Estas son una historias reales.
Soy profesor y a pesar de que mis compañeras no todas top model, hay algunas que sacan chispas por distintas razones.
Caso 1. Nos reunimos para tomar un café un grupo de profesores y ahí está Susana, (nombre no real), al despedirnos nos saludamos y le susurro a donde quería el beso, ella lo desea en cualquier lado, sin que se den cuenta los otros profes, le parto la boca. De ahí en adelante comienza una historia corta pero muy intensa. Días seguidos apretábamos en todos los rincones de la escuela, hasta que un día me la llevo al laboratorio cierro con llave y me comienza a chupar con toda la lujuria habida y por ahber, le acabo en la boca y se traga la leche. Este suceso se repite una y otra vez con distintas variantes, lo problemático es que siempre le tenía que tapar la boca, gritaba como una marrana. Pero terminó se casó al mes y me dejó con la calentura.
Caso 2. Pelusa, me manda indirectas permanentemente, hasta que un día tomando algo en Boedo me encara directamente y me invita al telo, este es el comienzo de una relación furiosa, cada encuentro nos sacábamos lo mejor de cada uno, nuestra diferencia de tamaño corporal era una bendición, mil y una posiciones practicamos sus orgasmos eran interminables, sus gritos competían y ganaban con los gritos de las habitaciones linderas del telo, cuando le chupaba la concha se revolcaba casi perdía la conciencia, había que esperar algunos minutos para que regresara de sus infinitos orgasmos. Hacer la cola era su preferida, nunca vi una mina acabando tanto solamente por el sexo anal, toda una máquina de sexo. Lástima que el destino nos separó.
Soy profesor y a pesar de que mis compañeras no todas top model, hay algunas que sacan chispas por distintas razones.
Caso 1. Nos reunimos para tomar un café un grupo de profesores y ahí está Susana, (nombre no real), al despedirnos nos saludamos y le susurro a donde quería el beso, ella lo desea en cualquier lado, sin que se den cuenta los otros profes, le parto la boca. De ahí en adelante comienza una historia corta pero muy intensa. Días seguidos apretábamos en todos los rincones de la escuela, hasta que un día me la llevo al laboratorio cierro con llave y me comienza a chupar con toda la lujuria habida y por ahber, le acabo en la boca y se traga la leche. Este suceso se repite una y otra vez con distintas variantes, lo problemático es que siempre le tenía que tapar la boca, gritaba como una marrana. Pero terminó se casó al mes y me dejó con la calentura.
Caso 2. Pelusa, me manda indirectas permanentemente, hasta que un día tomando algo en Boedo me encara directamente y me invita al telo, este es el comienzo de una relación furiosa, cada encuentro nos sacábamos lo mejor de cada uno, nuestra diferencia de tamaño corporal era una bendición, mil y una posiciones practicamos sus orgasmos eran interminables, sus gritos competían y ganaban con los gritos de las habitaciones linderas del telo, cuando le chupaba la concha se revolcaba casi perdía la conciencia, había que esperar algunos minutos para que regresara de sus infinitos orgasmos. Hacer la cola era su preferida, nunca vi una mina acabando tanto solamente por el sexo anal, toda una máquina de sexo. Lástima que el destino nos separó.
2 comentarios - Mis aventuras de profe
buena historia
Salu2