Siempre practicamos la posición del misionero… Unos cuantos besos, cierta estimulación en el clítoris y penetración. Por lo general a las 9 de la noche cuando los niños están dormidos. Un tanto monótono y rutinario. Me gustaría pedir que probemos algo diferente, más emocionante y divertido. Sin embargo tengo miedo que se ofenda y nos sé cómo decirlo.”
Revelar información propia
Un manera de abordar temas difíciles podría ser revelando información propia. Si empiezas por ti, existe menos resistencia de la otra persona. La apertura de una persona requiere dar y recibir. Habla en primera persona. “A mí me gusta mucho sentirme protegida al hacer el amor”. “Me gusta sentir la adrenalina cuando vamos juntos al Sex Shop”
Investigaciones de sexólogos (Greene y Faulkner, 2005) revelan con claridad que el destape de los deseos y las necesidades sexuales se asocian de manera positiva con la obtención de satisfacción erótica en las relaciones íntimas. Los estudios también indican que cuando alguien habla sin tapujos de sus propios sentimientos su pareja está dispuesta a hacer lo mismo.
Hacer peticiones
¡No podemos leer la menta! Sin embargo, muchas parejas parecen pensar que su compañero sabe (tal vez por intuición) lo que ellas necesitan. ¡Sean claras y directas! “Mi amor, me excita mucho cuando estimulas mis pezones.” “No disfruto el sexo cuando no tenemos un preámbulo sexual para lubricarme”.
Esperar que la pareja sepa lo que queremos sin decírselo significa ponerle demasiado peso encima.
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