POSICIONES BÁSICAS
Unión de la abeja
La mujer se sienta sobre el pene de su compañero, que también está sentado y con las piernas estiradas hacia delante; de tal forma que la mujer puede ir y venir verticalmente, apoyándose en manos y piernas. El hombre acompaña el movimiento levantándola por el trasero o los muslos.
[size=18]Variante[/size]: El hombre se puede situar de espaldas a una pared para un mejor apoyo. En vez de sentarse, la mujer se arrodilla para poder inclinarse hacia delante más fácilmente y cambiar el ángulo de inclinación de la vagina.
Ventajas
La mujer controla mejor la profundidad de la penetración que en las otras posturas de penetración por detrás.
Las paredes delanteras de la vagina y el punto G reciben una buena estimulación.
En posición pasiva, el hombre puede tomarse su tiempo para acariciar los senos y el clítoris de su compañera.
Inconvenientes
En ausencia de apoyo, resulta cansado para el hombre.
Postura de Andrómaco
El hombre está acostado bocarriba, con su compañera encima de él, en cuclillas o arrodillada, el busto completamente levantado. Ella controla perfectamente la profundidad y el ritmo de la penetración y puede dar rienda suelta a sus fantasías de dominación.
Ventajas
La mujer mantiene un control total que le permite sentirse más confiada y encontrar los momentos idóneos para maximizar su placer.
El hombre tiene las manos libres para dar a su compañera todavía más placer, acariciándole senos, nalgas o clítoris.
Con esta postura se consigue una buena estimulación del punto G.
Inconvenientes
El ángulo de penetración puede resultar incómodo para el hombre, e incluso doloroso si la verga se dobla.
Postura de la balanza
El hombre se sienta al borde de la cama o en una silla. Su compañera le da la espalda antes de sentarse sobre sus muslos. Una vez introducido el pene, la mujer puede inclinarse hacia adelante para alcanzar una posición de equilibrio y balancearse a lo largo del pene. Para una mayor estabilidad, la mujer se apoyará en las rodillas del hombre, que la sujetará por los senos.
Ventajas
Esta postura permite una penetración bastante profunda y una buena amplitud de los movimientos verticales.
El hombre puede acariciar fácilmente los senos y el clítoris de su compañera para ayudarla a alcanzar el orgasmo.
Inconvenientes
Se trata de una postura de equilibrio, difícil de controlar.
Postura del jinete
El hombre se acuesta bocarriba, mientras que su compañera se arrodilla por encima de él, rodeando las piernas del hombre con las suyas. La mujer controla la amplitud de los movimientos, tanto verticales como horizontales, para aumentar las sensaciones en el clítoris y las paredes vaginales o para que el hombre pueda alcanzar el orgasmo más rápidamente.
Ventajas
La mujer se encuentra más libre y activa: escoje el ritmo, la velocidad y el tipo de movimiento.
El hombre adopta una actitud pasiva, lo que le permite concentrarse en las sensaciones placenteras, al mismo tiempo que acaricia la espalda de su compañera.
Inconvenientes
No es una postura muy original, por lo que tras varios minutos de estimulación, es conveniente pasar a otra cosa.
Unión del tigre
Partiendo de la postura del misionero, la mujer aproxima las piernas hacia su torso. Si quiere variar las sensaciones y la profundidad de la penetración, lo único que tiene que hacer es cambiar el ángulo de inclinación de las piernas. También puede apoyarse en las nalgas de su compañero, para así aumentar la presión de la pelvis.
Ventajas
Cuando la mujer levanta las piernas, la penetración se vuelve más profunda y es más fácil controlar algunas de las sensaciones.
El hueso pélvico del hombre roza directamente la vulva, facilitando la estimulación del clítoris.
Inconvenientes
La mujer debe tener una buena flexibilidad, sobre todo cuando aproxima las piernas a su torso.
Postura del alineamiento perfecto
La mujer se coloca por encima del hombre, con las piernas separadas para facilitar la penetración. Una vez introducido el pene, ella juntas las piernas para que ambos cuerpos se superpongan en un alineamiento perfecto. Es cuando la mujer empieza la estimulación frotando su cuerpo, lateral y horizontalmente, contra el de su compañero.
Ventajas
Esta posición, super íntima, ofrece un contacto máximo entre los dos amantes.
Las paredes vaginales más apretadas favorecen sensaciones más intensas.
Recomendado en el amor tántrico.
Inconvenientes
Limitación en la profundidad de penetración y en la amplitud de movimientos.
Unión del antílope
De rodillas en el suelo, la mujer se levanta apoyándose contra el borde de la cama. El hombre, hizado sobre sus rodillas, la penetra por detrás.
Variante: la mujer puede mantener las piernas abiertas, a cada lado de las de su compañero, para ofrecer así una abertura vaginal máxima. También puede cerrar sus muslos, para comprimir la vagina y rodear bien la verga.
Ventajas
Estimulación de las paredes frontales de la vagina y del punto G.
Al mismo tiempo, el hombre puede estimular el clítoris y los senos de su compañera.
Esta postura permite a la mujer el fantasmear acerca de amantes imaginarios.
Inconvenientes
El roce de las rodillas con la moqueta puede provocar excoriaciones.
Postura del columpio
La mujer le da la espalda a su compañero y se sienta encima de él, apoyándose en los pies; o se arrodilla a ambos lados de las caderas del hombre, lo que favorece una mayor amplitud y estimulación.
Ventajas
Con esta postura, el hombre goza de un ángulo de vista excepcional sobre la penetración y las nalgas y el sexo de su compañera.
Proporciona una gran amplitud de movimientos (sobre todo, si la mujer está arrodillada) el hombre alcanza la cima de su placer sexual, conduciéndole rápidamente al orgasmo.
Esta postura permite a la mujer el fantasmear acerca de amantes imaginarios.
Inconvenientes
El ángulo de penetración puede resultar incómodo para algunos hombres.
Postura del misionero
Es la postura más conocida, apreciada universalmente tanto por los principiantes como por los expertos. Los dos acostados, el hombre se coloca entre las piernas de la mujer para penetrarla.
Variante : Unos cojines colocados bajo las nalgas de la mujer modifican el ángulo de inclinación de la vagina y permiten una penetración más profunda.
Ventajas
Posición confortable y natural para los dos amantes.
El hombre goza de una amplia libertad de movimientos.
Durante la cópula, la pareja puede mirarse y besarse.
Inconvenientes
La mujer tiene muy restringida su libertad de movimientos.
Esta postura puede llegar a aburrirle. ¡Práctiquela con moderación...!
Unión de la vaca (o del galgo)
Postura clásica, apreciada en todo el mundo por la excitación y las sensaciones intensas que produce. La mujer se coloca a cuatro patas y es penetrada por el hombre, que está arrodillado.
Variante : Para mayor comodidad, la mujer puede colocar unas almohadas debajo de los codos.
Ventajas
Excelente estimulación de las paredes frontales de la vagina y del punto G.
Penetración vigorosa y profunda.
El hombre tiene las manos libres para estimular el clítoris y los senos de su compañera.
El panorama, muy excitante para el hombre, le permite cumplir sus fantasías sexuales de dominación.
La mujer puede fantasear acerca de amantes imaginarios.
Inconvenientes
Algunas mujeres se niegan a realizar esta postura, alegando que se sienten desvalorizadas.
Puede ser doloroso para la mujer, especialmente si el pene toca el fondo de la vagina.
fin del post espero que les sea de utilidad saludos
Unión de la abeja
La mujer se sienta sobre el pene de su compañero, que también está sentado y con las piernas estiradas hacia delante; de tal forma que la mujer puede ir y venir verticalmente, apoyándose en manos y piernas. El hombre acompaña el movimiento levantándola por el trasero o los muslos.
[size=18]Variante[/size]: El hombre se puede situar de espaldas a una pared para un mejor apoyo. En vez de sentarse, la mujer se arrodilla para poder inclinarse hacia delante más fácilmente y cambiar el ángulo de inclinación de la vagina.
Ventajas
La mujer controla mejor la profundidad de la penetración que en las otras posturas de penetración por detrás.
Las paredes delanteras de la vagina y el punto G reciben una buena estimulación.
En posición pasiva, el hombre puede tomarse su tiempo para acariciar los senos y el clítoris de su compañera.
Inconvenientes
En ausencia de apoyo, resulta cansado para el hombre.
Postura de Andrómaco
El hombre está acostado bocarriba, con su compañera encima de él, en cuclillas o arrodillada, el busto completamente levantado. Ella controla perfectamente la profundidad y el ritmo de la penetración y puede dar rienda suelta a sus fantasías de dominación.
Ventajas
La mujer mantiene un control total que le permite sentirse más confiada y encontrar los momentos idóneos para maximizar su placer.
El hombre tiene las manos libres para dar a su compañera todavía más placer, acariciándole senos, nalgas o clítoris.
Con esta postura se consigue una buena estimulación del punto G.
Inconvenientes
El ángulo de penetración puede resultar incómodo para el hombre, e incluso doloroso si la verga se dobla.
Postura de la balanza
El hombre se sienta al borde de la cama o en una silla. Su compañera le da la espalda antes de sentarse sobre sus muslos. Una vez introducido el pene, la mujer puede inclinarse hacia adelante para alcanzar una posición de equilibrio y balancearse a lo largo del pene. Para una mayor estabilidad, la mujer se apoyará en las rodillas del hombre, que la sujetará por los senos.
Ventajas
Esta postura permite una penetración bastante profunda y una buena amplitud de los movimientos verticales.
El hombre puede acariciar fácilmente los senos y el clítoris de su compañera para ayudarla a alcanzar el orgasmo.
Inconvenientes
Se trata de una postura de equilibrio, difícil de controlar.
Postura del jinete
El hombre se acuesta bocarriba, mientras que su compañera se arrodilla por encima de él, rodeando las piernas del hombre con las suyas. La mujer controla la amplitud de los movimientos, tanto verticales como horizontales, para aumentar las sensaciones en el clítoris y las paredes vaginales o para que el hombre pueda alcanzar el orgasmo más rápidamente.
Ventajas
La mujer se encuentra más libre y activa: escoje el ritmo, la velocidad y el tipo de movimiento.
El hombre adopta una actitud pasiva, lo que le permite concentrarse en las sensaciones placenteras, al mismo tiempo que acaricia la espalda de su compañera.
Inconvenientes
No es una postura muy original, por lo que tras varios minutos de estimulación, es conveniente pasar a otra cosa.
Unión del tigre
Partiendo de la postura del misionero, la mujer aproxima las piernas hacia su torso. Si quiere variar las sensaciones y la profundidad de la penetración, lo único que tiene que hacer es cambiar el ángulo de inclinación de las piernas. También puede apoyarse en las nalgas de su compañero, para así aumentar la presión de la pelvis.
Ventajas
Cuando la mujer levanta las piernas, la penetración se vuelve más profunda y es más fácil controlar algunas de las sensaciones.
El hueso pélvico del hombre roza directamente la vulva, facilitando la estimulación del clítoris.
Inconvenientes
La mujer debe tener una buena flexibilidad, sobre todo cuando aproxima las piernas a su torso.
Postura del alineamiento perfecto
La mujer se coloca por encima del hombre, con las piernas separadas para facilitar la penetración. Una vez introducido el pene, ella juntas las piernas para que ambos cuerpos se superpongan en un alineamiento perfecto. Es cuando la mujer empieza la estimulación frotando su cuerpo, lateral y horizontalmente, contra el de su compañero.
Ventajas
Esta posición, super íntima, ofrece un contacto máximo entre los dos amantes.
Las paredes vaginales más apretadas favorecen sensaciones más intensas.
Recomendado en el amor tántrico.
Inconvenientes
Limitación en la profundidad de penetración y en la amplitud de movimientos.
Unión del antílope
De rodillas en el suelo, la mujer se levanta apoyándose contra el borde de la cama. El hombre, hizado sobre sus rodillas, la penetra por detrás.
Variante: la mujer puede mantener las piernas abiertas, a cada lado de las de su compañero, para ofrecer así una abertura vaginal máxima. También puede cerrar sus muslos, para comprimir la vagina y rodear bien la verga.
Ventajas
Estimulación de las paredes frontales de la vagina y del punto G.
Al mismo tiempo, el hombre puede estimular el clítoris y los senos de su compañera.
Esta postura permite a la mujer el fantasmear acerca de amantes imaginarios.
Inconvenientes
El roce de las rodillas con la moqueta puede provocar excoriaciones.
Postura del columpio
La mujer le da la espalda a su compañero y se sienta encima de él, apoyándose en los pies; o se arrodilla a ambos lados de las caderas del hombre, lo que favorece una mayor amplitud y estimulación.
Ventajas
Con esta postura, el hombre goza de un ángulo de vista excepcional sobre la penetración y las nalgas y el sexo de su compañera.
Proporciona una gran amplitud de movimientos (sobre todo, si la mujer está arrodillada) el hombre alcanza la cima de su placer sexual, conduciéndole rápidamente al orgasmo.
Esta postura permite a la mujer el fantasmear acerca de amantes imaginarios.
Inconvenientes
El ángulo de penetración puede resultar incómodo para algunos hombres.
Postura del misionero
Es la postura más conocida, apreciada universalmente tanto por los principiantes como por los expertos. Los dos acostados, el hombre se coloca entre las piernas de la mujer para penetrarla.
Variante : Unos cojines colocados bajo las nalgas de la mujer modifican el ángulo de inclinación de la vagina y permiten una penetración más profunda.
Ventajas
Posición confortable y natural para los dos amantes.
El hombre goza de una amplia libertad de movimientos.
Durante la cópula, la pareja puede mirarse y besarse.
Inconvenientes
La mujer tiene muy restringida su libertad de movimientos.
Esta postura puede llegar a aburrirle. ¡Práctiquela con moderación...!
Unión de la vaca (o del galgo)
Postura clásica, apreciada en todo el mundo por la excitación y las sensaciones intensas que produce. La mujer se coloca a cuatro patas y es penetrada por el hombre, que está arrodillado.
Variante : Para mayor comodidad, la mujer puede colocar unas almohadas debajo de los codos.
Ventajas
Excelente estimulación de las paredes frontales de la vagina y del punto G.
Penetración vigorosa y profunda.
El hombre tiene las manos libres para estimular el clítoris y los senos de su compañera.
El panorama, muy excitante para el hombre, le permite cumplir sus fantasías sexuales de dominación.
La mujer puede fantasear acerca de amantes imaginarios.
Inconvenientes
Algunas mujeres se niegan a realizar esta postura, alegando que se sienten desvalorizadas.
Puede ser doloroso para la mujer, especialmente si el pene toca el fondo de la vagina.
fin del post espero que les sea de utilidad saludos
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