Este ejercicio implementa distintos tipos de caricias para incrementar y mantener vivo el deseo sexual. Fue propuesto por el reconocido sexólogo norteamericano Barry McCarthy y consiste en ir de menos a más, cambiando las velocidades desde la primera a la quinta. Vale la pena probar, ¿no les parece?
Primera
Con la ropa puesta, acaríciense y bésense como si fuesen adolescentes. Además de generar una conexión íntima, nos retrotrae a esa época donde no era tan fácil desvestirnos y hacer el amor. No teníamos tantas oportunidades. Hervíamos de ganas y teníamos que aguantarnos. De sólo recordar esa situación seguro que empiezan a entrar en calor. ¡Imaginate entonces si lo recreás en acción!
Segunda
Ahora nos permitimos sacarnos algo de ropa, pero no nos apresuremos. Sigamos besándonos y tocándonos de manera sensual, descubriendo de a poquito las diferentes parte de nuestros cuerpos.
Tercera
Aún semidesnudos comenzamos a alternar caricias genitales y no-genitales. Podemos hacerlo mientras nos apretujamos en el sillón, bailamos, nos pasamos el jabón en la ducha, o nos masajeamos con un aceite delicioso.
Cuarta
Es el toque erótico, pero seguimos dilatando la penetración o aquellas estimulaciones que directamente nos pueden llevar al orgasmo. Caricias, genitales, sexo oral, besos por todo el cuerpo, caricias sobre diversas zonas erógenas, y hasta algún que otro mordisco.
Quinta
Si fueron haciendo los cambios lentamente, cuando lleguen a la quinta estarán a punto caramelo. Ahora, si lo desean, pueden ir en búsqueda del orgasmo de la manera que más les guste, siempre manteniendo esa conexión romántica y sensual con la que comenzaron.
4 comentarios - ¡Poné quinta! Sexo en 5 velocidades