Hace muchos años que practico todo tipo de deportes, por lo que mi cuerpo es a mi consideración casi perfecto.
Tengo 28 años, soy casada, mi cuerpo para nada refleja el paso de los años, ya que mi cola está más firme que cuando tenía 20 años y mis senos luego de una pequeña cirugía parecen los de una quinceañera. Cintura estrecha, cadera ancha, buenos hombros y mi piel es muy firme y suave. Soy rubia, cabello largo y muy lacio. Ojos verdes y labios carnosos y un bonito rostro.
Hasta ahora no he conocido un solo hombre que no me mire con deseo. Me gusta vestir muy juvenil y provocativa, llegando a usar minifaldas o vestidos muy cortitos sin llevar ropa interior. Hace un par de años que me he dedicado a la práctica de artes marciales como ejercicio aeróbico. En mi país se realizó un torneo nacional de Kick boxing y decidí presentarme. Afortunadamente conseguí el primer puesto a nivel nacional en categoría damas.
Este torneo era un clasificatorio para el Campeonato sudamericano. En septiembre viajamos a Venezuela, que era donde se realizaba el campeonato. De mi país fuimos 6 personas, siendo yo la única mujer del grupo. Las mujeres que participábamos éramos relativamente pocas. Y yo era muy buena o las demás muy mediocres, porque logré sin mucho esfuerzo el campeonato sudamericano.
Cuando llegamos a Caracas, nos llevaron a nuestro alojamiento, que era un complejo deportivo con una cabaña por delegación.
Cada cabaña era para 10 personas, por lo que con nosotros se alojaron unos chicos de Brasil.
En cada dormitorio habían dos cuchetas y una cama simple. Mis compañeros rápidamente se ubicaron todos en un dormitorio, por lo que me tocó a mí ocupar la cama simple del otro dormitorio. Al rato llegaron los brasileños y nos preguntaron donde se podían alojar, entonces los guié a la habitación donde yo estaba.
Encima de mi cama estaba la ropa que iba a vestir esa tarde y comenzaron a tontear con mi ropa.
Como el campeonato comenzaba un jueves y era lunes, el ambiente era bien distendido. Me entro a bañar y mis compañeros de delegación salieron a conocer algo de la ciudad, quedando sola con los brasileños, con los que muy rápidamente hicimos amistad.
Me estaba duchando cuando escucho que alguien entra al baño y comienza a orinar. Corro la cortina para ver que sucedía y lo veo. Con el pene flácido pero muy grande, me mira y me dice "Disculpa pero no aguantaba más". Luego me dice ¿me pasas el jabón para lavarme? Y yo como hipnotizada salgo de la ducha desnuda y con las manos enjabonadas se la comienzo a acariciar y noto como crece en mi mano.
Él, sin decirme una sola palabra comienza a secarme y luego a acariciarme. Luego coloca su pene en mi rajita y me la refriega hasta que comienzo a acabarme en forma bastante ruidosa. Eso despierta la curiosidad de los demás y de repente entran en el baño otros dos que son unos gigantes negros. Entre los tres me acarician todo el cuerpo mientras dicen entre ellos, "que putita es esta castellana". Tomo de la mano al que estaba desnudo y lo llevo hasta mi cama, los negros nos siguen y el otro cuando nos ve también se une al grupo.
Lo acuesto en la cama y me le monto, no me preocupa que no tengan preservativos ya que a todos nos hicieron exámenes de VIH y VDRL. La pija ahora más grande se sentía maravillosa dentro mío. Uno de los negros se coloca delante de mí y me ofrece su pija, que me la meto en la boca y se la chupo con muchas ganas. De repente siento una lengua en mi culo y me hace estremecer.... Pronto es la lengua y un par de dedos que me hacen vibrar de calentura mientras me estoy cogiendo al que monto. Me acabo nuevamente y esta vez es mucho más largo. Estaba en mis últimas convulsiones cuando siento que otra pija invadía mi cuerpo, esta vez por mi culo. La pija entraba y salía de mi culo arrancándome gemidos de placer.
Que hermoso es tener tres potentes machos dentro de una metiendo y sacando sus grandes pijas y haciéndome vibrar de placer. Me acababa cada pocos minutos en una incontrolable ola de placer. Mi boca pronto recibe la potente descarga de la leche de uno de mis nuevos machos, trago lo que puedo y el resto corre por mi cara. El macho que tenía en el culo comienza a cogerme con mucha fuerza hasta que siento su descarga en mis intestinos. Sale de mi y mi culo es penetrado por el negro que faltaba. La pija de mi culo sale y casi flácida pasa a mi boca, donde la pongo nuevamente a tono. Una nueva descarga, esta vez en mi concha. Otro se aloja en mi inundada concha mientras que otra descarga de leche en mi boca me llena la garganta. Como era poca me la puedo tragar toda. Mi concha y mi culo recibe sus descarga casi en el mismo instante.
Descansamos un rato y pronto me vuelven a coger. La concha y el culo me ardían, pero seguía caliente, por lo que acepté de buen agrado cuando uno a uno se iban turnando para cogerme por la concha y llenarme de leche.
Cuando todos se acaban en mi concha, me piden que me coloque con el culo para arriba y nuevamente me van sodomizando de a uno hasta que todos me llenan el culo de leche. Cuando todos terminan de cogerme comienza a salir de mi concha y de mi culo gran cantidad de leche.
Yo realmente estaba muy cansada y ya me había acabado incontables veces y mi calentura de momento se había aplacado.
Me levanto de la cama y mi sorpresa es inmensa cuando me encuentro con mis compañeros de delegación que comenzaban a desnudarse en el dormitorio y me ofrecían sus duras pijas. Yo estaba hecha un asco, tenía leche brasilera en todas partes, en la cara en el pelo en la concha y el culo, en mis piernas y mi espalda. Los veo muy excitados y llenos de energía, por lo que dentro mío se revive cierto calor.
"vayan para el otro dormitorio que me doy una ducha y voy con ustedes..."
Me doy una ducha, me lavo los dientes y me dirijo a la habitación donde están esperándome mis compañeros de delegación.
Apenas entro y me rodean y comienzan a manosearme y a lamerme por todos lados. Me rozan sus pijas por todos lados y yo se las voy tocando y manoseando. Cuando encuentro las más fina lo coloco detrás de mí y lo hago acostar en la cama para posteriormente sentarme encima de su dura pija y lentamente y sin lubricar me la voy metiendo hasta que la tengo totalmente adentro. Lo comienzo a coger y en menos de dos minutos siento su leche inundando mi culo. Me salgo de él y me siento en otro que se había acostado al lado nuestro. Me coloco la punta de la pija en el culo y como estaba lubricado con la leche del anterior, me dejo caer hasta que la tengo toda adentro. Me acuesto en su pecho y uno me comienza a lamer la concha mientras mis tetas eran succionadas a dos bocas. Me acabo a los gritos abriendo totalmente las piernas. No me había terminado de acabar cuando una pija invade mi concha y se mueve muy veloz arrancándome entre todos gemidos de placer.
Afortunadamente se acaban bastante pronto y en el acto los dos que faltaban me la ponen y me cojen como si fuese la primera vez. Se acaban tan pronto que me dejan un orgasmo sin terminar.
Los siento en la cama y me los voy cojiendo de a uno alternando entre mi concha y mi culo hasta que los cinco se acaban nuevamente y yo termino mi orgasmo y consigo otro.
Temblando y con dificultad para caminar por lo dolorida que tenía mi concha y mi culo me dirijo a la ducha y tras ducharme me tiro a descansar un par de horas. Mientras miraba la tele pensaba en lo que había sucedido y no podía creer que fuera tan puta y tan caliente.
¡Me habían cogido nueve tipos durante toda una tarde y yo me había acabado más de 15 veces....!. lo peor de todo es que todavía estaba algo caliente aunque no soportaría una pija adentro ya que me ardían y me dolían la concha y el culo.
Esa noche todos se prepararon para salir a recorrer la ciudad y me invitaron, pero estaba bastante cansada así que les agradecí no quise salir.
Habían pasado apenas un par de horas cuando escucho que alguien llega, yo me encontraba en la sala mirando la tele cuando los dos negrazos se me acercan y me comienzan a acariciar. Les digo que ahora no quiero ya mañana y no me hacen caso, así que me levanto y trato de defenderme, por lo que uno me toma de las manos y me las ata mientras el otro me quita la bombacha y me la pone en la boca para que no pueda gritar. Trato de defenderme pero es imposible ya que tenían mucha fuerza. Yo realmente no quería pero muy pronto tenía la pija de uno bien metida en mi concha.
Esta vez, ya que no estaba excitada ni lubricada la sentí inmensa mientras me cogía.
Se acaba y el otro hace exactamente lo mismo y violentamente me folla y se acaba dentro de mi
Yo estaba furiosa pero ya me había dado cuenta que ese iba a ser mi papel en la cabaña hasta que nos fuésemos.
Tengo 28 años, soy casada, mi cuerpo para nada refleja el paso de los años, ya que mi cola está más firme que cuando tenía 20 años y mis senos luego de una pequeña cirugía parecen los de una quinceañera. Cintura estrecha, cadera ancha, buenos hombros y mi piel es muy firme y suave. Soy rubia, cabello largo y muy lacio. Ojos verdes y labios carnosos y un bonito rostro.
Hasta ahora no he conocido un solo hombre que no me mire con deseo. Me gusta vestir muy juvenil y provocativa, llegando a usar minifaldas o vestidos muy cortitos sin llevar ropa interior. Hace un par de años que me he dedicado a la práctica de artes marciales como ejercicio aeróbico. En mi país se realizó un torneo nacional de Kick boxing y decidí presentarme. Afortunadamente conseguí el primer puesto a nivel nacional en categoría damas.
Este torneo era un clasificatorio para el Campeonato sudamericano. En septiembre viajamos a Venezuela, que era donde se realizaba el campeonato. De mi país fuimos 6 personas, siendo yo la única mujer del grupo. Las mujeres que participábamos éramos relativamente pocas. Y yo era muy buena o las demás muy mediocres, porque logré sin mucho esfuerzo el campeonato sudamericano.
Cuando llegamos a Caracas, nos llevaron a nuestro alojamiento, que era un complejo deportivo con una cabaña por delegación.
Cada cabaña era para 10 personas, por lo que con nosotros se alojaron unos chicos de Brasil.
En cada dormitorio habían dos cuchetas y una cama simple. Mis compañeros rápidamente se ubicaron todos en un dormitorio, por lo que me tocó a mí ocupar la cama simple del otro dormitorio. Al rato llegaron los brasileños y nos preguntaron donde se podían alojar, entonces los guié a la habitación donde yo estaba.
Encima de mi cama estaba la ropa que iba a vestir esa tarde y comenzaron a tontear con mi ropa.
Como el campeonato comenzaba un jueves y era lunes, el ambiente era bien distendido. Me entro a bañar y mis compañeros de delegación salieron a conocer algo de la ciudad, quedando sola con los brasileños, con los que muy rápidamente hicimos amistad.
Me estaba duchando cuando escucho que alguien entra al baño y comienza a orinar. Corro la cortina para ver que sucedía y lo veo. Con el pene flácido pero muy grande, me mira y me dice "Disculpa pero no aguantaba más". Luego me dice ¿me pasas el jabón para lavarme? Y yo como hipnotizada salgo de la ducha desnuda y con las manos enjabonadas se la comienzo a acariciar y noto como crece en mi mano.
Él, sin decirme una sola palabra comienza a secarme y luego a acariciarme. Luego coloca su pene en mi rajita y me la refriega hasta que comienzo a acabarme en forma bastante ruidosa. Eso despierta la curiosidad de los demás y de repente entran en el baño otros dos que son unos gigantes negros. Entre los tres me acarician todo el cuerpo mientras dicen entre ellos, "que putita es esta castellana". Tomo de la mano al que estaba desnudo y lo llevo hasta mi cama, los negros nos siguen y el otro cuando nos ve también se une al grupo.
Lo acuesto en la cama y me le monto, no me preocupa que no tengan preservativos ya que a todos nos hicieron exámenes de VIH y VDRL. La pija ahora más grande se sentía maravillosa dentro mío. Uno de los negros se coloca delante de mí y me ofrece su pija, que me la meto en la boca y se la chupo con muchas ganas. De repente siento una lengua en mi culo y me hace estremecer.... Pronto es la lengua y un par de dedos que me hacen vibrar de calentura mientras me estoy cogiendo al que monto. Me acabo nuevamente y esta vez es mucho más largo. Estaba en mis últimas convulsiones cuando siento que otra pija invadía mi cuerpo, esta vez por mi culo. La pija entraba y salía de mi culo arrancándome gemidos de placer.
Que hermoso es tener tres potentes machos dentro de una metiendo y sacando sus grandes pijas y haciéndome vibrar de placer. Me acababa cada pocos minutos en una incontrolable ola de placer. Mi boca pronto recibe la potente descarga de la leche de uno de mis nuevos machos, trago lo que puedo y el resto corre por mi cara. El macho que tenía en el culo comienza a cogerme con mucha fuerza hasta que siento su descarga en mis intestinos. Sale de mi y mi culo es penetrado por el negro que faltaba. La pija de mi culo sale y casi flácida pasa a mi boca, donde la pongo nuevamente a tono. Una nueva descarga, esta vez en mi concha. Otro se aloja en mi inundada concha mientras que otra descarga de leche en mi boca me llena la garganta. Como era poca me la puedo tragar toda. Mi concha y mi culo recibe sus descarga casi en el mismo instante.
Descansamos un rato y pronto me vuelven a coger. La concha y el culo me ardían, pero seguía caliente, por lo que acepté de buen agrado cuando uno a uno se iban turnando para cogerme por la concha y llenarme de leche.
Cuando todos se acaban en mi concha, me piden que me coloque con el culo para arriba y nuevamente me van sodomizando de a uno hasta que todos me llenan el culo de leche. Cuando todos terminan de cogerme comienza a salir de mi concha y de mi culo gran cantidad de leche.
Yo realmente estaba muy cansada y ya me había acabado incontables veces y mi calentura de momento se había aplacado.
Me levanto de la cama y mi sorpresa es inmensa cuando me encuentro con mis compañeros de delegación que comenzaban a desnudarse en el dormitorio y me ofrecían sus duras pijas. Yo estaba hecha un asco, tenía leche brasilera en todas partes, en la cara en el pelo en la concha y el culo, en mis piernas y mi espalda. Los veo muy excitados y llenos de energía, por lo que dentro mío se revive cierto calor.
"vayan para el otro dormitorio que me doy una ducha y voy con ustedes..."
Me doy una ducha, me lavo los dientes y me dirijo a la habitación donde están esperándome mis compañeros de delegación.
Apenas entro y me rodean y comienzan a manosearme y a lamerme por todos lados. Me rozan sus pijas por todos lados y yo se las voy tocando y manoseando. Cuando encuentro las más fina lo coloco detrás de mí y lo hago acostar en la cama para posteriormente sentarme encima de su dura pija y lentamente y sin lubricar me la voy metiendo hasta que la tengo totalmente adentro. Lo comienzo a coger y en menos de dos minutos siento su leche inundando mi culo. Me salgo de él y me siento en otro que se había acostado al lado nuestro. Me coloco la punta de la pija en el culo y como estaba lubricado con la leche del anterior, me dejo caer hasta que la tengo toda adentro. Me acuesto en su pecho y uno me comienza a lamer la concha mientras mis tetas eran succionadas a dos bocas. Me acabo a los gritos abriendo totalmente las piernas. No me había terminado de acabar cuando una pija invade mi concha y se mueve muy veloz arrancándome entre todos gemidos de placer.
Afortunadamente se acaban bastante pronto y en el acto los dos que faltaban me la ponen y me cojen como si fuese la primera vez. Se acaban tan pronto que me dejan un orgasmo sin terminar.
Los siento en la cama y me los voy cojiendo de a uno alternando entre mi concha y mi culo hasta que los cinco se acaban nuevamente y yo termino mi orgasmo y consigo otro.
Temblando y con dificultad para caminar por lo dolorida que tenía mi concha y mi culo me dirijo a la ducha y tras ducharme me tiro a descansar un par de horas. Mientras miraba la tele pensaba en lo que había sucedido y no podía creer que fuera tan puta y tan caliente.
¡Me habían cogido nueve tipos durante toda una tarde y yo me había acabado más de 15 veces....!. lo peor de todo es que todavía estaba algo caliente aunque no soportaría una pija adentro ya que me ardían y me dolían la concha y el culo.
Esa noche todos se prepararon para salir a recorrer la ciudad y me invitaron, pero estaba bastante cansada así que les agradecí no quise salir.
Habían pasado apenas un par de horas cuando escucho que alguien llega, yo me encontraba en la sala mirando la tele cuando los dos negrazos se me acercan y me comienzan a acariciar. Les digo que ahora no quiero ya mañana y no me hacen caso, así que me levanto y trato de defenderme, por lo que uno me toma de las manos y me las ata mientras el otro me quita la bombacha y me la pone en la boca para que no pueda gritar. Trato de defenderme pero es imposible ya que tenían mucha fuerza. Yo realmente no quería pero muy pronto tenía la pija de uno bien metida en mi concha.
Esta vez, ya que no estaba excitada ni lubricada la sentí inmensa mientras me cogía.
Se acaba y el otro hace exactamente lo mismo y violentamente me folla y se acaba dentro de mi
Yo estaba furiosa pero ya me había dado cuenta que ese iba a ser mi papel en la cabaña hasta que nos fuésemos.
3 comentarios - chica deportista
excelente post! 🆒