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Íncubos y Súcubos! Demonios sexuales

Hola a todos, este es mi primer post, y queria compartirles un material que fui recopilando de varias paginas sobre un tema que me apasiona, la mitología. En este caso,y de acuerdo a la página que nos encontramos, les traigo un pequeño resumen de lo que son los demonios sexuales mitológicos más conocidos.

Íncubos y Súcubos! Demonios sexuales



De entre los muchos demonios que atacan sexualmente a los hombres y mujeres, tal vez los más fascinantes sean los íncubos y los súcubos, unas terribles critaturas que pasean por el mundo desde el medioevo y pueden envenenar tu mente, extraerte la energía sexual y espiritual, endemoniarte, volverte loco de terror y placer y, si no pones remedio, incluso acabar con tu vida para mandarte directamente al infierno, sin contemplaciones ni ordalías.

ÍNCUBO (del latín incubare -“yacer”- procede el nombre de este demonio, que significa “acostarse sobre”).

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Descripción: Se trata de un demonio con forma masculina que ataca a las mujeres por la noche, en la cama, casi siempre mientras duermen. La apariencia del íncubo no es necesariamente atractiva, ya que no busca la seducción sino despertar en su víctima los instintos sexuales más bajos y primordiales. Dependiendo el país, el íncubo se representa unas veces como un enano barrigudo, otras como un señor alto, delgado y peludo, otras como un joven apuesto y bien vestido y otras incluso como un pájaro de fuego. En todos los casos, siempre está dotado de un miembro descomunal.

* En Brasil es conocido como Boto, un ser joven y bello, traje blanco, zapatos blancos y su característico sombrero blanco que busca tapar una parte de la cara y el agujero en el alto de su cabeza.
* En la provincia chilena de Chiloé es conocido también como el Trauco, representado como un enano que seduce a las jóvenes en pubertad, algunas veces el trauco es usado para explicar embarazos no deseados o súbitos, especialmente en las mujeres no casadas.
* En Colombia se le llama "El mohán", y lo describen como de corta estatura y de cabello largo. Seduce a las mujeres de ojos grandes y pelo largo mientras se bañan o se peinan a la orilla de un río. Lo caracterizan también por tocar la flauta o el tambor.

* En Ecuador se le llama "Tintin", y lo describen a menudo como un duende. De corta estatura y que seduce a las mujeres mientras se bañan o duermen que comúnmente vive en árboles grandes o antiguos, razón por la que se explican embarazos.

* En Guatemala es conocido como El Sombrerón, un ser de reducida estatura, galante, que viste de negro, utiliza minúsculas botas y un enorme sombrero (de ahí su nombre), seduce a las mujeres jóvenes, enamorándolas con bellas canciones.

* En Honduras se le conoce como el Duende, es de baja estatura y secuestra a las mujeres de los pueblos para casarse con ellas, ataca a los esposos o novios de las mujeres tirando piedras o agua por la ventana.


Si la mujer queda embarazada puede dar a luz niños deformes, de fácil control por parte del mal, o con habilidades especiales (como el mago Merlín, hijo de un íncubo y de una prostituta, según una de las tantas versiones de su nacimiento, otra versión de la leyenda dice que la madre era una monja seducida por el demonio, otra de las versiones sostiene que la madre era una célibe hija de un rey menor de Gales del Sur). El íncubo succiona la energía corporal de la persona en el momento de la copulación, de esta manera vive o se hace más fuerte. En casos extremos de acuerdo a quienes los estudian, puede llegar a darle un paro al corazón de la víctima e incluso matarla por la succión energética ocasionada, dejando a la víctima débil o enfermiza.

Nombres: Atienden a nombres como Zabulón, Leviatán, Belaam o Alpiel Efelios y, aunque hay varias teorías al respecto, se supone que, tanto ellos como los súcubos, descienden de los Nefelines, ángeles caídos en desgracia que engendraron una raza degenerada.

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El íncubo se cuela en la mente femenina y siembra la lujuria, provocándole sueños húmedos, pensamientos de lubricidad desviada o exagerada, para pervertirla antes de atacar. Tras varias noches de precalentamiento, el íncubo se materializa y copula con la mujer en unos coitos tan salvajes y placenteros que la humana se derrite en mil orgasmos, a veces entrecortados por momentos de lucidez que deriva en auténtico horror. A la mañana siguiente, la interfecta no recuerda casi nada, sólo que ha tenido un sueño húmedo, brutal y extraño y que, a juzgar por la cantidad de semen y sangre que hay en sus orificios, no ha sido una experiencia del todo irreal. Además, la víctima siente debilidad y abatimiento, ya que el íncubo ha empezado a extraer su energía erótica a través del coito.

Íncubos y Súcubos! Demonios sexuales


Víctimas: Los íncubos atacan a todo tipo de hembras, sin importarles su edad, apariencia física o estado civil: lo mismo les da que sea guapa o fea, alta o baja, viuda, soltera o casada, embarazada o infértil, enferma o sana, ninfómana o anorgásmica: el caso es que sea mujer y que tenga una mínima energía sexual para alimentarse de ella, robándosela noche tras noche, de manera que el demonio se va haciendo cada vez más fuerte mientras su víctima (que, enganchada al placer, es capaz de dejar a su marido y todo para consagrarse al demonio) se debilita progresivamente, llegando en ocasiones a sufrir ataques al corazón o una muerte violenta ocasionada por el intenso placer sexual que su cuerpo, ya consumido, no soporta.

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Consecuencias: En caso de que la víctima se quede embarazada, puede dar a luz a bebés muertos o a retrasados mentales, pero también a abortos con apariencia medio humana-medio animal, criaturas deformes, perversas y con especial inclinación por el mal. Se dice que el mismísimo Anticristo podría ser engendrado por un demonio lúbrico, si bien hay teorías que sostienen que de estos polvos aberrantes pueden salir seres con increíbles poderes mágicos: no en vano, hay expertos que juran que el mago Merlín era hijo de un íncubo y una prostituta.

SÚCUBO (del latín succubus, de succubare -“yacer debajo”-).

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Descripción: Es un demonio con forma femenina que ataca a los hombres durante la noche para robarles su semen. A diferencia del íncubo, el súcubo sí adopta una forma atractiva, pues sabe que los hombres se excitan por la vista y caen más fácilmente a los pies de una chica sexy. Según la zona geográfica, la leyenda varía y, aunque siempre se trata de mujeres hermosas, cambian algunas de sus características y su forma de hacer el mal: algunas mitologías hablan de demonios masculinos que toman la forma de mujeres muertas para consumir al hombre; otras, de beldades que viajan montadas en burro y poseen vaginas dentadas con las que castrar al hombre que las penetre; otras, de mujeres aladas que, cual mantis religiosas, se comen al hombre vivo durante el acto sexual… También hay cuadros que pintan a los súcubos como seres híbridos, mujeres humanas mezcladas con bestias, que lucen cornamentas, colmillos, cascos de caballo, alas de Cthulhu y otros complementos de pesadilla que acentúan su rara belleza.

sucubos

En algunos países, los súcubos son demonios que adoptan forma de mujer de opulentas formas para seducir a los hombres, sobre todo curas, por su voto de castidad.Sus actos suelen acarrear problemas a los curas, que son severamente castigados; o expulsados de la orden, dejando para estos demonios una doble victoria (1 victima y vencer a un siervo de Dios). También les gusta posar para que los pintores las retraten, y luego tener relaciones con estos, ya que los artistas son considerados personas "mas sensibles". A menudo tienen alas membranosas, cola y pezuñas y cuernos de cabra.

incubos

Nombres: Los súcubos responden a nombrecitos tan exóticos como Ábrahel, Lilit, Rusalka, Florina Vasordiel o Iutzi.

Modus operandi: Es similar al del íncubo, aunque cuenta con la ventaja de que el hombre tiene menos barreras, piensa más con el pene y es más fácil de seducir, por lo que, casi siempre, no hace falta precalentarlo y se le ataca directamente bajo una forma atractiva, llena de curvas y redondeces. Tras una noche de muchas erecciones y eyaculaciones, mezcladas con punzadas de miedo y vértigo, vendrá la bajamar: una mañana de debilidad, cansancio y recuerdos borrosos y morbosos pero inquietantes. Como dice el profesor Manuel Carballa en su aterrador libro El síndrome del Maligno, “a no ser por los restos de semen o sangre encontrados entre las sábanas, la víctima sólo recordará la experiencia como un sueño”. Esto al principio, luego la cosa se convertirá en obsesión y, muchas veces, aún consciente de estar bajo el influjo de un súcubo, el hombre no podrá evitar derramar su energía seminal cada noche, dejando trabajo, mujeres, hijos y amantes para entregarse en cuerpo y alma a su demonio nocturno... hasta la muerte.

Víctimas: Los súcubos atacan a todo tipo de hombres, aunque tienen preferencia por los más espirituales, sobre todo artistas y religiosos. No hay más que echar un vistazo a la clásica novela gótica El monje, escrita por Matthew Gregory Lewis en 1796, en la que un sacerdote acaba en el infierno por culpa de un demonio camuflado bajo la forma de una bella mujer.


Consecuencias: Según el Malleus maleficarum o Martillo de las Brujas (la guía para la caza de brujas más importante del Renacimiento) los súcubos no derraman el semen de sus víctimas, sino que lo recolectan y después lo usan para embarazar mujeres y crear monstruos. En otros textos de la época se especifica que los súcubos, al recibir el semen en su interior, desarrollan un pene y se transforman en íncubos para más tarde reinyectar ese mismo semen en víctimas femeninas.
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Diferentes teorías acerca de los demonios lúbricos

Aunque la tradición judeocristiana y la de otras culturas monoteístas ha considerado a los íncubos y a los súcubos como seres malignos, proyecciones monstruosas de la lujuria de los durmientes, metáforas tremendistas de las fantasías que causan las poluciones nocturnas o la parálisis del sueño, las teorías modernas los han descartado, calificándolos de supercherías o (en el caso de Jung) relacionándolos de forma directa con el arquetipo del “ánima”.

Íncubos y Súcubos! Demonios sexuales

Por otro lado, existen teorías profanas que ven a los demonios lúbricos como seres que se pueden dominar y utilizar para alcanzar altas formas de placer sexual y estados alterados de conciencia. William Burroughs es uno de los pocos escritores modernos que trató y redefinió el tema en sus libros, artículos y entrevistas. En su novela El lugar de los caminos muertos (1984), un personaje de Burroughs habla de los espíritus-zorro japoneses, demonios capaces de adoptar cualquier forma (hombre, mujer o niño) para seducir a sus vícitmas y, en una conversación con Victor Bockris el propio escritor dijo lo siguiente:

“Los íncubos y súcubos pueden ser dañinos y destructivos. Como con cualquier situación sexual, el peligro depende de cómo la manipules. Todo sexo es potencialmente peligroso, porque nuestros sentimientos sexuales nos hacen vulnerables. ¿Cuánta gente ha sido arruinada por un amante? El sexo conlleva un punto de invasión y los súcubos y los íncubos simplemente nos hacen intensamente conscientes de esto. (…) El sexo es físico. Si fuera posible para cualquier persona pulsar un botón que hiciera aparecer a un íncubo o a un súcubo, creo que la mayoría de la gente preferiría tener relaciones sexuales con uno de estos demonios a las aburridas cópulas con gente real”.

Si un hombre pudiera elegir lo más probable, por no decir lo más seguro, es que eligiera a un súcubo como pareja en sus relaciones sexuales, una compañera dispuesta y deseosa de hacer realidad las fantasías más íntimas de cada uno, disfrutando de una sexualidad plena y salvaje…. Claro que el precio a pagar por ese placer es muy alto.

Normalmente el hombre, después de un encuentro con un súcubo, tendrá la sensación de haber tenido un sueño sexual muy vívido, ya que sus recuerdos serán borrosos y desconcertantes. Tras una noche de múltiples eyaculaciones, en un loco frenesí, lleno de deseo y miedo, se encontrará extremadamente cansado y débil y obsesionado por los recuerdos morbosos de lo que él cree un sueño.

Aún siendo conscientes de estar bajo el influjo de un súcubo, el hombre seguirá manteniendo relaciones y derramando su semen, noche tras noche, convirtiéndose esta relación en todo su mundo, dejando todo lo demás de lado, permitiendo que éste se alimente de él hasta su muerte.


La invocación de íncubos y súcubos


Botones para llamar íncubos y súcubos, de momento, no hay, pero en la escuela tántrica Kaula existen complicados ritos para invocar a este tipo de demonios sexuales. También en el universo de la magia hay ritos para atraer íncubos y súcubos, por ejemplo a través de la gnosis liminal (un estado intermedio entre el sueño y la razón en el que se puede controlar la acción onírica y hacer viajes astrales), las prácticas chamánicas (en ciertas tribus africanas hay brujos capaces de invocar demonios lúbricos dentro de un espejo para luego exterminarlos) o la evocación erótica (acumular energía e imaginación sexual mediante pornografía, masturbación sin orgasmo y otras técnicas, para concentrarse en la creación mental de una forma-sombra con la que hacer el amor).

Además, hay expertos espiritistas que, como Burroughs, han hablado del uso y dominio de íncubos y súcubos, es decir, agarrar al diablo por los cuernos para usarlo en provecho propio, ya sea para la autoexploración, para el placer o para encomendarle acciones determinadas, bien en el plano psíquico (adivinación, resolución de misterios, etc.), bien en el físico (asignándole tareas determinadas).

Sin embargo, todas estas prácticas son poco recomendables para individuos no curtidos en mil batallas mágicas y espirituales. Invocar y jugar con un súcubo o un íncubo puede ser muy perjudicial para la salud y la cordura, no sólo porque los coitos con la entidad chupen mucha energía (porque el ente la absorbe y también porque trabajar en ciertos estados de conciencia resulta agotador) sino porque el gran placer sexual alcanzado lleve al invocador a generar una dependencia que lo "enganche" a las cópulas con el demonio, arrastrándolo así a la ruina física y mental.

Cómo deshacerse de un diablo erótico

Resulta extremadamente difícil quitarse de encima (o de debajo) a un demonio lúbrico, en primer lugar porque es necesaria una gran fuerza de voluntad: a nadie le amarga un dulce y los orgasmos que se alcanzan en las cópulas con estos seres son sobrenaturales, así que el primer paso es tener determinación y decidir librarse del demonio a toda costa, haciendo oídos sordos a sus cantos de sirena y rechazando sus ofertas sexuales.

demonios

También es posible deshacerse de estos demonios usando la gnosis liminal para reabsorber en el propio cuerpo las cualidades y el nombre de la entidad, eliminando toda asociación erótica, aunque sea a base de duchas frías o hielo en los genitales. Aunque suene rara, no es una técnica tan diferente a la que se suele usar para exorcizar amantes de carne y hueso.


mitologia



Espero que les haya gustado y servido la información.

Les pido disculpas por la redacción, ya que es adaptado y traducido de otras páginas, y el "español neutro" puede traer dificultades para leer. Además repito que es mi primer post, y no estoy muy al tanto de como hacer un buen post, pero creo que con el tiempo iré mejorando :P

Para finalizar,

POEMA A LOS SÚCUBOS
-Oliveiro Girondo-

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Me estrechaba entre sus brazos chatos
y se adhería a mi cuerpo,
con una violenta viscosidad de molusco.
Una secreción pegajosa me iba envolviendo,
poco a poco, hasta lograr inmovilizarme.
De cada uno de sus poros surgía una especie
de uña que me perforaba la epidermis.
Sus senos comenzaban a hervir.
Una exudación fosforescente le iluminaba
el cuello, las caderas; hasta que su sexo
—lleno de espinas y de tentáculos— se incrustaba en mi sexo,precipitándome en una serie de espasmos exasperantes.
Era inútil que le escupiese en los párpados, en las concavidades de la nariz.
Era inútil que le gritara mi odio y mi desprecio.
Hasta que la última gota de esperma
no se me desprendía de la nuca,
para perforarme el espinazo como una gota de lacre derretido, sus encías continuaban sorbiendo mi desesperación;
y antes de abandonarme me dejaba sus millones de uñas hundidas en la carne y no tenía otro remedio que pasarme la noche arrancándomelas con unas pinzas, para poder echarme una gota de yodo en cada una de las heridas...
¡Bonita fiesta la de ser un durmiente que usufructúa
de la predilección de los súcubos!
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FUENTE: parejas.net, shochan.com, leyendasycuervos.com, portaldelmisterio.com, fantasiasmiola.blogspot, barca-laoliviadepopeye.blogspot
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Saludos!

9 comentarios - Íncubos y Súcubos! Demonios sexuales

alexaranda1965 +1
Excelente post amigo.+10 🙎‍♂️ 🙎‍♂️ 🙎‍♂️
winzer01 +1
pusiste una imagen del sucubo del wow XD
novus_ordo +1
muy interesante, te felicito, en verdad no lo sabía. Ahora me gustaría saber : ¿ Cual es el origen de estos seres? ¿Que se conoce en la antigüedad?
Engival +2
muy interesante y completamente dentro del tema poringuero.. te llevas 3 puntitos 😉
Zegado +1
fantastico!
Poisoninsect
Genial post!!, ahi te van +10!!, Sigue asi, jeje