Mi número favorito es la 10... Que amanezcan la mujer del cornudo y el corneador en la cama matrimonial después de revolcarse toda la noche... El cornudo espiándolos por el ojo de la cerradura si es que puede y a mastrubarse si no tiene puesto el cinturón de castidad... Sino, conformarse con los ruidos que salen desde la habitación... Y, dormir en el piso o en el mejor de los casos en el sofá acurrucado...
Con el hermoso condimento de que ella se asome en un momento y diga "Cornudo! Me traes el lubricante que está en baño?" Para que en minutos el corneador se empiece a deleitar con el culo de ella.
Otra situación genial es directamente llegar del laburo y escuchar los gemidos.
Con el hermoso condimento de que ella se asome en un momento y diga "Cornudo! Me traes el lubricante que está en baño?" Para que en minutos el corneador se empiece a deleitar con el culo de ella. Otra situación genial es directamente llegar del laburo y escuchar los gemidos.
O...
Estándo en el trabajo, en una reunión importantísima que te manden fotos de la acción...
Y que no podés evitar de mirarlas disimuladamente y no poder concentrar en la junta y perdertela como si nunca has estado presente...
O... Estándo en el trabajo, en una reunión importantísima que te manden fotos de la acción... Y que no podés evitar de mirarlas disimuladamente y no poder concentrar en la junta y perdertela como si nunca has estado presente...
10 comentarios - Nuevas Tapas Revista Cuckold Argentina!
Que amanezcan la mujer del cornudo y el corneador en la cama matrimonial después de revolcarse toda la noche...
El cornudo espiándolos por el ojo de la cerradura si es que puede y a mastrubarse si no tiene puesto el cinturón de castidad...
Sino, conformarse con los ruidos que salen desde la habitación...
Y, dormir en el piso o en el mejor de los casos en el sofá acurrucado...
Otra situación genial es directamente llegar del laburo y escuchar los gemidos.
Estándo en el trabajo, en una reunión importantísima que te manden fotos de la acción...
Y que no podés evitar de mirarlas disimuladamente y no poder concentrar en la junta y perdertela como si nunca has estado presente...
Vivan los cuernos!