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Curso de masaje erótico

Curso de masaje erótico I ,

Los masajes se han utilizado tradicionalmente para
solucionar problemas físicos, pero, al margen de su función
terapéutica, los expertos afirman que esta técnica sirve como
instrumento de comunicación para potenciar las relaciones
personales.
En este sentido, las distintas formas de masaje se basan en
la necesidad de contacto físico que sentimos desde que somos
recién nacidos hasta la exigencia de caricias más íntimas en la
edad adulta. "Las sensaciones que provocan las caricias, roces,
besos, abrazos y frotamientos de la piel son un vehículo para
pasar de la comunicación corporal a la mental al entrar en un
estado total de abandono.
Para ello, tan importante como aprender a tocar es
disfrutar del placer de ser tocado", explica Ana de Calle,
sexóloga del Centro Integral de Salud CERES. Además, estos
masajes, que los expertos denominan sensoriales o sensuales
porque su fin no es únicamente aumentar el placer sexual,
proporcionan diferentes ventajas.
Las ventajas - Refuerzan la confianza. "El temor al
contacto en cualquier zona del cuerpo -y no exclusivamente en
los genitales- puede ser una limitación para disfrutar de las
relaciones, ya que muchas personas se bloquean por este
motivo. En este sentido, los masajes sirven para romper la
barrera psicológica que impide dar y recibir caricias en las

Curso de masaje erótico II

Masaje tántrico

Está inspirado en la filosofía hinduista y es un ritual que consiste en
acariciar las zonas eróticas para lograr el equilibrio espiritual. Se
puede empezar de pie o tumbados, situándose frente a un espejo que
permita identificarse con el cuerpo de la pareja. Acariciarse cada uno
a sí mismo e ir tomando contacto con el otro untándose con aceites
aromáticos. Utilizar bebidas Ðvino y zumosÐ y frutas Ðhigos, uvas,
cerezas y fresasÐ para dar de comer a la pareja. Así, todos los
sentidos se van sensibilizando y se hacen más receptivos al placer.
Empezar a acariciar los genitales del otro guiando la mano de la
pareja por las zonas donde más placer proporcione a cada uno. A
medida que aumenta la excitación, conviene respirar profundamente
para mantener el control de los genitales. Durante el orgasmo, tensar
los músculos de las nalgas para intensificar y alargar el placer el
máximo tiempo.

Taoísta

Se inspira en la creencia de que en el cuerpo existe un campo
energético formado por doce meridianos que canalizan la energía
sexual para aumentar el bienestar. Siéntate sobre los tobillos o de
cuclillas frente a la cabeza de tu pareja -tumbada boca arriba-.
Realiza estiramientos de la piel -de las sienes a las caderastomándola
entre el pulgar y el índice y tirando suavemente en cada
punto. Coloca las manos en el interior de los tobillos y desliza los
dedos con una caricia subiendo lentamente desde las pantorrillas a
los muslos. Posa las manos en el centro del esternón y muy despacio
deslízalas hacia el hueso púbico; sepáralas pasando por los huesos
de las caderas, sube por el costado, las axilas y el pecho hasta
regresar al externón. Repite este movimiento descendiendo cada vez
un poco más hasta llegar a rozar ligeramente los genitales y
acercándote a los pezones. Traza un semicírculo sobre los muslos,
subiendo desde el interior de las rodillas y bajando por el exterior de
éstos. Para terminar, traza círculos en el interior de sus orejas
utilizando los pulgares.

¿Qué sitios amasar?

Completo

Quien realiza el masaje debe colocarse de rodillas a los pies de su
pareja, mientras ésta permanece tumbada boca abajo con las piernas
estiradas y ligeramente separadas.
Amasa sus nalgas con suavidad y sigue con ligeras friegas, de arriba
abajo en la hendidura que las separa.
Sigue hasta el ano y el perineo.
Pide a tu pareja que se dé la vuelta.
Con la mano izquierda acaricia con los dedos sus piernas, al tiempo
que masajeas con la palma derecha el tórax, los pechos y los pezones
-en éstos alterna el roce con estrujamientos leves-.
Masajea con las dos manos el tórax, los dos pechos y los pezones.
Recorre con un leve roce de los dedos todo su cuerpo, desde los
pezones hasta los genitales.
Acaricia el interior de las ingles, sube al abdomen y regresa a éstas.
Roza con una mano los genitales y con la otra traza círculos alternos
en el abdomen, el pecho y los muslos.

El pecho

Sitúate de pie o arrodillado a la derecha de tu pareja mientras ella
está tumbada boca arriba con las piernas estiradas.
Con la palma derecha sobre el abdomen, traza un movimiento
semicircular.
Alternando las manos deslízalas hacia arriba pasando por el medio
del tronco hasta la parte superior del pecho.
Sitúa tu mano diestra en el pecho derecho de tu pareja abarcándolo
por debajo y con el pulgar hacia el exterior.
Deslízala hacia arriba sobre el pecho, de manera que el pulgar y el
índice aprisionen el pezón.
Presiona éste con todos los dedos suavemente.
Toma la base del pezón con los dedos pulgar e índice y deslízalos
hacia la punta.
Para terminar, vuelve a repetir los pasos anteriores sobre el pecho
izquierdo.

Las piernas

Coloca las dos manos en el tobillo derecho de tu pareja -tumbada
boca arriba-, con la diestra más cerca del pie y los dedos hacia fuera.
Desliza las dos manos hacia arriba, con la derecha en la parte interior
del muslo y la izquierda en el exterior.
Cerca de la pelvis, gira las manos y deslízalas hacia abajo.
Coloca la mano derecha cerca de la rodilla y la otra un poco más
arriba, con los dedos en la cara interior del muslo y el pulgar en el
exterior.
Realiza una ligera presión con el pulgar de una mano y desliza la
otra en dirección a la primera.
Repite los dos pasos antes de realizar el masaje en la pierna
izquierda.

Los genitales

Este masaje se puede aplicar tanto para el hombre como para la
mujer. Al realizarlo, sitúate en el lado derecho de tu pareja.
Coloca la mano derecha sobre los genitales y realiza un suave
masaje mientras con la izquierda frotas el abdomen en movimientos
circulares.
Sin interrumpir el masaje genital, desliza la mano izquierda desde el
abdomen hasta el pecho derecho.
Después, toma el pezón con los dedos pulgar e índice y ve
realizando un movimiento de rotación fuera y dentro de su área.
Ahora frota con la mano izquierda el hombro y los músculos del
cuello del lado derecho.
Cambia la mano que realiza el masaje en los genitales mientras con
la mano derecha frotas suavemente la parte interna del muslo
derecho.
Para terminar, sitúate en el otro lado de su cuerpo y repite una a una
las fases de la secuencia anterior sobre las mismas zonas del lado
izquierdo

Masaje chino

A dúo

Este masaje está basado en la técnica de la reflexología: la
estimulación de todo el cuerpo desde las terminaciones nerviosas
que hay en la planta de los pies. Uno debe echarse sobre el suelo
boca arriba y el otro, tumbado frente a él, deslizar las piernas entre
las suyas. Amasar los dos a la vez los pies del otro, de forma lenta y
enérgica por la planta, el arco, el tobillo y los dedos. A medida que
las piernas de quien está debajo cedan hacia los lados, el otro debe ir
aumentando la presión para estirar los muslos. Terminar el masaje
colocando los pies de la mujer apoyados en las ingles -justo al lado
de los genitales- de su compañero, para presionar los músculos
tensos de esta parte. A su vez, el hombre debe apoyar sus talones en
el hueso del pubis de su pareja.

Para ella

Despierta el deseo y resuelve problemas de frigidez. La mujer debe
estar tumbada con la espalda sobre el suelo, los pies rectos y las
manos sobre su pecho y el hombre, arrodillado junto a sus piernas.
Apoya las bases de las palmas sobre las ingles de tu pareja y
deslízalas ligeramente ciñendo toda la mano a su cuerpo hasta que
los dedos descansen sobre su abdomen. Poco a poco, carga todo tu
peso, dirigiendo la presión a la parte baja del abdomen y mantenla
en este punto durante dos minutos. Colócate arrodillado a la altura
de la cintura femenina. Apoya la palma de una mano sobre el centro
del esternón; la otra sobre el vientre y presiónalos durante dos
minutos. Palpa con los dedos en los dos lados del pecho de tu pareja
buscando síntomas de tensión por debajo de la clavícula. Si notas
alguna rigidez, aprieta sobre ella con una presión moderada mientras
tu pareja respira concentrándose en los lugares donde tú presionas.
Coloca tus manos sobre sus hombros y deslízalas por los brazos
apretando ligeramente hasta llegar a las muñecas. Presiónalas con
los pulgares durante un minuto. Con el pulgar y el índice, ve
tomando cada dedo de sus manos y tirando de ellos ligeramente.

Para él

Sirve para facilitar la erección.
El hombre debe tumbarse boca arriba con las rodillas flexionadas; la
mujer encima y de espaldas a él, con los glúteos sobre su abdomen.
Apoya las manos sobre la cara interior de los muslos de tu
compañero y traza un movimiento ascendente rozando su piel con la
punta de los dedos, desde la parte más próxima a las rodillas hasta
las ingles.
Levanta el pene de tu compañero y colócalo sobre su abdomen.
Tócalo ligeramente con la punta de los dedos a la vez que llevas la
otra mano hacia sus ingles y presionas en esta zona con la base de la
palma. Mantén la presión durante un minuto.
Acaricia la cara interior de los muslos y sube por el escroto hasta la
cabeza del pene. Mientras, tu compañero debe iniciar un movimiento
pélvico y respirar pausadamente. Intensifica la velocidad de tus
movimientos sobre sus muslos y su pene hasta conseguir una
erección completa.

Curso de masaje erótico III Métodos de movimiento Con
estas manitas Las sensaciones se hacen más intensas
utilizando plumas, telas suaves u otros materiales al acariciar a
la pareja. Los movimientos de las manos que se utilizan
habitualmente en los masajes son de tres tipos: Friegas Se
realizan deslizando la palma de las manos por el cuerpo de la
pareja con movimientos largos. Son muy efectivas en la
espalda, en el tórax o en los pechos, en las nalgas y en la espina
dorsal y su función es calentar estas zonas, provocando una
vasodilatación y mejora de la circulación sanguínea para
prolongar el momento del orgasmo. Amasamientos Se
pueden realizar con los dedos -trazando pequeños círculos- o
con las palmas de las manos -prensando el músculo y
soltándolo despacio-. Para conseguir el placer, la presión no
debe ser tan fuerte como cuando se da un masaje muscular.
Estos movimientos son los más indicados para la base del
cuello y la parte superior de la espalda. Sirven para liberar la
tensión que produce la excitación sexual. Patas de araña Para
realizarlo, se utilizan únicamente las yemas de los dedos. El
movimiento consiste en presionar con delicadeza la piel con
ellas como si fuesen las patas de una araña que camina por el
cuerpo de la pareja. Para conseguir un estado de relax, se debe
realizar sin tocar apenas la piel. Es muy oetil al principio y al
final de cada sesión. Sustancias deslizantes El aceite se aplica
en las manos, que luego deben frotarse para que estén calientes.

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