10 Razones por las que tu novia no entrega la cola

COOLO P'ARRIBA
DALE LA VUELTA
Diez razones por las que ellas te niegan la cola. Diez argumentos para refutar su posición y convencerlas de que entreguen ya.

Muchas mujeres se resisten a que sus parejas atraviesen el umbral de sus músculos más íntimos. Es que, durante siglos, el sexo anal tuvo mala prensa. Empezando por el nombre que le da el diccionario: sodomía. La sola mención de la bíblica palabra aún nos condena, como una pecaminosa catapulta, a la época en que Dios se ocupaba personalmente de castigar a los desenfrenados sexuales como nosotros. Durante la Inquisición, los rectos (y no precisamente los que nos interesan en esta nota) rumoreaban que los pactos con el demonio, un ser repugnante de intenciones fogosas, se sellaban con un beso negro o un coito anal.
Es verdad que en la vereda de enfrente siempre hubo librepensadores (desde el Marqués de Sade hasta Bertolucci) que se animaron a escandalizar el medioambiente con su defensa de los múltiples orificios como fuente de placer. Nosotros pertenecemos a éstos, seguros de que siempre hay una manera de darle la vuelta.



1 ME VA A ROMPER. Uno de los temores femeninos clásicos para el no, que se reafirma con frases populares del estilo “te voy romper el c….”.
Dale la vuelta: a no ser que la relación anal sea violenta o se introduzca a la fuerza un miembro u objeto de tamaño exagerado, no hay posibilidad de desgarros ni de heridas. Si hay dolor, lo más recomendable para la salud física y sexual es interrumpir el coito. La presencia de sangre es un indicador de que algo no se está haciendo como corresponde. Si apareciera un hilito rojo, puede ser normal. Pero, si persiste más de dos días, hay que ir al médico.
El secreto: tratá a la colita con pasión, pero también con cariño y paciencia. Como dice el hit: “sé delicado y esperá, dame tiempo para darte… todo lo que tengo”…

2 ASI NO GOZO. Para los varones, los juegos anales son una fuente de placer potenciado, ya que estimulan el famoso punto H! Por si fuera poco, el extremo inferior del pene o “bulbo” está cerca del orificio anal y es estimulado indirectamente por la mayoría de tipos de prácticas anales. Pero claro, esto con las chicas no pasa.
Dale la vuelta: A metérselo en la cabeza: el encargado del orgasmo femenino es el clítoris. Por lo tanto, buscar un orgasmo anal crea presiones e interrumpe el placer. Es cierto que las fantasías estimulan internamente todos los órganos, y el sólo hecho de estar siendo penetrada analmente puede causar que la mujer acabe, pero dejar el final de fiesta librado a las fantasías no es muy recomendable. Sobre todo, teniendo a mano el botoncito mágico .
Ida y vuelta: Muchas parejas heterosexuales utilizan la práctica de introducirse mutuamente los dedos en el ano, en forma suave y con uñas cortas: esto puede resultar excitante ya que es una importante zona erógena, y no es "algo de homosexuales" .

3 TENGO MIEDO. El tercer agujero es un tesoro a conquistar, un territorio de acceso restringido cuyas llaves duermen anestesiadas por los prejuicios y la desinformación, a la espera del beso negro que las despierte para abrir la puerta trasera a los juegos del sexo.
Dale la vuelta: Sin embargo, muchos hombres se resisten a lamer el codiciado agujero como una práctica habitual, mientras que a las mujeres les encanta. El beso negro es a la vez el punto de partida y la preparación previa, junto a la estimulación manual.
La lengua es el instrumento ideal para el acercamiento, porque al ser suave y flexible acaricia y calienta sin posibilidad de lastimar y prepara el canal para incursiones más rígidas.

4 ES CONTRA NATURA. La culpa la tiene Freud que, en vez de cerrar el frunce, abrió la boca, y calificó al sexo anal como cosa de pervertidos. Según sus teorías, mientras que para los niños está todo bien con andar metiéndose el dedito, de grandes tendríamos que madurar y tener orgasmos sólo como dios y el psicoanálisis mandan.
Dale la vuelta: ¿Anti natural para quién? Arqueólogos de todo el mundo aún hoy desenpolvan esculturas más antiguas que la civilización, que muestran hombres y mujeres fornicando con todo lo que encuentran.

5 ME DA ASCO. El miedo a hacerse caca, o de mancharse, cohíbe la entrega anal, porque para que el canal interno se abra, el movimiento adecuado simula el de ir de cuerpo.
Dale la vuelta: Pero en las estadísticas se puede apreciar que hacerse caca no es algo que ocurre con frecuencia, sino que es raro, ocasional, no tiene consecuencias físicas y, lo más importante, se puede prevenir. Para garantizar un ambiente interno higiénico, el retozo sexual puede empezar en la ducha, jugando al palo o dedo enjabonado, pero con jabón bactericida. Además es fundamental tu actitud ante la caca. Si vos ponés cara de asco la acomplejás y no te lo entrega más.
Perfumito: Otra buena, es tener a mano toalitas húmedas de esas que usan para limpiarle la colita a los bebés. Traducen al instante malos olores en perfume a flores.

6 ES DE PUTA. La eterna y conflictiva división entre las chicas buenas y malas, que tanto asusta a los sensibles corazones femeninos, sólo puede derivar en parejas estables aburridas.
Dale la vuelta: ponele vos la carga positiva a la palabra “puta”. ¿Qué más puede querer una mujer que cubrir las expectativas por las que su hombre sería capaz de pagar? Pedile que sea tu puta exclusiva, y que te lo demuestre entregando. El juego guarro es capaz de derretir morales oxidadas y abrir los orificios más estrechos.
El toque final: después de que ella entregue, ponete romántico. Las víctimas del dilema “chica buena- chica mala” requieren una dosis extra de seguridad al abrirse a los deseos de su hombre.

7 SE ME IRRITA. Como en todos los accesos importantes, en el aro de entrada al laberinto rectal debería colgar un cartel de neón anunciando en el derecho de admisión y permanencia: “ENTRAR CON LUBRICANTE”.
Dale la vuelta: Los deslizantes más recomendados son los hidrosolubles de alta densidad que, a diferencia de los aceites, no degradan el látex del preservativo.
Eso no: Los lubricantes anti hemorroidales, que contienen anestesia, no se recomiendan, por dos motivos. El primero y principal es que para gozar de las delicias anales hay que estar con las terminaciones nerviosas despiertas y a flor de piel. El segundo es que, si los músculos están anestesiados, la entrada puede ser forzada o anestesiada sin percibirlo.

8 DUELE MUCHO. Las encuestas abruman: en el 75% de las negativas a entregar el tesorito, ésta es la respuesta automática. Una afirmación difícil de contradecir, porque el dolor es real. Y actúa inclusive antes de aparecer en escena, porque el hecho de temer al dolor produce una contracción que tensa los músculos del ano, inhibiendo cualquier posibilidad de penetración, ni siquiera de juego.
Dale la vuelta: si ésta es la resistencia de tu media naranja, andá de a poco. Es una cuestión de respeto… y de estrategia: concentrate completamente en brindarle éxtasis. Empezá por humedecer el capullo con tu lengua y acaricialo con diferentes intensidades (roces, palmaditas, presiones con las yemas de los dedos), hasta llevar la calentura a punto “dame más”.
A favor del si: cuando llegue el momento, entrá de a poco, después de mucho juego erótico, y proponele a tu pareja una posición en la que ella pueda decidir cuánto deja entrar y con qué ritmo. Te recomendamos dos.
el “aterrizaje feliz”: el hombre acostado boca arriba, y ella sentada, de manera que pueda introducir al visitante en la cueva a su manera, y ubicarse en la inclinación que favorezca el confort. Una alternativa más hot es que ella se coloque mirando tus pies, mientras ofrece un agradable espectá-culo.
cucharita: Si bien no favorece el contacto visual, se logra una penetración ideal para rectos sensibles. Una regla de oro: al entrar, conducí a tu amigo por el caminito rectal en dirección al ombligo.

9 TE HACES ENCIMA. Existe la creencia entre muchas mujeres, de que el sexo anal termina por dilatar sobremanera los músculos de los esfínteres al punto de no poder retener.
Dale la vuelta: no sólo los músculos anales no se aflojan con la práctica sexual, sino que ésta los fortalece y ganan en salud y alegría. Para entrenar en el club de las colas felices, el único requisito es hacerse amigo del túnel trasero del amor, y usar las herramientas más apropiadas para favorecer el stretching: la información y la mano.
El momento ideal para practicar la apertura y continencia simultáneas es el de la ducha, porque ante cualquier derrame hay agua y rejilla cerca, y aquí no ha pasado nada. La mejor manera es insertar con regularidad un dedo, siempre con el lubricante a mano. Una vez allí se trata -más que de intentar relajar la musculatura- de llevar la atención a la zona interna del recto, observando cómo se afloja espontáneamente en respuesta a la actitud de exploración.
Para tener en cuenta: una dieta liviana, rica en fibras, favorece la regularidad intestinal. Mantenerla al menos desde un día antes, pensando en el exquisito postre de las delicias anales como recompensa, puede ser una buena zanahoria para evitar tentaciones flatulentas o constipadoras. Quedá como un galán y encargate de preparar la comida.

10 ASI ME REBAJO. El sentimiento de humillación sexual en las mujeres está relacionada con la historia erótica de la humanidad. Durante siglos, hombres y mujeres se perdieron la excitante experiencia del placer mutuo, que fue reemplazada por la (in) satisfacción instantánea de la mitad masculina del planeta. En muchos casos, las mujeres padecieron violencia como algo normal y establecido, y el sexo anal implicó un mayor nivel de dominación, por practicarse sin importar los juegos previos ni el dolor físico. Pero suponemos que, si estás leyendo HOMBRE, es porque tenés ganas de gozarla a pleno con tu amante, y eso involucra sí o sí divertirse de a dos.
Dale la vuelta: Entregá vos primero, mostrale en carne propia que tener el redondo lleno es un motivo de orgullo. De paso, la vas a pasar bomba con tu punto H.
Posicion favorable: pedile que sea ella la que esté a cargo del encuentro. Al menos hasta que se relaje, no le propongas la postura del perrito. Dejala que te guíe como a ella le gusta.


Asesoramiento: Lic. Clara Abate, Sexóloga.
Fuentes: Anal Pleasure & Health: A guide for men and women, Jack Morin, PhD.
El Big Bang, La guía de nuevo universo sexual.




POR MARCELA OSA / FOTOS: DIEGO GONZALEZ / PRODUCCION: MARIA GÜIRALDES


Fuente: Revista Hombre


PD: Carlitos espero que te sirva para el finde a solas con tu jermu..Je Je