PLACER ANAL PARA ELLOS
Una guía para mujeres, escrita por una mujer
Una guía para mujeres, escrita por una mujer
¿ Quien no ha pensado por que difrutan tanto las chicas con el sexo anal ?
Estos cuatro artículos los encontré en una web en inglés sobre temas sexuales, lamentablemente no he vuelto a encontrar esa página y no recuerdo el nombre de la autora. Al final he incluido un pequeño comentario con mis propias experiencias sobre el asunto.
Muchísimos hombres sienten fascinación por el agujero del culo. Es fácil de comprobar. ¿ Por qué crees que el sexo anal aparece prácticamente en todas las películas pornográficas realizadas en los últimos años ? ¿Te has preguntado por qué será que en esos vídeos casi siempre es la mujer quien aparece recibiendo sexo anal ? No es que yo me queje por eso, lo que quiero explicarte es que ellos también tienen un ano perfectamente bueno para el placer, esperando recibir un poco de atención. Para las mujeres no siempre es fácil abordar este tema al tener relaciones sexuales con los hombres, incluso puede ser arriesgado plantearlo directamente. A veces me pregunto si el sexo anal no será una de las fantasías favoritas de los hombres precisamente por ser algo prohibido y temido. Desde una edad temprana a los hombres se les enseña (falsamente) que si sientes placer en la región anal significa que eres gay o afeminado. Y ser gay es una de las cosas más temibles para la mayoría de los chicos adolescentes. Esta creencia no se olvida fácilmente cuando crecen y se hacen hombres, estoy convencida de que esa es la razón por la cual tantos vídeos presentan continuamente escenas de penetración anal siempre con la mujer recibiendo, porque la idea de recibir placer anal les resulta tremendamente excitante y atemorizante a la vez.
Pero a pesar de toda la propaganda en su contra, el sexo anal sigue siendo una obsesión frecuente en los hombres, y si tú crees que los hombres no tienen fantasías en las que son ellos quienes reciben el placer anal, pregúntale a cualquier mujer que haya trabajado en una línea de sexo telefónico o a muchas prostitutas, te dirá que una de las fantasías más solicitadas es la del placer anal masculino. O bien pregúntale a los realizadores de las películas tremendamente exitosas “Bend Over, Boyfriend” y “Bend Over, Boyfriend 2″.
No resulta una desviación descabellada que un hombre hetero desee experimentar esa forma de placer. Después de todo, el ano es una zona erógena (erógena = que puede generar placer si se la estimula) que la naturaleza puso allí sin importarle la moral o la orientación sexual de la persona. Tampoco eso quiere decir que todos estén deseosos de que jueguen con su trasero, pero por ahora deja de creer que tu semental es tan macho que se va a escandalizar si abordas ese tema.
Por otra parte algunas mujeres se preguntarán por qué deberían estar interesadas en acariciar el ano de su chico. Bueno, al igual que no a todas las mujeres les gusta recibir placer anal, no a todas les gusta darlo. Pero si el tema es nuevo para ti, debes tener en cuenta lo siguiente: El ano tiene infinidad de terminaciones nerviosas y es tocado muy pocas veces, por eso puede darle a tu chico ciertos placeres que ni tú ni él supieron nunca que existían. Aún más, la connotación que tiene el sexo anal para algunos hombres puede ser aprovechada para crear o mejorar en gran medida un ambiente de fantasías eróticas, además hay que mencionar el grado de intimidad que puedes obtener al compartir algo que él nunca ni siquiera intentaría a no ser que tenga infinita confianza en ti. Jugar con su ano, definitivamente, puede abrir para ambos nuevas fronteras sexuales.
¿ Sabías que la zona del anal tiene tantas terminaciones nerviosas como el clítoris de la mujer o el glande del varón ? De esa forma se explica perfectamente porqué su estimulación puede producir tanto placer: es una de las zonas erógenas por excelencia.
Si te atrae la idea de explorar el trasero de tu chico, pero no sabes bien por dónde empezar, aquí tienes algunas sugerencias sobre cómo dar el primer paso:
* Pudieras llamar su atención acerca de un vídeo como “Bend Over Boyfriend” hacer algún comentario acerca de su contenido. Debes ser cuidadosa en este punto, intenta algo como: — ¡Eh, mira qué interesante!, ¿te imaginas…?
* Una forma más agresiva sería conseguir tú misma un vídeo o un libro sobre el placer anal masculino y leerlo en la cama o dejarlo en un sitio donde él pueda encontrarlo. Así se dará cuenta inmediatamente de tu interés en el tema.
* Si tú misma disfrutas recibiendo sexo anal, o alguna vez has querido probarlo, pudieras iniciar una conversación acerca de cuánto te gusta, y entonces incluir algún comentario más o menos así: “—Disfruto tanto cuando juegas con mi trasero… ¿crees que te gustaría si yo juego con el tuyo? …a mí me calentaría mucho hacerlo.”
* Debes ser muy cuidadosa en no tocar el ano de un hombre durante el sexo si no tienes previamente su consentimiento, pero no hay nada absolutamente malo en agarrar, apretar y amasar sus nalgas durante una sesión de caricias. Dale algunos besos bien colocados, tal vez algún mordisquito, y observa su reacción. Si le gusta, seguramente que te lo hará saber con algún gesto o sonido, en ese caso puedes intentar llegar un poco más lejos.
* O puedes intentar la manera más directa posible: “-Cariño, me encantaría jugar con tu ano”, puede ser que se asuste al principio, pero habrá cogido la idea. O quién sabe, pudiera ser que te conteste: “Adelante, ¿por qué tardaste tanto en decirlo?. Una vez que hayas logrado su interés, no te preocupes. En el artículo del mes próximo vas a enterarte de todo lo que necesitas para darle placer anal a tu chico de forma segura. Quizás él esté a tu espalda ahora mismo leyendo este artículo en tu pantalla y no quiere esperar, podéis ordenar una copia de “Bend Over Boyfriend” que servirá de ayuda, sin dudas.
Hablar con tu chico sobre el sexo anal no es tan complicado.
PARTE 2: ¡ MANOS A LA OBRA !
El mes pasado expliqué algunas de las formas que puedes utilizar para facilitar la comunicación con tu chico y hacerle saber que estás interesada en jugar con su ano. ¿Y ahora qué? Supongamos que sí está interesado. ¿Por dónde vas a empezar? Aunque el artículo del mes pasado estaba dirigido a mujeres que se relacionan con hombres, especialmente hombres heterosexuales, la mayor parte de la información de este mes se aplica perfentamente también a la relación entre gays.
En primer lugar voy a referirme a determinados aspectos y mitos relacionados con el trasero masculino que puedes encontrarte.
* Los traseros masculinos son sucios. Hay que reconocerlo, la mierda no es nada higiénica, pero puedes minimizar el contacto con ella, con unos pocos cuidados podéis mantenerse tú y tu chico bastante seguros y limpios durante cualquier aventura anal. Por otro lado, no todo lo que está un poco sucio es malo. Recuerda que las mamás y los papás de todo el mundo cambian los pañales a sus bebés diariamente, probablemente no sea muy divertido para ellos, pero se las arreglan perfectamente con un poco de agua y jabón.
* La penetración anal siempre es dolorosa al principio. Falso. Si duele, detente o ve más despacio. El dolor es la forma que tiene el cuerpo de avisarte que le haces daño. La acción anal nunca debe lastimar, aunque pueda sentirse un poco incómodo al principio. Lo diré una vez más: Si duele, detente o ve más despacio.
* La penetración anal para el hombre es realmente fácil y simple una vez que haya sido superada su resistencia. Falso. Incluso para los más experimentados en el placer anal, esta experiencia resulta en la mayoría de los casos física y emocionalmente intensa por resultar un punto muy sensible. No creas que siempre estará dispuesto a recibir por el trasero, independientemente de cuánto lo disfrute.
* Se volverá gay. Este es probablemente el mito más común acerca de la sexualidad anal masculina. Mucha gente aún cree que si a tu compañero heterosexual le gusta la sensación anal, en el futuro podría abandonarte y caer en los brazos de un amante masculino. Creo que si tu chico está deseando secretamente el placer anal y tú como mujer no eres capaz de dárselo, entonces sí deberías preocuparte. Y si tú eres mujer y a él le gusta que juegues con su ano… ¿en qué sentido esto lo va a volver gay? En ningún sentido. Ahora, una vez que hayas dejado atrás todos esos mitos, aquí tienes algunos consejos útiles para estimular el ano de tu compañero.
* Recuerda ir lentamente. ¿Te gustaría a ti que él de repente empezara a meter cosas en tus partes íntimas sin la más mínima caricia previa? No hace falta que respondas. Para adaptarse a los nuevos estímulos, lo mejor es ir lenta…, lenta…, lentamente…, aún más lentamente de lo que creas que debería ser. Además, recuerda que tú lo estás disfrutando también.
* Utiliza enormes cantidades de lubricante. Todo el que necesites, él te lo va a agradecer con sus gemidos de placer, créeme. Puede que necesite menos lubricante una vez que se vaya acostumbrando a la estimulación anal, pero al principio unta generosamente su trasero. Lo mejor es utilizar un lubricante espeso en forma de gel, que ayudará a proteger la sensible mucosa anal y es más fácil de aplicar.
* Usa guantes de látex. No digo esto por razones puramente higiénicas sino porque facilitará bastante las cosas. Los dedos no son precisamente las partes más blandas del cuerpo. Si tienes las uñas largas debes meter unas bolitas de algodón en el extremo de los dedos de los guantes antes de ponértelos, puede parecer incómodo pero será mucho mejor así, especialmente al principio. Además te recomiendo que te los pongas en las dos manos desde el comienzo, así podrás cambiar de manos cuando quieras sin detener la acción.
* Hay varias posiciones apropiadas: Él acostado boca arriba en el borde de la cama y tú arrodillada frente a él; o bien él acostado boca abajo con una almohada bajo su vientre para levantar su trasero hasta un ángulo apropiado; puede ser también acostado de lado y tú detrás de él separando sus nalgas. Te recomiendo experimentar, recordando siempre que la mejor posición será aquella que te permita el máximo acceso simultáneamente a su ano y a su pene. Ahora viene lo bueno! En los comienzos, no te concentres tanto en su ano que ignores el resto de su cuerpo. Puede sentirse divinamente si acaricias su pene con una mano mientras rozas un dedo alrededor de su entrada… mientras más excitado esté él, más sensible estará su ano. No olvides que sus nalgas, especialmente las curvas que conducen hacia el centro, pueden ser muy sensibles. Comienza dibujando círculos alrededor del ano con la llema del dedo mientras juegas con su pene o acaricas sus huevos. También puedes mover tu dedo hacia delante y hacia atrás como cuando acaricias tu propio sexo. Recuerda el lubricante! En este punto debes tener en cuenta que la estimulación externa puede ser suficiente para él, quizás no desee ser penetrado.
No intentes ir demasiado rápido, pero a medida que él esté más excitado, es más probable que desee más estimulación. Experimenta insertando un dedo. Si tienes dificultades la primera vez puedes intentar lo siguiente: pídele que relaje su ano mientras que tú presionas con la llema del dedo, sin intentar penetrar. A continuación pídele que empuje su ano hacia tu dedo para que éste penetre. Tú realmente no estás empujando: su ano te invita a entrar.
Una vez que has metido un dedo, intenta dejarlo quieto durante un minuto. Esto le dará tiempo a su ano a acostumbrarse al extraño visitante. Si a él le gusta, puedes comenzar a meterlo y sacarlo, y luego añadir un segundo dedo. Puedes intentar la misma técnica mencionada antes, o empujar suavemente con dos dedos.
No olvides conversar con él para saber lo que siente. Tampoco es bueno preguntarle cada dos segundos: ¿te gusta así?, porque vas a distraer su atención. Puedes alternar diferentes frases, por ejemplo: ¿te gusta que juegue con tu ano, verdad?, ¿es demasiado grande este dedo para tu apretado culito? ¿tu culo lo está deseando, o no?. A veces algunos se ponen huraños cuando tocas su trasero, aún cuando les guste, así que mantén abierta la comunicación. El contacto visual puede ser muy importante. Si él tiene los ojos cerrados, puede ser que esté sumergido en sus sensaciones o que se haya dormido, probalemente lo primero, pero no vendría mal verificarlo con una pregunta como “¿te gusta lo que estoy haciendo? Si sus ojos recorren tu cuerpo, piensa qué espectáculo más excitante le estás ofreciendo, colocada entre sus muslos con tu dedo en su ano. Tu mirada y tus gestos pueden excitarlo aún más. Hablaré de la próstata el próximo mes, básicamente es una glándula del tamaño aproximado de una nuez situada varias pulgadas dentro de su ano, hacia el frente de su cuerpo. Es una glándula increiblemente sensible para muchos hombres, prácticamente el equivalente del punto G femenino. Si tus dedos llegan, puedes acariciarla suavemente proporcionándole una sensación extremadamente placentera.
No olvides que tienes dos manos! Mientras una de tus manos se ocupa de su trasero, con la otra puedes estarle haciendo la paja de su vida. Muchos hombres afirman que tienen los orgasmos más intensos cuando reciben estimulación simultáneamente en el pene y en el ano. Lubrica esa parte también. Ahora, si realmente quieres que alucine de gusto, intenta hacerle una felación mientras tus dedos están en su ano. No puedo asegurarte que esto funcione con todos los hombres, pero me han contado que frecuentemente eyaculan a los dos segundos de recibir simultáneamente el placer de la felación y la estimulación anal. Digamos que ya has experimentado todas estas cosas deliciosas y quieres aún más placer. En las próximas entregas te explicaré como incluir juguetes sexuales en el placer anal y cómo utilizar un arnés (strapon) por primera vez.
PARTE 3: MEJORANDO LA TÉCNICA
En los dos artículos anteriores, hablé acerca de cómo puedes abordar el tema del placer anal masculino y cómo comenzar a explorar el trasero de tu chico.
Si todo ha salido bien, seguramente querrás mejorar tu técnica, adoptar nuevos elementos y ayudar a tu chico a disfrutar nuevas formas de placer anal. Esta tercera entrega está dedicada a la penetración del hombre con consoladores, bolas anales, plugs anales y vibradores. También un par de ideas acerca de la estimulación oral-anal.
Lo más importante que tienes que recordar es, como he dicho antes, que el sexo no es una actividad orientada a alcanzar una meta. El juego anal no necesariamente tiene que conducir a la penetración. Se puede obtener mucho placer con la estimulación exterior del ano, por lo sensible que es. Pero si él lo disfruta y tú también, más tarde o más temprano surgirá la idea de una exploración más profunda.
Rimming (analingus, estimulación oral-anal o también beso negro). Alguna de ustedes podrá arrugar la nariz al leer esto, pero casi todas las personas que disfrutan del sexo anal y que han sentido el placer de un beso negro te dirán que es una sensación increible. Para el que lo hace puede ser muy excitante y placentero también. En cierta forma es algo similar al cunnilingus, pero se le puede hacer lo mismo a un chico que a una chica.
Desafortunadamente, el beso negro no es una de las actividades más seguras del mundo. Aunque el riesgo de transmisión del VIH es relativamente bajo, hay un alto riesgo de transmisión de hepatitis A, B y posiblemente C, que son enfermedades mucho más comunes que el VIH, así como de parásitos intestinales y otras enfermedades de transmisión sexual.
Por este motivo los fabricantes de accesorios de cocina han tenido el detalle de inventar el papel plástico para envolver (film transparente). Bueno, tal vez no haya sido ese el motivo, pero ha sido una excelente idea, ¿no crees? Primero aplica un toque de lubricante en su ano, luego extiende un trozo de film entre sus nalgas y ¡…a disfrutarlo! Optra opción son las barreras dentales (dental dams) que no son más que un trozo cuadrado de látex. El film transparente tiene la ventaja de que es muy barato y no tiene ningún sabor. También puedes untar alguna golosina, por ejemplo nata montada, (en tu lado de la barrera por supuesto) y disfrutar de un delicioso sabor mientras exploras su lado sensible. Las barreras dentales de látex no deben ponerse en contacto con ningún alimento o lubricante que contenga aceite.
Si va hacele el beso negro sin protección, pídele que se lave bien con agua y jabón, y se enjuague bien. Después de hacerlo enjuágate la boca con algún colutorio bucal antiséptico. Estas dos medidas reducen bastante el riesgo pero no lo eliminan.
Los lubricantes. Lo digo una vez más, esto es realmente muy importante. No querrás nunca estar a mitad de una sesión de sexo anal tremendamente caliente y de pronto quedarte sin lubricante. No todo el mundo prefiere los lubricantes espesos, pero realmente son la mejor solución para iniciarse en el juego anal, porque éstos proporcionan una protección mejor para la piel. Existen excelentes marcas de lubricantes que se pueden adquirir en la farmacia o en la sex-shop. Es muy importante tener en cuenta que nunca se debe utilizar para estos fines ningún lubricante basado en aceites (como el aceite infantil) si se pretende utilizar condones o juguetes de látex, pues el aceite disuelve el látex. Hay algunos lubricantes muy buenos basados en silicona, pero habrá que tener encuenta que éstos disuelven los juguetes que estén fabricados con silicona.
La próstata. Muchos textos acerca de la sexualidad masculina ignoran la próstata, lo cual es un error. Es una glándula del tamaño de una nuez, situada varias pulgadas dentro del recto, la profundidad varía de un hombre a otro, pero a veces de puede alcanzar con los dedos y otras veces se requiere un consolador. Las mujeres no tenemos próstata. Hay quienes afirman que la próstata es el equivalente masculino de nuestro punto G, por eso no debes sorpenderte si oyes decir que muchos hombres experimentan una sensación alucinante e incluso llegan al orgasmo al estimularles la próstata.
Cuando localices su próstata, te recomiendo que seas delicada, hurgar indiscriminadamente puede dolerle. Pero acariciarla suavemente lo enloquecerá. Recuerda: no todos los hombres disfrutan con la estimulación de la próstata, ésta no es indispensable para que la estimulación anal sea muy placentera, pero a muchos hombres realmente les encanta. No te sorprendas si cuando estás estimulando la próstata tu chico llega al orgasmo.
Tapones anales (plugs). Como ya dije la vez anterior, los dedos no son precisamente la parte más blanda del ser humano. Por eso, aún en el caso de que para alguien no sea agradable sentir un dedo dentro del ano, es probable que un juguete anal delgado le resulte delicioso, debido a que éstos están desprovistos de uñas, callosidades o nudillos. Hay una gran variedad de plugs anales en los sexshops. Los que están hechos de silicona tienen la ventaja de que se pueden hervir para desinfectarlos después de usarlos. Si lo prefieres puedes utilizar un condón para mantener limpio el plug anal, debes anudar el final del condón alrededor de la base del plug, o bien recortar un dedo de un guante de latex y colocarlo en la parte insertable del plug.
El nombre de plugs anales o tapones anales que se le da a estos juguetes no me parece muy acertado. Supuestamente se pueden dejar insertados en el ano mientras te dedicas a otro tipo de estímulos, pero según mi experiencia, raras veces se mantienen ahí si no se sujetan de alguna manera, especialmente los más pequeños. Algunos modelos sí se mantienen puestos pero son bastante más gruesos que lo recomendable para los principiantes.
Muy importante: cualquier cosa que insertes en su ano, debes estar absolutamente segura de que tenga algún tipo de borde o base más ancha que la parte insertada. A diferencia de la vagina, el ano es muy profundo y al menor descuido, un juguete que no tenga esa base ancha se puede deslizar en su interior. Puede parecer una tontería pero ya verás lo fácil que se escapan los objetos de tus manos cuando las tienes embadurnadas de lubricante.
Los vibradores.
Éstos pueden ser especialmente agradables para las exploraciones anales. Las vibraciones ayudan a relajar el ano, facilitando la penetración, y geralmente la sensación es deliciosa. No a todos les gusta, pero dado que éstos no son demasiado caros, vale la pena intentarlo. De igual forma, asegúrate de que el vibrador tenga un borde o forma más ancha en su base para evitar que se deslice totalmente dentro de su recto. Si esto ocurre con el vibrador funcionando y no logras sacarlo, habrá que ir a urgencias inmediatamente. El calor generado por el motor del vibrador puede causar problemas serios. No obstante, con un vibrador pequeño, sin base, se puede estimular la zona exterior del ano de forma muy placentera.
Tira de bolas anales (o bolas chinas).
Este es otro juguete anal por excelencia. En algunas todas las bolas son del mismo tamaño, mientras que en otras cada una de las bolas es mayor que la anterior. Su diámetro es relativamente pequeño, pero generalmente se requiere la ayuda de los dedos para insertarlas en el ano, por eso tal vez no sean lo más apropiado para iniciarse. La idea consiste en introducir todas o la mayoría de las bolas, y luego sacarlas de una en una, o todas de una vez, en el momento en que él está llegando al orgasmo (si tiras del hilo y sacas todas de una sola vez en el mismo momento que tu hombre está temiendo un orgasmo, el placer que sentirá será increíble). He escuchado la opinión entusiasta de bastantes amigos acerca de esa técnica, aunque perfectamente se pueden intentar otras variantes. Para esto se necesita lubricante en grandes cantidades, de lo contrario puede ser muy desagradable sacarlas.
En oriente, algunas prostitutas introducen una cuerda lubricada (y con varios nudos) en el ano del cliente, y en el momento que este llega al orgasmo, la chica tira de la cuerda y le añade una estimulación extra al placer del varón. Es casi como unas bolas chinas.
Consoladores (dildos).
Como en todos los casos anteriores es buena idea comenzar con algo pequeño. Esto no quiere decir que a ellos no les guste que le metas algo grande en su ano, en realidad a muchos les gustará más grande de lo que crees. Pero con alguien que se está iniciando en la penetración anal es mejor que seas conservadora. Es mucho más sexy que te diga: “¡…me gusta… quiero más! en vez de: ¡…aaay, aléjate de mi con esa cosa! Repito, debes garantizar que cualquier dildo que le metas ahí tenga una base considerablemente más ancha que su tronco. No es nada divertido ponerse a hurgar para intentar sacar de su recto algo que se te ha escapado de las manos, y si se quedara ahí metido significa una visita a urgencias.
Los dildos de silicona son algo más rígidos que los demás, algunos opinan de esa forma facilitan la penetración anal. Los de jelly por otra parte, son más baratos, dando la posibilidad de probar con distintos tamaños sin incurrir en un gasto exagerado. Los juguetes de látex no se pueden hervir, pero los puedes mantener limpios si los proteges con condones, o simpemente lavándolos bien con jabón bactericida después de usarlos. También necesitarás enjuagarlos antes de su uso pues tienden a recolectar pelusas.
Muchos consoladores tienen forma de penes. Si tu chico por alguna razón rechaza la idea de ser penetrado con una imitación del órgano masculino, puedes encontrar también algunos excelentes modelos de consoladores que no tienen una forma tan representativa.
Ve lentamente. A él puede ser que le guste el movimiento de entrada-salida de forma repetida o que prefiera simplemente la sensación de plenitud (sentirse "lleno") que produce tener un dildo en su interior. De cualquier forma, le encantará que acaricies o beses su pene y el resto de su cuerpo, mantén el contacto visual, y dile cuánto te excita verlo con sus piernas separadas y un dildo en su ano.
Si esto realmente le gusta, te pedirá más y más. El próximo artículo tratará acerca de los consoladores con arnés (strap-on).
PARTE 4: MÁS SOBRE LOS JUGUETES - DANDO PLACER A TU CHICO
Los juguetes pueden ser una buena forma de practicarlo
En los artículos anteriores he venido explicando como una chica puede invitar a un chico a dejarlo explorar su trasero y como iniciarlo en las formas más intensas de excitación y erotismo anal. Las caricias con las manos, la boca, la penetración con los dedos y otros juguetes son más que suficientes para darle una experiencia anal muy placentera. Pero aún existen más posibilidades, algunos consoladores se pueden fijar a tu cuerpo, dándote la sensación de poseer tu propio pene. El uso de los llamados strap-ons puede multiplicar el placer de ambos, especialmente con los recientes avances en el diseño de los juguetes sexuales.
Los arneses: El uso de un strap-on para follarte a tu chico, te deja las manos libres para jugar con otras partes muy sensibles de su anatomía, y además te dará cierta sensación de poder, que puede ser muy excitante como forma de juego de roles sexuales, donde tú asumes el papel dominante. Aunque lógicamente tu órgano artificial no tiene sensibilidad, su base estará en contacto directa o indirectamente con tu clítoris y podrás controlar tus movimientos para obtener el máximo placer con cada embestida. Vamos por partes. Los arneses son dispositivos que se ajustan al cuerpo con el objetivo de fijar un consolador con una base ancha, en un cuerpo humano que no ha sido dotado de un pene anatómico. Al seleccionar un arnés debes tener en cuenta que se ajuste bien a tu cuerpo, que sea cómodo y que sea versátil. Por ejemplo, algunos arneses tienen un anillo fijos donde se sujeta el dildo, por lo que no pueden adaptarse a consoladores de diferentes tamaños. También los hay de diversos estilos de acuerdo con la forma en que se pueden utilizar, algunos modelos tienen dos correas para mantenerlo en su sitio que se sitúan a ambos lados de la vulva, permitiendo la estimulación del clítoris e incluso la penetración. Otros modelos pueden tener una única correa, como un tanga, o tener forma de pantalón corto.
La oferta de este tipo de juguetes es cada vez más variada, te recomiendo que visites primero varias sexshops en Internet, preferiblemente junto a tu chico, para escoger el que mejor se adapte a tu cuerpo y a tus fantasías.
Los consoladores.
A continuación tendrás que seleccionar un dildo para colocar en el arnés, a no ser que hayas comprado un kit completo. Aunque el precio es mayor, los de silicona son mucho más versátiles y duraderos que los de jelly. Mis favoritos son unos que vienen en tres tamaños de modo que puedes ir experimentando y aumentando el tamaño si tu chico lo desea. No pretenden imitar un pene, carecen de abultamientos, rugosidades o venas, son lisos y muy suaves.
Hay gran variedad de dildos en las sexshops, no debes olvidar que el modelo elegido debe tener una parte más ancha en la base para que pueda sujetarse al arnés, y preguntar a tu pareja si está dispuesta a aceptar un dildo que se parezca a un pene real. Por último, hay algunos que incluyen un pequeño vibrador en su base.
Técnicas:
Es posible colocar el dildo en el arnés antes o después de ponértelo, pero si tienes un arnés con hebillas, será más fácil si colocas el dildo antes de ajustar las correas. En dependencia de lo ajustado que te quede el arnés el dildo puede quedar colgando hacia abajo o en plena “erección”. De cualquier forma, no olvides que el strap-on nunca será un pene, así que no esperes poder disfrutar las mismas posiciones o ángulos que puede adoptar él cuando te está penetrando a ti.
Aquí la experimentación tiene un papel importante. Revisa en los artículos anteriores de esta serie las posiciones que te sugiero para la penetración. Recuerda que todo el lubricante que puedas usar nunca será demasiado y que debes lubricar tanto el consolador como el ano de tu chico. Es preferible utilizar un lubricante espeso, porque el recto absorbe el agua del lubricante muy rápido, al ser más espeso va a durar más y además ofrece una mejor protección.
Es preferible iniciar la penetración con una mano enfundada en un guante, dilatando con uno o dos dedos y luego pasar al dildo. Ve despacio, y recuerda que si usas un dildo con una cabeza más ancha, ésta será la parte más dificil de meter. Una vez que la cabeza esté dentro dale tiempo para que se adapte, y luego, si él lo desea puedes introducir lentamente el resto del consolador.
No olvides que aún tienes dos manos. Puedes usarlas para atraer sus caderas, acariciar su espalda o sus nalgas o su pene; tus manos son un gran instrumento de placer. También puedes usarlas para tocarte tú misma, acariciar tus pechos o meter una mano bajo el arnés para frotar tu clítoris. No hay ningún inconveniente en que disfrutes tú también mientras le das placer a tu chico. Si eres como yo, descubrirás que penetrar de esta forma a tu chico es uno de los placeres más grandes que puedes tener. Muchos hombres llegan al orgasmo solo por estimulacion anal, sin necesidad de tocarse el pene e incluso sin tener una erección clara: no debes sorprenderte de esto, es perfectamente normal.
¡ Buena suerte, y que te diviertas experimentando !
COMENTARIOS DEL TRADUCTOR
Contare algunas experiencias propias:
Espero que hayas disfrutado de los cuatro artículos tanto como yo disfruté al traducirlos, discúlpame por los errores que puedan encontrarse en el texto. Como la autora de los originales es mujer, no quisiera terminar sin expresar mis propias experiencias desde el punto de vista de un hombre heterosexual a quien le encanta recibir (y dar) placer anal. La primera vez que oí hablar del tema fue en un relato erótico de una revista muy antigua que encontré en el fondo de un armario en la casa de mis padres cuando tenía 16 o 17 años, seguramente pertenecía a mi padre o a alguno de mis hermanos mayores. La idea me excitó desde el primer momento y comencé a incluir el ano dentro de mis experiencias masturbatorias. No voy a negar que al principio estuve bastante preocupado y sentí algo de culpabilidad, no era tan fácil obtener información sobre temas sexuales como ahora, tampoco me atreví a preguntarle a nadie. Después de más de treinta años de vida sexual mis dudas han desaparecido, en parte gracias a este maravilloso invento que es Internet, donde he encontrado artículos como los anteriores en páginas dedicadas a la salud sexual y en diversos foros. No soy un hombre promiscuo, en todo este tiempo he tenido tres parejas estables y en raras ocasiones algún encuentro casual. Mi primera compañera sexual se escandalizó tanto cuando le pedí que me acariciara la zona anal que nunca más me atreví a hablarle del tema. Tampoco aceptó nunca ser ella quien recibiera placer por ahí. Esto no fue obstáculo para que nuestra relación durara unos cuantos años y nos entendiéramos bastante bien en la cama, pues disfruto muchísimo también con las formas “convencionales” del acto sexual.
Después de esta experiencia, a la segunda no se lo pedí directamente. La dejé que ella misma descubriera ese punto sensible de mi anatomía. Al principio no me resultó nada fácil, hasta que se me ocurrió aprovechar su costumbre de agarrarse con las dos manos de mis caderas para controlar mis movimientos cuando la estaba penetrando. Para que entendiera lo que estaba deseando, cada vez que sus manos se movían un poco en esa dirección yo aumentaba el ritmo y la potencia de mis embestidas, a veces se las empujaba sutilmente para que llegaran a donde yo quería. La primera vez que presionó mi agujero con la yema del dedo, no pude controlarme y me corrí inmediatamente. Más tarde le dije claramente cuánto me había gustado que me tocara ahí, que no fuera a pensar que yo era gay por eso, se lo tomó con más naturalidad de la que yo esperaba y dijo nunca se cuestionaría mis masculinidad. A ella también le gustaba que jugara con su ano, aunque lo máximo me permitió introducirle fue un dedo. Lo intentamos varias veces con mi pene pero resultaba doloroso para ambos, así que lo dejamos. Ahora comprendo que lo que nos faltaba era lubricante, experimentando llegamos a descubrir que la saliva puede servir para empezar, pero se seca o se absorbe demasiado rápido.
Esta relación también se terminó, y en los años que pasaron hasta que conocí a mi actual mujer tuve dos o tres novias pero con ninguna de ellas me sentí suficientemente compenetrado como para invitarla experimentar los placeres anales. Con mi actual pareja fue mucho más fácil porque a ella le gustó desde el principio que me ocupara de su trasero. Esto nos llevó a buscar alguna información acerca del sexo anal. Gracias la Internet aprendimos muchas cosas sobre los riesgos, precauciones y técnicas para obtener el máximo de placer, también encontramos bastantes referencias al placer masculino, la próstata y todo lo que ya has leido anteriormente. Sin que tuviera que pedírselo, ella comenzó a prestar interés por mi ano en nuestras sesiones de caricias y pronto se convirtió en una adicta al placer anal, tanto a recibir como a dar. Hemos adquirido algunos plugs anales de diferentes tamaños y nos damos placer mutuamente con ellos. No tenemos ningún strap-on pero después de leer estos artículos lo estamos considerando seriamente. Como lubricante siempre hemos utilizado un producto llamado KY, que se puede adquirir en cualquier farmacia. Pero hay algo que consideramos insuperable, es el equivalente anal del 69. Primero nos damos una ducha juntos y luego nos besamos y acariciamos por tur
nos, hasta quedar en la posición deseada. Nos lamemos simultáneamente uno al otro, intentando penetrar con las lenguas… pero no contaré más, que para eso está la sección de relatos, esto tienes que experimentarlo tú mism (arroba) .
Deseo que toda esta información ayude a los indecisos y a las indecisas a comunicarse con su pareja para iniciarse en los placeres anales, agredeceré cualquier comentario.
Autor: E2
e2uar2 ( arroba ) mixmail.com
UNAS PALABRAS FINALES
Quiero escribir nuevamente sobre este tema porque aun hoy sigo recibiendo muchos correos por el artículo que escribí hace ya bastante tiempo.
Evidentemente el asunto de la penetración anal en hombres heterosexuales no es una moda ni una tendencia del siglo XXI. Esto es de siempre, lo único es; que los paradigmas nos han tratado de enseñar que el hombre que le penetran por su ano deja de ser hombre. Esa premisa tiene la misma validez que la que el hombre que se pone un zarcillo, o el que se deja el pelo largo, o el que le da un beso a otro hombre o hasta el que le carga la cartera a la esposa se vuelve homosexual.
La inclinación sexual jamás será dada por una acción o un ornamento. La inclinación sexual no está en el cuerpo, no es un asunto fisiológico, es un asunto mental y ahí está la razón de por qué un hombre que es penetrado analmente no tiene porque ser homosexual.
Repito esto casi igual que en mi escrito anterior, por la simple razón que es una de las cosas que más me consultan cada vez que me escriben. Usted si es hombre no es homosexual si se mete un dedo, un vibrador o hasta un pene por el ano.
El ano es un esfínter, un musculo en forma de anillo que está repleto de terminaciones nerviosas y de ahí la razón de que al estimularlo cree semejante sensación de placer.
Otra cosa que hay que agregar y de lo cual ahora se habla tanto; es el punto P (Punto G del hombre), este punto no es más que la próstata, a la cual se le llega por el ano y la cual si es presionada con cuidado y a esto me refiero, no bruscamente, puede llegar a hacer que el hombre eyacule de manera inmediata sin que esta eyaculación venga acompañada de un orgasmo. Si unimos la estimulación anal, la estimulación prostática y un acto sexual normal el hombre puede conocer la mejor experiencia de su vida. ¿Por qué? Sencillo, es la sumatoria de los placeres.
Otra de las inquietudes más mencionadas, es como manifestarle esto a su pareja. He ahí un asunto que aunque no debería, es la parte más álgida de todo esto. ¿ Por qué ? Porque no solo los hombres han sido inducidos a creer los paradigmas que antes mencioné, sino que a la mujer también le dijeron que el hombre que le gusta que le den por atrás no es macho.
Así que en algunos casos no será fácil afrontar esta situación con su pareja. Por tal motivo y basándome en mi experiencia personal y en la que algunos me han comentado, la mejor manera es ser sutil y programado. ¿Le suena anti-romántico? Quizás sí, pero si no hace las cosas bien, de tener una compañera tradicionalista u ortodoxa, será quizás la última oportunidad, porque lo más seguro es que le responda, que esa es la última vez que quiere hablar del tema y aquí no solo se busca satisfacer la necesidad o el gusto de ser penetrado analmente si no de desarrollar su sexualidad, porque al fin y al cabo, el mejor sexo es el que se practica sin tabúes, sin restricciones, sin limitaciones, porque en la cama lo que se busca es placer, no escribir un libro sin faltas de ortografía..
Así que mi recomendaciones son. Una; mientras le hacen sexo oral, haga que su mujer baje hasta sus bolas, si eso es normal, que baje hasta el perineo (espacio entre el ano y el pene), si esto es normal que baje hasta el ano. Este sería el orden correcto. No olvide de tener una limpieza extrema porque lo que quiere es que no exista ni un ápice de asco. Hágaselo usted a ella, que vea que el anilinguis (oral anal) es placentero y que si lo es para ella lo es para usted. Otra es que mientras le hace sexo oral lo acaricie, guíele la mano, por las piernas y llévele la mano hasta el ano, nunca la forcé, dígale que lo acaricie, si nunca lo ha penetrado, no lo intente a la primera y si ella se lo sugiere, dígale que tiene miedo que le duela, que le parece interesante su proposición pero que nunca lo ha hecho, así lo haga todos los días cuando se baña. Esto volcara confianza sobre ella y le dará la sensación de ser la primera, lo que funciona para ellas funciona para nosotros.
Mire Películas donde se muestre algo como eso, o busque videos en internet y mándeselos y pregúntele su opinión, dígale que ha leído sobre eso y que usted quiere compartir con ella esa experiencia, que lo hace con ella porque le tiene mucha confianza y sabe que ella sabrá manejar bien la situación. Una técnica que puede utilizar es la de enviarle relatos que consigue en la web y donde quizás usted puede modificar algunas frases o palabras para que eso le sirva como entrada al tema, Ella debe ver que es normal, que no es un asunto de homosexuales y que es, lo más importante, un descubrimiento de una zona erógena de su cuerpo. No es un indicador de sexualidad, es igual que el cuello, las tetillas, el pene, la boca, los pies.
Todo esto es cuando se busca la penetración por parte de su pareja, ahora cuando busca la penetración por parte de otro hombre tiene dos opciones, una, tener una relación con otro hombre solamente la cual será mucho más sencilla u otra que quizás es la más placentera, es la que viene derivada de un trío entre H-M-H. Esta penetración se debe dar con consentimiento de la pareja, pero resulta ser muy placentera por que le da una dosis de morbo adicional.
Si todo lo anterior suena imposible para usted lo ideal es que usted mismo se suministre semejante placer. Así mismo como se masturba lo puede hacer por su ano. Lo ideal es siempre usar un lubricante, recuerde que el ano es muy delicado. Otra cosa es limpiarlo bien. Lo ideal es hacerlo en la ducha o lavarlo primero y luego ir a la cama o a otro lugar, tener a la mano alguna servilleta o toalla, siempre recuerde de no usar ningún elemento irritante y mucho menos productos que pueden ser estimulantes en el pene como mentol o pasta de diente, ya que estos pueden llegar a ser dolorosos en el ano.
Otra cosa importante; no use elementos que no sean lisos o de textura amable ya que podría lastimar. Otra cosa sumamente importante es usar elementos largos ya que de usar cosas pequeñas o cortas corre con la posibilidad de que se quede adentro. Lo mejor que hay es un vibrador o consolador, cuando más largo mejor porque es más fácil de usar, a menos que tenga alguno que tenga base con succión para que este se quede fijo al piso o a una mesa o hasta a una pared y de esta manera se quede inmóvil.
Por supuesto está más que decir que los dedos serían la primera opción.
Con la penetración anal se conseguirá con una disyuntiva que es prácticamente igual a la del sexo oral, a todos los hombres, o casi todos les gusta más que le hagan sexo oral que tener sexo por penetración normal, así sucederá con la penetración anal, después de probarla y ser aprobada por su pareja va a querer que siempre suceda. Recuerde que en la cama son dos y por tal motivo aunque a su pareja le guste darle placer, ella también va a querer recibir la dosis que le corresponde, por tal motivo balancee bien los actos y esto no es que debe llevar una lista de cuantas veces la penetra para exigir la misma cantidad de sexo oral o de sexo anal, pero debe darse cuenta que ser desproporcionado sobre el recibir usted solo toda la atención podrá terminar siendo contraproducente, ya que su pareja sentirá que está siendo utilizada.
Con relación a la interacción de su pareja, existe un juguete sexual que quizás resuelve de una manera estupenda la penetración anal. Se llama Strap-On o Harnnes. Una especie de cinturón que lleva adherido un consolador o vibrador que se fija muy bien dándole total control a su pareja para penetrarle. De estos el mejor es el que además trae algunos pulg o mini consoladores para que ella se penetra al mismo tiempo que se lo hace a usted, esto le va a dar un placer real mientras lo usa con usted, esto sin contar el morbo agregado por la dominación que ella ejerce sobre su hombre.
Otras cosas que pueden ayudar el uso de lubricantes con olor, sabor, otros juguetes como plug anales, consoladores de doble punta, películas y pare usted de contar. Todo es válido. En la cama el único fin es pasarla bien y si para ello debe de despojarse de paradigmas y tabúes, debe de hacerlo.
No tenga miedo, una muestra de amor verdadero es la comprensión y que mejor que compartir con su pareja algo que para usted es agradable y hasta importante.
Autor: Sexy Isla
Comentarios Destacados
no entendés nada
12 comentarios - [Info] Placer anal...para ellos (excelente)
😉
Simultáneamente me hizo un rico sexo oral y le acabe en esa boquita preciosa que tiene.
Goce como nunca había gozado !!!
Altamente recomendable !!!