Sexo en familia,mi primo mi novio y yo

Sexo en familia,mi primo mi novio y yo

Soy Paula, una muchacha argentina de 23 años. Desde pequeña me une una relación muy buena con mi primo Javier, ya que somos de la misma edad, y vivimos en la misma cuadra. Desde siempre hemos sido confidentes, muy buenos amigos. Javier es un muchacho no muy alto, pequeño, delgado. No es lo que se llama un seductor; de hecho, pocas veces lo había visto con chicas, y tenía la sospecha de que era virgen, cuestión que el negaba y eludía charlar.-

Hace más de cinco años que me he puesto de novio con Nicolás, el mejor amigo de Javier, un tipo apuesto, alto, fibroso. Desnudo es una escultura, sus hombros anchos, redondos, su abdomen firme y marcado y sus piernas marcadas. Su pene no es demasiado grande, de unos 15 cm., los cuales eran suficientes para mí.-

Yo soy una chica más bien bajita, pero al desarrollarme en mi pubertad, alcancé un nivel de exhuberancia que mis amigas envidiaban. Mis pechos son grandes y firmes, mi culo redondo y de considerable tamaño, y mi cintura pequeña, lo que hace resaltar aún más mis caderas. Aunque sin duda, lo que mas admiración despertaba era mi boca, la cual es casi perfecta. Dientes delicados, labios carnosos y rosados. Siempre me ha gustado excitar a los muchachos usando mi lengua provocativamente, y sé que esto los derretía. Muchas veces se me antojaba calentar a algún chiquillo de la escuela, y solo pasaba mi lengua por mis labios mientras lo miraba fijamente, siendo esto suficiente para que me comieran con los ojos, y seguramente me dedicaran esa noche una paja en sus camas de adolescentes, lo cual me hacia excitar muchísimo de solo imaginarlo haciendo que yo también terminara en una masturbación furiosa al llegar a casa. –

Lo que voy a contarles sucedió cuando tenía 18 años, un verano. Mis padres habían decidido no irse de vacaciones, quedándonos en la ciudad. Si bien el hecho de no irnos de vacaciones no me había caído en gracia, lo que más me molestaba era que mis padres al no tener que trabajar, estaban todo el día dando vueltas en casa, sin darme la intimidad suficiente para poder estar con Nicolás, obligándonos a recurrir a lugares insólitos, como el cine y el parque.-

Una tarde, mi primo Javier, conociendo esta situación, nos ofreció su casa, ya que mis tíos no estaban en la ciudad. “Yo voy a estar en mi habitación, durmiendo, ya que anoche me acosté de madrugada, así que pueden usar el resto de la casa a su antojo” dijo. Nicolás y yo aceptamos encantados: toda una tarde de sexo, sin que nadie nos molestara!

Llegué a lo de Javier temprano, quería sorprender a Nicolás ya desnuda. Le pedí a mi primo que cuando llegara mi novio, lo hiciera ir a la habitación de mis tíos donde yo lo estaría esperando. “Bueno, pero sí que vas a hacer disfrutar a Nico primita!” dijo Javier sonriendo, a lo cual yo asentí, jugando con mi lengua instintivamente sobre mis labios, arrepintiéndome casi al instante de hacerlo, pues hizo encender a mi primo, que me dirigió una mirada lasciva.-

Fui a la habitación de mis tíos, y me saqué la ropa, quedándome completamente desnuda, y me recosté en la cama. Pasaron algunos minutos y comencé a aburrirme: Nico no llegaba. Me levanté y recorrí la habitación. Abrí el armario, un par de cajones, revisé sin prestar mucha atención. Hasta que se me dio por explorar la mesa de noche de mis tíos, gran fue la sorpresa que me llevé cuando encuentro un gran consolador, de unos 25 cm. Sin dudarlo lo tomé, lo miré con gusto, y decidí jugar un poco con el mientras esperaba a Nico. Además sería muy caliente que el entrara en la habitación y me encontrara con semejante instrumento entre mis piernas.-

Volví a recostarme en la cama de mis tíos, humedecí el consolador con mi saliva, abrí las piernas lo más que pude, y comencé a meter de a poco el juguete en mi vagina. Al principio molestó un poco, pues era demasiado grande para mi concha, que estaba acostumbrada a los 16 cm. de Nico, pero poco a poco comencé a disfrutarlo y a mojarme como pocas veces lo había hecho. El consolador entraba cada vez con más facilidad, mientras con mi otra mano frotaba aceleradamente mi clítoris.

No sé cuanto estuve pajeándome hasta que escuche la puerta de la habitación que se abría y la voz de mi novio que decía “Mmmmm… putita, que lindo verte así, esperando que llegue tu hombre para follarte como nunca”. Lo miré fijamente mientras seguía acariciándome, y le dije “Te estaba esperando pero me aburría solita”.

El se acercó a la cama desabrochándose el pantalón y sacando su pija que ya empezaba a crecer. Se ubicó entre mis piernas y comenzó a lamer mi vagina suavemente, haciéndome estremecer de placer. Se concentró en mi clítoris, dándole pequeños y leves mordiscos, mientras con su mano metía el consolador de mi tía en mi concha. Yo tomé su cabeza entre mis manos empujándola hacia mí, rogándole por más, mientras pellizcaba con suavidad mis pezones.-

“Te gusta puta? Claro que te gusta!” me dijo mientras metía el consolador mas fuerte en mi vagina, casi hasta el fondo, lo cual me hizo dar un poco de dolor lanzando un pequeño grito, ya que el juguete era demasiado grande. Dolía, pero lo disfrutaba…

En ese momento mi primo tocó la puerta de la habitación “No quiero interrumpirlos” dijo “pero están haciendo demasiado ruido y no dejan que pueda dormir!” “Perdón Javi” le contesté entre suspiros empujando aun mas la cabeza de Nico sobre mi concha, haciendo que tuviera un exquisito orgasmo en su boca, llenándolo de mis jugos, haciéndolo que trague hasta la última gota, y reprimiendo los gritos que surgían de mi garganta por pedido de mi primo.-

“Te gustó?” preguntó Nico incorporándose, dejando el consolador metido en mi vagina. “Claro!” respondí “Bueno, ahora tendrás que compensarme” dijo mientras se trepaba por mi cuerpo sentándose sobre mis hombros, abriendo sus piernas debajo de mis axilas, ofreciéndome su pija semi erecta frotándola en mi cara. Lamí todo el trayecto del tronco de su pija, hasta que la metí toda en mi boca. Mi novio ya no suspiraba, sino que gemía fuertemente, lo cual me estimulaba a chuparla más firmemente.-

La puerta volvió a sonar… sería Javi otra vez quejándose por los ruidos pensé, pero no pude contestarle ya que tenía la boca ocupada en el instrumento de mi novio. Y éste no pareció registrar que mi primo estaba interrumpiéndonos con sus lamentaciones detrás de la puerta.

Pero los ruidos en la puerta desaparecieron, y ya no me preocupé, poniendo toda mi atención en la pija de Nico que había crecido en mi boca hasta llegar a un punto de erección que pocas veces había logrado.-

“Seguí lamiendo así puta, cómetela toda” decía, teniendo pequeños espasmos que me hicieron pensar que se correría en mi boca.-

De pronto escuche un leve sonido, lo cual hizo que me sobresaltara sacando el pene de mi novio de mis labios, quedándome inmóvil. Supuse que mis tíos se habrían arrepentido y hubiesen regresado a su casa. Nico no escuchó el sonido, pero mi reacción hizo que su cuerpo entero se tensara y me mirara con odio… “Que haces puta?! No vas a dejarme así, a punto de correrme!”, pero yo no lo escuche, y volteé mi cabeza hacia el sitio de donde parecía provenir el ruido que me había inquietado. Y ahí estaba Javier en la puerta de la habitación, con sus pijamas a la rodilla, masturbándose mientras veía como mamaba a Nico.

“Pero que haces Javi?” pregunté alarmada tratando de arrancar a mi novio de encima mío. “Pues nada, vine a pedir que se callaran pero no me escucharon. Se ve que la están pasando muy bien, me he calentado escuchándolos y no he podido evitar espiarlos un poco, pero se me ha puesto muy dura y no pude reprimir mis deseos de masturbarme. Perdónenme, pero ha sido mas fuerte que yo”. En ese momento me fije en la pija de mi primo. Un terrible instrumento de unos 22 cm., brillante, oscura, con una cabeza rosada a la cual Javi no dejaba de acariciar mientras daba sus excusas por lo que estaba haciendo. No pude dejar de sorprenderme. Mi primo no parecía ser el tipo de un muchacho dotado, pero sin dudas su pija era una de las más lindas que había visto.-

“Déjalo que nos observe” me pidió Nico al oído “He visto como cuando estamos en el parque buscas que otros te miren, y sé que te excita”. Dudé un segundo, pero asentí con la cabeza. Javier era mi amigo, pero además mi primo, y eso sumaba mucho morbo a la situación.-

“Bueno, si quieres ver acércate un poco Javi”, le dije invitándolo a cama. “Ponte aquí así no te pierdes ningún detalle”. Haciendo un rápido movimiento, mi primo se despojó de su pijama y se ubicó a mi lado en la cama. Volví a concentrarme en mi novio, al cual no había podido lograr que saliese de arriba mío, y metí otra vez su pija en mi boca. Comencé a chuparla con devoción, ya que la pequeña interrupción de Javi había logrado que Nico se desanimase sin poder mantener el grado de erección de unos minutos antes, aunque seguía un tanto erguido.-

Sentía la respiración pesada de Javi a mi lado, e imaginarme como se estaba acariciando me excitaba aún más. Comencé a mover ligeramente mis caderas de arriba hacia abajo lo cual, al tener todavía el consolador de mi tía en mi concha, me hacía sentir un fuerte cosquilleo. Sentía como con cada movimiento, el juguete se deslizaba cada vez más adentro, haciendo que comenzara nuevamente a mojarme.-

Por un momento me olvidé de Javi que seguía a mi lado, y puse toda mi atención en el consolador y en la pija de mi novio que seguía sentado sobre mi, sintiendo como crecía nuevamente en mi boca.-

Sentí como mi primo se movía y me hizo acordar de que allí estaba. Pensé que estaría por correrse, pero se estaba incorporando, arrodillándose a mi lado, sin dejar de masturbarse, dejando su hermoso instrumento a la altura de mi cara. No pude resistirme a fijar mi mirada en semejante pija, y a desearla como nunca antes lo había hecho, mientras seguía mamando a mi novio que gemía fuertemente pidiéndome más…

En ese momento me asusté de mi misma…estaba deseando a mi primo! Me había despertado cierto morbo tenerlo a mi lado masturbándose, pero lo que estaba sintiendo en ese momento era diferente. Traté de persuadirme a mí misma, pero no cambió mi deseo por Javi.-

Nico sintió mi preocupación porque me pregunto si estaba bien. “Deseo ir al baño” contesté, pero la realidad es que deseaba alejarme de allí. Me levanté, me saqué el consolador que seguía entre mis piernas, y me dirigí al baño.-

Cuando llegué a la puerta de la habitación les dirigí una mirada: los dos hombres, arrodillados frente a frente en la cama, masturbándose con demencia. Javi había apoyado su mano en el hombro de Nico para sostenerse, y no dejaba de gemir y morderse los labios, mientras mi novio se movía ligeramente mientras suspiraba ruidosamente. Esa imagen me calentó aún más. Deseaba quedarme con ellos, pero mis prejuicios eran más fuertes.-

Entré al baño, me lavé con cara y aguardé un momento en silencio, pero los gemidos de ambos sonaban con eco y no podía concentrarme. Hice un esfuerzo y mirándome al espejo pensé “Voy a ponerle un final a esta situación. Volveré a la habitación y les diré que no me siento bien. Me iré con Nico de allí y haré como nuca nada ha pasado”.-

Salí decidida hacia la habitación, pero al entrar me llevé una gran sorpresa: Javi estaba sentado en el borde de la cama y Nico lo estaba mamando!

No podía creer lo que estaba viendo, el esbelto cuerpo de mi novio arrodillado entre las débiles y delgadas piernas de mi primo! No pude hacer nada, me quedé pasmada, inmóvil. Ninguno de los dos había notado que yo estaba allí. Mi primo se recostó en la cama, dejando caer sus piernas al costado de la misma, y Nico lo envolvió con sus brazos mientras seguía tragándose la pija de mi primo…Ambos gemían y se movían suavemente, sin duda lo estaban disfrutando mucho.-

Al principio sentí un poco de envidia al ver como mi novio disfrutaba de la pija de mi primo que unos minutos antes yo había deseado degustar. Luego, comencé también yo a disfrutar de aquella visión y a excitarme como pocas veces lo había hecho.-

Javi se volvió a mirarme y me dijo “Bueno, pero que buena lengua tiene tu novio! Tu sí que eres una muchacha con suerte!” Nico se incorporó y me miró diciendo “Por qué has tardado tanto en el baño? Estamos muy calientes, no hemos podido esperarte, ven y únete a nosotros” Yo me acerqué todavía un poco asustada de mis propios deseos y de cómo podría desencadenar aquello, pero mi excitación era aún más fuerte y decidí en ese momento disfrutar de todo lo que fuese a suceder, y ha sido sin duda, una de las mejores decisiones que he tomado en años.-

Me arrodillé junto a Nico, quien no podía dejar de tragarse toda la pija de Javi, y le exigí que me diera un poco de ese maravilloso instrumento. La tomé con mis manos, levantándola sobre mi cara para dejar sus testículos al alcance de mi boca. Los recorrí con la lengua, haciendo pequeños círculos sobre la piel que con la humedad de mis labios se erizaba con cada contacto, haciendo que mi primo se tensara y suspirara. Luego fui subiendo lentamente por el tronco de su pene hasta llegar a su cabeza, donde me detuve un buen rato, hasta metérmela casi por completo en mi boca. Mi primo dio un fuerte suspiro y tomó con sus manos mi cabeza haciéndomela tragar en su totalidad. Me daban arcadas, pero su sabor era exquisito y no podía dejar de mamarla.

Mientras tanto mi novio se había vuelto a arrodillar, pero esta vez sobre la cama, metiéndole su pene en la boca a Javi, que se notaba que no era la primera que mamaba, ya que a juzgar por los gemidos de Nico, lo hacía con maestría.

“Siempre quise que un hombre se tragara mi pija” dijo Nico entre suspiros “Pero haber probado la tuya Javi! No esperaba que me gustase tanto!”. “Bueno, y que esperas para ayudar a la putita de tu novia entonces?” preguntó mi primo. Mi novio se arrodilló a mi lado, acercando su boca al pene de mi primo. Entre los dos lo mamamos furiosamente, confundiendo nuestras lenguas en la tarea de darle placer a mi primo, acariciando suavemente sus testículos, mientras Javier nos alentaba con suspiros y gemidos “Ahhhh… chupen así, pero que putos han resultado ambos!”.-

Mi excitación era muchísima, y ya no podía contenerla. Mientras mamaba a mi primo junto a mi novio, había metido otra vez el consolador en mi vagina y me masturbaba fuertemente conteniéndome para no correrme.-

Mi primo se incorporó y tomándome por las axilas me subió a la cama “Ahora voy a follarte primita” dijo mientras me hacía tumbar de espaldas en la cama, abriendo mis piernas, y colocándose entre ellas. Yo subí un poco las caderas para darle más facilidad. Frotó su pija en mi vagina, diseminando mis jugos por mis piernas y su pene. Sentí una leve presión cuando trató de entrar, lo cual avisaba que no sería tarea fácil a juzgar por su tamaño. Levanté aun mas mis caderas, hasta quedar casi en cuatro patas, ofreciéndole mi coño, rogándole que me la metiese. Cuando por fin entró, Javi tomó mis caderas con ambas manos y las levantó aún mas, dejándolas en el aire, permitiendo que su pija se introdujera todavía más. El placer que sentía era infinito. Mi primo tenía una de las mejores pijas que había probado.-

Mientras mi primo me penetraba con furia, mi novio jugaba introduciendo un dedo en mi ano y con otro en mi clítoris, mientras me decía lo caliente que estaba al verme siendo follada por mi primo. Mi excitación era tal que no pude contenerme más y soltando unos fuertes gemidos tuve uno de los orgasmos más maravillosos de mi vida.-

“Muy bien putita, lo has disfrutado verdad? Ahora voy a follarme a tu novio” dijo mi primo mientras salía de entre mis piernas y miraba fijamente a Nico, que aunque no mostró ninguna resistencia, transformó su cara de placer en algo parecido al temor.-

Me incorporé como pude y me acerque a mi novio diciéndole al oído para tranquilizarlo “No te preocupes mi amor, ya verás lo bien que se siente. Tu solo relájate y deja que Javi haga lo que mejor sabe hacer”.

Mi primo le ordenó que se tendiera en la cama y abriera las piernas. Su pija estaba todavía bien dura, y no pude reprimir las ganas de volverlo a mamar. Me acomodé sobre él, haciendo un hermoso 69. Javi fue hasta su habitación y trajo un lubricante que comenzó a untar sobre el culo de Nico, mientras yo separaba sus glúteos para facilitarle la tarea. Gracias a la posición en la que estaba, pude observar como mi primo introducía un dedo en su ano, luego dos, luego tres. Mi novio jadeaba entre mis piernas, haciéndole saber así a Javi que estaba disfrutando, mientras no dejaba ni por un segundo de lamer mi concha que estaba caliente nuevamente.-

“Ya no puedes arrepentirte Nico” dijo mi primo “Ahora vas a sentir toda mi pija en tu culo, y va a gustarte!”. Levantó las piernas de mi novio y las puso sobre sus hombros. Apoyó su pene en su orificio y comenzó a presionar. Nico, asustado, también tomó mis glúteos con fuerza, arañándolos. Hasta que Javi se fue introduciendo la cabeza de su pija suavemente, haciendo que mi novio gritara de dolor.-

“Tranquilízate Nico, duele al principio, pero después el dolor desaparece” le dije para relajarlo, aunque debió de haberle dolido demasiado, porque no dejaba de pedir que parase, que no aguantaba el dolor. Pero tal como le previne, el dolor se transformó en placer y a los pocos minutos, mi novio estaba gozando como nunca con la pija de mi novio en su culo y mi concha en su boca.-

Me di cuanta cuanto lo estaba disfrutando, cuando comenzó a gemir con más intensidad y a pedirnos a mi primo y a mi que no nos detuviésemos. Se corrió en mi boca, llenándome de su leche espesa y tibia, la cual devoré con ansiedad, tragándome hasta el último de sus chorros de esperma.-

Casi instantáneamente sentí que me venía otro orgasmo. Apreté con fuerza mi vagina contra la cara de Nico, pidiéndole que no parase de lamerme, teniendo pequeños espasmos y sintiendo como un inmenso placer se apoderaba de mí. Me corrí en la cara de Nico, gritando desesperadamente, con su lengua acariciando mi clítoris, contrayendo la vagina furiosamente, volviéndole a cubrir su cara con la humedad de mis jugos.-

Salí de encima de mi novio, para dejarle mas libertad a Javi que aún seguía follándolo. Pero en ese momento se retiró de adentro de mi Nico, para darlo vuelta y dejarlo con su culito bien formado apuntando hacia arriba. Volvió a metérsela esta vez sin tanto trabajo, follándolo sin piedad, hasta que comenzó a hacerlo con mas fuerza, gruñendo y gimiendo, inundándolo con su leche en un fuerte gemido.-

Cuando terminó, se fue hacia el baño, dejando a Nico casi desvanecido en la cama. Volvío con una toalla húmeda, y lo limpió con cariño. Yo lo besé en los labios y lo ayudé a incorporarse. Con la misma toalla aseé mi cara, permitiéndome saborear el gusto de la leche de Javi.

Ya mas repuestos, decidimos tomar algo frío. Sin vestirnos fuimos hasta la cocina y nos sentamos. Al rato ya estábamos acordándonos de la increíble follada que habíamos vivido y no pudimos evitar calentarnos otra vez.-