MI PRIMA ANDRE, UN CULO DE PERA Mi polla está totalmente aprisionada por su culito y ella no deja de acariciarse el clítoris y meterse los dedos en la vagina. Después de un breve bamboleo me aferro a sus tetas y me derramo en su interior
Este relato narra el encuentro amoroso (sexual) entre dos primos después de unos cuantos años de deseo escondido por tabúes en cuanto al sexo entre familiares directos se refiere.
Empezaré por describir brevemente a los protagonistas de la historia; mi nombre digamos que es Erick (por mantener el anonimato de ambos), mido 180 cm, pelo rubio y ojos azules, soy de piel blanca y constitución atlética debido al deporte al aire libre que practico habitualmente. Las medidas de mi 'aparato' son bastante normales, 18 cm de longitud por 4 cm de diámetro.
Mi prima se llama Andrea, mide 169 cm, es rubia de ojos marrones claro y piel muy blanca, sus medidas exactas, por desgracia, las desconozco pero tiene unos pechos de tamaño que pueden abarcarse con la mano y coronados con unos pezones oscuros que a la mínima sensación de frío ó excitación se endurecen, su vientre es liso a pesar de haber tenido un niño que ahora cuenta con 5 años y su culo es lo que llamaríamos un culo de pera perfecto.
Ambos estamos casados, ella hace 6 años y yo hace 1 año, mi edad es 30 años y la suya 32, ambos residimos en Madrid y nuestro parentesco es debido a que nuestras madres son hermanas.
La historia comienza con un encuentro fortuito en la piscina climatizada a la cual acudo a nadar cuando no es temporada de verano& una calurosa tarde de abril. Tras elegir una calle en la que sólo se ve nadar a una persona me siento en el bordillo para probar con los pies la temperatura del agua. Cuando la persona que está nadando se acerca al final donde me encuentro y se pone en pie para descansar compruebo que se trata de mi prima Andrea, a la que hacía 1 año que no veía, enfundada en un bikini amarillo.
Debido al contraste de temperatura entre el agua y el exterior se endurecen sus pezones haciéndose perfectamente notar a través de la sutil tela del bikini. Mis ojos se dirigen directamente a ellos y por un acto reflejo mi verga acusa un engrosamiento que se hace evidente por lo ajustado del bañador que uso. Compruebo que sus ojos van a parar a mi entrepierna y un poco azorado me introduzco en la piscina.
Tras los típicos saludos de sorpresa "¿Cómo así por aquí?, ¿Cuánto tiempo sin verte?", apoyo mi mano derecha en su desnuda cadera y atrayéndola hacía mí me dispongo a darle los dos besos de saludo. Cuando acerco mis labios a su mejilla gira ¿involuntariamente? su cabeza y los besos terminan en la comisura de nuestros la sorpresa veo que por ese hueco se divisan parte de los labios mayores de su coño y que éste está perfectamente depilado en esa zona.
Mi erección no se hace esperar y desde ese momento todo mi afán consiste en seguir disfrutando de esa esplendorosa vista, hasta el punto de que me llevo alguna patada de su parte por acercarme en exceso, ella simplemente se vuelve y me pide disculpas.
Cuando llevamos 45 minutos nadando nos paramos a descansar e iniciamos una conversación:
-"¿Recoges a tu niño cuando terminas aquí?" -"No, los viernes que mi marido trabaja de noche lo dejo en casa de mis padres y yo me alquilo una 'peli' de vídeo y me quedo tranquila en casa."
Como sé que no tiene carnet de conducir, su casa queda lejos de la piscina y yo tengo el coche cerca, le propongo: -"Si quieres, al terminar aquí te acerco a casa con el coche" -"No hace falta que te molestes, hace muy buena tarde para pasear y si no, cojo un taxi para ir a casa."
-"Si no es ninguna molestia además ya ha anochecido y tu casa queda un poco apartada del centro." -"Vale, pues cuando acabemos nos vemos en la puerta."
Continuamos nadando otros 15 minutos y salimos para los vestuarios. Mientras me ducho mi mente no para de imaginar las cosas que haría con ese cuerpo que hace un momento nadaba en la piscina junto a mí. Suspiro de resignación y decido encender el grifo de agua fría para que se calme mi calentura.
Como suele ser habitual con las mujeres, me toca esperar unos minutos a que Andrea salga del vestuario (que ninguna se ofenda). En ese tiempo aprovecho para maquinar cualquier estrategia que me permita disfrutar del sexo sin tapujos con mi prima. Por fin sale y nos dirigimos caminando hacia donde tengo el coche aparcado. Mientras andamos empezamos a hablar: -"Debes cuidarte mucho porque con el bikini se te veía un tipazo de miedo." -"¿Qué dices? Si tengo el culo fofo y además la celulitis no deja de hacer de las suyas." -"Ya quisieran muchas jovencitas tener el cuerpo que tú tienes, desde luego menuda suerte que tiene tu marido." -"Mi marido con ir al fútbol y jugar la partida con los amigotes tiene suficiente."
Llegamos donde está el coche y nos sentamos en silencio. La falda que lleva es por encima de la rodilla y como tiene mucho vuelo al sentarse me deja ver una buena porción de sus muslos. Me fijo que la blusa que lleva es traslúcida y deja ver que no lleva sujetador, marcándose claramente sus oscuros pezones. Entre la visión de sus muslos y sus tetas a través de la blusa, mi verga empuja sobre mis bermudas, cosa que no pasa desapercibida para mi prima. Nos ponemos en marcha y pongo música para hacer más agradable el trayecto.
Como el camino hacía su casa pasa por la puerta de la mía, me viene a la cabeza que hay un vídeo club muy próximo y empiezo a llevar a cabo un plan de ataque: -"¿Has decidido ya qué película vas a ver?" -"La verdad es que no, echaré un vistazo en el vídeo club para ver si alguna me llama la atención." -"Como no nos espera nadie en casa, ¿por qué no coges una en el vídeo club que hay junto a mi casa, te invito a cenar y la vemos juntos?" -"No quiero incordiarte, además a lo mejor la peli que elijo no te gusta." -"¡Qué va a ser un incordio!
Nos comemos una pizza y ya está y por la película no te preocupes porque yo veo de todos los tipos y cuando se acabe te llevo a casa." -"Bueno vale, pero tengo que llamar a casa de mis padres para ver qué tal está mi hijo." -"No hay problema, llamas desde mi casa y si todo está bien te evitas el hacer la cena por una noche."
Dejamos el coche en el ga algún tipo que te guste en especial, Andrea?" -"Pues bueno, de incesto no he visto nunca pero he oído que suele haber bastante variedad."
Tras elegir esta opción sale una lista con las películas disponibles, una indicación luminosa indica las novedades. En la lista de la pantalla aparece sólo una novedad con un título muy sugerente, "Entre primos anda el fuego" emulando el título de la comedia de John Landis "Entre pillos anda el juego".
Le comento a Andrea si echamos un vistazo a la novedad y me dice que de acuerdo. En la pantalla elegimos la opción de visualizar imágenes y aparece la carátula de la película junto con un resumen de la misma y los protagonistas, director, etc. En la carátula puede verse a una pareja follando mientras el hombre le come el coño a otra mujer. El resumen explica que se trata de una familia en la que dos hermanas se trabajan a su primo con escenas de trío, números lésbicos y sexo anal. Decidimos alquilarla y vamos hacia mi casa.
En el ascensor la proximidad entre los dos hace que nos sintamos un poco nerviosos, nos miramos a los ojos y nos reímos, creo que los dos pensamos en que esta puede ser una gran noche que suponga un cambio en la relación que hasta ahora hemos mantenido.
Ya en mi casa le invito a pasar y me ofrezco a colocar en el tendedero su toalla y bikini para que se vaya secando. Andrea me dice que ella lo colocará todo mientras yo preparo la cena. Cuando se inclina sobre la ventana para colocar la ropa la falda se pega a su cuerpo y compruebo que lleva una braga tanga de las que por la parte trasera sólo llevan un hilo que en ese momento se adivina entre los cachetes de su culo. Con esa vista ante mí pienso que ese cuerpo puede ser catado por mí esa noche, debe serlo pues de lo contrario voy a explotar.
Mientras termino de preparar la cena ella llama a sus padres y cuando regresa me comenta que no hay ningún problema, que todo está bien. Yo sospecho que no ha dicho nada a mis tíos de que está en mi casa. Ya durante la cena empezamos a charlar.
-"¿Sueles ver muchas películas de estas, Andrea?" -"De vez en cuando cojo alguna y alguna vez he visto alguna con unas amigas." -"¿Tienes algún tipo de peli favorita?" -"En general me gustan todas esas, lo único que me da un poco de repelús son las de zoofilia. Pero en cuanto a escenas tanto me gustan las lésbicas como hetero."
En mi fuero interno pienso que las reuniones con sus amigas para ver este tipo de películas deben acabar en unas orgías en las que daría gusto estar aunque sólo fuera de espectador, por supuesto no digo nada al respecto.
Una vez terminada la cena preparo un par de gin tonics bien cargados para ver la peli y nos acodamos cada uno en un lado del sofá con las piernas encima. Ya con los anuncios de otras películas disponibles se empieza a caldear el ambiente y nuestras piernas se mueven intentando ocultar la excitación, nos miramos y sonreímos. La película muestra a dos primos que empiezan a jugar a una especie de juego de prendas en el que se van quedando desnudos a la vez que se ve cómo van excitándose y empiezan a montárselo con un 69 explosivo. Intento romper el hielo de la situación:
-"¡Vaya rasurada que tiene la chica!" -"Desde luego, eso es muy cómodo", contesta Andrea. -"Sobre todo para quien tenga la suerte de poder comerse uno así", apunto.
Andrea se queda en silencio con una cara que indica que ella también lo tiene así, mientras me mira se sonríe pícaramente y vuelve a mirar a la película en la que los primos han iniciado una penetración vaginal.
Yo no quiero dejar más de cerca", me incorporo del sofá y me planto de pie junto a ella. Le empiezo a desabrochar los botones de su blusa y ante mí surgen sus tetas con los pezones mirándome amenazantes.
-"¿Puedo comprobar lo dura que se te ha puesto?" me pregunta sabiendo de antemano la respuesta.
-"Es toda tuya"
Mientras ella me la soba a conciencia iniciando una suave masturbación que alterna con toqueteos a mis testículos yo me agacho y comienzo a besarle las tetas. Después de rodearlas bien con mi lengua me introduzco un pezón en la boca y lo comienzo a mordisquear y succionar. Nuestros jadeos ya superan a los de los actores de la película y yo tengo que hacer esfuerzos sobrehumanos para controlar mi eyaculación.
Continuo bajando con mis lamidas hasta llegar al borde de su braguita que debido a su reducido tamaño y finura ya está totalmente empapada. Desde mi posición me llega el aroma de sus flujos que me invitan a deleitar su sabor. Comienzo a quitarle las bragas y sin dejar de meneármela me ayuda levantando sus piernas, cuando ya están fuera se abre todo lo que puede de piernas y eleva un poco el culo obsequiándome con la visión de su coñito y agujero del culo totalmente depilados y humedecidos.
No pudiendo aguantar más acerco mi cara a su entrepierna y comienzo a lamerle el pubis, mientras tanto ella gira su rostro y se encuentra frente a mi coloreado glande, como si fuera un helado lo rodea con sus labios y con la lengua va golpeteando sobre su punta. Mi lengua desciende y comienza a dibujar el contorno de sus labios vaginales intentando atrapar todos sus fluidos, luego paso a los labios menores y la voy metiendo poco a poco en su vagina mientras mis dedos ayudan a abrirla todavía más y van excitando su ano.
Cuando quiero darme cuenta toda mi polla está en su boca y con sus manos la acaricia junto con mis testículos. Siento que el semen empieza a subir desde mis testículos y entonces me afano en mi labor y atrapo su clítoris con mis labios dándole rápidas lengüetadas mientras mi dedo índice consigue introducirse en su ano.
Cuando nota que mi eyaculación es inminente acelera el movimiento de su mano y mantiene mi glande en su boca recibiendo mi descarga sobre su lengua, la engulle como si fuera el mejor de los manjares y se relame chupeteando los restos que han quedado en mi polla. Para evitar chillar de placer cambio de posición mi dedo índice por mi lengua que ahora se aloja en su ano y mi mano se dedica a estimular su clítoris, en unos segundos se retuerce de placer y con sus piernas atrapa mi cabeza para que no me retire y pueda saborear sus jugos.
Rendidos después del esfuerzo nos tumbamos abrazados juntando nuestros cuerpos y nos besamos apasionadamente entremezclando nuestras lenguas en un intercambio de saliva y sabor a sexo. En ese momento sobran las palabras, lo que ambos hemos estado deseando durante años se ha hecho realidad y ha sido mejor de lo imaginado en nuestras fantasías.
Desvío mi vista hacia el televisor y veo una escena en la película en la que mientras una de las chicas le lame el coño a su hermana, la otra le hace una felación a su primo. Esto hace que mi verga empiece a recuperar cuerpo mientras yo me dedico a besar el cuello y lóbulo de la oreja de mi prima, ella al notar de nuevo la presión de mi polla en su abdomen se dedica a acariciarla en toda su longitud. Mis besos y chupeteos se centran ahora en sus pechos que reciben a mi lengua con un endurecimiento brutal, rodeo un pezón con mi lengua y con mi mano froto el otro pezón entre mis dedos. Sus manos se alternan a masturbar mi polla y su emergente clítoris.
Ya enzarzados en plena pasión nos posicionamos en un 69 idílico conmigo debajo. Mi lengua se vuelve loca entre saca, esta vez al unísono, estallamos en un orgasmo que nos une completamente. Tras sacarla de su cálido refugio, Andrea le dedica una mamada que recoge todos los restos de mi semen mezclados con sus propios flujos. Totalmente exhaustos nos morreamos con ansia mientras que parte de mi semen gotea por sus piernas. Le paso un kleenex para que se limpie y no dejar evidencias en el sofá.
Cuando pasados unos minutos recuperamos la vitalidad nos miramos a los ojos y sonriendo nos abrazamos en un beso que lleva nuestras lenguas hasta saborear la boca del otro. En el televisor sólo unas rayas intermitentes indican que la película ha llegado a su fin sin enterarnos de prácticamente nada de lo que en ella ha ocurrido.
Recuperada la cordura recuerdo que he derramado mi semen en su interior sin ninguna protección pero Andrea me tranquiliza diciendo que ella siempre toma las correspondientes medidas de precaución. Sin vestirnos, preparamos otras dos copas y nos tumbamos en el sofá para descansar tras la batalla; ambos coincidimos en que de haber ocurrido esta situación unos años antes posiblemente nuestras vidas habrían tomado un rumbo diferente, ni mejor ni peor, simplemente diferente y que este encuentro ha servido para sacar lo que realmente se ocultaba en nuestras fantasías sexuales. Tras tomarnos la copa decidimos darnos una ducha y llevarla hasta su casa.
Mientras nos duchamos y enjabonamos juntos no faltan las caricias y los besos. En un momento dado le pregunto algo que desde hace tiempo me ronda la cabeza: -"Oye Andrea, ¿has probado el sexo anal?" -"Si te refieres a si alguna vez me han penetrado la respuesta es no, pero si que me he introducido mis dedos y en una ocasión probé con un desodorante de stick bien lubricado y la sensación fue diferente pero muy placentera."
Como si mi polla tuviera oídos propios comienza a erguirse al escuchar sus palabras y situándome detrás de Andrea con una mano le acaricio un pecho y con la otra estimulo su clítoris. Ella recuesta su cabeza sobre mi hombro y nos besamos deseando más sexo. Vierto un poco de gel en mi mano y la froto por su ano y vagina, surtiendo el efecto deseado su orificio posterior aloja fácilmente mi dedo y la sensación es igual a la de meter un dedo en la boquilla de un globo, como si un anillo elástico te presionara el dedo. Intentando dilatar más muevo mi dedo en su interior y en poco tiempo logro introducir un segundo dedo. Andrea que ve venir lo próximo me ruega que continúe pero con delicadeza mientras se autoexcita la vagina.
Como la bañera no tiene anchura suficiente para que pueda abrir sus piernas se gira dejando dentro de la bañera sólo las piernas bien abiertas y se inclina hacia delante apoyando su cuerpo en el suelo del baño. Yo me coloco detrás de ella y aplicando gel a mi polla comienzo a empujar en su entrada posterior. El inicio de mi glande pasa si muchas dificultades pero en el punto de mayor grosor se entorpece el avance, con mis propias manos empujo cada cachete del culo hacia un lado mientras continuo empujando, de esa manera logro colocar todo mi glande dentro de ella.
Untando el resto de verga con gel y tras un respiro inicio la maniobra de mete y saca, lo que en un principio parecía un suplicio comienza a transformarse en una delicia para ambos, mi polla está totalmente aprisionada por sus músculos y ella no deja de acariciarse el clítoris e introducirse los dedos en la vagina. Después de un breve bamboleo me aferro a sus tetas y me derramo en su interior, cuando se ha reducido de tamaño la saco y le dedico un incendiario lengüeteo al coño de Andrea que sin poder evitar un chillo me inunda la boca y barbilla de sus jugos mezclados con jabón.
Terminamos de ducharnos y ambos reconocemos que el sexo anal tiene mente en nuestra próxima cita y una nueva calentura entre las piernas.
Este relato narra el encuentro amoroso (sexual) entre dos primos después de unos cuantos años de deseo escondido por tabúes en cuanto al sexo entre familiares directos se refiere.
Empezaré por describir brevemente a los protagonistas de la historia; mi nombre digamos que es Erick (por mantener el anonimato de ambos), mido 180 cm, pelo rubio y ojos azules, soy de piel blanca y constitución atlética debido al deporte al aire libre que practico habitualmente. Las medidas de mi 'aparato' son bastante normales, 18 cm de longitud por 4 cm de diámetro.
Mi prima se llama Andrea, mide 169 cm, es rubia de ojos marrones claro y piel muy blanca, sus medidas exactas, por desgracia, las desconozco pero tiene unos pechos de tamaño que pueden abarcarse con la mano y coronados con unos pezones oscuros que a la mínima sensación de frío ó excitación se endurecen, su vientre es liso a pesar de haber tenido un niño que ahora cuenta con 5 años y su culo es lo que llamaríamos un culo de pera perfecto.
Ambos estamos casados, ella hace 6 años y yo hace 1 año, mi edad es 30 años y la suya 32, ambos residimos en Madrid y nuestro parentesco es debido a que nuestras madres son hermanas.
La historia comienza con un encuentro fortuito en la piscina climatizada a la cual acudo a nadar cuando no es temporada de verano& una calurosa tarde de abril. Tras elegir una calle en la que sólo se ve nadar a una persona me siento en el bordillo para probar con los pies la temperatura del agua. Cuando la persona que está nadando se acerca al final donde me encuentro y se pone en pie para descansar compruebo que se trata de mi prima Andrea, a la que hacía 1 año que no veía, enfundada en un bikini amarillo.
Debido al contraste de temperatura entre el agua y el exterior se endurecen sus pezones haciéndose perfectamente notar a través de la sutil tela del bikini. Mis ojos se dirigen directamente a ellos y por un acto reflejo mi verga acusa un engrosamiento que se hace evidente por lo ajustado del bañador que uso. Compruebo que sus ojos van a parar a mi entrepierna y un poco azorado me introduzco en la piscina.
Tras los típicos saludos de sorpresa "¿Cómo así por aquí?, ¿Cuánto tiempo sin verte?", apoyo mi mano derecha en su desnuda cadera y atrayéndola hacía mí me dispongo a darle los dos besos de saludo. Cuando acerco mis labios a su mejilla gira ¿involuntariamente? su cabeza y los besos terminan en la comisura de nuestros la sorpresa veo que por ese hueco se divisan parte de los labios mayores de su coño y que éste está perfectamente depilado en esa zona.
Mi erección no se hace esperar y desde ese momento todo mi afán consiste en seguir disfrutando de esa esplendorosa vista, hasta el punto de que me llevo alguna patada de su parte por acercarme en exceso, ella simplemente se vuelve y me pide disculpas.
Cuando llevamos 45 minutos nadando nos paramos a descansar e iniciamos una conversación:
-"¿Recoges a tu niño cuando terminas aquí?" -"No, los viernes que mi marido trabaja de noche lo dejo en casa de mis padres y yo me alquilo una 'peli' de vídeo y me quedo tranquila en casa."
Como sé que no tiene carnet de conducir, su casa queda lejos de la piscina y yo tengo el coche cerca, le propongo: -"Si quieres, al terminar aquí te acerco a casa con el coche" -"No hace falta que te molestes, hace muy buena tarde para pasear y si no, cojo un taxi para ir a casa."
-"Si no es ninguna molestia además ya ha anochecido y tu casa queda un poco apartada del centro." -"Vale, pues cuando acabemos nos vemos en la puerta."
Continuamos nadando otros 15 minutos y salimos para los vestuarios. Mientras me ducho mi mente no para de imaginar las cosas que haría con ese cuerpo que hace un momento nadaba en la piscina junto a mí. Suspiro de resignación y decido encender el grifo de agua fría para que se calme mi calentura.
Como suele ser habitual con las mujeres, me toca esperar unos minutos a que Andrea salga del vestuario (que ninguna se ofenda). En ese tiempo aprovecho para maquinar cualquier estrategia que me permita disfrutar del sexo sin tapujos con mi prima. Por fin sale y nos dirigimos caminando hacia donde tengo el coche aparcado. Mientras andamos empezamos a hablar: -"Debes cuidarte mucho porque con el bikini se te veía un tipazo de miedo." -"¿Qué dices? Si tengo el culo fofo y además la celulitis no deja de hacer de las suyas." -"Ya quisieran muchas jovencitas tener el cuerpo que tú tienes, desde luego menuda suerte que tiene tu marido." -"Mi marido con ir al fútbol y jugar la partida con los amigotes tiene suficiente."
Llegamos donde está el coche y nos sentamos en silencio. La falda que lleva es por encima de la rodilla y como tiene mucho vuelo al sentarse me deja ver una buena porción de sus muslos. Me fijo que la blusa que lleva es traslúcida y deja ver que no lleva sujetador, marcándose claramente sus oscuros pezones. Entre la visión de sus muslos y sus tetas a través de la blusa, mi verga empuja sobre mis bermudas, cosa que no pasa desapercibida para mi prima. Nos ponemos en marcha y pongo música para hacer más agradable el trayecto.
Como el camino hacía su casa pasa por la puerta de la mía, me viene a la cabeza que hay un vídeo club muy próximo y empiezo a llevar a cabo un plan de ataque: -"¿Has decidido ya qué película vas a ver?" -"La verdad es que no, echaré un vistazo en el vídeo club para ver si alguna me llama la atención." -"Como no nos espera nadie en casa, ¿por qué no coges una en el vídeo club que hay junto a mi casa, te invito a cenar y la vemos juntos?" -"No quiero incordiarte, además a lo mejor la peli que elijo no te gusta." -"¡Qué va a ser un incordio!
Nos comemos una pizza y ya está y por la película no te preocupes porque yo veo de todos los tipos y cuando se acabe te llevo a casa." -"Bueno vale, pero tengo que llamar a casa de mis padres para ver qué tal está mi hijo." -"No hay problema, llamas desde mi casa y si todo está bien te evitas el hacer la cena por una noche."
Dejamos el coche en el ga algún tipo que te guste en especial, Andrea?" -"Pues bueno, de incesto no he visto nunca pero he oído que suele haber bastante variedad."
Tras elegir esta opción sale una lista con las películas disponibles, una indicación luminosa indica las novedades. En la lista de la pantalla aparece sólo una novedad con un título muy sugerente, "Entre primos anda el fuego" emulando el título de la comedia de John Landis "Entre pillos anda el juego".
Le comento a Andrea si echamos un vistazo a la novedad y me dice que de acuerdo. En la pantalla elegimos la opción de visualizar imágenes y aparece la carátula de la película junto con un resumen de la misma y los protagonistas, director, etc. En la carátula puede verse a una pareja follando mientras el hombre le come el coño a otra mujer. El resumen explica que se trata de una familia en la que dos hermanas se trabajan a su primo con escenas de trío, números lésbicos y sexo anal. Decidimos alquilarla y vamos hacia mi casa.
En el ascensor la proximidad entre los dos hace que nos sintamos un poco nerviosos, nos miramos a los ojos y nos reímos, creo que los dos pensamos en que esta puede ser una gran noche que suponga un cambio en la relación que hasta ahora hemos mantenido.
Ya en mi casa le invito a pasar y me ofrezco a colocar en el tendedero su toalla y bikini para que se vaya secando. Andrea me dice que ella lo colocará todo mientras yo preparo la cena. Cuando se inclina sobre la ventana para colocar la ropa la falda se pega a su cuerpo y compruebo que lleva una braga tanga de las que por la parte trasera sólo llevan un hilo que en ese momento se adivina entre los cachetes de su culo. Con esa vista ante mí pienso que ese cuerpo puede ser catado por mí esa noche, debe serlo pues de lo contrario voy a explotar.
Mientras termino de preparar la cena ella llama a sus padres y cuando regresa me comenta que no hay ningún problema, que todo está bien. Yo sospecho que no ha dicho nada a mis tíos de que está en mi casa. Ya durante la cena empezamos a charlar.
-"¿Sueles ver muchas películas de estas, Andrea?" -"De vez en cuando cojo alguna y alguna vez he visto alguna con unas amigas." -"¿Tienes algún tipo de peli favorita?" -"En general me gustan todas esas, lo único que me da un poco de repelús son las de zoofilia. Pero en cuanto a escenas tanto me gustan las lésbicas como hetero."
En mi fuero interno pienso que las reuniones con sus amigas para ver este tipo de películas deben acabar en unas orgías en las que daría gusto estar aunque sólo fuera de espectador, por supuesto no digo nada al respecto.
Una vez terminada la cena preparo un par de gin tonics bien cargados para ver la peli y nos acodamos cada uno en un lado del sofá con las piernas encima. Ya con los anuncios de otras películas disponibles se empieza a caldear el ambiente y nuestras piernas se mueven intentando ocultar la excitación, nos miramos y sonreímos. La película muestra a dos primos que empiezan a jugar a una especie de juego de prendas en el que se van quedando desnudos a la vez que se ve cómo van excitándose y empiezan a montárselo con un 69 explosivo. Intento romper el hielo de la situación:
-"¡Vaya rasurada que tiene la chica!" -"Desde luego, eso es muy cómodo", contesta Andrea. -"Sobre todo para quien tenga la suerte de poder comerse uno así", apunto.
Andrea se queda en silencio con una cara que indica que ella también lo tiene así, mientras me mira se sonríe pícaramente y vuelve a mirar a la película en la que los primos han iniciado una penetración vaginal.
Yo no quiero dejar más de cerca", me incorporo del sofá y me planto de pie junto a ella. Le empiezo a desabrochar los botones de su blusa y ante mí surgen sus tetas con los pezones mirándome amenazantes.
-"¿Puedo comprobar lo dura que se te ha puesto?" me pregunta sabiendo de antemano la respuesta.
-"Es toda tuya"
Mientras ella me la soba a conciencia iniciando una suave masturbación que alterna con toqueteos a mis testículos yo me agacho y comienzo a besarle las tetas. Después de rodearlas bien con mi lengua me introduzco un pezón en la boca y lo comienzo a mordisquear y succionar. Nuestros jadeos ya superan a los de los actores de la película y yo tengo que hacer esfuerzos sobrehumanos para controlar mi eyaculación.
Continuo bajando con mis lamidas hasta llegar al borde de su braguita que debido a su reducido tamaño y finura ya está totalmente empapada. Desde mi posición me llega el aroma de sus flujos que me invitan a deleitar su sabor. Comienzo a quitarle las bragas y sin dejar de meneármela me ayuda levantando sus piernas, cuando ya están fuera se abre todo lo que puede de piernas y eleva un poco el culo obsequiándome con la visión de su coñito y agujero del culo totalmente depilados y humedecidos.
No pudiendo aguantar más acerco mi cara a su entrepierna y comienzo a lamerle el pubis, mientras tanto ella gira su rostro y se encuentra frente a mi coloreado glande, como si fuera un helado lo rodea con sus labios y con la lengua va golpeteando sobre su punta. Mi lengua desciende y comienza a dibujar el contorno de sus labios vaginales intentando atrapar todos sus fluidos, luego paso a los labios menores y la voy metiendo poco a poco en su vagina mientras mis dedos ayudan a abrirla todavía más y van excitando su ano.
Cuando quiero darme cuenta toda mi polla está en su boca y con sus manos la acaricia junto con mis testículos. Siento que el semen empieza a subir desde mis testículos y entonces me afano en mi labor y atrapo su clítoris con mis labios dándole rápidas lengüetadas mientras mi dedo índice consigue introducirse en su ano.
Cuando nota que mi eyaculación es inminente acelera el movimiento de su mano y mantiene mi glande en su boca recibiendo mi descarga sobre su lengua, la engulle como si fuera el mejor de los manjares y se relame chupeteando los restos que han quedado en mi polla. Para evitar chillar de placer cambio de posición mi dedo índice por mi lengua que ahora se aloja en su ano y mi mano se dedica a estimular su clítoris, en unos segundos se retuerce de placer y con sus piernas atrapa mi cabeza para que no me retire y pueda saborear sus jugos.
Rendidos después del esfuerzo nos tumbamos abrazados juntando nuestros cuerpos y nos besamos apasionadamente entremezclando nuestras lenguas en un intercambio de saliva y sabor a sexo. En ese momento sobran las palabras, lo que ambos hemos estado deseando durante años se ha hecho realidad y ha sido mejor de lo imaginado en nuestras fantasías.
Desvío mi vista hacia el televisor y veo una escena en la película en la que mientras una de las chicas le lame el coño a su hermana, la otra le hace una felación a su primo. Esto hace que mi verga empiece a recuperar cuerpo mientras yo me dedico a besar el cuello y lóbulo de la oreja de mi prima, ella al notar de nuevo la presión de mi polla en su abdomen se dedica a acariciarla en toda su longitud. Mis besos y chupeteos se centran ahora en sus pechos que reciben a mi lengua con un endurecimiento brutal, rodeo un pezón con mi lengua y con mi mano froto el otro pezón entre mis dedos. Sus manos se alternan a masturbar mi polla y su emergente clítoris.
Ya enzarzados en plena pasión nos posicionamos en un 69 idílico conmigo debajo. Mi lengua se vuelve loca entre saca, esta vez al unísono, estallamos en un orgasmo que nos une completamente. Tras sacarla de su cálido refugio, Andrea le dedica una mamada que recoge todos los restos de mi semen mezclados con sus propios flujos. Totalmente exhaustos nos morreamos con ansia mientras que parte de mi semen gotea por sus piernas. Le paso un kleenex para que se limpie y no dejar evidencias en el sofá.
Cuando pasados unos minutos recuperamos la vitalidad nos miramos a los ojos y sonriendo nos abrazamos en un beso que lleva nuestras lenguas hasta saborear la boca del otro. En el televisor sólo unas rayas intermitentes indican que la película ha llegado a su fin sin enterarnos de prácticamente nada de lo que en ella ha ocurrido.
Recuperada la cordura recuerdo que he derramado mi semen en su interior sin ninguna protección pero Andrea me tranquiliza diciendo que ella siempre toma las correspondientes medidas de precaución. Sin vestirnos, preparamos otras dos copas y nos tumbamos en el sofá para descansar tras la batalla; ambos coincidimos en que de haber ocurrido esta situación unos años antes posiblemente nuestras vidas habrían tomado un rumbo diferente, ni mejor ni peor, simplemente diferente y que este encuentro ha servido para sacar lo que realmente se ocultaba en nuestras fantasías sexuales. Tras tomarnos la copa decidimos darnos una ducha y llevarla hasta su casa.
Mientras nos duchamos y enjabonamos juntos no faltan las caricias y los besos. En un momento dado le pregunto algo que desde hace tiempo me ronda la cabeza: -"Oye Andrea, ¿has probado el sexo anal?" -"Si te refieres a si alguna vez me han penetrado la respuesta es no, pero si que me he introducido mis dedos y en una ocasión probé con un desodorante de stick bien lubricado y la sensación fue diferente pero muy placentera."
Como si mi polla tuviera oídos propios comienza a erguirse al escuchar sus palabras y situándome detrás de Andrea con una mano le acaricio un pecho y con la otra estimulo su clítoris. Ella recuesta su cabeza sobre mi hombro y nos besamos deseando más sexo. Vierto un poco de gel en mi mano y la froto por su ano y vagina, surtiendo el efecto deseado su orificio posterior aloja fácilmente mi dedo y la sensación es igual a la de meter un dedo en la boquilla de un globo, como si un anillo elástico te presionara el dedo. Intentando dilatar más muevo mi dedo en su interior y en poco tiempo logro introducir un segundo dedo. Andrea que ve venir lo próximo me ruega que continúe pero con delicadeza mientras se autoexcita la vagina.
Como la bañera no tiene anchura suficiente para que pueda abrir sus piernas se gira dejando dentro de la bañera sólo las piernas bien abiertas y se inclina hacia delante apoyando su cuerpo en el suelo del baño. Yo me coloco detrás de ella y aplicando gel a mi polla comienzo a empujar en su entrada posterior. El inicio de mi glande pasa si muchas dificultades pero en el punto de mayor grosor se entorpece el avance, con mis propias manos empujo cada cachete del culo hacia un lado mientras continuo empujando, de esa manera logro colocar todo mi glande dentro de ella.
Untando el resto de verga con gel y tras un respiro inicio la maniobra de mete y saca, lo que en un principio parecía un suplicio comienza a transformarse en una delicia para ambos, mi polla está totalmente aprisionada por sus músculos y ella no deja de acariciarse el clítoris e introducirse los dedos en la vagina. Después de un breve bamboleo me aferro a sus tetas y me derramo en su interior, cuando se ha reducido de tamaño la saco y le dedico un incendiario lengüeteo al coño de Andrea que sin poder evitar un chillo me inunda la boca y barbilla de sus jugos mezclados con jabón.
Terminamos de ducharnos y ambos reconocemos que el sexo anal tiene mente en nuestra próxima cita y una nueva calentura entre las piernas.
18 comentarios - Con mi prima
Idem 🤤 🤤 🤤 🤤 🤤
Sho tambien le tengo unas ganas a algunas primas. Es increible como me exitan!!!! 🤤 🤤 🤤 🤤 🤤 🤤 🤤 🤤 🤤 🤤 🤤 🤤 🤤