Conocida en el mundo entero, esta postura no deja de levantar pasiones y, sobretodo, curiosidad en aquellas personas que aún no han tenido el placer de probarlo. Pero, el hecho de que la otra persona esté tan “lejos”, hace que tu mente se llene de conversaciones internas que, por extrañas razones, nunca ven la luz. Es sabido por todos que una buena comunicación en el sexo te ahorra muchas charlas con tu yo interno. Algunas frases que se repiten mientras el 69 se hace con el protagonismo de la noche:
Qué raro es todo
Encontrar la postura adecuada que os permita estar mínimamente cómodos no se cosa de un segundo. Este tetris sexual suele contribuir a que el calentón no quiera saber nada y se vaya por donde ha venido. Pero, antes de eso, por vuestra mente, una vez colocada cara a cara con los genitales de la otra persona, solo puede pasar una frase: “qué raro es todo”. La perspectiva de ver las cosas cambia, tenemos que ser conscientes de ello.
¿No se supone que es a la vez?
Las cosas se complican y no debemos perder el norte. Aquí la función es dar y recibir placer pero, ¿a la vez no? Esa combinación suele terminar por anular nuestro cerebro y dejarlo en estado de placer nulo. Es pura matemática: +1(recibir placer) -1(dar placer) = 0 (ni siento ni padezco). Si pensabas que esta ciencia no te serviría nunca, aquí tienes la prueba de que te equivocabas.
Aviso urgente: me corro
Nunca antes fue tan importante vuestra comunicación en la cama. Razón básica: tienes un arma apuntándote en la cara que no tardará en disparar. Aunque la postura no sea la forma más cómoda para llegar al climax, este puede aparecer por sorpresa dejando a uno de los dos malherido. Un final que os hará replantearos un segundo asalto.
Si tú corres, yo corro
En una carrera de Fórmula 1 se lo toman con más tranquilidad que vosotros. Porque a uno de los se le haya vuelta loca la lengua y haya cogido complejo de ventilador, el otro no tiene por qué seguir sus movimientos aumentando la velocidad. Esto solo hará que parezca una carrera de fondo y estéis más pendientes de mantener el ritmo que de disfrutar.
¿Dónde meto las manos?
Ya lleváis un rato y las manos parecen no encontrar su sitio. Como un joven recién salido de la carrera. Existen varias opciones, la primera y más práctica es usarlas para no caerse. Parece obvio pero mucha gente obvia esta función y decide usarlas para palpar aquellas zonas erógenas que aún siguen accesibles.
¿Cómo se me ve tan de cerca?
Es normal que te hagas esta pregunta porque pocas veces has tenido a alguien tan cerca de tus zonas íntimas, y cuando hablamos de zonas íntimas el culo también está incluido. ¿Cómo se verá? La verdad es que bonito no tiene que ser, pero confiemos en que la oscuridad del momento no permita ver los detalles.
2 comentarios - Pon un 69 en tu vida
Definitivamente el sexo oral es lo que más me gusta, sin desmerecer el resto obviamente