Buenos vecinos
La verdad es que en cuestiones de sexo soy más bien puritana... o mejor dicho, era; porque lo que voy a contar acabó con todos mis tabúes, complejos o pudor. Hace poco se mudaron al departamento vecino al mío, dos hombres espectaculares, uno mayor pero muy interesante, que acaba de enviudar y otro más joven, que resultó ser el hijo. El caso es que, como buena vecina que me gusta ser, un domingo por la mañana, después de servir desayuno a mi esposo e hijo, fui a darles la bienvenida y a ponerme a la orden para alguna necesidad. Pues la necesidad surgió al instante al abrirme la puerta el hijo, con el torso desnudo y sólo un boxer que tapaba un pene desproporcionadamente grande. Yo iba con una batita ligera de las que uso para estar en casa. Al ver aquel chico, sentí como mis pezones se erigieron pidiendo guerra. No hizo falta más que una sonrisa. El chico me invitó a pasar y me ofreció café, que acepté encantada. Pero, al verlo moverse en la cocina, yo sentí como me mojaba por la excitación cada vez mayor. Estaba sonrojada, pues nunca me había pasado algo así. Enseguida se volvió con el café y, claro, con una mirada se dio cuenta de mi estado. Puso el café a un lado y elogió mi figura. Como no puse resistencia, pasó sus manos por mis tetas, erguidas e hinchadas y de una vez tocó mi cuquita, mojada a más no poder. Me pegó de la pared y pude sentir su enorme miembro duro, erecto... No pude más. Este chico lo sacó del boxer y allí, de pie me lo introdujo de una vez. Solo pude gritar de gusto. Lo besé, lo empujé y me lo metí todo a la boca. Luego, me llevó al sofá del recibidor y me chupó, lamió, casi se come mi cuquita, mientras yo veía las estrellas. Nuestros gemidos, despertaron al papá que nos sorprendió en pleno éxtasis y, claro, inmediatamente se nos unió. Mientras el hijo me daba la mamada del siglo, el papá empezó a chupar mis tetas, como si fueran su desayuno. Enseguida se quitó su pijama y me embistió con otro pene, digno de elogios. Entraba y salía, mientras el hijo me besaba y jugaba con mis tetas. Fuimos a la cama. El papá abajo me cogió por la vagina y el hijo arriba sin compasión me cogió por el culo. Yo tuve orgasmos múltiples pero no quería que acabara aquel éxtasis. Pero acabó. El papá terminó dentro de mí. El hijo sobre mi espalda. Sin saber que decir, me vestí y aturdida me fui a casa donde para mi sorpresa me esperaba mi esposo listo para un sexo espectacular, pues había mandado a mi hijo para la casa de un amiguito. Ahora gocé mucho más, pues puse a mi esposo a chuparme la cuquita, las tetas, le mamé el miembro y no hubo sitio por donde no me cogiera. Esto se llama un domingo sexual. Ahora, cuando estoy muy cachonda, solo tengo que ir por una tacita de azúcar al departamento de mis vecinos.
La verdad es que en cuestiones de sexo soy más bien puritana... o mejor dicho, era; porque lo que voy a contar acabó con todos mis tabúes, complejos o pudor. Hace poco se mudaron al departamento vecino al mío, dos hombres espectaculares, uno mayor pero muy interesante, que acaba de enviudar y otro más joven, que resultó ser el hijo. El caso es que, como buena vecina que me gusta ser, un domingo por la mañana, después de servir desayuno a mi esposo e hijo, fui a darles la bienvenida y a ponerme a la orden para alguna necesidad. Pues la necesidad surgió al instante al abrirme la puerta el hijo, con el torso desnudo y sólo un boxer que tapaba un pene desproporcionadamente grande. Yo iba con una batita ligera de las que uso para estar en casa. Al ver aquel chico, sentí como mis pezones se erigieron pidiendo guerra. No hizo falta más que una sonrisa. El chico me invitó a pasar y me ofreció café, que acepté encantada. Pero, al verlo moverse en la cocina, yo sentí como me mojaba por la excitación cada vez mayor. Estaba sonrojada, pues nunca me había pasado algo así. Enseguida se volvió con el café y, claro, con una mirada se dio cuenta de mi estado. Puso el café a un lado y elogió mi figura. Como no puse resistencia, pasó sus manos por mis tetas, erguidas e hinchadas y de una vez tocó mi cuquita, mojada a más no poder. Me pegó de la pared y pude sentir su enorme miembro duro, erecto... No pude más. Este chico lo sacó del boxer y allí, de pie me lo introdujo de una vez. Solo pude gritar de gusto. Lo besé, lo empujé y me lo metí todo a la boca. Luego, me llevó al sofá del recibidor y me chupó, lamió, casi se come mi cuquita, mientras yo veía las estrellas. Nuestros gemidos, despertaron al papá que nos sorprendió en pleno éxtasis y, claro, inmediatamente se nos unió. Mientras el hijo me daba la mamada del siglo, el papá empezó a chupar mis tetas, como si fueran su desayuno. Enseguida se quitó su pijama y me embistió con otro pene, digno de elogios. Entraba y salía, mientras el hijo me besaba y jugaba con mis tetas. Fuimos a la cama. El papá abajo me cogió por la vagina y el hijo arriba sin compasión me cogió por el culo. Yo tuve orgasmos múltiples pero no quería que acabara aquel éxtasis. Pero acabó. El papá terminó dentro de mí. El hijo sobre mi espalda. Sin saber que decir, me vestí y aturdida me fui a casa donde para mi sorpresa me esperaba mi esposo listo para un sexo espectacular, pues había mandado a mi hijo para la casa de un amiguito. Ahora gocé mucho más, pues puse a mi esposo a chuparme la cuquita, las tetas, le mamé el miembro y no hubo sitio por donde no me cogiera. Esto se llama un domingo sexual. Ahora, cuando estoy muy cachonda, solo tengo que ir por una tacita de azúcar al departamento de mis vecinos.
13 comentarios - relato erotico 7
va eh..
relato numero 7 y los otros no estan prque fueron borrados
Imaginacion sería si fuera real.
es por algo, no te parece?
Porque si te vas a postear los 1000000 relatos que hay por ahi, cagamos..
o decir..."la verdad...,fue mi cabeza la que pario esta cosa..."
algun otro moderador.. 😀
Entraba y salía, mientras el hijo me besaba y jugaba con mis tetas][/quote]
El que se calienta < o peor, el que escribe con tanta "imaginaciòn> con esto, tiene
serios probleamas, que calculo que se debe a una infancia n la cual su madre lo vestia
de mujercita y lo sentaba a tomar con las asmigas.
ojos. Si querés usar tu imaginación agarrá un libro de Cortázar, no esta basura de
literartura de tren.
relatos no van y en todo caso que ponga el link de donde los saca y el que quiere
leerlos los lee todos juntos y se acabo pero no nos tortura a todo el resto y no ocupa
espacio al pedo.
esto me parece lo mas democratico.
aparte, en todo caso, hay literatura erotica de calidad y no esta porqueria de cuarta.