El pompoir o beso de Singapur es una práctica antigua que utilizaban las Geishas
El sexo está lleno de secretos y prácticas milenarias capaces de hacernos tener orgasmos muy intensos. Una de estas técnicas es el llamado “beso de Singapur”, mediante el cual la mujer logra una sensación de succión con la vagina, durante la penetración. ¡Aunque suena complicado, todo es cuestión de práctica!
A veces olvidamos todo el complejo entramado de músculos de conformar y rodean nuestra vagina. Si aprendemos a controlarlos, la penetración dejará de ser algo pasivo para la mujer, ya que podremos estimular el pene con los movimientos de nuestras paredes vaginales. Desde Pasionis te recomendamos que pruebes ejercitando tu musculatura pélvica para lograr orgasmos más intensos y un sexo más placentero.
Controlando las paredes de la vagina, la mujer logra un efecto de “succión”
Con beso de Singapur, también llamado “pompoir” y “kabazza”, se consigue controlar el músculo pubocoxígeo para crear un efecto de “succión”, similar al que hacemos durante una felación. Esta técnica se basa en contraer la vagina durante la penetración, mientras el miembro está dentro, aumentando así el estímulo tanto para el hombre como para la mujer.
Se dice que entre las mujeres más famosas que sabían hacer el beso de Singapur se encuentra Diane de Poitiers, la amante oficial del rey Francisco I y Enrique II de Francia. A parte de la dama francesa, lasGeishas también se entrenaban para lograr controlar la musculatura pélvica. ¡Hablamos de una técnica que tiene más de 3.000 años!
¿Cómo se hace el beso de Singapur?
Para lograr el beso de Singapur, la mayoría de mujeres ha de practicar durante un tiempo, sin embargo, algunas afortunadas son capaces de hacerlo de forma natural. Para conseguir hacer el famoso beso de Singapur debemos practicar regularmente los ejercicios de Kegel, que fortalecen la musculatura y nos ayuda a lograr el control que estamos buscando. A parte del placer que proporciona, ejercitar la musculatura y el suelo pélvico también tiene otros beneficios como, por ejemplo, prevenir la incontinencia urinaria o facilitar la recuperación tras un parto natural.
Según los expertos, la postura más recomendada para hacer el beso de Singapur es con el hombre tumbado, boca arriba, totalmente pasivo. La mujer, a horcajadas sobre él, es quien controla la situación. El efecto del pompoir es muy sutil, por lo que si queremos notarlo es importante que el pene quede quieto dentro de la vagina.
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