Nuevo anticonceptivo: dura 3 años y se coloca bajo la piel
Tiene una efectividad superior al 99%. Es una pequeña varilla que, implantada en el antebrazo, actúa como inhibidor de la ovulación. Cuesta unos mil pesos y no lo cubren las obras sociales.
Toda mujer tiene derecho a elegir si quiere o no tener un hijo. Si se decide por ser madre, también tiene derecho a decidir con quién tenerlos, con qué intervalo (si es que quiere más de uno) y cuándo tenerlos. En ese camino hacia la planificación familiar, se puede hacer uso de un gran abanico de métodos anticonceptivos: hay pastillas, inyecciones, preservativos (para hombres y mujeres), anillos vaginales, los dispositivos intrauterinos (más conocidos como DIU) y cirugías. Ahora, se suma una opción más. Ya se encuentra disponible en la Argentina el primer implante subcutáneo, que es del tamaño de un fósforo, tiene un efecto anticonceptivo que dura 3 años y una eficacia superior al 99%.
Se trata de un tipo de anticonceptivo hormonal. Consiste en una varilla suave y flexible que se implanta por debajo de la piel en el brazo que menos se usa. Lo debe colocar un médico entrenado en el consultorio, una práctica que puede tardar menos de un minuto. Requiere de una dosis mínima de anestesia. Su precio ronda los 1.000 pesos (depende de los honorarios de cada médico).
“Se estima que el 60% de los embarazos no son deseados. En la mitad de los casos, las parejas sí estaban utilizando un método anticonceptivo. Pero los embarazos igual se producen ya que las personas no siempre utilizan los anticonceptivos de manera correcta y continua”, afirmó Fabio Sobral, especialista en ginecología y reproducción humana, y director médico de Pregna Medicina Reproductiva. “Frente a los problemas frecuentes de los olvidos de la toma de las pastillas, el implante subcutáneo tiene la ventaja de que se coloca y la mujer se olvida de tomar un anticonceptivo durante 3 años”, resaltó.
Si la mujer que se lo implanta para no quedar embarazada cambia de opinión al poco tiempo, puede volver al consultorio para que le retiren el implante. “Se lo retira en el consultorio –agregó–, y la mujer recupera la ovulación a las 3 semanas. Es decir, el método es reversible”.
¿Y cómo funciona? La varilla que se implanta en el brazo y va liberando una hormona que se llama etonogestrel, y que consigue inhibir la ovulación y también produce un espesamiento del moco cervical dentro del útero de la mujer, algo que impide el paso de los espermatozoides. De esta manera, se evita que la mujer quede embarazada.
Cualquier mujer en edad reproductiva lo puede utilizar, aunque hay situaciones en que el anticonceptivo está contraindicado: si tiene una trombosis (la formación de un coágulo de sangre), coloración amarillenta de la piel o enfermedad del hígado grave, un cáncer dependiente de progestágenos, un sangrado vaginal sin explicación, si es alérgica a alguno de los componentes del anticonceptivo, cuyo nombre comercial es Implanon.
Como otros anticonceptivos hormonales, el implante subcutáneo también puede tener efectos adversos. Puede producir dolor de cabeza, aumento de peso en bajo porcentaje, y cambios emocionales. No protege frente a la infección del virus del sida ni de otra enfermedad de transmisión sexual.
“Toda mujer puede acceder hoy a una buena consejería antes de elegir un método anticonceptivo. El nuevo implante subcutáneo es ventajoso por larga duración y eficacia. Algunas mujeres lo pueden usar en casos en que ya no quieren tener hijos o cuando postergan la maternidad. Otras lo pueden recibir cuando tienen una enfermedad y no pueden embarazarse”, dijo Diana Galimberti, especialista en ginecología del Hospital Alvarez, consultada por Clarín.
En tanto, Carlota López Kaufman, ex presidenta de Asociación Médica Argentina de Anticoncepción, sostuvo que "el implante subcutáneo cumple la misma función que los otros anticonceptivos. Dependerá de lo que la paciente pueda elegir y usar”. Hoy, hay más variedad de anticonceptivos (muchos de ellos, como las pastillas, las inyecciones, el DIU o las cirugías, son gratis al estar dentro del Programa Médico Obligatorio). Más allá de sus diferencias puntuales, hacen que cada persona viva su sexualidad de manera libre pero también responsable.
Tiene una efectividad superior al 99%. Es una pequeña varilla que, implantada en el antebrazo, actúa como inhibidor de la ovulación. Cuesta unos mil pesos y no lo cubren las obras sociales.
Toda mujer tiene derecho a elegir si quiere o no tener un hijo. Si se decide por ser madre, también tiene derecho a decidir con quién tenerlos, con qué intervalo (si es que quiere más de uno) y cuándo tenerlos. En ese camino hacia la planificación familiar, se puede hacer uso de un gran abanico de métodos anticonceptivos: hay pastillas, inyecciones, preservativos (para hombres y mujeres), anillos vaginales, los dispositivos intrauterinos (más conocidos como DIU) y cirugías. Ahora, se suma una opción más. Ya se encuentra disponible en la Argentina el primer implante subcutáneo, que es del tamaño de un fósforo, tiene un efecto anticonceptivo que dura 3 años y una eficacia superior al 99%.
Se trata de un tipo de anticonceptivo hormonal. Consiste en una varilla suave y flexible que se implanta por debajo de la piel en el brazo que menos se usa. Lo debe colocar un médico entrenado en el consultorio, una práctica que puede tardar menos de un minuto. Requiere de una dosis mínima de anestesia. Su precio ronda los 1.000 pesos (depende de los honorarios de cada médico).
“Se estima que el 60% de los embarazos no son deseados. En la mitad de los casos, las parejas sí estaban utilizando un método anticonceptivo. Pero los embarazos igual se producen ya que las personas no siempre utilizan los anticonceptivos de manera correcta y continua”, afirmó Fabio Sobral, especialista en ginecología y reproducción humana, y director médico de Pregna Medicina Reproductiva. “Frente a los problemas frecuentes de los olvidos de la toma de las pastillas, el implante subcutáneo tiene la ventaja de que se coloca y la mujer se olvida de tomar un anticonceptivo durante 3 años”, resaltó.
Si la mujer que se lo implanta para no quedar embarazada cambia de opinión al poco tiempo, puede volver al consultorio para que le retiren el implante. “Se lo retira en el consultorio –agregó–, y la mujer recupera la ovulación a las 3 semanas. Es decir, el método es reversible”.
¿Y cómo funciona? La varilla que se implanta en el brazo y va liberando una hormona que se llama etonogestrel, y que consigue inhibir la ovulación y también produce un espesamiento del moco cervical dentro del útero de la mujer, algo que impide el paso de los espermatozoides. De esta manera, se evita que la mujer quede embarazada.
Cualquier mujer en edad reproductiva lo puede utilizar, aunque hay situaciones en que el anticonceptivo está contraindicado: si tiene una trombosis (la formación de un coágulo de sangre), coloración amarillenta de la piel o enfermedad del hígado grave, un cáncer dependiente de progestágenos, un sangrado vaginal sin explicación, si es alérgica a alguno de los componentes del anticonceptivo, cuyo nombre comercial es Implanon.
Como otros anticonceptivos hormonales, el implante subcutáneo también puede tener efectos adversos. Puede producir dolor de cabeza, aumento de peso en bajo porcentaje, y cambios emocionales. No protege frente a la infección del virus del sida ni de otra enfermedad de transmisión sexual.
“Toda mujer puede acceder hoy a una buena consejería antes de elegir un método anticonceptivo. El nuevo implante subcutáneo es ventajoso por larga duración y eficacia. Algunas mujeres lo pueden usar en casos en que ya no quieren tener hijos o cuando postergan la maternidad. Otras lo pueden recibir cuando tienen una enfermedad y no pueden embarazarse”, dijo Diana Galimberti, especialista en ginecología del Hospital Alvarez, consultada por Clarín.
En tanto, Carlota López Kaufman, ex presidenta de Asociación Médica Argentina de Anticoncepción, sostuvo que "el implante subcutáneo cumple la misma función que los otros anticonceptivos. Dependerá de lo que la paciente pueda elegir y usar”. Hoy, hay más variedad de anticonceptivos (muchos de ellos, como las pastillas, las inyecciones, el DIU o las cirugías, son gratis al estar dentro del Programa Médico Obligatorio). Más allá de sus diferencias puntuales, hacen que cada persona viva su sexualidad de manera libre pero también responsable.
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