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No se pregunta porque cuando se trata de amor.

No se pregunta porque cuando se trata de amor.
Después de lo sucedido en la habitación de mi hermano, me quede toda esa tarde encerrada en mi cuarto y en mis pensamientos, escuchando música con los cascos puestos, no me atrevía a salir ni para ir al baño, por miedo a toparme con Adrián, dios...que pensaría el de mi ahora? Ni yo misma sabía que pensar de mí, porque había hecho eso, en que me había convertido?.

Mi cabeza era un completo desastre, cuando sentí que me vibro el móvil, lo cogí y era un mensaje de texto de mi amiga Mariza, diciéndome que estaba muy aburrida si podía venir por la noche a mi casa, por supuesto que acepte, me iba a venir como anillo al dedo para ocupar mis pensamientos en otra cosa y olvidar la caricia de mi hermano en mi coño, que aún me traía a mil.

Pronto comenzó a oscurecer, mis padres llegarían en cualquier momento para cenar y así fue, mi madre había vuelto de la casa de su amiga Blanca y me busco para que la ayudase a preparar la cena, aproveche para comentarle también que Mariza vendría a comer, me pregunto que tal había ido el día, me puse un poco nerviosa al contestar, porque inevitablemente recordé todo lo sucedido, pero supe fingirlo bastante bien y disimule que todo está bien.

Al rato llego mi padre de trabajar, la cena ya estaba haciéndose, Mariza llegaría en cualquier momento, todo marchaba tranquilo por el momento, hasta que mi madre mi pidió que fuera a buscar a mi hermano para ir colocando la mesa, joder, no quería hacerlo, pero que otro remedio me quedaba? Subí las escaleras nerviosa y golpee su puerta.

- Adri ya va a estar la cena, puedes bajar a poner la mesa?

- Bajo en un minuto.- Respondió secamente como siempre.

El timbre sonó, seguramente debía ser Mariza, baje corriendo a abrir la puerta, efectivamente era ella, la hice pasar y le comente que llegaba justo para la cena, a lo que me sonrió complacida, pero más sonrió cuando vio a mi hermano bajar las escaleras, se quedó como embobada al verlo y me hiso un comentario sobre eso, el cual ignore, no sé porque lo hice pero no me interesaba escucharlo, me había dado cuenta perfectamente que le había encantado mi hermano, y si claro a quien no le gustaría Adrián? Es perfecto.

Le pedí unos minutos a mi amiga para terminar de ayudar con la cena, le dije que se sentara cómoda en la mesa mientras terminaba. Entre en la cocina y mi madre me pidió que ayudara a Adrián con los platos, joder...pensé, me acerque al mueble de la vajilla y tome algunos cubiertos y vasos, mientras el llevaba los platos, yo en todo momento con la mirada al suelo, no me atrevía a mirarlo, que situación tan incómoda y humillante, de todas maneras él tampoco me miraba, nunca lo hacía, así que me facilitaba las cosas.

Estábamos los dos colocando las cosas en la mesa, callados sin decir una palabra, hasta que el rompe el silencio, acercándose a mi oído y diciéndome:

- Ni creas que me he olvidado de lo de hoy Dominique.

- No sé a que te refieres.- Respondí nerviosa.

- Tu sabes muy bien lo que hiciste.

- Ya te he pedido disculpas, no sé que paso, podríamos olvidarlo ya por favor?

- Crees que puedo olvidar que después de eso tuve que hacerme una paja?

- Por dios Adrián, que coño dices? Soy tu hermana, córtate un poco. - Ya me sudaban las manos.

- Que me corte? Tu eres la guarra que me puso la mano en su coño, además que piensas de mí? Que soy una ameba? Que no soy un hombre que me excito?

- Lo sé y no volverá a ocurrir.

- Eso espero Dominique, no sabía que tenía una hermana tan pervertida- Escupió con asco, esa forma de hablar tan hiriente que tenía siempre.

Por suerte fuimos interrumpidos por mi madre que ya traía la cena, así que todos nos sentamos a comer en la mesa. Durante toda la cena pude ver como Mariza le echaba miraditas zorras a mi hermano, lo que pude descifrar fue que impacto podrían causar en él, ya que siempre lleva una mirada sin expresión, totalmente ida y plana, no muestra ningún sentimiento, nunca se lo que piensa.

Cuando acabamos de comer, charlamos un rato con mi amiga y mi padres, mi hermano por su puesto ya se había ido a su cuarto, el siempre que termina de comer se levanta de la mesa y se va. Luego de un rato Mariza y yo subimos para mi habitación y comenzamos a tener una charla un poco irritante para mí.

- Tía que bien que se puso tu hermano joder.

- Como comprenderás es mi hermano así que no me fijo si se pone bueno o no Mariza.

- Si lo sé, pero vamos joder, que esta para comérselo todo.

- Pues inténtalo, dudo que lo logres, mi hermano no es de los normales.- Respondí ya algo molesta.

- Ya pero, se me mojaron la bragas de solo verlo tía, quiero fallármelo, será virgen?

- No lo sé tía! Puedes cortarte un poco? Que es mi hermano joder! no me interesa escuchar todo eso- Ya había explotado en rabia y celos tal vez? No sé.

- Perdóname Domi, no tenías que ponerte así, no es para tanto.

- Tienes razón, estoy un poco sensible hoy, voy a tomar una ducha a ver si me relajo vale?- Contuve mis ganas de matarla por desear a Adrián.

- Vale.

Fui a baño y me metí en la ducha como una desesperada, tenía que aclarar mis ideas, que coño me estaba pasando? No podía comprender mis sentimientos, me senté en la bañera y me quede ahí largo rato, necesitaba refrescar mi cabeza y quitarme tantas cucarachas de la mente, ya estaba flipando de mi misma, no podía creer mi actitudes y reacciones. Cerré el grifo de la ducha, me envolví en la toalla y salí hacia mi habitación, al entrar Mariza no se encontraba allí, cosa que me extraño, donde podrá estar? Me cambie rápidamente, me coloque el primer pijama que tenía a la mano, y salí, a la primera se me ocurrió buscarla en la sala donde se encontraba el televisor, no estaba ahí, fui a la cocina tampoco, a menos que...maldita zorra! en cuarto de Adrián!.

Totalmente embravecida me dirigí al cuarto de Adrián, entre sin siquiera golpear la puerta, y mis sospechas eran ciertas, la muy zorra estaba recostada en la cama de mi hermano y el sentado en el ordenador hablándole muy simpáticamente mientras colocaba música, automáticamente los dos me clavaron los ojos.

- Y tu desde cuando eres tan sociable hermanito?- Dije tratando de contener mi ira.

- A ti que te importa Dominique? Puedes irte de mí habitación?

- Mariza me dejas a solas con mi hermano por favor?

- Amiga no te vayas a enfadar, es que tardabas mucho y...

- Ahora Mariza! sal y déjame con Adrián- Le exclame, interrumpiendo sus explicaciones que poco me importaban.

- Vale, vale ya me voy.

Espere a que Mariza se fuera para soltarle a mi hermano lo disconforme y lo desconcertada que estaba con todo aquello.

- De manera que a mí me sacas a los empujones de tu cuarto pero con Mariza estas a las risitas y sonrisitas?

- Vete de aquí, no voy a aguantar que vengas a hacerme reclamos absurdos.

- Joder...ella te gusta verdad?

- De que coño hablas? Mira en primer lugar no tengo porque responderte eso.

- Te gusta.- Afirme.

- No, ya vete joder, déjame tranquilo.

- Mentiroso.- Me reí sarcásticamente.

- Vete de mi cuarto estúpida, no me hagáis perder la puta paciencia.- Me dijo cogiéndome del brazo rudamente para sacarme, pero yo lo empuje para zafarme de él.

- Si vuelves a tratarme así le diré a mama que no tomas tu litio me oíste gilipollas!- Le grite indignada, pero su respuesta fue a un peor y violenta, me tomo del cuello y me empotro contra la puerta.

- A mí no me amenazas niñata, quien cojones te has creído?.- Me dijo en un tono frio e indiferente.

- Suéltame Adrián! estas lastimándome joder!- Le dije, con la voz llena de miedo, mi hermano estaba enfurecido.

- Más te vale que no digas nada o...

- o que Adrián? Me vas a pegar?- Me atreví a interrumpirlo, sin medir las posibles consecuencias, mientras él me tenía sujeta del cuello aun.

Entonces ocurrió algo que dejo mi mundo de cabeza, soltó mi cuello, para presionar mi cintura con fuerza contra él y besarme con desesperación, al principio no sabía muy bien que hacer o como reaccionar, pero ese beso me estaba poseyendo segundo a segundo, lo rodee con mis brazos y me colgué de el prácticamente, para beber de sus labios con toda la necesidad que me di cuenta me estaba conteniendo. Su lengua invadía la mía, fue entonces que sentí que mi hermano tenía un piercing en la lengua? Joder, como me excitaba eso, sus manos me acariciaban con velocidad y nuestras respiraciones se escuchaban fuertes ya, cogió mi mano, la llevo a su al tacto por lo menos, gran miembro en plena erección y término por apartarme de él, diciéndome:

- Ahora estamos a mano.

- Como que a mano? Que cojones dices?

- Tu hiciste que tocara tu coño, ahora yo hice que toques mi polla, ya está.

- Me dices que esto fue una especie de venganza o algo así?

- Eso lo dices tu, yo no.

- Eres un cabron gilipollas.- Termine por decirle para irme de allí, por segunda vez me siento estúpida y vulnerable frente a mi hermano.

Entre a mi cuarto más enfadada que nunca y cerré la puerta de un portazo, lo que alarmo a mi amiga.

- Que pasa Dom?

- Nada.- Corte con frialdad.

- A caso peleaste con tu hermano?

- Mira lo único que te voy a pedir es que te cortes un poco con mi hermano, si te lo follas trata de disimular un poco más.- No podía creer lo que acababa de soltar.

- Tía estas flipando, solo estábamos hablando joder.

- Crees que soy gilipollas? Si yo no llegaba seguro acababan liados.

- De verdad que no, de todas maneras porque te molesta tanto que me folle a Adrián?

- A mí de molestarme nada, solo quiero un poco de respeto por mí.

- Vale, no quería que te enfadaras.

- Si no te molesta voy a dormir porque tuve un día...peor que otros.

- No te preocupes Dom, descansa, yo pues no tengo sueño aun, puedo usar tu ordenador?

- Si claro, mientras no te moleste que apague la luz.

- Para nada amiga, buenas noches.

- Buenas noches.- Le dije y sin más me metí en la cama, me tape hasta la cabeza, cerré los ojos y trate de dormir un poco.

Había logrado dormirme un par de horas, pero con tanta cosa en la cabeza, volví a despertarme, me incorpore un poco en la cama y...no podía ser...Mariza no estaba en el cuarto y el ordenador estaba apagado, ya estaba psicótica, me estaba volviendo loca, y me volvería si llegaba a estar con mi hermano de nuevo. Me baje de la cama despacio, y camine descalza por el pasillo para no emitir ruido alguno, cuando llegue a la puerta de Adrián, estaba abierta y no había nadie allí, no me quedaba duda de que estaban juntos.

Baje a la sala y tampoco los vi allí, coño! donde podrían estar? Seguí arrastrando mis pies en la oscuridad de la casa, hasta que escuche unos ruidos en la cocina, me fui acercando y eran ellos! me puse de cuclillas para que no me vieras y escuche:

- Adri te parece que follemos aquí?

- Si, por qué no?

- Y si tu hermana despierta?

- No lo creo, tiene el sueño pesado.

- Traes condones?

- Claro nena, siempre traigo.

Joooooodeeer, iban a follar, no podía creerlo, mi hermano follando? Desde cuando? Esto no tenía sentido. Seguí mirando y escuchando, y las siguientes escenas fueron impactantes, Adrián sentando a Mariza a la mesada de la cocina, abriendo sus piernas, quitándole las bragas, el bajándose la bermuda, colocándose el condón para luego, colocarse entre sus piernas, ahí de parado y ella sentada, penetrándola de una sola estocada, que la hiso gemir como una perra, verlo moviéndose dentro de ella a ese ritmo frenético hacia enloquecer mis sentidos, sin saber que era exactamente lo que aquello me provocaba, muchos celos, mucha envidia, para empezar y algo de excitación al verlo de esa manera tan íntima, como jamás lo había visto, acaso me gustaba mi hermano? Joder! porque! porque a mí?

Continuara...si vosotros quereis.

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