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Mi Psicólogo y su mundo (2da. Parte)

Una vez terminado el ritual de los masajes y las batas volvió a entrar en la habitación esa mujer.
-Buena señoritas, ahora cada una irá a una habitación distinta. No tengan miedo, están acá para brindar y recibir placer. Eso es todo lo que tienen que saber. Sean naturales, hagan todo lo que les pidan y dentro de unas horas nos encontramos en el salón general.
De a una fuimos saliendo acompañadas por la señora que nos había masajeado y vestido.
Fui una de las últimas. Me hicieron subir una escalera. Miré para todos lados, la casa en donde estábamos daba la impresión de ser muy grande y de alguien con mucho dinero.
Caminé por una galería en el primer piso de la casa, hasta que me hicieron ingresar en una habitación.
Estaba sola.
El cuarto estaba finamente alfombrado, tenía un sofá, dos sillones de cuero y una mesa ratona. Eso era todo.
Me senté, creo que a esperar.
Quince minutos duró mi espera hasta que ingresaron tres personas.
Un señor de unos 65 años vestido prolijamente de smoking junto a una señora muy elegante de unos 60 años con un vestido de noche negro hermoso y junto a ellos un muchacho de unos 35/40 años de smoking también. El señor y la señora parecián un matrimonio y él más joven el hijo.
Me saludaron muy cordialmente.
Ella era muy linda mujer, aparentaba diez años menos, alta, delgada, aun rubia con el pelo corto peinado hacia atrás.
La mujer se acercó hacia mi y me sacó la bata. Acercó su cabeza y me besó. Su lengua se metió en mi boca delicadamente.
A todo esto los hombres tomaban champagne muy comodamente en el sofá.
-Desvestime despacio- me dijo ella
Obedecí.
Bajé el cierre de su vestido y cayó hasta sus pies.
Desabroché su corpiño y unas tetas pequeñas pero hermosas se mostraron turgentes.
Por último su tanga negra también saqué y descubrí su monte totalmente depilado.
-Acostate me dijo.
Asi lo hice y ella se acostó sobre mi. Comenzó a besarme por todos lados. Su lengua fue pasando por cada parte de mi cuerpo hasta que se detuvo en mi concha y comenzó a besarla y lamerla de una manera excepcional. Jugaba con mi clítoris fantásticamente.
Yo estaba caliente.
Se fue acomodando hasta quedar en posición de hacer un 69.
Comencé a chupar su concha. Ella mientras me hacía sexo oral jugaba con sus dedos en mi culo.
De a poco fui llegando al orgasmo. Acabé primero y mis jugos invadieron su cara y su boca.
Ella se salió de arriba mío y comenzó a gatear hasta su marido, se puso en cuatro hasta empezar a tantear la entrepierna de este.
Su concha quedó apuntando hacia mí mientras ella empezaba a llevarse a la boca la pija de su marido.
La chupé hasta hacerla acabar. Ella gimió, pero sin dejar de chupar. La única vez que se la sacó de la boca fue para decir
-ahora a mi hijo.
Me acerqué hasta el más joven de los hombres y saqué su pito del pantalón. Era un aparato lindo, no excesivamente grande pero si lo suficiente. Empecé a chuparlo. Él me agarró de la cabeza y la empujó hasta la base. Me ahogué, pero seguí.
Mientras yo chupaba al hijo, la madre se montaba sobre su marido y comenzaba a cabalgarlo.
El hijo se iba desvistiendo mientras yo comenzaba a tragarme su primera acabada. El semen caliente entró en mi garganta en tres chorros intensos y espesos.
Saqué mi boca para tomar aire y él aprovechó para terminar de desvestirse.
La señora gemía al compás de la montada que le hacía a su marido hasta que se paró en seco, las sienes de él comenzaron a latir y un bufido casi seco salió de su boca. Ella se puso de pie y el semen de su esposo empezó a correr por sus piernas. Se acercó hasta mi y comenzó a besarme de nuevo. Me tocó por todos lados, sus dedos comenzaron a perderse dentro mío, estaba en éxtasis.
-Ahora hacé que mi marido vuelva a pararla.
Me agaché y me metí en la boca la verga del señor. No era ni grande ni chica, standard. Nada que ver con la de su hijo. Realmente costó pararla, recordemos que era una persona de casi 65 años, pero lo logré. Me puse de pié para subirme encima de él y tal fue la sorpresa cuando vi a la señora tragándose la pija del más joven, chupaba como desesperada.
Yo me subí arriba del señor y empecé a cabalgar. De repente la lengua de la señora empezó a jugar con mi culo y las bolas de su marido, su saliva caliente me excitaba mucho, de pronto y en un embate certero y doloroso el “nene” me la puso toda en el culo, creo que de primera entró todo hasta las bolas. Grité, más por la sorpresa que por el dolor.
El padre se movía y con su movimiento ayudaba al hijo para que me la mandara cada vez más adentro. Para esto la señora desnuda tirada en el suelo se masturbaba y gemía mientras miraba nuestra escena.
Cuando padre e hijo estaban a punto de acabar ella se arrodilló delante nuestro y ordenó con tono moderado pero firme
-a ella no, a mi
Ambos me sacaron de encima y se pararon a ambos lados de ella que abrió su boca y comenzó a tragar mientras ellos descargaban su leche.
Llenaron su boca en un instante y volvieron a recostarse en el sofá.
Ella se acercó hasta mi, me tomó del pelo y tiró mi cabeza hacia atrás. Puso su boca sobre la mía y me dio toda la leche que acaba de recibir de sus hombres, detrás su lengua y un largo beso.
Terminado esto se vistieron y cordialmente me saludaron y se fueron.
Quedé recostada en el sofá, no sabía lo que vendría.
A los diez minutos apareció la rubia del auto y me pidió que la siguiera. Bajamos las escaleras y desembocamos en el salón más grande que vi en toda mi vida. Era una especie de living inmenso. Finamente adornado, con toques de estilo y elegancia por todos lados. El ambiente parecía de fiesta de la alta sociedad.
A las doce chicas nos reunieron en el medio del salón y ahí nos sacaron las batas dejándonos completamente desnudas. Estábamos ahí, a merced de los invitados.
En un momento como si estuviera determinado, estos se empezaron a venir sobre nosotros. A mi me tomó de la mano un señor de unos 50 años y me llevo con él hacia su grupo. En total eran 4, todos más o menos de la misma edad. Estábamos a un costado del salón, al lado de una hermosa biblioteca. Además de tener, creo, la misma edad también eran muy similares entre ellos, salvo uno, no era alto ni delgado como los otros, era de raza oriental, Chino?, Japonés?, no se, por lo tanto más petiso. Los cuatro de una pulcritud exquisita. Todo el ambiente que nos rodeaba era de un buen gusto tremendo. En este lugar sobraba plata.
Entre los cuatro me rodearon. Quede en el medio sin decir nada. Empezaron a tocarme. Sus manos tanteaban mis tetas, mis nalgas, mi pelo, mi concha. Yo dejaba hacer.
El que me había llevado hasta el grupo me tomó por la espalda y puso su mano en mi concha ya mojada. Me hicieron poner de rodillas y los cuatro sacaron sus pijas. De a una empecé a chuparlas mientras con mis manos los pajeaba. Ninguno de esos pitos me sorprendió, ninguno salía de lo común.
En un instante estaban todos erectos y cinco minutos después todas sus eyaculaciones me empezaron a empapar la cara.
Me tomé un respiro, mientras ellos se limpiaban.
Miré a mi alrededor y en ese salón se estaba llevando a cabo una orgía tremenda, como nunca había visto. Del otro lado, en un rincón lo pude ver a Silvio, estaba parado mientras una de las chicas junto a una mujer de las invitadas, que le hacían sexo oral.
Había de todo, tríos, cuartetos, a un chica la habían atado a una mesa y seis hombres hacían con ella todo lo que querían.
Todo pasaba en ese gran salón.
Mientras tanto mis “captores” ya se habían desnudado. Fueron hasta un gran cofre que había en el medio de la sala y sacaron un par de cosas. Con una especie de pañuelo negro me vendaron los ojos. También usaron unas esposas y me esposaron las manos por detrás de la espalda. Ya no sabía que pasaba o no. Empecé a sentir que introducían algo frío y duro en mi ano, segura que no era una pija, me dolía y mucho. Alguien me agarró del pelo y me empezó a coger la boca. También estrujaban mis tetas con fuerza, hijos de puta si supieran lo que me duelen las tetas habría que cagarlos a trompadas.
Me sacaron lo que tenía en el culo y volví a respirar. A la par el que estaba en mi boca empezó a eyacular, a propósito me agarró la nariz y me la tapo, no tuve otra que tragar el semen. Alguien me montó por detrás y me la puso en el culo, igualmente de a poco fui sintiendo como bastante leche caliente que me caía en la espalda, una especie de bukakke dorsal.
Parecía ser que los que me rodeaban ya no estaban. Solo quedaba el que me culeaba, lo hacía fuerte mientras me agarraba del pelo. A un ritmo preciso y veloz. Quince minutos estuvo dentro de mi culo hasta que acabó, sentí su leche espesa y caliente dentro mío. Ni bien terminó se acercó a mi oido y me dijo.
-¿encontraste la respuesta?.
Sonó una especie de Gong y la habitación se vació.
La rubia del auto junto a las mujeres de los masajes. Empezaron a destrabar esposas, sacar vendas y mordazas mientras nos ayudaban a incorprarnos.
Ahí estábamos las doce. Desnudas, teníamos semen por todos lados, marcadas por las ataduras y las vendas, despeinadas y agitadas. Nos miramos todas en silencio.
Nos condujeron hasta la parte de atrás de la casa en donde pudimos bañarnos y recomponernos.
Una vez listas nos dieron un sobre a cada una con dinero, una buena cantidad debo asegurarles.
En el mismo auto que me trajeron, me dejaron en la misma esquina en que me levantaron.
Antes de bajarme la rubia me volvió a besar y me dijo.
-Te volvemos a llamar la próxima?
Lo dudé poco y nada
-Si- dije y le devolví el beso.
Ahí estaba la respuesta.
Con Silvio seguí mis sesiones un tiempo como si nunca nada hubiera pasado.

Fin

6 comentarios - Mi Psicólogo y su mundo (2da. Parte)

pabloalmagro
Me voy a dormir, estoy para recontra atras! Luego paso, los leo y comento, salud!

Mi Psicólogo y su mundo (2da. Parte)
Roswelito
Suena muy trucho. No es nada creible. El relato es demasiado ligth para describir una vivencia tan fuerte. SORRY PERO NO TE CREO. 😉
pabloalmagro
Excelente fionna! Espero mas, de a poco voy a ir leyendo tus cuentos. Este al menos esta muy bueno, utilizas el estilo de algunos escritores modernos, de frases cortas y contundentes, sin ahondar en descripciones intrascendentes onda Garcia Marquez.
Me gusto! Y pido disculpas por haber tardado tanto en leerte 😬
Ojala vos pases por mis cuentos y me digas sinceramente que opinas! Beso!

Culo
maguito
que hermosuraaaa de relato nenaaaaaaa!!!que puta que sos