Bueno, este es mi promer post... soy muy amante de los relatos eroticos, y siempre trato de leer algunos reales, aunque los que no lo son tambien calientan mucho.
Este relato me lo paso un muchacho amigo mas grande que yo, lo cual hace que sea veridico, espero que les guste asi sigo subiendo mas, saludos poringueros! 😀
Esto me ocurrió hace muchos años, cuando yo tenía 18 años.
Alrededor de marzo de 1987, un viernes o sábado por la noche me reuní con mi grupo de amigos en la casa de uno de ellos. Ahí fue la primera vez que vi a Florencia. Había venido con la novia de un amigo. De entrada me llamó la atención; era morocha, de ojos marrones, delgada pero con lindas curvas, se notaba que sus pechos estaban bien formaditos. Me dio la impresión de que era algo tímida.
Comenzamos a charlar y ya de entrada hubo buena onda. Al rato nos fuimos todos a bailar; yo seguía dedicando casi toda mi atención a esta interesante niña. Llegamos a la puerta del lugar donde nos quedamos un rato para esperar al resto de la gente. En eso veo llegar a mi ex novia con un idiota con el que salía antes que yo... obviamente no me causó mucha gracia. En fin... nos saludamos como si nada, aunque ella no le sacaba los ojos de encima a Florencia. Una vez adentro, y luego de un whisky o dos (o tres), estábamos sentados cerca de la pista y veía que mi ex nos miraba en cada oportunidad que tenía. Debe haber sido para molestarla nomás que empecé a besar a Florencia. Al principio se puso muy nerviosa, era como que le daba miedo, no sabía bien lo que estaba haciendo. Así seguimos un buen rato hasta que se tuvo que ir con su amiga.
Durante los próximos días nos vimos varias veces y empezamos "a salir". Acostumbraba a ir a buscarla y pasábamos la tarde juntos. En cada ocasión que teníamos nos besábamos apasionadamente. El asunto era que ella era virgen y estaba convencida de que lo quería seguir siendo. Entre la Iglesia, la familia y la sociedad le habían hecho creer que debía llegar virgen al matrimonio o ardería en las llamas del infierno (o algo así). En consecuencia lo más que pude hacer fue besarle los pezones y acariciarle la conchita (por encima de la ropa) hasta hacerla acabar. Por aquella época mi pasatiempo favorito consistía en beber mucho whisky (White Horse), fumar incontables porros y amanecer quién sabe donde, por lo que un noviazgo formal no encajaba en mis planes.
Después de casi un año de no verla ni hablar con ella, un día suena el teléfono y era Florencia. Desde luego que me sorprendió el llamado pero me agradó la idea de volver a verla así que arreglamos para ir a tomar algo.
Al vernos no tardamos empezar a besarnos como siempre (me seguía calentando muchísimo). Seguía tan atractiva como antes pero parecía un tanto más madura, no actuaba tan como una niña. Ese día no se podía quedar mucho tiempo así que arreglamos para salir el próximo sábado por la noche.
El sábado por la tarde la pedí a un amigo mío la llave de un departamento que él tenía. El mismo no estaba habitado, sino que funcionaba como una pequeña oficina (del padre) y tenía además un cuarto con dos camas. Yo estaba seguro de que ese departamento me iba a venir muy bien.
Apenas nos encontramos me contó que le había dicho a sus padres que se quedaría a dormir en lo de una amiga, así que podríamos estar juntos toda la noche. Le sugerí que vayamos directamente al departamento y ella accedió (aunque se sorprendió un poco). Cuando llegamos la llevé directamente al cuarto y la empecé a besar. Primero en la boca, donde sentía su lengüita jugar con la mía. Después comencé a besarle el cuello mientras le dasabotonaba la camisa. Ella se la quitó y yo le desabroché el corpiño por detrás y lentamente se lo saqué. Sus pechos eran hermosos; de tamaño mediano pero bien firmes, sus pezones oscuros estaban totalmente erectos. Los empecé a besar, lamer, chupar, mordisquear... Ella comenzó a gemir y se le entrecortaba la respiración; se notaba que estaba re-caliente (y yo ni hablar). A continuación le desabroché el botón del pantalón (llevaba un jean blanco) y le bajé el cierre, despacio... disfrutando el momento... besándola alrededor del ombligo. Ella no aguantaba más, se quitó el pantalón junto con la bombacha, revelando una hermosa conchita. Me desvestí y la acosté en la cama, de espaldas y comencé a besarle los muslos. Le fui abriendo las piernas mientras mi boca se acercaba a su conchita. Ya podía sentir su dulce perfume. Al mismo tiempo empecé a acariciarle su monte de Venus, pasando mis dedos por entre su delicado y oscuro vello. La empecé a besar alrededor de su concha y ella estaba como loca... le encantaba. Lentamente le abrí los labios con mis dedos y pasé mi lengua de abajo hacia arriba por esa conchita virgen tan calentita y toda mojada. Le introduje la lengua en su estrecho agujerito y sentí cómo se le tensaban todos los músculos del cuerpo. Ahí me dediqué a chuparle su erecto clítoris y sus gemidos pasaron a ser pequeños gritos y su respiración se hizo más fuerte y rápida. Noté cómo rasguñaba el cubrecamas... estaba desesperada. Pasé mis brazos por debajo de sus piernas y la tomé de las manos. Ella me las apretaba con una fuerza increíble. Yo seguí chupándole el clítoris hasta que explotó en un intenso orgasmo... Yo sentía cómo temblaba todo su cuerpo mientras saboreaba sus jugos que se derramaban por mis labios.
Yo ya tenía los huevos que explotaban, así que sin más vueltas la acomodé en la cama y me puse encima de ella en la posición del misionero. La besé apasionadamente en los labios y me excitaba pensando en que ella estaba sintiendo el gusto de sus propios jugos. Acerqué la cabeza de mi pija a la húmeda entrada de su virginal conchita. empecé a introducirla despacio, sintiendo cómo se dilataba, hasta que sentí que no podía avanzar más. Realmente era virgen (no que realmente lo dudaba, pero...). Yo estaba totalmente caliente, así que ahí nomás, con un movimiento fuerte, se la metí bien adentro, rompiéndole su invicto himen. Ella gritó fuerte y me pidió que le sacara la verga, pero yo estaba demasiado caliente y la estaba cogiendo con todas mis fuerzas mientras le gritaba en el oido Dale puta!. No aguanté casi nada... al poco tiempo descargué toda mi leche dentro de su conchita.
La besé tiernamente en los labios, como para reconfortarla; ahí me di cuenta que se le habían escapado algunas lágrimas. Se ve que le había dolido bastante. Luego de besarnos por unos minutos yo ya la tenía dura nuevamente así que me dispuse a empezar de nuevo. Como me decía que le dolía bastante la coloqué encima mío y la dejé que se introduzca mi pija ella sola. Lo hizo despacio moviendo las caderas y yo volví a sentir ese calor húmedo que tanto me excita. Empezó a mover despacio la conchita, mientras yo contemplaba su hermoso cuerpo. De a poco se fue calentando y sus movimientos se aceleraron hasta culminar en violentas embestidas que la llevaron al orgasmo. Luego de esto, yo todavia tenia mucha leche, entonces me pare, la puse en 4 patitas y empece a darle muy fuerte, cuando senti que me corria de nuevo, le saque la pija, y casi a la fuerza la puse de rodillas. Comenzo a pajearme rapido, como si le gustara mi cara de excitacion, y me pregunto si estaba por acabar.
Cuando senti que ya venia, agarre su nuca y trate de apuntar a su cara, lo cual no hice muy bien. Acabe en su cara, en su cuello, y un poco en el brazo. Luego nos bañamos y nos quedamos dormidos.
Espero que les haya gustado,
Comentar no cuesta nada.
Su agradecimiento hace que me inspire a seguir subiendo relatos. 😃
Este relato me lo paso un muchacho amigo mas grande que yo, lo cual hace que sea veridico, espero que les guste asi sigo subiendo mas, saludos poringueros! 😀
Esto me ocurrió hace muchos años, cuando yo tenía 18 años.
Alrededor de marzo de 1987, un viernes o sábado por la noche me reuní con mi grupo de amigos en la casa de uno de ellos. Ahí fue la primera vez que vi a Florencia. Había venido con la novia de un amigo. De entrada me llamó la atención; era morocha, de ojos marrones, delgada pero con lindas curvas, se notaba que sus pechos estaban bien formaditos. Me dio la impresión de que era algo tímida.
Comenzamos a charlar y ya de entrada hubo buena onda. Al rato nos fuimos todos a bailar; yo seguía dedicando casi toda mi atención a esta interesante niña. Llegamos a la puerta del lugar donde nos quedamos un rato para esperar al resto de la gente. En eso veo llegar a mi ex novia con un idiota con el que salía antes que yo... obviamente no me causó mucha gracia. En fin... nos saludamos como si nada, aunque ella no le sacaba los ojos de encima a Florencia. Una vez adentro, y luego de un whisky o dos (o tres), estábamos sentados cerca de la pista y veía que mi ex nos miraba en cada oportunidad que tenía. Debe haber sido para molestarla nomás que empecé a besar a Florencia. Al principio se puso muy nerviosa, era como que le daba miedo, no sabía bien lo que estaba haciendo. Así seguimos un buen rato hasta que se tuvo que ir con su amiga.
Durante los próximos días nos vimos varias veces y empezamos "a salir". Acostumbraba a ir a buscarla y pasábamos la tarde juntos. En cada ocasión que teníamos nos besábamos apasionadamente. El asunto era que ella era virgen y estaba convencida de que lo quería seguir siendo. Entre la Iglesia, la familia y la sociedad le habían hecho creer que debía llegar virgen al matrimonio o ardería en las llamas del infierno (o algo así). En consecuencia lo más que pude hacer fue besarle los pezones y acariciarle la conchita (por encima de la ropa) hasta hacerla acabar. Por aquella época mi pasatiempo favorito consistía en beber mucho whisky (White Horse), fumar incontables porros y amanecer quién sabe donde, por lo que un noviazgo formal no encajaba en mis planes.
Después de casi un año de no verla ni hablar con ella, un día suena el teléfono y era Florencia. Desde luego que me sorprendió el llamado pero me agradó la idea de volver a verla así que arreglamos para ir a tomar algo.
Al vernos no tardamos empezar a besarnos como siempre (me seguía calentando muchísimo). Seguía tan atractiva como antes pero parecía un tanto más madura, no actuaba tan como una niña. Ese día no se podía quedar mucho tiempo así que arreglamos para salir el próximo sábado por la noche.
El sábado por la tarde la pedí a un amigo mío la llave de un departamento que él tenía. El mismo no estaba habitado, sino que funcionaba como una pequeña oficina (del padre) y tenía además un cuarto con dos camas. Yo estaba seguro de que ese departamento me iba a venir muy bien.
Apenas nos encontramos me contó que le había dicho a sus padres que se quedaría a dormir en lo de una amiga, así que podríamos estar juntos toda la noche. Le sugerí que vayamos directamente al departamento y ella accedió (aunque se sorprendió un poco). Cuando llegamos la llevé directamente al cuarto y la empecé a besar. Primero en la boca, donde sentía su lengüita jugar con la mía. Después comencé a besarle el cuello mientras le dasabotonaba la camisa. Ella se la quitó y yo le desabroché el corpiño por detrás y lentamente se lo saqué. Sus pechos eran hermosos; de tamaño mediano pero bien firmes, sus pezones oscuros estaban totalmente erectos. Los empecé a besar, lamer, chupar, mordisquear... Ella comenzó a gemir y se le entrecortaba la respiración; se notaba que estaba re-caliente (y yo ni hablar). A continuación le desabroché el botón del pantalón (llevaba un jean blanco) y le bajé el cierre, despacio... disfrutando el momento... besándola alrededor del ombligo. Ella no aguantaba más, se quitó el pantalón junto con la bombacha, revelando una hermosa conchita. Me desvestí y la acosté en la cama, de espaldas y comencé a besarle los muslos. Le fui abriendo las piernas mientras mi boca se acercaba a su conchita. Ya podía sentir su dulce perfume. Al mismo tiempo empecé a acariciarle su monte de Venus, pasando mis dedos por entre su delicado y oscuro vello. La empecé a besar alrededor de su concha y ella estaba como loca... le encantaba. Lentamente le abrí los labios con mis dedos y pasé mi lengua de abajo hacia arriba por esa conchita virgen tan calentita y toda mojada. Le introduje la lengua en su estrecho agujerito y sentí cómo se le tensaban todos los músculos del cuerpo. Ahí me dediqué a chuparle su erecto clítoris y sus gemidos pasaron a ser pequeños gritos y su respiración se hizo más fuerte y rápida. Noté cómo rasguñaba el cubrecamas... estaba desesperada. Pasé mis brazos por debajo de sus piernas y la tomé de las manos. Ella me las apretaba con una fuerza increíble. Yo seguí chupándole el clítoris hasta que explotó en un intenso orgasmo... Yo sentía cómo temblaba todo su cuerpo mientras saboreaba sus jugos que se derramaban por mis labios.
Yo ya tenía los huevos que explotaban, así que sin más vueltas la acomodé en la cama y me puse encima de ella en la posición del misionero. La besé apasionadamente en los labios y me excitaba pensando en que ella estaba sintiendo el gusto de sus propios jugos. Acerqué la cabeza de mi pija a la húmeda entrada de su virginal conchita. empecé a introducirla despacio, sintiendo cómo se dilataba, hasta que sentí que no podía avanzar más. Realmente era virgen (no que realmente lo dudaba, pero...). Yo estaba totalmente caliente, así que ahí nomás, con un movimiento fuerte, se la metí bien adentro, rompiéndole su invicto himen. Ella gritó fuerte y me pidió que le sacara la verga, pero yo estaba demasiado caliente y la estaba cogiendo con todas mis fuerzas mientras le gritaba en el oido Dale puta!. No aguanté casi nada... al poco tiempo descargué toda mi leche dentro de su conchita.
La besé tiernamente en los labios, como para reconfortarla; ahí me di cuenta que se le habían escapado algunas lágrimas. Se ve que le había dolido bastante. Luego de besarnos por unos minutos yo ya la tenía dura nuevamente así que me dispuse a empezar de nuevo. Como me decía que le dolía bastante la coloqué encima mío y la dejé que se introduzca mi pija ella sola. Lo hizo despacio moviendo las caderas y yo volví a sentir ese calor húmedo que tanto me excita. Empezó a mover despacio la conchita, mientras yo contemplaba su hermoso cuerpo. De a poco se fue calentando y sus movimientos se aceleraron hasta culminar en violentas embestidas que la llevaron al orgasmo. Luego de esto, yo todavia tenia mucha leche, entonces me pare, la puse en 4 patitas y empece a darle muy fuerte, cuando senti que me corria de nuevo, le saque la pija, y casi a la fuerza la puse de rodillas. Comenzo a pajearme rapido, como si le gustara mi cara de excitacion, y me pregunto si estaba por acabar.
Cuando senti que ya venia, agarre su nuca y trate de apuntar a su cara, lo cual no hice muy bien. Acabe en su cara, en su cuello, y un poco en el brazo. Luego nos bañamos y nos quedamos dormidos.
Espero que les haya gustado,
Comentar no cuesta nada.
Su agradecimiento hace que me inspire a seguir subiendo relatos. 😃
23 comentarios - La primera vez de Florencia! (Leelo!)
excelente
sos un grosoooooooooooooooo
YARARAGUAZU P! Gracias por el post,
yo pase por tu post ,pasa por los mios
quien comenta agradece
🤤
me la imaginé toda 😉
el ancho de basto te dice gracias
http://www.poringa.net/posts/relatos/1773880/Mi-Primera-Vez.html
😉