Definimos como afrodisíacos a aquellas sustancias que aumentan nuestro apetito y actividad sexual. Existen de varios tipos: perfumes, cremas, comidas, drogas medicinales, etc.
La manera en la que cada una de estas sustancias es diferente. En el caso de los medicamentos, es puntual, pueden actuar disminuyendo el estrés o mejorando la circulación, para que esto nos facilite tener una actividad sexual placentera.
Existe también el polémico caso de los perfumes y cremas: son perfumes compuestos con feromonas, en general de cerdo, que atraen al sexo opuesto por química pura. Si bien no esta comprobado que las feromonas realmente produzcan esa atracción que tanto nos prometen los vendedores, todos preferimos que al acercarnos a un cuello, este huela bien, por lo tanto, un perfume nunca va a estar de más.
Las bebidas alcohólicas producen una contradicción: Por un lado, nos ayudan a desinhibirnos y nos predisponen bien, pero al afectar nuestras facultades físicas y mentales, produce efectos negativos, además de dificultar la erección en el caso del hombre, y la respuesta orgásmica, en el de la mujer.
Otro es el caso de los elementos que nos da la naturaleza, hierbas y especias, verduras, frutas, bebidas, etc; que nos ayudan de diferentes maneras.
Lo fundamental, es que si pretendemos que estos afrodisíacos tengan efecto sobre nosotros, no hay que ser escépticos.
Ir a un lugar especial a comer platos de este tipo, no implica que al terminar el último bocado se vaya a producir una reacción en nuestro interior, y tengamos repentinamente unas ganas de tener sexo urgente. Tiene mucho que ver con nuestras cabezas, como casi todo en el sexo.
¿Por qué algunos alimentos son considerados afrodisíacos?
Basta con mirarlos. Existen muchas frutas con formas fálicas, como una banana, que a todos nos sugiere lo mismo. O también podemos cortar un durazno a la mitad, y agarrar la mitad que quedo sin carozo, ¿Qué nos sugiere en este caso?
En las cartas de esos lugares tendremos platos como “codornices lujuriosas acompañadas con una lengua ardiente de chocolate”, que desde este lugar también nos hace pensar en sexo.
Y la ambientación, también se vuelve fundamental, no es lo mismo comer una hamburguesa en la cancha, que uno de estos platos, en un lugar con luces bajas o velas, con una música acorde, tal vez un show de fondo, y bien acompañados
En conclusión, los afrodisíacos no son sustancias mágicas, podremos usarlos para complementar nuestra sexualidad, para jugar con nuestra pareja, para renovar pasiones, o simplemente para probar algo distinto, pero si las ganas no están, una ensalada de apio y nueces, no las hará aparecer.
Fuente: http://captainpleasuresexshop.blogspot.com/?zx=e7d05466afab827
La manera en la que cada una de estas sustancias es diferente. En el caso de los medicamentos, es puntual, pueden actuar disminuyendo el estrés o mejorando la circulación, para que esto nos facilite tener una actividad sexual placentera.
Existe también el polémico caso de los perfumes y cremas: son perfumes compuestos con feromonas, en general de cerdo, que atraen al sexo opuesto por química pura. Si bien no esta comprobado que las feromonas realmente produzcan esa atracción que tanto nos prometen los vendedores, todos preferimos que al acercarnos a un cuello, este huela bien, por lo tanto, un perfume nunca va a estar de más.
Las bebidas alcohólicas producen una contradicción: Por un lado, nos ayudan a desinhibirnos y nos predisponen bien, pero al afectar nuestras facultades físicas y mentales, produce efectos negativos, además de dificultar la erección en el caso del hombre, y la respuesta orgásmica, en el de la mujer.
Otro es el caso de los elementos que nos da la naturaleza, hierbas y especias, verduras, frutas, bebidas, etc; que nos ayudan de diferentes maneras.
Lo fundamental, es que si pretendemos que estos afrodisíacos tengan efecto sobre nosotros, no hay que ser escépticos.
Ir a un lugar especial a comer platos de este tipo, no implica que al terminar el último bocado se vaya a producir una reacción en nuestro interior, y tengamos repentinamente unas ganas de tener sexo urgente. Tiene mucho que ver con nuestras cabezas, como casi todo en el sexo.
¿Por qué algunos alimentos son considerados afrodisíacos?
Basta con mirarlos. Existen muchas frutas con formas fálicas, como una banana, que a todos nos sugiere lo mismo. O también podemos cortar un durazno a la mitad, y agarrar la mitad que quedo sin carozo, ¿Qué nos sugiere en este caso?
En las cartas de esos lugares tendremos platos como “codornices lujuriosas acompañadas con una lengua ardiente de chocolate”, que desde este lugar también nos hace pensar en sexo.
Y la ambientación, también se vuelve fundamental, no es lo mismo comer una hamburguesa en la cancha, que uno de estos platos, en un lugar con luces bajas o velas, con una música acorde, tal vez un show de fondo, y bien acompañados
En conclusión, los afrodisíacos no son sustancias mágicas, podremos usarlos para complementar nuestra sexualidad, para jugar con nuestra pareja, para renovar pasiones, o simplemente para probar algo distinto, pero si las ganas no están, una ensalada de apio y nueces, no las hará aparecer.
Fuente: http://captainpleasuresexshop.blogspot.com/?zx=e7d05466afab827
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