Tocaron timbre y se presento "Soy el nuevo vecino". 40 años aproximadamente, buena forma, canoso, ojos claros. Contó que era divorciado, con hijos pero que viviría solo.
Me gusto desde el primer momento que lo vi, yo con 18 años aun conservaba la virginidad, nunca había sido penetrada. Pero me dejaría hacer cualquier cosa por este increíble maduro.
Los días transcurrían normalmente excepto por las miradas acosadoras de mi vecino, la ventana de su habitación estaba justo enfrente de la mía y mas de una vez lo encontré espiando. No me resistía. Me desvestía con la cortina abierta y el hacia lo mismo. Nos mirábamos, y ninguno avanzaba.
en las mañanas estaba sola en casa y aunque el lo sabia, nunca se había acercado. Pero aquella mañana fue especial. Poco despues que mis padres se fueran a trabajar sono el timbre y al abrir la puerta confirme mis sospechas, era Mauro mi vecino.
- Hola Mauro!
- Hola More, que linda estas! Recien te levantas?
Solo tenia puesto una muscolosa blanca y un pantaloncito corto que usaba para dormir. Lo invite a pasar, y traje cafe. Luego de charlar animosamente unos minutos su mano comenzó a deslizarse sobre mi pierna, junto con su mano ascendía el calor.
Me sujetó por la cintura y me intentó besar, yo deseaba que lo hiciese pero me hice desear, yo le pedía que me soltase, el besaba mi mejilla, ya que mis movimientos le impedían llegar a mi boca, pero mi negación lo excitaba más, entonces me tomó con más fuerza y se me abalanzo sobre el sillon, quedamos ambos acostados, el sobre mi.
No podia, ni queria resistime mas, comenzo a besar mis tetas yo gemía constantemente, siguio besando mis senos redondos y grandes, los beso, los lamió, los acarició, mis pezones estaban erguidos por el placer, el los succionaba, los pellizcaba con sus labios, me los mordisqueaba suavemente con sus dientes, y yo me sentía en el cielo, gozando todo cuanto él me hacia sentir, tal fue el gozo que mi cuerpo estalló en miles de convulsiones por un orgasmo pletórico, mientras mi boca no paraba de gemir.
Se desnudo y me saco la poca ropa que llevaba, me hizo guiarlo hasta la cama de mis padres. Me acosté, abrí mis piernas, el arrimó su pene en la puerta de mi vagina depilada, el gimió, yo grite de placer, el jugaba con su pene mientras yo no paraba de gemir, de dar gritos de placer y de pedirle…casi como un ruego que me penetre, entonces sentí como entraba dentro mio, y poco a poco me lo fue dando todo haciéndome vibrar de placer, yo lo tome por la espalda el lentamente avanzaba en mi, luego de unos instantes mi cuerpo estalló en otro orgasmo, el siguió bombeando, yo deseaba cada vez más sentir su cálido semen en mi vagina pasaron minutos yo me estaba conteniendo porque deseaba acabar junto a él…..su penetración se aceleraba cada vez más el final estaba próximo, yo lo tomaba con mis manos por la espalda, entonces el dijo “ahora”, mi cuerpo estalló en miles de interminables convulsiones, mientras su semen recorra mis entrañas, entregándome la calidez de ese semen que me volvía loca,y un beso profundo y apasionado acalló nuestros gritos de placer, cuando nuestros cuerpos se calmaron.
Yo me acosté el lo hizo a mi lado, nos besamos profundamente volvió a besar mis tetas y volvimos a excitarnos, él succionaba mis pezones, yo vibraba con sus caricias y sus besos a tal punto que el deseo volvió a invadirnos y con voz agitada y entrecortada le pedi que hiciese suya otra vez.
FIN.
Me gusto desde el primer momento que lo vi, yo con 18 años aun conservaba la virginidad, nunca había sido penetrada. Pero me dejaría hacer cualquier cosa por este increíble maduro.
Los días transcurrían normalmente excepto por las miradas acosadoras de mi vecino, la ventana de su habitación estaba justo enfrente de la mía y mas de una vez lo encontré espiando. No me resistía. Me desvestía con la cortina abierta y el hacia lo mismo. Nos mirábamos, y ninguno avanzaba.
en las mañanas estaba sola en casa y aunque el lo sabia, nunca se había acercado. Pero aquella mañana fue especial. Poco despues que mis padres se fueran a trabajar sono el timbre y al abrir la puerta confirme mis sospechas, era Mauro mi vecino.
- Hola Mauro!
- Hola More, que linda estas! Recien te levantas?
Solo tenia puesto una muscolosa blanca y un pantaloncito corto que usaba para dormir. Lo invite a pasar, y traje cafe. Luego de charlar animosamente unos minutos su mano comenzó a deslizarse sobre mi pierna, junto con su mano ascendía el calor.
Me sujetó por la cintura y me intentó besar, yo deseaba que lo hiciese pero me hice desear, yo le pedía que me soltase, el besaba mi mejilla, ya que mis movimientos le impedían llegar a mi boca, pero mi negación lo excitaba más, entonces me tomó con más fuerza y se me abalanzo sobre el sillon, quedamos ambos acostados, el sobre mi.
No podia, ni queria resistime mas, comenzo a besar mis tetas yo gemía constantemente, siguio besando mis senos redondos y grandes, los beso, los lamió, los acarició, mis pezones estaban erguidos por el placer, el los succionaba, los pellizcaba con sus labios, me los mordisqueaba suavemente con sus dientes, y yo me sentía en el cielo, gozando todo cuanto él me hacia sentir, tal fue el gozo que mi cuerpo estalló en miles de convulsiones por un orgasmo pletórico, mientras mi boca no paraba de gemir.
Se desnudo y me saco la poca ropa que llevaba, me hizo guiarlo hasta la cama de mis padres. Me acosté, abrí mis piernas, el arrimó su pene en la puerta de mi vagina depilada, el gimió, yo grite de placer, el jugaba con su pene mientras yo no paraba de gemir, de dar gritos de placer y de pedirle…casi como un ruego que me penetre, entonces sentí como entraba dentro mio, y poco a poco me lo fue dando todo haciéndome vibrar de placer, yo lo tome por la espalda el lentamente avanzaba en mi, luego de unos instantes mi cuerpo estalló en otro orgasmo, el siguió bombeando, yo deseaba cada vez más sentir su cálido semen en mi vagina pasaron minutos yo me estaba conteniendo porque deseaba acabar junto a él…..su penetración se aceleraba cada vez más el final estaba próximo, yo lo tomaba con mis manos por la espalda, entonces el dijo “ahora”, mi cuerpo estalló en miles de interminables convulsiones, mientras su semen recorra mis entrañas, entregándome la calidez de ese semen que me volvía loca,y un beso profundo y apasionado acalló nuestros gritos de placer, cuando nuestros cuerpos se calmaron.
Yo me acosté el lo hizo a mi lado, nos besamos profundamente volvió a besar mis tetas y volvimos a excitarnos, él succionaba mis pezones, yo vibraba con sus caricias y sus besos a tal punto que el deseo volvió a invadirnos y con voz agitada y entrecortada le pedi que hiciese suya otra vez.
FIN.
8 comentarios - Vecino maduro me desvirgo.