasó por en medio mío, la miré medio borrosa, ya que no podía dormir y estaba muy oscuro. Sólo pensaba en cómo follarla. La deseaba demasiado como para sólo pensarlo y no hacerlo...se metió a un cuarto a cambiarse. Se puso algo más cómodo, pues mi tía -esposa de mi tío- le prestó una pijama. Yo ya estaba acomodado en el sofá. Ella se acomodó en una cama en el suelo, abajito de mí. Se veía muy bien. Tenía solo un camisón largo y estaba descalza. Ella tiene unas hermosísimas y apetitosas piernas, y sus pies no son la excepción. Se acostó, se tapó y yo estaba casi viniéndome en el sofá y me atreví a preguntarle a mi querida tía eddie -Tía, tengo frío, ¿Puedo dormir con usted? Como en el sofá que estaba yo acostado estaba la ventana y puerta, ella me dijo que si, pero que no roncara. En ese momento nos reimos, y me acosté.
�?ramos solo mi antojable tía, mi primo y yo, pero él dormía como muerto. Me acerqué a mi tía y la abracé. Ella me daba la espalda. Estaba de ladito... ella medio dormida y como hacía frío se pegó a mí. Le tome la mano y la abracé más fuerte. Ella creía que en plan de acorrucarme y no tener frío. Mi cabeza explotaba y mi polla también; la tenía tan dura que ella sintió algo duro en su trasero y me dijo -¿Que es eso? ¿Que haces?-
Como tenía su mano agarrada a la mía, la dirigí hasta mi polla. Al darse cuenta de lo que hacia y de lo que agarró, sin moverse de su posición me dijo -¿Que haces? ¿Porque haces esto? ¿Porqué quieres que haga esto?-
Ella sólo tenía mi mano en mi polla...dijo con tono serio y regañón que era mi tía y que ahí estaba mi primo; que dejara de hacer lo que hacía, y que no lo repitiera; que si pensaba en eso me fuera al sofá. En ese momento con la otra mano le acaricié las piernas tan ricas que tiene y con un suspiro medio quejoso me dijo que parara. En eso quité mi mano de la suya y le agarré los hermosos senos que tiene. Ella no quitaba su mano de mi polla; suspiró. Mientras tanto, yo frotaba sus pezones y acariciaba sus piernotas. Ella apretó mi polla y me dijo -¡Está bien! Tendrás lo que has estado deseando- No lo podía creer, en el piso, casi junto al sofá donde estaba mi primo dormido. Ella se volteó y me empezó a hacer una paja. Acercó su cara a la mía y me dijo -¿Te gusta?- y yo maravillado por su labor le dije que si. Nuestros labios se juntaron y nos besamos. Yo acariciaba su trasero y se encimó arriba de mí. Nos besábamos casi arrancando nuestras lenguas, ella sobre mí. Empecé a introducir mis dedos en su delicioso y apretado culo, y ella lo disfrutaba. Ella se dio la vuela y puso lo más delicioso que he saboreado y visto jamás: su coño...depiladito en mi rostro, formando un 69 perfecto. Ella me mamaba la polla como una profesional y yo no me quedé atrás. Mamaba esa deliciosa raja que mi boca casi se quedó sin saliva. Ella movía sus caderas hacia arriba y abajo. Lo estaba haciendo en mi cara, esas piernotas, culo y vulva me asfixiaban. No quería parar, ni siquiera agarrar aire. Yo fascinado. Ella gemía leve... realmente lo disfrutaba, porque ella se vino en mi cara y sabía delicioso. Ella no paraba de moverse...de hacerlo en mi cara. Yo al igual me vine. Chupó toda mi leche y me dijo que sabía rico.... Yo seguía caliente y ella me limpiaba la polla. La regresé a mí, le quité ese calzoncito que tenía y le levanté el camisón para sacar sus senos del brassiere. Las mamé como un bebé alimentándose; sabían delicioso, eran perfectas. En eso ella abrió sus piernas y me dijo que esperaba que como chupaba, follara. Sin pensarlo coloqué mi polla en sus labios bien lubricados e introduje mi cabeza lentamente en esa vulvota. Ella cerró sus piernas, apretándome para no escapar. En eso con un fuerte empujón se la metí toda. Era lo más caliente y rico que mi polla sentía. Ella a tal acto dio un gemido leve y empezó a agarrar las sábanas y a morderse el labio inferior. Eso me decía que lo hacia de maravilla, pero yo seguía en las nubes y le empecé a mamar las tetas y a acelerar mi ritmo. Ella gemía levemente, rápido y repetidamente. Seguíamos, seguíamos, ahhhhhhh! Ambos nos venimos. Me vine dentro de mi tía y se sintió de maravilla. Me dijo que hacíamos mucho ruido, que mejor nos fuéramos al cuarto más alejado para hacerlo mejor. Sin pensarlo dos veces nos fuimos. Era algo inimaginable lo que me pasaba: me follaba a mi tía enfrente de mi primo... era genial.
Llegamos al cuarto. Lo cerró con llave. Era el cuarto de la hija de mi tía. Tenía una mesa con sillas en esa habitación. Ella se subió en la mesa. Abrió sus piernotas y me mostró su vulva hinchada y me dijo que la follara como loco. Empecé a follarla, esta vez ella gritaba levemente y su respiración aumentaba. Aumentaba mi ritmo, lo disfrutaba de verdad, yo me vine en ella, de nuevo, era inevitable. Yo quería mas y mas. Ella igual. Se paró y se puso de puntitas, parando ese trasero maravilloso a la dirección de mi polla... era genial. Me dijo que se la metiera por el ano, que era algo que siempre quiso. Yo siendo un buen sobrino le obedecí. Estaba tan apretado y estrecho, pues ese orificio era virgen, así que decidí lamerlo hasta excitarla más y lubricarlo bien. Ella agarró mi polla y se la colocó en su culo y de un empujoncito introduje mi cabeza en él. Ella gimió y gritó fuerte... Lloraba maravilloso... di otro empujón y entró por completo. Ella se paró más de puntitas. Le dolía y gustaba a la vez. Ella me decía que no parara, que siguiera empujando, lo hice. Ese culo era deliciosísimo, estaba apretadísimo. Algo realmente rico. Gemía y gemía tan rico que me vine de nuevo en su culo. Esto no me detuvo y decidí continuar y no parar. Ella se la sacó del culo y me sentó en una silla junto a la mesa. Se trepó en mí. Agarró mi polla y la introdujo en esa maravillosa vulva que jamás olvidare. Me cabalgo y me besaba a la vez. Yo acariciaba y apretaba sus pechos. Ella gemía besándome, aceleró el acto y sentía ese culo y piernas en mí, era delicioso y excitante. Me dijo que se venía, yo igual me vine en ella de nuevo. No estábamos satisfechos aún y la abracé, apretando su trasero. La coloqué en la pared y la empecé a follar de nuevo. Ella decía que no podía mas, que me parara, pero ella no ponía resistencia y no le hice caso. Ella apretó mi espalda con sus piernotas y empezó a gemir. Ella gemía y lloraba delicioso. Me beso como loca y yo seguía... nada me detendría, hasta que me vine. Ella me la limpió y absorbió toda la leche. Fue maravilloso.
Nos caímos cansadísimos y me dijo que ya estaba bien, que nos paráramos y nos durmiéramos. Se empezó a poner toda su ropa y se fue a la sala a acostarse. Yo hice lo mismo y me acosté junto a ella y comencé a acariciarla de nuevo. Me besó y me dijo que ya no. Mi primo empezó a despertar. Ambos nos hicimos los dormidos, pero de reojo miramos que él se volteó y se durmió. Ella se puso boca abajo, y se empezó a dormir. Yo apretaba su trasero, queriendo que tal acto no acabara jamás. Le moví el calzón y me monté en ella y penetré su gran culo. Ella gimió fuerte de placer y decía que no lo hiciera, pero tampoco hizo nada para detenerme. Ella empezó a gemir. Yo no hacia caso, ella paró más el culo haciéndome saber que quería más. Lo disfrutaba aunque lo negaba. Yo no me detuve. Ella gemía y gemía, era tanto lo excitado que yo estaba que me vine sobre ella. Me dijo que esta vez si había terminado todo, que había sido suficiente. Se puso como al principio, de ladito y yo igual, pero sin sacar mi polla de ella. Ella no dijo nada, la besé y cooperó. Me dijo que ya nos durmiéramos, que no quería que nadie supiera y que jamás lo comentara con nadie, que ya me durmiera y eso hice. Mi polla seguía dentro de su culo, y dormí profundamente.
Al despertar, ella no estaba. Mi polla estaba limpia y mi primo me comentó que soñó que escuchaba ruidos y que el se escondía por miedo. Yo sonreí y le dije que yo había soñado que cogía y cogía toda la noche. �?l se sorprendió y se fue a desayunar. Me levanté, me cambié y fui por mi mochila. Saqué la cartera de mi mochila y me encontré con un calzoncito y brassiere de mi tía, los que había usado esa noche. Olían de maravilla, y entendí que cada vez que quisiera repetiría el acto.
19 comentarios - Me Coji a mi tia
😀 😀 es solo un relato no te lo tomes muy a pecho dodge 😀 😀
Nah! No lo pude leer mas !
Por favor Poringa! Creen una nueva categoría:
\"Cuentos infantiles\" como de Disney, vihteh!
Es solo un relato, no tiene porque ser real tampoco...Son historias. No hay que tomarselas tan a pecho
jajajaj cuando lei esto me cage de risa fue lo mejor del post bah en realidad ni lei el cuento
Intenta mejorar 🆒
caps q no como otros pero safa bastante
vale el ezfuerzo loco 😉
me duele la vergga brother 🤤 🤤
aunque esta bueno el post...pero para creer??????