1-
No a los monólogos sobre el orgasmo. Que todas las energías que tienes para el encuentro sexual se concentren en el orgasmo, sólo logrará obstaculizar el camino hacia él. Por ello, erradica de tu vocabulario frases como "¿ya acabaste?", “¿cuánto te falta?”; “¿terminaste?”. Cuánto más te concentres en disfrutar del momento, mejores serán los resultados.
2-
No te pongas sentimental. La cama no es un diván. No es el lugar adecuado para hablar de sentimientos profundos o expresar todos tus miedos. Evita convertirla en un confesionario y, si sientes deseos de expresar cómo te sientes, adelante, pero con precaución de no excederte confesando que te has enamorado a primera vista o que te gustaría tener un hijo en ese preciso momento. Tiempo al tiempo.
3-
No compares. Ya sea que te encuentres en el lugar de quien compara o de quien es comparado, ambas posiciones resultan incómodas y arruinarán cualquier encuentro sexual. No compares, no involucres a antiguas parejas o experiencias. No aportarán nada bueno a este encuentro que, como tal, es único y les pertenece a quienes están allí.
4-
Para ellas: regla de oro de cortesía. Independientemente de si “el tamaño importa”, hay cosas que no se dicen. Hacer referencia al buen uso del miembro, a pesar del tamaño; será un comentario devastador para tu partenaire que podría llegar hasta su imposible funcionamiento. Mejor no hablar de ciertas cosas.
5-
No importan los títulos ni los proyectos futuros. El momento sexual es un espacio para que la pareja se concentre en disfrutar. Los planes futuros y las dudas sobre el título que tiene o que va a tener la relación, sólo opacará la pasión y obstaculizará tu capacidad de disfrutarlo.
6-
No pidas permiso, déjate llevar. Preguntar acerca del buen o mal rendimiento, sólo delata una inseguridad personal que no resulta atractiva para nuestro partenaire. Evita cualquier tipo de pregunta del estilo: "¿te gusta esto?", “¿está bien así?” “¿continúo?”. Da por seguro que si algo no le gusta a tu pareja, te lo hará notar.
7-
Fanfarrones: silencio, no te creas que eres el mejor o la mejor. Posicionarte en el personaje de hombre o mujer fatal será contraproducente para el encuentro con otro, quien se sentirá incómodo con alguien que se cree el o la mejor. Además corres el riesgo de que el otro no lo perciba de ese modo y será una situación embarazosa para ti. No hables tanto de ti, y escucha más. Si realmente eres tan bueno, te lo dirán.
8-
Respeto ante todo: si el otro no quiere, no insistas. No hay nadie más molesto que aquel que no cesa de pedir lo que quiere, sin notar que no es lo que el otro desea. La relación, para que sea adecuada y placentera, se tiene que ir construyendo de a dos. Deja que fluya, respeta a tu partenaire y no insistas en lo que el otro no desea.
9-
Deja los complejos fuera de la cama, junto con la ropa. Es frecuente, sobre todo entre las mujeres, que al sacarse la ropa, aparezcan los complejos que se convierten en un gran obstáculo para la capacidad de disfrute de la relación sexual. No los debes dejar entrar a tu cama. Piensa que si la otra persona está a tu lado es porque te desea tal cual eres. Este modo de pensar te ayudará a ganar más confianza en ti mismo y disfrutar de manera plena.
10-
El momento de la despedida: ¿te llevo? ¿te pido un taxi? Si bien es frecuente que las relaciones casuales se vivan como tales, en el momento de la despedida es conveniente que tengas la delicadeza necesaria para no incomodar a la otra persona. Para ello, procura evitar ni bien termina el encuentro, frases tales como ¿te pido un taxi? ¿ya te ibas? ¡Bueno, esto es todo!
No a los monólogos sobre el orgasmo. Que todas las energías que tienes para el encuentro sexual se concentren en el orgasmo, sólo logrará obstaculizar el camino hacia él. Por ello, erradica de tu vocabulario frases como "¿ya acabaste?", “¿cuánto te falta?”; “¿terminaste?”. Cuánto más te concentres en disfrutar del momento, mejores serán los resultados.
2-
No te pongas sentimental. La cama no es un diván. No es el lugar adecuado para hablar de sentimientos profundos o expresar todos tus miedos. Evita convertirla en un confesionario y, si sientes deseos de expresar cómo te sientes, adelante, pero con precaución de no excederte confesando que te has enamorado a primera vista o que te gustaría tener un hijo en ese preciso momento. Tiempo al tiempo.
3-
No compares. Ya sea que te encuentres en el lugar de quien compara o de quien es comparado, ambas posiciones resultan incómodas y arruinarán cualquier encuentro sexual. No compares, no involucres a antiguas parejas o experiencias. No aportarán nada bueno a este encuentro que, como tal, es único y les pertenece a quienes están allí.
4-
Para ellas: regla de oro de cortesía. Independientemente de si “el tamaño importa”, hay cosas que no se dicen. Hacer referencia al buen uso del miembro, a pesar del tamaño; será un comentario devastador para tu partenaire que podría llegar hasta su imposible funcionamiento. Mejor no hablar de ciertas cosas.
5-
No importan los títulos ni los proyectos futuros. El momento sexual es un espacio para que la pareja se concentre en disfrutar. Los planes futuros y las dudas sobre el título que tiene o que va a tener la relación, sólo opacará la pasión y obstaculizará tu capacidad de disfrutarlo.
6-
No pidas permiso, déjate llevar. Preguntar acerca del buen o mal rendimiento, sólo delata una inseguridad personal que no resulta atractiva para nuestro partenaire. Evita cualquier tipo de pregunta del estilo: "¿te gusta esto?", “¿está bien así?” “¿continúo?”. Da por seguro que si algo no le gusta a tu pareja, te lo hará notar.
7-
Fanfarrones: silencio, no te creas que eres el mejor o la mejor. Posicionarte en el personaje de hombre o mujer fatal será contraproducente para el encuentro con otro, quien se sentirá incómodo con alguien que se cree el o la mejor. Además corres el riesgo de que el otro no lo perciba de ese modo y será una situación embarazosa para ti. No hables tanto de ti, y escucha más. Si realmente eres tan bueno, te lo dirán.
8-
Respeto ante todo: si el otro no quiere, no insistas. No hay nadie más molesto que aquel que no cesa de pedir lo que quiere, sin notar que no es lo que el otro desea. La relación, para que sea adecuada y placentera, se tiene que ir construyendo de a dos. Deja que fluya, respeta a tu partenaire y no insistas en lo que el otro no desea.
9-
Deja los complejos fuera de la cama, junto con la ropa. Es frecuente, sobre todo entre las mujeres, que al sacarse la ropa, aparezcan los complejos que se convierten en un gran obstáculo para la capacidad de disfrute de la relación sexual. No los debes dejar entrar a tu cama. Piensa que si la otra persona está a tu lado es porque te desea tal cual eres. Este modo de pensar te ayudará a ganar más confianza en ti mismo y disfrutar de manera plena.
10-
El momento de la despedida: ¿te llevo? ¿te pido un taxi? Si bien es frecuente que las relaciones casuales se vivan como tales, en el momento de la despedida es conveniente que tengas la delicadeza necesaria para no incomodar a la otra persona. Para ello, procura evitar ni bien termina el encuentro, frases tales como ¿te pido un taxi? ¿ya te ibas? ¡Bueno, esto es todo!
2 comentarios - 10 cosas que no debes hacer en la cama