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relato de la secretaria del director

Orgía con la secretaria del Director



Ella trabaja en una empresa de secretaria del Director y por ese motivo tiene mucha relación con los licenciados en prácticas a los que el Director le gusta encargarles trabajos y van con frecuencia al antedespacho donde ella está y charlan de diversos temas mientras que esperan que el director les haga los encargos o para llevarle los trabajos o para consultarle algo. El caso es que siempre hay dos o tres que acostumbran a ir por allí a charlar con ella.

De esa forma tan tonta fue intimando con tres becarios con los que comentaba todo tipo de cuestiones, en concreto, los lunes a primera hora comentaban lo que habían hecho el fin de semana, con quien habían salido, que relación tenían con las mujeres, y fueron introduciendo el tema sexual, si se habían acostado con una, que se habían dado el lote con otra y así fueron perdiendo los tabúes y la fueron haciendo participe de sus andanzas hasta que un día al preguntarle que habían hecho el fin de semana le dijeron que se habían acostado con unas veinteañeras, a lo que ella les contesto que “siempre estáis pensando en lo mismo, que habréis disfrutado mucho” y ellos le contestaron que bastante pero que ellos hubieran preferido a “una madura, una cuarentona, así como tú, las mujeres maduras tenéis mucha experiencia, sabéis lo que queréis y a lo que vais”.

Ella siempre los había mirado con cariño y con lejanía, sin que los temas que planteaban le pudieran afectar, de pronto se dio cuenta que esa no era la realidad, que ellos la veían como un objeto sexual, que se le insinuaban, se puso muy nerviosa pero la halagó mucho. A partir de ese día las insinuaciones fueron a mas, un día mientras que hablaban con ella le miraban las tetas y no a la cara, ella muy desconcertada se miraba el pecho buscando una mancha o algo extraño hasta que preguntó, “que miráis” y ellos le dijeron “tus tetas que son preciosas, quien pudiera verlas desnudas, quien pudiera tocarlas, quien pudiera morderlas” ella los echó de sus despacho por descarados y durante un par de días estuvo muy distante y fría con ellos, hasta que se presentaron con un ramo de rosas rojas y un sujetador negro transparente de su talla más o menos, no pudo por menos que reírse, llamarlos descarados y prometerles que se lo iba a probar.

Le pidieron que se lo pruebe en ese momento, e insistieron hasta que se fue al cuarto de baño y se lo probó dejándoselo puesto, cuando volvió los tres le decían que le hacía unas tetas preciosas, que si podían mirar por el escote, que si podían tocar, ella se negaba en redondo pero ellos seguían insistiendo, hasta que uno dijo “podríamos hacer otra cosa, te invitamos a tomar café esta tarde en casa y así nos ayudas a redactar el trabajo que estamos haciendo”.

Ella de momento dijo que no, pero termino aceptando con la conciencia de que se metía en la boca del lobo. Quedaron para las 5 de la tarde en el piso que tenían los tres en común y ellos le dijeron “tienes que ponerte guapa y ponerte el sujetador para que puedas enseñárnoslo”. Ese día estuvo muy nerviosa en la oficina pensando en la tarde y la excusa que le pondría a su marido, que se pondría, intento asegurarse a sí misma que no pasaría nada que ella no quisiera, solo les dejaría ver el sujetador y como mucho que tocaran un poco… “Son tan lindos y yo les gusto y me hacen sentir unas cosquillas en el interior”, pensó…

Cuando llegó a su casa a mediodía antes de que llegara su marido se había rasurado el coño, se había duchado y limpiado cada recoveco y pliegue de su cuerpo sin saber para qué, bueno había que estar presentable. A su marido le dijo que tenía un trabajo urgente y que tardaría toda la tarde y hasta parte de la noche, se vistió con una falda estrecha que le acusaba su culo, unas medias negras de las que se ajustan y no se caen, unos zapatos de tacón alto, unas bragas mínimas, el sujetador transparente que sus chicos le habían regalado y una camisa también transparente con una chaqueta encima para no ir enseñando sus pezones por la calle, ya que se le veían perfectamente, para disimular con su marido no se pintó en su casa sino que se fue al servicio de una cafetería y se pintó y perfumó hasta el último detalle.

Ellos estaban esperando que ella llegara, y cuando llegó le abrieron y la hicieron entrar para inmediatamente rodearla con mucho jolgorio, diciéndole que venía muy guapa y que dudaban que viniera pero que no solo había venido sino que venía como para hacerle un favor, se quitó la chaqueta y aquello fue la locura, “vaya par de tetas más bonitas” “mira que pezones” “ yo me las quiero comer” “viene así para calentarnos” “lo que quiere es follar y yo quiero ser el primero” todo eso mientras la rodearon mientras la achuchaban tocándole las tetas, el culo y los muslos, le daban besos mientras la abrazaban y refregaban sus penes por ella, hasta que ella dijo muy seria, “¡ya está bien! ¡Mira como me habéis puesto!”

Le habían sacado la camisa de la falda, le habían desabrochado un botón de la camisa y le habían girado la falda, ella les decía “como sigáis así me voy”. Siguió diciendo, “yo soy una mujer madura, tengo mucha experiencia y sé lo que quiero y a que he venido”

En cuanto lo dijo se dio cuenta de lo que había dicho y se puso muy nerviosa mientras que intentaba arreglarse la falda y las medias que se le habían bajado un poco para lo que tenía que subirse la falda hasta casi las bragas lo que de nuevo desato los gritos “mira nos enseña las bragas” “nos quiere enseñar el conejito” “pues yo ese conejito me lo como hoy” “yo le echo un polvo” “vaya muslos” y la cogieron casi en volandas y se la llevaron al salón para ver los temas del trabajo y la sentaron en un sofá de dos cuerpos y ellos uno a cada lado y otro en el suelo delante de ella que le acariciaba las piernas, los otros dos muy pegados a ella le acariciaban la espalda y de vez en cuando le rozaban el cuello con los labios e incluso le chupaban el lóbulo de la oreja. Habían preparado unos chupitos de vodka con un endulzante y le dieron uno diciendo que era un licor nuevo que habían comprado expresamente para ella y le dijeron que se lo tenían que beber de un trago, así lo hizo, aunque aquello olía muy fuerte, le dio la tos pero como le dio un calorcito muy agradable no rechazó un segundo chupito, mientras que ellos lo que bebían era agua azucarada, se bebió el segundo que ya no le dio tos, es una mujer de las que se marea con un par de cervezas, así que a los pocos minutos estaba bastante contenta, tanto que el que estaba sentado en el suelo comenzó a acariciarle los muslos y los que estaban a los lados le sacaron la blusa de la falda y comenzaron a acariciarle la espalda directamente y con la disculpa de ver los papeles que ella tenía encima de la falda, le rozaban las tetas sin que ella les riñera, más bien aceptaba todo con mucho placer así que decidieron seguir con el juego cada vez mas picante.

“Vamos a descansar un rato de trabajo y te vamos a enseñar la casa” le dijeron y se pusieron de pie, “pero como eres una reina para nosotros te llevaremos en la sillita de la reina”, que para el que no lo sepa es que dos se cogen por los brazos y sobre ellos se sienta la persona homenajeada, de forma que su pecho queda a la altura de la cara de los porteadores.

Así lo hicieron con muchas risas de ella, la izaron y comenzaron a pasearla mientras le daban bocaditos en las tetas y el tercero para defenderla se colocó detrás y la agarró por las tetas para que los otros no se la comieran, ella se reía y les decía que eran muy malos, así que lo siguiente que hicieron fue desabrocharle varios botones de la blusa y abrírsela para morderle las tetas sobre el sujetador, mientras se habían ido asomando a las diversas habitaciones hasta llegar a un dormitorio que tenía una cama grande y sobre ella la echaron y ellos encima cogiéndole de todo, le sacaron un pecho del sujetador, le subieron la falda y le tocaban la entrepierna, la besaban, hasta que ella entre risas se levanto y dijo “mira como me ponéis”, era un espectáculo, la blusa abierta, un pecho fuera del sujetador, la falda subida, las bragas mal puestas, las medias caídas, mientras se metía el pecho en el sujetador ellos le propusieron rápidamente una apuesta, ver quién podía tenerla en brazos más tiempo, sin darle tiempo a nada el primero la cogió en brazos, pero para que no se arrugara la falda se la quitaron dejándola en bragas y con la blusa abierta, ya en brazos los otros lo primero que hicieron fue quitarle las medias y bajarle las bragas todo lo que pudieron mientras que el que la tenía en brazos intentaba besarla y la estrujaba contra él, terminó el primero y el segundo la cogió diciendo que se abrazara a su cuello y le rodeara la cintura con las piernas mientras que él la sostenía por el culo, ella así lo hizo con risa histérica, los otros dos lo primero que hicieron fue forzarla para poder quitarle la camisa, pero ella no puso demasiados impedimentos, mientras le habían dejado el culo al aire y se lo acariciaban, le besaban el cuello, la espalda, los muslos y el que la tenía en brazos le acariciaba la clítoris e intentaba y conseguía besarla en la boca, estaba como loca, la cabeza se le iba, es como si se mirara desde fuera, no podía parar y además no quería, por primera vez en muchos años se sentía deseada, muy deseada y su marido no le ponía una mano encima desde hacía años, siempre con sus depresiones, con sus rarezas, estaba acostumbrada, pero esto que le estaba pasando era un milagro, tres jóvenes guapos la deseaban y le hacían sentir como una belleza y no hablamos de su sexo y sus deseos, eso que la tarde estaba empezando…

Terminó el segundo y estaba con sus brevísimas bragas medio quitadas y el sujetador transparente y el tercero la tomó en brazos, él sentado y ella en postura flor de loto sobre sus rodillas mirando hacia afuera y el rodeándola por la cintura y el bajo vientre, su coño, vamos, los otros lo primero que hicieron es quitarle el sujetador sin que ella opusiera la mas mínima resistencia más bien ayudo a que se lo quitaran, mientras el otro le acariciaba el vientre y le metió la mano en la braguita y comenzó a acariciarle el coño y le metía un dedo en la vagina y le besaba el cuello y la espalda, y se lo chupaba, lo que le producía unos enormes repelucos, ella suspiraba y se dejaba hacer pero no contestaba a las caricias, lo que hizo que terminaran con la tercera prueba. La pusieron de pie medio desnuda solo con las braguitas y enormemente caliente y con una borrachera de sexo de la que no podía salir.

Le pidieron que les bailara ya que hasta ahora estaban muy aburridos, ella comenzó a contonearse, se quito las bragas que las tiro a ellos, se contoneaba acercándose a ellos moviendo las tetas, les ponía el culo, les refregaba las tetas por la cara, les cogía las manos para llevárselas a su conejito totalmente rasurado, los besaba, seguía bailando y ellos comenzaron a decirle “mira que puta es”, “ese coño tiene que estar muy follado”, “está deseando que se la metamos”, “pues a mí ya no me gusta, mira que si me pega algo”, ella había perdido su dignidad y lo único que quería era sexo, se fue para uno le bajó la portañuela y le sacó la polla para comenzar a chupársela, él se dejo un poco pero se retiró y le dijeron “te vamos a rifar para ver quién te folla el primero, tu lo único que tienes que hacer es aguantar todo lo que te queramos hacer sin la más mínima resistencia, ¿lo entiendes?” ella, desnuda, indefensa, con tres tíos mirándola, sin su ropa a mano y con una calentura sublime solo acertó a asentir con la cabeza.

Se la sortearon estableciendo el orden, el primero se fue para ella y le dijo “quiero que vengas conmigo tal como estás hasta el portal y allí me hagas una mamada” ella empezó a decir algo pero él la paró diciéndole “tu solo obedece”, la cogió de la mano y se la llevó al portal ella se tapaba la cara pero cuando él se abrió la portañuela comenzó a chuparle la verga con fruición y le hizo correrse en pocos minutos echándoselo en las tetas, al subir la escalera se cruzaron con un hombre que se le quedo mirando y silbó, no le importaba un pito, entraron en el piso se fueron directamente a la cama donde comenzó a follar mientras los otros los jaleaban, tuvo un orgasmo, le comió el coño y tuvo otro y se levantó, inmediatamente tenía en la cama al segundo que lo primero que hizo fue ponerla de culo y sin miramientos se la metió entera por detrás, ella respingó mientras él la cogía por las tetas y le apretaba, metía y sacaba hasta que se corrió, se puso de pie la llevó al balcón y la dejó allí durante varios minutos, luego la volvió a acostar y le pidió que se la levantara chupándosela, ella lo hizo mientras él le decía todo tipo de guarradas, se la puso tiesa y se la metió en el coño y nada más entrar se corrió de lo caliente que estaba, era su tercer orgasmo, más que en varios años; él la besaba, le mordía los pezones, le metía un dedo en el culo, estaba en séptimo cielo a pesar de las humillaciones, tres orgasmos y un tercero al llegar, llegando, que llegaaaaa…, un nuevo orgasmo, el cuarto, él se corre se levanta y le cede el espacio al tercero que a pesar de que ella chorrea por sus boquetes se acuesta, se la mete, y comienza a follarla, ahora bocarriba, ahora a cuatro patas, ahora de pie, ahora cabalgándolo, así de todas las formas posibles, con tanto ajetreo se corrió de nuevo, cinco en una tarde cinco, que calentura, que agotamiento, que alegría, podían hacer con ella lo que quisieran, el se corrió, ahora ella se levanta y va a limpiarse un poco, pidiendo permiso para hacerlo, ellos le dicen “Esta bien, ve y límpiate un poco que te vamos a preparar una sorpresa”, cuando volvió ellos estaban mirando por el balcón discutiendo que si ese que si aquel, ella pregunto “¿Qué hacéis?” ellos dijeron ahora veras, llamaron a un hombre con un mono de trabajo que iba por la calle y le dijeron que si “podía subir que querían proponerle que le hiciera un favor a esta” y la sacaron al balcón, el hombre de unos 45 años, medio calvo, algo gordito, se le pusieron los ojos como platos y subió corriendo, lo llevaron al dormitorio, a ella le dijeron que se acostara con las piernas abiertas y ella obedeció pensando que ya puestos uno mas no importa, el hombre se desnudó mientras ellos le hacían fotografía a los dos, se acostó sobre ella, la penetro, comenzó el bamboleo mientras la besaba y le cogía las tetas, ellos le seguían haciendo fotos, hasta que él se corrió, ellos le dieron las gracias por su colaboración y se fue.

¿Ya hemos terminado? Pregunto ella, “No, queda la traca final” contestaron, y la mandaron al cuarto de baño que se duchara y volviera limpia, cuando volvió la metieron en la cama y el primero con ella, que la penetro por delante, el segundo se acostó detrás y se la metió por ahí, y el tercero le puso la polla en la boca y comenzaron a sacar y meter, mientras la llenaban de improperios, zorra, puta, guarra, te acuestas con cualquiera, hasta que se corrieron casi simultáneamente y ella con ellos, trago semen y recibió semen por todas partes, ellos se levantaron y la dejaron agotada en la cama mientras pensaba seis orgasmos, seis orgasmos que delicia, no me quiero ir, seguiría aquí todo el tiempo que ellos quieran, no quiero que se acabe, aunque aquello se había acabado, se levantó, se vistió sin el sujetador ni las bragas, ni las medias que se la quedaron de recuerdo, cuando ella protestó le dijeron “calla que te vamos a castigar y te vas a tener que ir sin chaqueta” se asustó y no dijo nada mas, tenía que pensar cómo justificar con su marido la falta de ropa, pero tuvo suerte y cuando llegó a su casa el marido había salido a dar un paseo y pudo entrar sin tener que justificarle nada.

Al día siguiente cuando despertó y volvió en sí no podía creer lo que había hecho, estaba abochornada, no quería levantarse, no quería que nadie la viera, no quería enfrentarse a los becarios, estaba asustada de las consecuencias que podía tener todo aquello, con un esfuerzo se levanto y se fue a trabajar.

Cuando llegaron los becarios se comportaron de forma normal, no dijeron nada, solo dijeron, “ayer estuvimos con una madura como tú, y nos la follamos, que tía mas magnífica, queremos contactar con ella para seguir viéndonos”, a lo que ella contesto, “seguramente ella no querrá repetir esta experiencia, a lo mejor no le importa de uno en uno” y así fue, siguió follando de vez en cuando con los tres, pero de uno en uno.

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