EN ESE MOMENTO...
...en que tu padre, con gesto cómplice, te pregunta por la chica que te gusta, y vos no sabés cómo explicarle que la chica que te gusta es su mujer.
...ni que a menudo visitás su habitación en las noches, y también después de que él se marcha a su trabajo en las mañanas, para espiarla mientras duerme...
...ni que la última vez ella te ha pillado, y te ha preguntado con mirada pícara si necesitabas algo. Y vos, que ya la habías espiado esa misma noche, cuando todavía tu padre yacía junto a ella, y habías comprobado con decepción que ella dormía cubierta hasta la cabeza, casi te da un ataque al ver que en ese momento estaba totalmente destapada y sólo tenía puesta una tanga casi imperceptible...
En ese momento en que no sabés cómo decirle a tu padre cuánto te gusta la sonrisa de su esposa...
...ni que te encanta hablar con ella durante horas en su habitación cuando él no está...
En ese momento en que nada te gustaría más que volver a entrar al lugar de donde saliste...
En ese momento en que te das cuenta de que la misma tanga que a tu novia le cubre más de la mitad de las nalgas, a tu madre se le desaparecería entre sus enormes cachetes...
En ese momento es cuando comienza a hacer erupción ese edípico volcán...
...que explota totalmente rendido ante los encantos de la más hermosa de las hembras: tu madre.
¿Cómo decirle todo eso a tu padre?
Bueno... quizá mejor no decirle.
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CARTA A MI PADRE
Querido papá:
Espero que te encuentres bien. Sé que sería mucho más fácil y eficaz comunicarme contigo a través del mail, celular o videollamada, como hemos hecho en todo este tiempo; pero la simplicidad cotidiana del método destruiría la solemnidad con que pretendo contarte lo que ha ocurrido, así que he decidido escribirte esta carta.
No es que ya no me apene de que esta difícil situación de pandemia que estamos viviendo nos haya separado temporalmente, y la verdad es que tanto mamá como yo esperamos con ansias tu regreso, pero debo advertirte que algunas cosas han cambiado.
Todo comenzó durante este maldito confinamiento, más precisamente cuando mamá empezó a protestar que estaba subiendo de peso y su ropa le apretaba, y decidió despojarse de ella y andar con el culo al aire todo el día. "No te molesta, ¿verdad?", me dijo.
Obviamente le dije que no me molestaba, pero lo cierto es que lo que para ella pudo ser de lo más cómodo y liberador, para mí resultó una verdadera tortura. No es necesario que te lo diga... vos ya sabés que que a sus 45 años la muy hija de puta tiene un culazo descomunal.
A partir de ese momento, y durante todo este tiempo, no he hecho más que mirarle el orto día y noche, mordiéndome el labio en gesto de deseo contenido y disimulando mis continuas erecciones todo lo que me es posible. Y es que ella ahora lo hace todo en culo...
Confieso que ya no puedo ver a mi inocente madre, sólo veo un culo... mi madre se ha transformado en un culo, cada vez más gordo y apetitoso, que camina por toda la casa y despierta mis más salvajes deseos.
Podría decir que mi único momento de paz es cuando vamos de compras, en donde por lo menos la veo un rato vestida. Pero tanto se ha acostumbrado a andar con el ojete al aire y tanto le incomodan los pantalones, que cuando volvemos del súper, suele sacárselos antes que el tapaboca, incluso ha llegado a sacárselos en el jardín, mientras bajamos las bolsas del coche...
"No los aguanto", me dice, y vuelve a quedar ante mis ojos tan solo con una de sus habituales y diminutas tangas, las cuales, como te imaginarás, se pierden completamente entre sus suculentos cachetes (y es que a medida que le crecen las nalgas, las bombachitas que usa cada vez se le ven más pequeñas, UFF...)
"Mirá, estoy cada vez más gorda, no me entra nada, cuando vuelva tu padre no me va a reconocer", me dijo el otro día indignada, mientras se medía sus más de 110 cm de culo delante de mí. Te juro que tuve que tragar saliva...
Y quizá no te guste lo que te voy a contar, pero es mi deber hacerlo. Ayer de mañana me desperté re caliente, estaba a punto de explotar. Comparé mi verga con la botella que tengo en mi cuarto -esa que uso para saciar mi sed nocturna- y vi que las dos estaban igual de grandes y duras, la diferencia era que la botella estaba vacía y mi verga repleta de leche... y eso sin duda es gracias a tu querida esposa.
Tenía que evacuarla de inmediato, así que corrí rumbo al baño, pero al pasar por la sala la vi. La culona estaba agachada limpiando el mueble de la tv... en culo, como de costumbre...
Y ya no pude aguantar... Entonces ocurrió lo inevitable...
"¿Viste lo que te pasa por andar en culo, putita?", fuero mis últimas palabras antes de que ella corriera enojada a su habitación.
Al rato volvió, y mientras yo ensayaba un gesto de disculpa, ella me comunicó que a partir de ese momento las cosas iban a cambiar en casa. Y diría que los nuevos parámetros quedaron más que claros luego de una breve conversación.
Por la tarde hemos movido todas tus pertenencias a mi habitación, allí pernoctarás a partir de tu regreso. Yo ya mudé las mías a la habitación matrimonial y a partir de ahora voy a dormir con mamá.
Te envío, junto con la carta, una foto que le saqué a mamá ayer mismo, justo antes pasar mi primera noche en tu antigua cama.
Estaba hermosa la puta. Mirá lo que es ese culo, POR DIOS!. Supongo que te imaginarás que casi no dormimos en toda la noche...
Hoy temprano podría decirse que arrancamos con nuestra nueva vida de pareja... primero ella me dio mi desayuno...
Lavamos la ropa...
Y luego ella tomó la leche en la sala...
Varias veces...
Desde ayer anda por la casa completamente desnuda; pero no te preocupes, porque ya le he pedido que cuando retornes a casa vuelva a vestirse (tendrá que comprarse pantalones nuevos, ha probado y ya ninguno le sube las nalgas)...
...así evitaremos que te tientes con ese culazo que cada vez está más delicioso y que ya no te pertenece.
Saluda atentamente, tu hijo.
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VÉRTIGO
Yo le advertí a mi madre que no subiera, le dije que era peligroso, que mejor esperara a que llegara mi padre. Pero ella no me hizo caso y subió igual, mientras yo la observaba desde abajo...
"Jaja, viste que no me pasó nada?", me dijo cuando bajó.
Pero ella no había entendido a qué clase de peligro me refería. Ya dentro de la casa, se lo expliqué más claramente...
Más tarde vino a mi habitación. Aún se la veía desconcertada, no salía de su estupor, quería explicaciones sobre lo sucedido, así que se lo expliqué de nuevo...
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PROBLEMAS LUMBARES
Es verdad que mi madre fue la causante de mis problemas lumbares...
...pero también es verdad que ella me ayudó en forma abnegada con mis ejercicios de puente para fortalecer la zona y así poder recuperarme totalmente...
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LA DUCHA
Hoy entré al baño, como tantas otras veces, mientras mamá tomaba una ducha. Pocas cosas me gustan más que observarla enteramente desnuda y relamerme disfrutando de la visión de su imponente y mojado cuerpo de diosa.
Siempre lo hago sigilosamente, agachado o gateando. Siempre está latente la posibilidad de ser descubierto, tanto por ella como por mi padre, y eso me excita aún más.
Hoy estaba particularmente hermosa, desde abajo suele verse aún más exuberante.
Pero, producto de la calentura, me acerqué más de lo debido y ella advirtió mi presencia. "Estoy perdido", me dije.
Ella no hizo un escándalo, como yo hubiera imaginado; en lugar de eso, caminó hacia mí (yo seguía en cuatro patas, inmóvil) y al quedar a unos pocos centímetros, se dio vuelta y me invitó a entrar...
Y entré...
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CARA DE PARTO
La cara de tu madre cuando salías de su cuerpo...
Su cara cuando volviste a entrar...
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ESPÍRITU
El mismo día que murió mi padre, la lámpara de su habitación se encendió sola y comenzó a titilar de manera muy misteriosa. Lo hizo justo cuando yo estaba ahí, consolando a mi madre. Casualmente, pude captar el momento sobrenatural con la cámara de mi celular.
Desde ese día, la luz vuelve a encenderse en cada uno de nuestros actos de consolación. Hemos conjeturado que es mi padre que quiere comunicarse con nosotros.
No sabemos que querrá, ni tampoco cómo decirle que se presente en algún momento más oportuno, en el cual podamos prestarle atención.
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LA LLORONA
Pensándolo bien, es probable que al espíritu de mi padre le apene ver llorar a mamá, y es que desde que se quedó viuda no para de llorar. Yo siempre estoy ahí para consolarla, pero me temo que eso sólo empeora las cosas.
Llora cama por las mañanas...
Llora por las tardes...
Hasta la he visto llorar sobre el antiguo escritorio de papá...
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EXAMEN
Papá: ¿Tu madre te ayudó a estudiar para tu examen de lengua?
Yo: Sí, toda la tarde...
Papá: ¿Francés era, no?
Yo: Sí sí... francés... y otras lenguas también.
Papá: ¿Ah sí, cuáles?
Yo: Ehh... rusa... turca...
Papá: Ahh muy bien! ¿Y qué más?
Yo: El examen es escrito, pero mamá igual insistió en que practicara el oral...
Papá: Eso está perfecto, así vas mejor preparado.
Yo: Ehh, sí... supongo.
Papá: ¿También hicieron el análisis de algún texto?
Yo: Anális... eh, no, no llegamos, apenas si nos quedamos a la mitad de la primera palabra.
Papá: Muy bien, ¿mañana lo hacen de nuevo?
Yo: Obvio!
Al día siguiente...
Mamá: ¿Pronto para otra lección, bb?
Y sí... como se imaginarán, perdí el examen, pero como nunca me rindo, ya estoy esperando con ansias practicar con mamá para el próximo período.
Ah, sí, me olvidaba... también perdí el examen de Introducción a la moral.
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POSDATA
PD: Hoy por la tarde fuimos a la piscina, hace apenas un rato que volvimos. Sí, ya sé que no es recomendable dada la situación actual, pero tenía ganas de que mamá le mostrara el orto a todos los vecinos. Quería ver a los demás deseando lo que sólo yo puedo poseer.
Como buena putita, decidió darme el gusto. Así que se calzó su bikini más pequeño (el rosa, ¿te acordás?, ahora le queda como tanga) y se echó culo para arriba al borde de la piscina.
Disfruté mucho ver los ojos desorbitados de todo el barrio, especialmente los de los vecinos que habían ido con sus esposas. A ella le encantó mostrar el ojete, descubrió que le encanta calentar y saber que es capaz de parar más pijas que cualquier pendeja. Yo me calenté tanto que cuando volvimos le reventé el orto a pijazos.
Te voy a enviar la foto que le saqué a la culona en la piscina para que tengas bien presente que ahora toda esa carne es mía, y para que la uses, cuando estés de regreso, para pajearte fuerte cuando escuches los sonidos del amor entre madre e hijo desde tu nueva habitación.
Atte, tu amado hijo.
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