El uso del preservativo no interfiere en la calidad de las relaciones sexuales ni en la satisfacción, confirma un estudio realizado por la Universidad de Indiana (Estados Unidos). Los datos provienen de la encuesta “National Survey of Sexual Health and Behavior”, hecha en ese país a hombres y mujeres de 18 a 59 años.
La investigación, publicada en la revista científica 'The Journal of Sexual Medicine', demostró que las personas califican sus relaciones sexuales como "altamente excitantes y satisfactorias", tanto si utilizan preservativos y lubricantes como si no.
Entre los encuestados, el 27,5% de los hombres y el 22,3% de las mujeres dijeron haber usado preservativo en su último encuentro sexual. Los varones se mostraron más seguros del tipo de profiláctico empleado (23,6% de hombres frente al 8,9% de las mujeres) y de si éste estaba lubricado (26,6% y 11,4%, respectivamente). "Esto puede deberse a que los hombres son más propensos que las mujeres a comprar condones y a su aplicación", declaró a Elmundo.es la doctora Debby Herbenick, una de las principales autoras del estudio.
Las chicas también gozamos
Con mirada femenina, la doctora Herbenick señala que es importante que las mujeres nos familiaricemos con los preservativos que usan nuestras parejas. Considera que nosotras también debemos tomar decisiones que mejoren la seguridad y la satisfacción en las experiencias sexuales.
Y la posibilidad está a nuestro alcance. Es poco sabido (pero real) que entre los profilácticos masculinos hay varios diseñados para el placer de la mujer. Es que la oferta crece y crece: los hay texturados, sin látex, con tachas, extra lubricados, ultra finos y con sabores, por solo nombrar algunas de las variantes que hoy podemos encontrar en kioscos y farmacias.
Entre las adolescentes, el tema es aún más delicado. ¿Debe una chica llevar preservativos en la cartera? “Si ya inició su vida sexual o proyecta hacerlo, tiene que hacerse responsable como el varón y no dejar las consecuencias en manos del destino ni de su pareja”, confirma el doctor Juan Carlos Kusnetzoff, sexólogo.
No es un “forro”
“La cultura argentina rechaza en general el uso del preservativo en las relaciones sexuales. Sin ir más lejos, ‘forro’, que es uno de los nombres con los que se lo designa, es usado también como un insulto”, reconoció a Clarín Mujer el doctor en sexología León Gindin. Por cierto, sobre el profiláctico recaen algunas acusaciones de peso, como que deserotiza o que disminuye las sensaciones.
Sin embargo, continúa la nota, estos argumentos no han provocado una caída en la demanda. Más bien, todo lo contrario. Y seguramente esto tiene que ver con sus indiscutibles beneficios:
1) Impide el contacto entre las mucosas sexuales, lo que evita el contagio de enfermedades.
2) Es económico (comparado con otros métodos).
3) Por ser un método “de barrera”, es el único que protege contra enfermedades de transmisión sexual (ETS), especialmente HIV y embarazos no deseados al mismo tiempo.
4) Su efectividad ronda el 95% y no necesita prescripción médica.
5) Es fácil de usar y carece de efectos secundarios.
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