Lo más conocido para excitar y satisfacer a la mujer en el juego amoroso es lamer los pezones, frotarlos con el glande, acariciarlos con ambas manos, aplicar una succión suave en los pezones con ligeros mordisqueos...
Las zonas más sensibles del pecho femenino son los pezones y las aréolas, sus formas son muy variadas y su tamaño varía de una persona a otra.
Los pezones pueden ser protuberantes o escondidos y la aréola que es la parte que rodea a este y a veces también es prominente o de distinto color o provista de un vello muy fino. Son zonas estas muy sensibles que acariciadas convenientemente pueden transformarse en un orgasmo muy gratificante.
No todos los senos son igualmente sensibles
Pero no todas las mujeres son susceptibles de llegar al orgasmo a través de este tipo de caricia porque no todos los senos son igualmente sensibles y no todas las mujeres soportan o desean el mismo tipo de caricia con la misma intensidad.
Un hombre que quiere ser un maestro en la caricia de los senos femeninos debe pensar que éstos son tan sensibles como sus propios testículos.
El tamaño del pecho no influye en las caricias
No cometas el error de clasificar a las mujeres según el tamaño de sus senos y luego acariciarlos de acuerdo con la talla, la mayoría de los hombres tienden a acariciar con brusquedad los senos grandes tan solo porque no pueden resistir sus deseos de poseerlos con las manos sin darse cuenta de que cuando los estrujan y amasan están haciendo daño a su pareja.
Muchas mujeres no son capaces de corregir este tipo de conductas en su parejas y los que hacen es negarse a cualquier tipo de manipulación. El tamaño del pecho no tiene nada que ver con su consistencia y ésta nada indica la sensibilidad asociada que puede ser muy grande en algunas y muy pequeña en otras. Procura empezar acariciando suavemente y según ella ate vaya indicando intensifica la presión en la caricia.
Sin embargo la mayoría de las mujeres de senos pequeños observan como su compañeros los tratan con muchos más cuidado y posiblemente sean estas las que reciben el trato que cualquier mujer desearía.
Para terminar un consejo: procede siempre con mano suave. Todas las mujeres, aún las que disfrutan con caricias enérgicas, agradecen que se comience con un trato cariñoso y tierno.
El clítoris y los senos están íntimamente conectados
La mayoría de las mujeres siente que el clítoris y los senos están íntimamente conectados (además de otras partes del cuerpo) y en ellos se concentran las sensaciones eróticas con mucha rapidez. Esto es cierto, los pezones forman parte de la intrincada red neuronal del clítoris, si consigues estimular la red completa tu pareja llegará al orgasmo con mucha más facilidad.
Piensa que jugar con sus senos tiene que ser tan excitante para ella como para ti, si ella siente que no te ocupas de su placer o que estás demasiado preocupado por él posiblemente pierda todo interés por la relación y la excitación desaparezca.
Por eso los consejos que te propongo son para que experimentes y los adecues a la sensibilidad y el gusto de tu compañera.
Estate atento a lo que ella te vaya diciendo o te vaya indicando con sus señales no verbales como respiración o movimientos de su cuerpo
Las caricias
Toma con las manos ambos senos de tu pareja, acarícialos con mimo moviendo con suavidad las palmas por encima y por debajo del pezón, siente como este entre en erección, juega suavemente con ellos usando las puntas de los dedos.
Finalmente tómalo entre el índice y el pulgar y frótalo suavemente.
A algunas mujeres llegado este momento les gusta que les tiren con cierta energía del pezón, otras lo que les gusta es que el pezón se hunda en la aréola, las hay que les encanta un ligero retorcimiento o un pellizco.
Prueba todas las técnicas y alguna otra que se te ocurra y estate atento a lo que ella te vaya diciendo o te vaya indicando con sus señales no verbales como respiración o movimientos de su cuerpo.
Estimulación oral
Pero donde de verdad puedes conseguir que tu pareja se sienta llegar al cielo es con la boca. He aquí algunas técnicas útiles para complacerla:
Recorre con la lengua el botón del pecho. Sus labios apenas deben tocarlo. Usa la punta de lengua, podrás medir la eficacia de esta u otra técnica por la respuesta física que sentirás en el pezón. Este como el pene y el clítoris se agranda, se afirma y entra en erección cuando la mujer está excitada.
Introduce todo el pezón en tu boca como si se tratara del majar más exquisito, presiona contra los dientes inferiores la punta de tu lengua y empuja la superficie de esta por debajo del pezón. Presiona con la lengua hasta que el pezón quede atrapado contra el paladar y a continuación succiona suavemente. Mientras realizas esta succión el pezón se frota contra el paladar y los bordes de los incisivos superiores. Si presionas el pezón con la lengua añadirás un extra a la sensación. Aunque si te concentras sólo en la succión muchas mujeres alcanzan el orgasmo de esta manera.
Aproxima la boca adelantando el interior de los labios al pezón colócalo sobre este y con mucha suavidad succione y sople alternativamente. Esta técnica exige movimientos rápidos y muy rítmicos por lo que puede resultar agotadora o difícil, si no te sale bien pasa a otra cosa que hay más.
Puedes apretar el pezón entre tus dientes y sacudir la cabeza con suavidad. Esta técnica produce una vibración que estimula y sorprende al mismo tiempo. O intenta echar la cabeza hacia atrás estirando del pezón con suavidad, casi todas las mujeres disfrutan mucho con estos tirones pero algunas no, se prudente.
Cubre tus dientes con los labios y toma el pezón con ellas, masajéalo suavemente y mueve la mandíbula de una lado para otro, este gesto es placentero para ti también.
Haz un circulo con los labios como cuando se hacen aros de humo y colocado alrededor del pezón soplando y succionan suavemente atrayéndolo y expulsándolo.
Extiende bien la lengua y colócala sobre el pezón, frótalo con suavidad arriba y abajo y alrededor, en todas las direcciones. Usa toda la lengua, incluyendo la parte interna. Cada porción causa una sensación distinta y la mejor caricia es la que combina todos los movimientos y sopla después sobre la parte húmeda.
Lo que no debes hacer
Pero a pesar de lo que acabo de decir no te concentres sólo en el pezón recorre todo el pecho especialmente la parte de la base que se suele descuidar muy a menudo y que naturalmente es una gran fuente de placer.
Nunca muerdas, una cosa es una caricia suave con los dientes y otra muy distinta un mordisco que puede dejar marcas y que suele ser doloroso.
Mientras te estás centrando en un pecho no descuides el otro, y para la mayoría de los movimientos es bueno que tomes el seno que vas a acariciar con las dos manos para acceder más cómodamente al pezón, a algunas mujeres les gusta ser ellas las que toman su seno y ofrecértelo para que lo acaricies.
¡Ahora si a agarrar tetas!
Espero les haya gustado, interezado y servido esta información, no olviden comentar, dejar puntos y compartirlo con sus amistades.
Gracias por visitar.
Las zonas más sensibles del pecho femenino son los pezones y las aréolas, sus formas son muy variadas y su tamaño varía de una persona a otra.
Los pezones pueden ser protuberantes o escondidos y la aréola que es la parte que rodea a este y a veces también es prominente o de distinto color o provista de un vello muy fino. Son zonas estas muy sensibles que acariciadas convenientemente pueden transformarse en un orgasmo muy gratificante.
No todos los senos son igualmente sensibles
Pero no todas las mujeres son susceptibles de llegar al orgasmo a través de este tipo de caricia porque no todos los senos son igualmente sensibles y no todas las mujeres soportan o desean el mismo tipo de caricia con la misma intensidad.
Un hombre que quiere ser un maestro en la caricia de los senos femeninos debe pensar que éstos son tan sensibles como sus propios testículos.
El tamaño del pecho no influye en las caricias
No cometas el error de clasificar a las mujeres según el tamaño de sus senos y luego acariciarlos de acuerdo con la talla, la mayoría de los hombres tienden a acariciar con brusquedad los senos grandes tan solo porque no pueden resistir sus deseos de poseerlos con las manos sin darse cuenta de que cuando los estrujan y amasan están haciendo daño a su pareja.
Muchas mujeres no son capaces de corregir este tipo de conductas en su parejas y los que hacen es negarse a cualquier tipo de manipulación. El tamaño del pecho no tiene nada que ver con su consistencia y ésta nada indica la sensibilidad asociada que puede ser muy grande en algunas y muy pequeña en otras. Procura empezar acariciando suavemente y según ella ate vaya indicando intensifica la presión en la caricia.
Sin embargo la mayoría de las mujeres de senos pequeños observan como su compañeros los tratan con muchos más cuidado y posiblemente sean estas las que reciben el trato que cualquier mujer desearía.
Para terminar un consejo: procede siempre con mano suave. Todas las mujeres, aún las que disfrutan con caricias enérgicas, agradecen que se comience con un trato cariñoso y tierno.
El clítoris y los senos están íntimamente conectados
La mayoría de las mujeres siente que el clítoris y los senos están íntimamente conectados (además de otras partes del cuerpo) y en ellos se concentran las sensaciones eróticas con mucha rapidez. Esto es cierto, los pezones forman parte de la intrincada red neuronal del clítoris, si consigues estimular la red completa tu pareja llegará al orgasmo con mucha más facilidad.
Piensa que jugar con sus senos tiene que ser tan excitante para ella como para ti, si ella siente que no te ocupas de su placer o que estás demasiado preocupado por él posiblemente pierda todo interés por la relación y la excitación desaparezca.
Por eso los consejos que te propongo son para que experimentes y los adecues a la sensibilidad y el gusto de tu compañera.
Estate atento a lo que ella te vaya diciendo o te vaya indicando con sus señales no verbales como respiración o movimientos de su cuerpo
Las caricias
Toma con las manos ambos senos de tu pareja, acarícialos con mimo moviendo con suavidad las palmas por encima y por debajo del pezón, siente como este entre en erección, juega suavemente con ellos usando las puntas de los dedos.
Finalmente tómalo entre el índice y el pulgar y frótalo suavemente.
A algunas mujeres llegado este momento les gusta que les tiren con cierta energía del pezón, otras lo que les gusta es que el pezón se hunda en la aréola, las hay que les encanta un ligero retorcimiento o un pellizco.
Prueba todas las técnicas y alguna otra que se te ocurra y estate atento a lo que ella te vaya diciendo o te vaya indicando con sus señales no verbales como respiración o movimientos de su cuerpo.
Estimulación oral
Pero donde de verdad puedes conseguir que tu pareja se sienta llegar al cielo es con la boca. He aquí algunas técnicas útiles para complacerla:
Recorre con la lengua el botón del pecho. Sus labios apenas deben tocarlo. Usa la punta de lengua, podrás medir la eficacia de esta u otra técnica por la respuesta física que sentirás en el pezón. Este como el pene y el clítoris se agranda, se afirma y entra en erección cuando la mujer está excitada.
Introduce todo el pezón en tu boca como si se tratara del majar más exquisito, presiona contra los dientes inferiores la punta de tu lengua y empuja la superficie de esta por debajo del pezón. Presiona con la lengua hasta que el pezón quede atrapado contra el paladar y a continuación succiona suavemente. Mientras realizas esta succión el pezón se frota contra el paladar y los bordes de los incisivos superiores. Si presionas el pezón con la lengua añadirás un extra a la sensación. Aunque si te concentras sólo en la succión muchas mujeres alcanzan el orgasmo de esta manera.
Aproxima la boca adelantando el interior de los labios al pezón colócalo sobre este y con mucha suavidad succione y sople alternativamente. Esta técnica exige movimientos rápidos y muy rítmicos por lo que puede resultar agotadora o difícil, si no te sale bien pasa a otra cosa que hay más.
Puedes apretar el pezón entre tus dientes y sacudir la cabeza con suavidad. Esta técnica produce una vibración que estimula y sorprende al mismo tiempo. O intenta echar la cabeza hacia atrás estirando del pezón con suavidad, casi todas las mujeres disfrutan mucho con estos tirones pero algunas no, se prudente.
Cubre tus dientes con los labios y toma el pezón con ellas, masajéalo suavemente y mueve la mandíbula de una lado para otro, este gesto es placentero para ti también.
Haz un circulo con los labios como cuando se hacen aros de humo y colocado alrededor del pezón soplando y succionan suavemente atrayéndolo y expulsándolo.
Extiende bien la lengua y colócala sobre el pezón, frótalo con suavidad arriba y abajo y alrededor, en todas las direcciones. Usa toda la lengua, incluyendo la parte interna. Cada porción causa una sensación distinta y la mejor caricia es la que combina todos los movimientos y sopla después sobre la parte húmeda.
Lo que no debes hacer
Pero a pesar de lo que acabo de decir no te concentres sólo en el pezón recorre todo el pecho especialmente la parte de la base que se suele descuidar muy a menudo y que naturalmente es una gran fuente de placer.
Nunca muerdas, una cosa es una caricia suave con los dientes y otra muy distinta un mordisco que puede dejar marcas y que suele ser doloroso.
Mientras te estás centrando en un pecho no descuides el otro, y para la mayoría de los movimientos es bueno que tomes el seno que vas a acariciar con las dos manos para acceder más cómodamente al pezón, a algunas mujeres les gusta ser ellas las que toman su seno y ofrecértelo para que lo acaricies.
¡Ahora si a agarrar tetas!
Espero les haya gustado, interezado y servido esta información, no olviden comentar, dejar puntos y compartirlo con sus amistades.
Gracias por visitar.
7 comentarios - ¿Cómo acariciar el pecho femenino?
Me encantaria chupartelo y acariciartelos!
Gracias por compartir, troesma