Si te lo pide, no puedes fallarle, he aquí cómo hacer que se venga en tus propias manos.
-SACA LA LANA: Debes invertir en aceites de calidad; los
buenos tardan más en ser absorbidos por su piel. Escoge los que despidan un aroma agradable, no compres los que tienen mucho perfume, ya que pueden ser excesivamente relajantes (¡no querrás que se te duerma!).
-AMBIENTA: Apaga las luces y prende velas aromáticas. La aromaterapia es una excelente opción, pero elige, insistimos, unas que no despidan demasiado olor. El incienso funciona a
la perfección para relajarla... y prenderla.
-ANTES QUE NADA, ATIÉNDETE: Ponte una toalla a la cintura para que tengas "facilidad de acceso". Frota un poco de aceite en tus manos y trabaja en los tendones de la parte posterior de su cuello con la punta de los dedos.
-ACOMÓDALA: Deja que se acueste completamente desnuda, boca abajo y aplica el aceite sobre toda su espalda. Soba su cuerpo suavemente para que no la lastimes; ella debe sentir que estás ahí para satisfacerla.
-ESTÍRALA: Sus brazos deben obedecer a tu ritmo. Masajea sus bíceps con la punta de los dedos; regresa a su espalda sin tocar su espina dorsal de arriba hacia abajo y de regresa
-SACA LA LANA: Debes invertir en aceites de calidad; los
buenos tardan más en ser absorbidos por su piel. Escoge los que despidan un aroma agradable, no compres los que tienen mucho perfume, ya que pueden ser excesivamente relajantes (¡no querrás que se te duerma!).
-AMBIENTA: Apaga las luces y prende velas aromáticas. La aromaterapia es una excelente opción, pero elige, insistimos, unas que no despidan demasiado olor. El incienso funciona a
la perfección para relajarla... y prenderla.
-ANTES QUE NADA, ATIÉNDETE: Ponte una toalla a la cintura para que tengas "facilidad de acceso". Frota un poco de aceite en tus manos y trabaja en los tendones de la parte posterior de su cuello con la punta de los dedos.
-ACOMÓDALA: Deja que se acueste completamente desnuda, boca abajo y aplica el aceite sobre toda su espalda. Soba su cuerpo suavemente para que no la lastimes; ella debe sentir que estás ahí para satisfacerla.
-ESTÍRALA: Sus brazos deben obedecer a tu ritmo. Masajea sus bíceps con la punta de los dedos; regresa a su espalda sin tocar su espina dorsal de arriba hacia abajo y de regresa
1 comentarios - ¿Me das un masajito?