Negocio Redondo.

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Enterate cuánto ganan las actrices y modelos por posar desnudas

en la tapa de Playboy
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Las cifras son abultadas pero en la mayoría de los casos las famosas declaran una cifra mucho mayor.
Otras lo hacen gratis.


Casi todas las famosas mueren por posar para la versión argentina de la afamada y legendaria revista Playboy. Es que además de ganar dinero por un par de fotos, reciben otros réditos.

De acuerdo a lo publicado por la revista Veintitres, las que se animan al destape embolsan $5 mil en el peor de los casos y $20 mil cuando tienen un perfil artístico alto y negociador. De todos modos, las divas suelen declarar por televisión cifras mucho mayores.

La tapa del reciente número que salió a la venta lleva en su portada la imagen de la mediática Nazarena Vélez. La vedette cobró $15 mil por la producción fotográfica.






Nicole Neumann logró el mejor arreglo económico, $20 mil. Anabel Cherubito también está entre las que más cobraron con $20 mil, más la conducción de un evento. Pero como ser chica de tapa de Playboy también conlleva otros beneficios están las que se sacan la ropa gratis. Ese es el caso de la ex Gran Hermano Griselda Sánchez.

Lo cierto es que la repercusión mediática que tiene posar para la revista es suficiente ganancia en ciertos casos. La etiqueta “ex chica Playboy” ya es bastante redituable.

Por ejemplo, antes de que llegara a los kioscos, Nazarena logró que ya se hablara de sus desnudos, poses y osadías. La producción fotográfica le dio la excusa perfecta para arrancar una nueva gira por móviles, programas y notas para diarios y revistas. Gracias a la tapa de Playboy, la vedette superó su propio record de aparición en pantalla: estuvo presente en alrededor de 223 emisiones, distribuidas en 18 programas de la grilla de los cuatro canales de televisión abierta en lo que va del año. Se puede presumir que hasta tuvo más repercusión que la Presidenta de la Nación. Por todo eso hay cientos de aspirantes a famosas que imploran para que acepten su desnudez.

Pero si bien pueden no cobrar un peso para desnudarse, dificilmente pueden dejar a un lado los caprichos de diva. Los contratos de las famosas con la revista están llenos de cláusulas.

Por ejemplo, Dolores Fonzi aceptó sacarse la ropa si la dejaban atracarse de bocados de rolls, niguris y sashimis durante la sesión de fotos. O sea, mostrar las lolas a cambio de sushi libre.





Leticia Brédice propuso salir vestida de monja con una lola al aire pero se lo negaron. Luego, pidió que la producción se haga en el campo para que ningún curioso pudiera husmear y cuando fue a seleccionar las fotos descubrió que ninguna toma le gustaba.

Vélez pidió encarnar a una vampira en un cementerio, de noche, abrazada a una tumba. Sin embargo, el pedido fue denegado por la gente de la revista.

Lo que si es posible y se les permite en algunos casos es que elijan fotógrafo, peinador y maquillador.

Playboy se jacta de no seguir una línea para no caer en la obviedad y por eso salta de una Pamela David a una Leticia Brédice. Pero esto no siempre les sale bien.

La edición enero/febrero de 2006 que tuvo como protagonista a Brédice resultó poco exitosa en ventas. Romina Ricci marcó la peor cifra: vendió un 45% de la circulación. El record lo registró Ximena Capristo que agotó la tirada.




fuente: http://wws.sweb.uni.cc/2008/06/26/play-boy-un-negocio-redondo/