Hace unos días me puse a leer las infos sobre sexo de Poringa (por cierto muy útiles todas ellas, sobre todo las de sexo seguro y ETS) y me dí cuenta de que no hay un post que recoja el desarrollo de la sexualidad en la sociedad desde el principio de la Humanidad, o dicho de otro modo la Historia del sexo. Me dedique ha buscar distintas páginas y monté este post. Como dijo Francis Bacon "El conociemiento es poder".
AVISO: Lo he intentado resumir al máximo sin borrar detalles importantes, pero aún así es algo largo. Os recomiendo que os lo mireis con calma que merece la pena. Un saludo a todos.
Sexo en la Prehistoria
Existen huellas históricas que nos hablan del interés por el sexo en el mundo antiguo.
Se conservan objetos y pinturas prehistóricas que ensalzan distintos aspectos de la sexualidad.
Un ejemplo de ello son las danzas fálicas que aparecen representadas en pinturas rupestres, las venus Esteatopígicas, las vulvas grabadas en piedras, los grandes falos en estatuas y grabados. Todos ellos símbolos de una sexualidad entendida como fecundidad en la mujer, fertilidad de la tierra y virilidad del varón.
Todas estas representaciones del arte paleolítico tienen un significado que no se conoce con certeza en su totalidad, sin embargo, se sabe, que en el mundo antiguo, los genitales no tenían significado obsceno o erótico, por tanto, cabe pensar que estas figurillas y pinturas eran símbolos de la fuerza fecundadora. Símbolos de una sexualidad que aseguraba la continuidad de la vida por la descendencia...
En la Prehistoria se cree que la vida sexual estaba organizada sin normas que regulasen la relación entre hombres y mujeres. A pesar de ello la mayoría de estudiosos concuerdan en que la promiscuidad no se daba de forma exagerada, sino que existían ciertas pautas que concedían cierto orden a la vida sexual de nuestros antepasados.
Al parecer, se supone, que en un principio, se aseguraba la descendencia con la monogamia, como sucede en el mundo animal. Esta situación fue evolucionando hacia la poliandria, más típica de las sociedades matriarcales, en las que la mujer era la pieza clave de las sociedades, la que ofrecía los hijos, que era el mayor bien de la familia.
Esta situación fue modificándose a la vez que las sociedades que eran cada vez más complejas. La posición del hombre poco a poco fue adquiriendo relevancia, hasta el punto que la mujer fue perdiendo sus privilegios a favor del hombre, que se convertiría en el patriarca, inaugurándose pues el concepto de poligamia.
Sexualidad en los egipcios y babilonios
En la historia de la sexualidad, encontramos tras el periodo Prehistórico, la aparición de otras culturas, entre ellas vamos a analizar las culturas Egipcia y Babilonia en su relación con la sexualidad.
En el antiguo Egipto, la sexualidad se vivía de un modo bastante permisivo e igualitario, ya que se daba en una relación de igualdad entre hombres y mujeres.
Las sociedades egipcias se regían por el concepto de monogamia dentro del matrimonio, y a pesar de que se gozaba de cierta libertad sexual, se esperaba de la mujer fidelidad y entrega a la crianza de los hijos.
El incesto sin embargo estaba permitido. Siendo frecuente en las familias reales. Sobre todo los matrimonios entre hermanos.
Dentro del arte Egipcio se conservan papiros y estatuas, que muestran la importancia que se le daba a la práctica sexual, al coito, a las orgías, a los genitales (como símbolo de virilidad y fecundidad).
Estas estatuillas y representaciones sexuales, eran tan importantes en la sociedad egipcia, que incluso acompañaban a los muertos en sus tumbas como amuleto o tal vez para ayudar a despertar a otra vida.
La cultura egipcia atribuía tal relevancia al sexo dentro de la vida diaria, que tenían el pleno convencimiento que en la "otra vida" existiría el sexo y disfrutarían del placer sexual en la otra vida después de la muerte.
Las sociedades Babilónicas, vivían una sexualidad más limitada. Se basaban en una monogamia estricta en la que la mujer era un mero objeto de placer y de dar hijos. El hombre sin embargo gozaba de ciertas licencias ya que era legal tener concubinas.
El adulterio y otros comportamientos sexuales no permitidos, eran castigados con dureza.
La posición de la mujer en la cultura Egipcia era privilegiada, incluso era considerada por el pueblo, cómo objeto de culto y contemplación. Un ejemplo de esto eran las prostitutas sagradas.
Sexualidad en los Griegos y Romanos
En la historia de la sexualidad, encontramos tras las civilizaciones egipcia y babilónica, la aparición de otras sociedades, las más relevantes fueron la Romana y la Griega. Ambas vivían y contemplaban la sexualidad de modos diferentes.
El Imperio Romano atravesó por distintas etapas tanto en su desarrollo como en su decadencia. En cada una de ellas y por distintos motivos e influencias podemos identificar distintos acercamientos y modos de entender y vivir la sexualidad.
Tanto la religión como la familia ocupaban un lugar prominente dentro de la sociedad. Ambas instituciones (religiosa y familiar) eran respetadas y admiradas como valores que salvaguardar dentro de la vida cotidiana de los ciudadanos romanos. El modelo de familia en Roma era el patriarcal.
Dentro del modelo de familia patriarcal, la mujer romana ocupaba un lugar insignificante, casi nulo.
Antes de casarse la mujer era “esclava” en el hogar paterno, y tras el matrimonio (decidido por los padres previamente), pasaba a someterse al marido.
Su cometido se limitaba a cuidar de la casa, procrear, criar a los hijos y complacer sexualmente a su marido.
La extensión del Imperio Romano supuso un duro golpe a la familia como institución, ya que las guerras fueron causa de la desintegración de numerosas familias. Este hecho promovió una mayor búsqueda de la sexualidad fuera del marco del matrimonio y la familia.
En la decadencia del Imperio Romano, comenzó a reinar el caos familiar y sexual, caracterizado por excesos sexuales, desenfreno, adulterio y prostitución.
Frente a este despertar sexual, se inicia un movimiento contrario que promueve la abstinencia sexual y valores como la virginidad y el sexo sólo dentro del matrimonio.
En este momento histórico de decadencia en Roma, comienzan a proliferar los burdeles donde se podía obtener compañía de las prostitutas que no sólo ofrecían placer sexual sino que se ofrecían como oyentes e interlocutoras de los hombres a los que les gustaba charlar de filosofía.
Las infidelidades y el adulterio pasaron a ser prácticas sexuales comunes y cotidianas, hasta tal punto que los divorcios se consideraban como un trámite más dentro de la vida diaria en Roma.
La homosexualidad entre hombres no estaba mal vista.
Incluso habían proverbios que aludían a este hecho: “ los jóvenes procuraban un placer tranquilo que no trastornaba el espíritu, mientras que la pasión por una mujer sumía al hombre libre en una dolorosa esclavitud”
Como reacción contraria a esta promiscuidad sexual, aparece una corriente filosófica proveniente del estoicismo y el neoplatonismo, que ensalza una nueva espiritualidad que afecta a la vida sexual de las personas.
Se reconoce la práctica amorosa en el marco del matrimonio, animando a los jóvenes a llegar vírgenes al matrimonio.
Marco Aurelio (emperador y filósofo) afirmó no haber intimado sexualmente con ninguno de sus esclavos (tanto hombres como mujeres) además de: “…haber salvaguardado la flor de su juventud, no haber ejercitado velozmente su virilidad e incluso haber retrasado precozmente su virilidad…”.
Dentro de esta corriente que se difundió a lo largo del s. II, los médicos aconsejaban, el ejercicio físico (la gimnasia), así como la lectura, el estudio de la filosofía, y el abstenerse de la masturbación, ya que aunque no reconocía que fuese nocivo para la salud, consideraban que provocaba un desarrollo sexual demasiado precoz.
Griegos y latinos conocían la importancia de desarrollar una sexualidad plena; buscaban, por lo tanto, cumplir el ideal de la vida sexual. Educaban a sus niños en el conocimiento de las funciones sexuales. Procuraban exaltar el erotismo.
La mitología Griega está plagada relatos sexuales entre los cuales se cuentan historias de infidelidades terribles entre dioses, semidioses, héroes, etc. Este hecho, ayuda a explicar la aceptación de tales prácticas en la sociedad, ya que si sus modelos a imitar (que eran los dioses) podían ser infieles y tener sexo con mucha gente, éste tipo de práctica por tanto debería ser algo normal para el resto de mortales. Un claro ejemplo es el caso del personaje mitológico por antonomasia, Zeus, el dios mayor, el cual, según los relatos, tuvo un sin número de aventuras con otras mujeres siéndole infiel a Era.
Algunos datos interesantes a tener en cuenta para entender mejor la sexualidad en la antigua Grecia, es que los Griegos hacían un culto a la virginidad, representada por la diosa Artemisa, que era una diosa virgen.
Frente a la práctica de la Prostitución sagrada, procedente de Babilonia, Menfis, Jerusalén y Sumeria se encuentra, por contraste el Culto a la Virginidad, también nacido de Oriente. Según esta creencia, la pérdida de la virginidad era vista como una forma latente de muerte, de aquí surge la leyenda de Artemis, la diosa virgen. Esto no impidió, no obstante, que dicha divinidad de la Castidad Artemisa se casara con Endimión y fruto de esta unión salieron cincuenta hijas, estas formaban el séquito de su madre, todas eran castas y si se casaban tenían que abandonar la secta para siempre, además según cuenta la leyenda, todas las jóvenes que deseaban acompañarla debían hacer voto de castidad. Sus sacerdotisas eran todas vírgenes y cuando se casaban debían abandonar la Orden sagrada.
La virginidad era para las mujeres como un tesoro, y la pérdida de ésta era como sellar una muerte lenta.
Es un dato popularmente conocido que la homosexualidad tanto femenina como masculina era aceptada en Grecia, de hecho, grandes personajes de la época eran homosexuales declarados, sin que ello afectara a su status social o su prestigio.
En la cultura Griega, la belleza era una símbolo de adoración y admiración por lo tanto admirar la belleza de una persona joven ya sea hombre o mujer, era algo artístico y sublime.
El prototipo de belleza era el masculino, el cuerpo del hombre era símbolo de perfección y admiración, por tanto el amor y el sexo entre dos hombres era algo sublime. El sexo entre hombre-mujer era algo más encaminado a la procreación.
Sexualidad en los judíos y cristianos
La religión judía fue una de las primeras en reprimir la sexualidad, particularmente la de las mujeres que eran considerabas simples "objetos sexuales".
En el Antiguo Testamento, la función de la mujer era procrear, perpetuar, y servir al marido y a los hijos.
El cristianismo cambió esta visión pero al pasar a ser religión oficial del Imperio Romano se convirtió en una fuerza política y represiva. El cristianismo designó la sexualidad como algo carnal e impuro.
Tras las invasiones bárbaras y el declive económico y territorial sufrido por los romanos, triunfa el cristianismo, que impone ideas muy restrictivas en materia sexual. El Antiguo Testamento califica como impuros el adulterio, la fornicación, la prostitución, la sodomía y la homosexualidad.
La monogamia es estricta y el matrimonio indisoluble, al tiempo que se prohibe tajantemente toda relación extramarital.
La mujer es situada en una posición de inferioridad respecto al hombre y considerada poco más que una esclava del varón, e incluso se llegó a debatir en el concilio de Macón la existencia de alma en la mujer.
Se exalta la castidad como símbolo de pureza y el acto sexual es considerado como algo pecaminoso, incluso dentro del matrimonio; se admite porque es imprescindible para la procreación, considerada como un deber sagrado, pero para conseguir que el placer sea mínimo y evitar la visión del cuerpo desnudo, las mujeres debían ponerse un camisón que poseía a la altura de los genitales un orificio por el que el marido debía introducir el pene.
El mito de Adán y Eva sitúa a la mujer como foco de tentación, hasta el punto que San Pablo llega a afirmar en la Epístola a los Corintios que "...bien le está al hombre el evitar el contacto con la mujer. Sin embargo, por evitar la fornicación, que cada hombre tenga su mujer, y cada mujer su marido. (...) Si no pueden guardar continencia, que se casen. Es mejor casarse que abrasarse."
San Jerónimo considera que cada contacto sexual aleja un poco más del Espíritu Santo y, por otro lado, el papa Gregorio el Grande en el siglo VI indica que el pecado original es hereditario: "El apetito de nuestros padres por la carne es la causa de nuestra vida y por eso somos pecadores".
Para San Agustín, libertino durante su juventud que posteriormente renegó de su pasado, el amor es deleznable, infernal, podredumbre y pus. La renuncia al placer y el sacrificio son obligatorios.
Todo ello da lugar a que se extienda un sentimiento de culpabilidad y malestar entre los cristianos, obligados a avergonzarse de su cuerpo y a la represión de sus instintos naturales.
En el año 711 los árabes invadieron la Península y la mayoría de sus habitantes se convirtió al Islam, religión que, si bien toleraba el placer sexual, relegaba de nuevo a la mujer a vivir para el hombre, procurarle satisfacción y cuidar de sus hijos y de su casa. Más aún: se llegaba incluso a considerarla como un instrumento de servidumbre o un simple vegetal. Averroes lo expresa así: "No se ve entre nosotros mujer alguna dotada de virtudes morales; su vida transcurre como la de las plantas, al cuidado de los maridos."
Para rebelarse a este sometimiento, la mujer a menudo recurría al adulterio, por lo que se impuso entonces un drástico remedio, la extirpación del clítoris, con la finalidad de evitar que obtuviera placer con la relación sexual. Esta práctica se sigue realizando en la actualidad en algunos países islámicos cuando la mujer cumple nueve años.
Pero hacia el siglo XI ya todo era diferente en España, se produjo una relajación de las costumbres y la sociedad era más tolerante y permisiva en materia sexual. Sin embargo, con la caída del califato, los bereberes impusieron una estricta moral y una intensa vigilancia llevada a cabo por censores para evitar todo contacto entre hombres y mujeres que pudiera predisponer a la "fornicación".
Sexualidad en la Edad Media
En la Edad Media, la Iglesia consolidaba su poder, de modo tal que la teología se equiparaba a la ley civil. En esta época aparecieron los famosos cinturones de castidad, y se hicieron evidentes muchos problemas sexuales, por lo que la Iglesia para reafirmarse refrenda el matrimonio monógamo y declara al instinto sexual como demoníaco dando origen así a la Santa Inquisición.
A finales del siglo XV aparecen en Europa los primeros indicios de enfermedades de transmisión sexual, conocidas entonces como enfermedades venéreas y que fueron consideradas un castigo celestial por los excesos sexuales.
Sexualidad en el Renacimiento
El Renacimiento como corriente de gran desarrollo literario y artístico revolucionó el pensamiento humano. El conocimiento del hombre y de la sociedad empezó a ocupar un espacio privilegiado en el espíritu de los autores y pensadores. Aunado a ello, la invención de la imprenta por Gutenberg, la aparición de la anatomía con los grandes artistas como Leonardo da Vinci, la importancia y la exaltación del sexo femenino a través de la literatura y de las artes ha surgido etc. De allí, han llegado ciertos cambios importantes en el binomio literatura-sexualidad: la literatura ha servido de vehículo de propagación de la sexualidad a grandes escalas, la sexualidad también empieza a tomar protagonismo en la literatura, la mujer surgió como icono sexual pero aun de mucho menos importancia que el hombre.
Sexualidad en los siglos XVIII y XIX
A finales del siglo XVIII, el Marqués de Sade introdujo en Francia, entre otras cosas, una nueva visión del placer sexual. Esta fue malentendida en su tiempo, como mera incitación a la perversión y al crimen. Inclusive en la actualidad recibe aún interpretaciones equivocadas.
Durante el siglo XIX, la sexualidad comenzó a estudiarse con mayor serenidad, la represión de sociedades puritanas, como la de Inglaterra en la época de la reina Victoria, continuó. La sociedad victoriana ostentaba varias contradicciones morales. Por ejemplo, exigía continencia sexual a las mujeres "decentes", y al mismo tiempo toleraba la prostitución como un vertedero inevitable de las necesidades "sucias" de los hombres. Lo peor fue que el concepto victoriano sobre sexualidad marcó los años posteriores con una serie de creencias equivocadas.
Durante los siglos XVIII y XIX o época victoriana, conductas sexuales como por ejemplo la masturbación, eran consideradas inapropiadas y se le culpaba de desórdenes como la epilepsia.
En 1882 aparece el trabajo de Richard Kraft-Ebing “Psychopatia Sexualis”, donde describe diferente tipos de comportamiento sexual etiquetándolos como patológicos y surgiendo así el término desviación sexual. En este tiempo, cualquier acto sexual que no tuviera como fin la reproducción se consideraba como “sexualidad anormal”. Sus escritos ligaban la sexualidad no reproductiva con el concepto de enfermedad sexual.
Sexualidad en Oriente
En Oriente, la sociedad buscaba la sexualidad, en cuanto al conocimiento y el desarrollo de las funciones sexuales.
En la India son famosos los libros sagrados del erotismo hindú, como el Kama Sutra, que enseñan las maneras de convertir el goce de la sexualidad en una experiencia casi mística. Esto no quiere decir que en estas culturas el desarrollo de la sexualidad triunfara. Las conveniencias políticas y las concepciones machistas mantenían gran número de costumbres atroces y represivas contra las mujeres y las clases más humildes. Entre los peores aspectos de sus ideas sexuales, por ejemplo, se encuentra la costumbre del suti. Por ella, la viuda de un hombre debe incinerarse viva en la pira funeraria de su esposo. Esta práctica, afortunadamente, fue virtualmente erradicada por los cambios sociales que ese país experimentó en este siglo.
Sexualidad en la actualidad
El inicio del siglo XX fue también el principio del importante movimiento de liberación femenina, para situar a la mujer en un plano de igualdad con el hombre. Así empezaron a desecharse los tabúes sobre el cuerpo y su capacidad sexual. Por la mismas época, el psicólogo Sigmund Freud dio a conocer sus revolucionarias teorías sobre la sexualidad humana, que condujeron a una verdadera revolución sexual. Hombres y mujeres comenzaron a preocuparse por entender mejor el desarrollo de sus capacidades y habilidades sexuales. Las dos guerras mundiales aumentaron la permisividad sexual en la sociedad, que a corto plazo propiciaría la liberación conceptual sobre el sexo. Poco después se dieron a conocer las investigaciones modernas que permitieron el nacimiento del la sexología como ciencia. Entre estos estudios destacan, por sus revelaciones y su popularización mundial, los que realizaron los doctores William H. Masters y Virginia Jonson, Helen S. Kaplan, Shere Hite, Alfred Kinsey y Wilhelm Reich, entre otros. Tales estudios aparecieron entre 1920 y 1980. Los años 60, con sus movimientos juveniles de transformación política, económica y ética, trajo un cambio decisivo. La sexualidad se consideró desde entonces como una cualidad única del ser humano; cambió así la actitud de las sociedades hacia el conocimiento de la sexualidad y sus manifestaciones. En nuestros días, la manifestación de la sexualidad ocupa un lugar importante dentro de la vida cotidiana.
Espero que semjante parrafada os haya ilustrado 😀 😀 😀 Os dejo unas cuantas curiosidades sobre el sexo en la Historia
- Ante un juez los romanos juraban decir la verdad apretándose suavemente los testículos con la mano derecha, de ahí viene la palabra Testificar.
-Para distinguir las mujeres fértiles de las estériles se depositaban un diente de ajo dentro de la vagina hasta el alba y si el olor del ajo pasaba hasta su boca tendría un hijo y si no pos era estéril.
-Los legisladores españoles podían anular su matrimonio si su mujer era una estrecha.
- Una tradición decía que si una mujer se quedaba embarazada con la regla los hijos le salían pelirrojos.
-Los romanos llamaron al extremo del pene glande que significa bellota.
- Las egipcias orinaban a diario sobre diferentes granos de cereales para saber si estaban embarazadas y saber el sexo que iba a tener el bebé. Si no germinaba ningún grano no estaba embarazada.
- Con el paso del tiempo si un hombre ponía los cuernos a su mujer le metían un rábano por el ano y le depilaban las partes bajas, y si la mujer era infiel la desnudaban y la ponían en medio de la plaza del pueblo atada a un palo y posteriormente la paseaban por el pueblo montada en un burro desnuda.
- Las mujeres Helenas empezaban a cumplir años a partir de su matrimonio.
- Cleopatra fue la feladora más famosa del mundo antiguo, pues complació oralmente a un millar de varones.
- Para conservar su potencia sexual los varones griegos nunca debían orinar donde antes lo hubiese hecho un perro.
-Un amuleto Griego para aumentar la virilidad era ponerse un testículo de un burro en el brazalete.
- La noche de bodas era para la novia un suplicio ya que había que desflorarla brutalmente. Para que no se oyesen los gritos de la mujer, los invitados se ponían a cantar.
- La orquídea se llama así porque orq significa testículo en latín.
- Hay creencias en las que piensan que la virgen María parió por las orejas.
- El rey Tamba de Benarés, a los 22 años de edad acababa de celebrar su cumpleaños con sus 16000 esposas.
- En la España medieval, si una pareja abortaba eran enviados a la hoguera.
- Una creencia popular aseguraba que si se plantaban pelos de mujer menstruante en estiércol, se engendraba, gracias al calor del sol, una enorme serpiente.
- Los católicos del siglo V debatían la moral de la mujer y si era humana o no.
- Para no violar el mandato que impedía la ejecución de las mujeres vírgenes Tiberio ordenó que antes fueran violadas por el verdugo.
- Los maridos y amigos se reunían en el andrón, la zona masculina de la casa para organizar orgiásticos banquetes( orgías entre hombres), de los que sus mujeres estaban excluidas.
- Las mujeres romanas no podían salir a la calle y para comprar la ropa mandaban a mujeres feas.
-¡Pero que bestias! El bestialismo era común en el circo romano, los animales desde toros, leones, jirafas eran entrenados para que copularan con mujeres en la arena, si estas se negaban, el animal llegaba literalmente a violarlas inducidos por sus domadores.
- Creían que las mujeres feas eran menos fértiles que las guapas, los hombres demostraban su masculinidad teniendo hijos.
- Los egipcios que querían virilidad adoraban a Min, un Dios con el pene erecto.
- No solo los egipcios sentían atracción sexual por los cuerpos muertos y por eso los familiares de una mujer bella dejaban pudridse el cuerpo para que no se la beneficiasen.
- Las mujeres egipcias solían casarse entre los 12 y 14 años de edad y los hombres hacia los 16.
- En Japón, si la mujer era infiel se la sacaba a la calle y los vecinos de la aldea se corrían encima de ella (bukakke).
- Los egipcios también eran aficionados al coito anal.
- Para hacer el amor y masturbarse los griegos se untaban el pene con aceite.
- Los romanos celosos a los esclavos le ponían un piercing en el prepucio para que no mantuvieran relaciones sexuales con sus hijas, la ama u otras esclavas.
- Las mujeres romanas creían que después del coito el semen era absorbido por la matriz del útero e iba corriendo a lavarse a una palangana.
- Se decía que el coitus interruptus era malo para los riñones y la vejiga.
-Los solteros que fornicaban con la servidumbre eran condenados a pan y agua durante 20 días.
- Se creía que el semen brotaba de los riñones.
- Se creía que las mujeres de cara pálida y senos grandes eran frías en la cama.
- En Grecia los penes pequeños y firmes eran admirados, mientras que los grandes eran considerados poco estéticos.
- En el s. XVII, algunos doctores sostenían que los penes muy cortos se debían a que la madre naturaleza tomaba de este órgano el material que faltaba para completar otras partes del cuerpo. Por el contrario, los largos eran producto del tejido sobrante.
- Bostezar durante el coito es mortal e impide la fecundación, según Plinio.
- Los aztecas se excitaban sexualmente bebiendo chocolate. (Una prueba más de que eran muy listos)
- En el siglo XVII, algunos médicos sostenían que a los promiscuos se les ponía la nariz roja, padecían gota crónica, alopecia y, a los más viciosos, hasta les salía chepa.
- En el siglo XIX todavía había doctores que aconsejaban que los adolescentes portaran cinturones de castidad para evitar la masturbación y anillos con clavos interiores para impedir la erección ( 😳 😳 😳 )
Y ahora un manual de instrucciones (¿?) de la Edad Media para dejar embarazada a tu pareja (Yo casi me muero de la risa cuando lo he leido)
"Después de la medianoche e ante del día, el varón deve despertar a la fembra; fablando, besando, abrazando e tocando las tetas e el pendejo e el periteneon, e todo aquesto se face para que la mujer cobdicie; que las dos simientes concurran juntamente; porque las mujeres más tarde lanzan la esperma.
E quando la mujer comienza a fablar tartamudeando, entonces devense juntar en uno e poco a poco deven facer coito e deve se juntar de todo en todo con el pendejo de la mujer en tal manera que el ayre non pueda entrar en ellos.
E después que haya echado la simiente deve estar el varón sobre la mujer sin facer movimiento alguno que no se levante e después que se levantase de sobre la mujer deve estender sus piernas e estar para arriba e duerma si pudiese que es mucho provechoso e non fable nin tosca."
Así y no de otra forma se debía copular según el Libro de Medicina del siglo XV; conocimientos médicos de galenos medievales que posiblemente siguieron matrimonios con el ánimo, según el momento, de procrear o disfrutar.
Espero que hayais disfrutado tanto de la información como de las curiosidades.
Os dejo el link a mis otros posts http://www.poringa.net/perfil/DVXTU
AVISO: Lo he intentado resumir al máximo sin borrar detalles importantes, pero aún así es algo largo. Os recomiendo que os lo mireis con calma que merece la pena. Un saludo a todos.
Sexo en la Prehistoria
Existen huellas históricas que nos hablan del interés por el sexo en el mundo antiguo.
Se conservan objetos y pinturas prehistóricas que ensalzan distintos aspectos de la sexualidad.
Un ejemplo de ello son las danzas fálicas que aparecen representadas en pinturas rupestres, las venus Esteatopígicas, las vulvas grabadas en piedras, los grandes falos en estatuas y grabados. Todos ellos símbolos de una sexualidad entendida como fecundidad en la mujer, fertilidad de la tierra y virilidad del varón.
Todas estas representaciones del arte paleolítico tienen un significado que no se conoce con certeza en su totalidad, sin embargo, se sabe, que en el mundo antiguo, los genitales no tenían significado obsceno o erótico, por tanto, cabe pensar que estas figurillas y pinturas eran símbolos de la fuerza fecundadora. Símbolos de una sexualidad que aseguraba la continuidad de la vida por la descendencia...
En la Prehistoria se cree que la vida sexual estaba organizada sin normas que regulasen la relación entre hombres y mujeres. A pesar de ello la mayoría de estudiosos concuerdan en que la promiscuidad no se daba de forma exagerada, sino que existían ciertas pautas que concedían cierto orden a la vida sexual de nuestros antepasados.
Al parecer, se supone, que en un principio, se aseguraba la descendencia con la monogamia, como sucede en el mundo animal. Esta situación fue evolucionando hacia la poliandria, más típica de las sociedades matriarcales, en las que la mujer era la pieza clave de las sociedades, la que ofrecía los hijos, que era el mayor bien de la familia.
Esta situación fue modificándose a la vez que las sociedades que eran cada vez más complejas. La posición del hombre poco a poco fue adquiriendo relevancia, hasta el punto que la mujer fue perdiendo sus privilegios a favor del hombre, que se convertiría en el patriarca, inaugurándose pues el concepto de poligamia.
Sexualidad en los egipcios y babilonios
En la historia de la sexualidad, encontramos tras el periodo Prehistórico, la aparición de otras culturas, entre ellas vamos a analizar las culturas Egipcia y Babilonia en su relación con la sexualidad.
En el antiguo Egipto, la sexualidad se vivía de un modo bastante permisivo e igualitario, ya que se daba en una relación de igualdad entre hombres y mujeres.
Las sociedades egipcias se regían por el concepto de monogamia dentro del matrimonio, y a pesar de que se gozaba de cierta libertad sexual, se esperaba de la mujer fidelidad y entrega a la crianza de los hijos.
El incesto sin embargo estaba permitido. Siendo frecuente en las familias reales. Sobre todo los matrimonios entre hermanos.
Dentro del arte Egipcio se conservan papiros y estatuas, que muestran la importancia que se le daba a la práctica sexual, al coito, a las orgías, a los genitales (como símbolo de virilidad y fecundidad).
Estas estatuillas y representaciones sexuales, eran tan importantes en la sociedad egipcia, que incluso acompañaban a los muertos en sus tumbas como amuleto o tal vez para ayudar a despertar a otra vida.
La cultura egipcia atribuía tal relevancia al sexo dentro de la vida diaria, que tenían el pleno convencimiento que en la "otra vida" existiría el sexo y disfrutarían del placer sexual en la otra vida después de la muerte.
Las sociedades Babilónicas, vivían una sexualidad más limitada. Se basaban en una monogamia estricta en la que la mujer era un mero objeto de placer y de dar hijos. El hombre sin embargo gozaba de ciertas licencias ya que era legal tener concubinas.
El adulterio y otros comportamientos sexuales no permitidos, eran castigados con dureza.
La posición de la mujer en la cultura Egipcia era privilegiada, incluso era considerada por el pueblo, cómo objeto de culto y contemplación. Un ejemplo de esto eran las prostitutas sagradas.
Sexualidad en los Griegos y Romanos
En la historia de la sexualidad, encontramos tras las civilizaciones egipcia y babilónica, la aparición de otras sociedades, las más relevantes fueron la Romana y la Griega. Ambas vivían y contemplaban la sexualidad de modos diferentes.
El Imperio Romano atravesó por distintas etapas tanto en su desarrollo como en su decadencia. En cada una de ellas y por distintos motivos e influencias podemos identificar distintos acercamientos y modos de entender y vivir la sexualidad.
Tanto la religión como la familia ocupaban un lugar prominente dentro de la sociedad. Ambas instituciones (religiosa y familiar) eran respetadas y admiradas como valores que salvaguardar dentro de la vida cotidiana de los ciudadanos romanos. El modelo de familia en Roma era el patriarcal.
Dentro del modelo de familia patriarcal, la mujer romana ocupaba un lugar insignificante, casi nulo.
Antes de casarse la mujer era “esclava” en el hogar paterno, y tras el matrimonio (decidido por los padres previamente), pasaba a someterse al marido.
Su cometido se limitaba a cuidar de la casa, procrear, criar a los hijos y complacer sexualmente a su marido.
La extensión del Imperio Romano supuso un duro golpe a la familia como institución, ya que las guerras fueron causa de la desintegración de numerosas familias. Este hecho promovió una mayor búsqueda de la sexualidad fuera del marco del matrimonio y la familia.
En la decadencia del Imperio Romano, comenzó a reinar el caos familiar y sexual, caracterizado por excesos sexuales, desenfreno, adulterio y prostitución.
Frente a este despertar sexual, se inicia un movimiento contrario que promueve la abstinencia sexual y valores como la virginidad y el sexo sólo dentro del matrimonio.
En este momento histórico de decadencia en Roma, comienzan a proliferar los burdeles donde se podía obtener compañía de las prostitutas que no sólo ofrecían placer sexual sino que se ofrecían como oyentes e interlocutoras de los hombres a los que les gustaba charlar de filosofía.
Las infidelidades y el adulterio pasaron a ser prácticas sexuales comunes y cotidianas, hasta tal punto que los divorcios se consideraban como un trámite más dentro de la vida diaria en Roma.
La homosexualidad entre hombres no estaba mal vista.
Incluso habían proverbios que aludían a este hecho: “ los jóvenes procuraban un placer tranquilo que no trastornaba el espíritu, mientras que la pasión por una mujer sumía al hombre libre en una dolorosa esclavitud”
Como reacción contraria a esta promiscuidad sexual, aparece una corriente filosófica proveniente del estoicismo y el neoplatonismo, que ensalza una nueva espiritualidad que afecta a la vida sexual de las personas.
Se reconoce la práctica amorosa en el marco del matrimonio, animando a los jóvenes a llegar vírgenes al matrimonio.
Marco Aurelio (emperador y filósofo) afirmó no haber intimado sexualmente con ninguno de sus esclavos (tanto hombres como mujeres) además de: “…haber salvaguardado la flor de su juventud, no haber ejercitado velozmente su virilidad e incluso haber retrasado precozmente su virilidad…”.
Dentro de esta corriente que se difundió a lo largo del s. II, los médicos aconsejaban, el ejercicio físico (la gimnasia), así como la lectura, el estudio de la filosofía, y el abstenerse de la masturbación, ya que aunque no reconocía que fuese nocivo para la salud, consideraban que provocaba un desarrollo sexual demasiado precoz.
Griegos y latinos conocían la importancia de desarrollar una sexualidad plena; buscaban, por lo tanto, cumplir el ideal de la vida sexual. Educaban a sus niños en el conocimiento de las funciones sexuales. Procuraban exaltar el erotismo.
La mitología Griega está plagada relatos sexuales entre los cuales se cuentan historias de infidelidades terribles entre dioses, semidioses, héroes, etc. Este hecho, ayuda a explicar la aceptación de tales prácticas en la sociedad, ya que si sus modelos a imitar (que eran los dioses) podían ser infieles y tener sexo con mucha gente, éste tipo de práctica por tanto debería ser algo normal para el resto de mortales. Un claro ejemplo es el caso del personaje mitológico por antonomasia, Zeus, el dios mayor, el cual, según los relatos, tuvo un sin número de aventuras con otras mujeres siéndole infiel a Era.
Algunos datos interesantes a tener en cuenta para entender mejor la sexualidad en la antigua Grecia, es que los Griegos hacían un culto a la virginidad, representada por la diosa Artemisa, que era una diosa virgen.
Frente a la práctica de la Prostitución sagrada, procedente de Babilonia, Menfis, Jerusalén y Sumeria se encuentra, por contraste el Culto a la Virginidad, también nacido de Oriente. Según esta creencia, la pérdida de la virginidad era vista como una forma latente de muerte, de aquí surge la leyenda de Artemis, la diosa virgen. Esto no impidió, no obstante, que dicha divinidad de la Castidad Artemisa se casara con Endimión y fruto de esta unión salieron cincuenta hijas, estas formaban el séquito de su madre, todas eran castas y si se casaban tenían que abandonar la secta para siempre, además según cuenta la leyenda, todas las jóvenes que deseaban acompañarla debían hacer voto de castidad. Sus sacerdotisas eran todas vírgenes y cuando se casaban debían abandonar la Orden sagrada.
La virginidad era para las mujeres como un tesoro, y la pérdida de ésta era como sellar una muerte lenta.
Es un dato popularmente conocido que la homosexualidad tanto femenina como masculina era aceptada en Grecia, de hecho, grandes personajes de la época eran homosexuales declarados, sin que ello afectara a su status social o su prestigio.
En la cultura Griega, la belleza era una símbolo de adoración y admiración por lo tanto admirar la belleza de una persona joven ya sea hombre o mujer, era algo artístico y sublime.
El prototipo de belleza era el masculino, el cuerpo del hombre era símbolo de perfección y admiración, por tanto el amor y el sexo entre dos hombres era algo sublime. El sexo entre hombre-mujer era algo más encaminado a la procreación.
Sexualidad en los judíos y cristianos
La religión judía fue una de las primeras en reprimir la sexualidad, particularmente la de las mujeres que eran considerabas simples "objetos sexuales".
En el Antiguo Testamento, la función de la mujer era procrear, perpetuar, y servir al marido y a los hijos.
El cristianismo cambió esta visión pero al pasar a ser religión oficial del Imperio Romano se convirtió en una fuerza política y represiva. El cristianismo designó la sexualidad como algo carnal e impuro.
Tras las invasiones bárbaras y el declive económico y territorial sufrido por los romanos, triunfa el cristianismo, que impone ideas muy restrictivas en materia sexual. El Antiguo Testamento califica como impuros el adulterio, la fornicación, la prostitución, la sodomía y la homosexualidad.
La monogamia es estricta y el matrimonio indisoluble, al tiempo que se prohibe tajantemente toda relación extramarital.
La mujer es situada en una posición de inferioridad respecto al hombre y considerada poco más que una esclava del varón, e incluso se llegó a debatir en el concilio de Macón la existencia de alma en la mujer.
Se exalta la castidad como símbolo de pureza y el acto sexual es considerado como algo pecaminoso, incluso dentro del matrimonio; se admite porque es imprescindible para la procreación, considerada como un deber sagrado, pero para conseguir que el placer sea mínimo y evitar la visión del cuerpo desnudo, las mujeres debían ponerse un camisón que poseía a la altura de los genitales un orificio por el que el marido debía introducir el pene.
El mito de Adán y Eva sitúa a la mujer como foco de tentación, hasta el punto que San Pablo llega a afirmar en la Epístola a los Corintios que "...bien le está al hombre el evitar el contacto con la mujer. Sin embargo, por evitar la fornicación, que cada hombre tenga su mujer, y cada mujer su marido. (...) Si no pueden guardar continencia, que se casen. Es mejor casarse que abrasarse."
San Jerónimo considera que cada contacto sexual aleja un poco más del Espíritu Santo y, por otro lado, el papa Gregorio el Grande en el siglo VI indica que el pecado original es hereditario: "El apetito de nuestros padres por la carne es la causa de nuestra vida y por eso somos pecadores".
Para San Agustín, libertino durante su juventud que posteriormente renegó de su pasado, el amor es deleznable, infernal, podredumbre y pus. La renuncia al placer y el sacrificio son obligatorios.
Todo ello da lugar a que se extienda un sentimiento de culpabilidad y malestar entre los cristianos, obligados a avergonzarse de su cuerpo y a la represión de sus instintos naturales.
En el año 711 los árabes invadieron la Península y la mayoría de sus habitantes se convirtió al Islam, religión que, si bien toleraba el placer sexual, relegaba de nuevo a la mujer a vivir para el hombre, procurarle satisfacción y cuidar de sus hijos y de su casa. Más aún: se llegaba incluso a considerarla como un instrumento de servidumbre o un simple vegetal. Averroes lo expresa así: "No se ve entre nosotros mujer alguna dotada de virtudes morales; su vida transcurre como la de las plantas, al cuidado de los maridos."
Para rebelarse a este sometimiento, la mujer a menudo recurría al adulterio, por lo que se impuso entonces un drástico remedio, la extirpación del clítoris, con la finalidad de evitar que obtuviera placer con la relación sexual. Esta práctica se sigue realizando en la actualidad en algunos países islámicos cuando la mujer cumple nueve años.
Pero hacia el siglo XI ya todo era diferente en España, se produjo una relajación de las costumbres y la sociedad era más tolerante y permisiva en materia sexual. Sin embargo, con la caída del califato, los bereberes impusieron una estricta moral y una intensa vigilancia llevada a cabo por censores para evitar todo contacto entre hombres y mujeres que pudiera predisponer a la "fornicación".
Sexualidad en la Edad Media
En la Edad Media, la Iglesia consolidaba su poder, de modo tal que la teología se equiparaba a la ley civil. En esta época aparecieron los famosos cinturones de castidad, y se hicieron evidentes muchos problemas sexuales, por lo que la Iglesia para reafirmarse refrenda el matrimonio monógamo y declara al instinto sexual como demoníaco dando origen así a la Santa Inquisición.
A finales del siglo XV aparecen en Europa los primeros indicios de enfermedades de transmisión sexual, conocidas entonces como enfermedades venéreas y que fueron consideradas un castigo celestial por los excesos sexuales.
Sexualidad en el Renacimiento
El Renacimiento como corriente de gran desarrollo literario y artístico revolucionó el pensamiento humano. El conocimiento del hombre y de la sociedad empezó a ocupar un espacio privilegiado en el espíritu de los autores y pensadores. Aunado a ello, la invención de la imprenta por Gutenberg, la aparición de la anatomía con los grandes artistas como Leonardo da Vinci, la importancia y la exaltación del sexo femenino a través de la literatura y de las artes ha surgido etc. De allí, han llegado ciertos cambios importantes en el binomio literatura-sexualidad: la literatura ha servido de vehículo de propagación de la sexualidad a grandes escalas, la sexualidad también empieza a tomar protagonismo en la literatura, la mujer surgió como icono sexual pero aun de mucho menos importancia que el hombre.
Sexualidad en los siglos XVIII y XIX
A finales del siglo XVIII, el Marqués de Sade introdujo en Francia, entre otras cosas, una nueva visión del placer sexual. Esta fue malentendida en su tiempo, como mera incitación a la perversión y al crimen. Inclusive en la actualidad recibe aún interpretaciones equivocadas.
Durante el siglo XIX, la sexualidad comenzó a estudiarse con mayor serenidad, la represión de sociedades puritanas, como la de Inglaterra en la época de la reina Victoria, continuó. La sociedad victoriana ostentaba varias contradicciones morales. Por ejemplo, exigía continencia sexual a las mujeres "decentes", y al mismo tiempo toleraba la prostitución como un vertedero inevitable de las necesidades "sucias" de los hombres. Lo peor fue que el concepto victoriano sobre sexualidad marcó los años posteriores con una serie de creencias equivocadas.
Durante los siglos XVIII y XIX o época victoriana, conductas sexuales como por ejemplo la masturbación, eran consideradas inapropiadas y se le culpaba de desórdenes como la epilepsia.
En 1882 aparece el trabajo de Richard Kraft-Ebing “Psychopatia Sexualis”, donde describe diferente tipos de comportamiento sexual etiquetándolos como patológicos y surgiendo así el término desviación sexual. En este tiempo, cualquier acto sexual que no tuviera como fin la reproducción se consideraba como “sexualidad anormal”. Sus escritos ligaban la sexualidad no reproductiva con el concepto de enfermedad sexual.
Sexualidad en Oriente
En Oriente, la sociedad buscaba la sexualidad, en cuanto al conocimiento y el desarrollo de las funciones sexuales.
En la India son famosos los libros sagrados del erotismo hindú, como el Kama Sutra, que enseñan las maneras de convertir el goce de la sexualidad en una experiencia casi mística. Esto no quiere decir que en estas culturas el desarrollo de la sexualidad triunfara. Las conveniencias políticas y las concepciones machistas mantenían gran número de costumbres atroces y represivas contra las mujeres y las clases más humildes. Entre los peores aspectos de sus ideas sexuales, por ejemplo, se encuentra la costumbre del suti. Por ella, la viuda de un hombre debe incinerarse viva en la pira funeraria de su esposo. Esta práctica, afortunadamente, fue virtualmente erradicada por los cambios sociales que ese país experimentó en este siglo.
Sexualidad en la actualidad
El inicio del siglo XX fue también el principio del importante movimiento de liberación femenina, para situar a la mujer en un plano de igualdad con el hombre. Así empezaron a desecharse los tabúes sobre el cuerpo y su capacidad sexual. Por la mismas época, el psicólogo Sigmund Freud dio a conocer sus revolucionarias teorías sobre la sexualidad humana, que condujeron a una verdadera revolución sexual. Hombres y mujeres comenzaron a preocuparse por entender mejor el desarrollo de sus capacidades y habilidades sexuales. Las dos guerras mundiales aumentaron la permisividad sexual en la sociedad, que a corto plazo propiciaría la liberación conceptual sobre el sexo. Poco después se dieron a conocer las investigaciones modernas que permitieron el nacimiento del la sexología como ciencia. Entre estos estudios destacan, por sus revelaciones y su popularización mundial, los que realizaron los doctores William H. Masters y Virginia Jonson, Helen S. Kaplan, Shere Hite, Alfred Kinsey y Wilhelm Reich, entre otros. Tales estudios aparecieron entre 1920 y 1980. Los años 60, con sus movimientos juveniles de transformación política, económica y ética, trajo un cambio decisivo. La sexualidad se consideró desde entonces como una cualidad única del ser humano; cambió así la actitud de las sociedades hacia el conocimiento de la sexualidad y sus manifestaciones. En nuestros días, la manifestación de la sexualidad ocupa un lugar importante dentro de la vida cotidiana.
Espero que semjante parrafada os haya ilustrado 😀 😀 😀 Os dejo unas cuantas curiosidades sobre el sexo en la Historia
- Ante un juez los romanos juraban decir la verdad apretándose suavemente los testículos con la mano derecha, de ahí viene la palabra Testificar.
-Para distinguir las mujeres fértiles de las estériles se depositaban un diente de ajo dentro de la vagina hasta el alba y si el olor del ajo pasaba hasta su boca tendría un hijo y si no pos era estéril.
-Los legisladores españoles podían anular su matrimonio si su mujer era una estrecha.
- Una tradición decía que si una mujer se quedaba embarazada con la regla los hijos le salían pelirrojos.
-Los romanos llamaron al extremo del pene glande que significa bellota.
- Las egipcias orinaban a diario sobre diferentes granos de cereales para saber si estaban embarazadas y saber el sexo que iba a tener el bebé. Si no germinaba ningún grano no estaba embarazada.
- Con el paso del tiempo si un hombre ponía los cuernos a su mujer le metían un rábano por el ano y le depilaban las partes bajas, y si la mujer era infiel la desnudaban y la ponían en medio de la plaza del pueblo atada a un palo y posteriormente la paseaban por el pueblo montada en un burro desnuda.
- Las mujeres Helenas empezaban a cumplir años a partir de su matrimonio.
- Cleopatra fue la feladora más famosa del mundo antiguo, pues complació oralmente a un millar de varones.
- Para conservar su potencia sexual los varones griegos nunca debían orinar donde antes lo hubiese hecho un perro.
-Un amuleto Griego para aumentar la virilidad era ponerse un testículo de un burro en el brazalete.
- La noche de bodas era para la novia un suplicio ya que había que desflorarla brutalmente. Para que no se oyesen los gritos de la mujer, los invitados se ponían a cantar.
- La orquídea se llama así porque orq significa testículo en latín.
- Hay creencias en las que piensan que la virgen María parió por las orejas.
- El rey Tamba de Benarés, a los 22 años de edad acababa de celebrar su cumpleaños con sus 16000 esposas.
- En la España medieval, si una pareja abortaba eran enviados a la hoguera.
- Una creencia popular aseguraba que si se plantaban pelos de mujer menstruante en estiércol, se engendraba, gracias al calor del sol, una enorme serpiente.
- Los católicos del siglo V debatían la moral de la mujer y si era humana o no.
- Para no violar el mandato que impedía la ejecución de las mujeres vírgenes Tiberio ordenó que antes fueran violadas por el verdugo.
- Los maridos y amigos se reunían en el andrón, la zona masculina de la casa para organizar orgiásticos banquetes( orgías entre hombres), de los que sus mujeres estaban excluidas.
- Las mujeres romanas no podían salir a la calle y para comprar la ropa mandaban a mujeres feas.
-¡Pero que bestias! El bestialismo era común en el circo romano, los animales desde toros, leones, jirafas eran entrenados para que copularan con mujeres en la arena, si estas se negaban, el animal llegaba literalmente a violarlas inducidos por sus domadores.
- Creían que las mujeres feas eran menos fértiles que las guapas, los hombres demostraban su masculinidad teniendo hijos.
- Los egipcios que querían virilidad adoraban a Min, un Dios con el pene erecto.
- No solo los egipcios sentían atracción sexual por los cuerpos muertos y por eso los familiares de una mujer bella dejaban pudridse el cuerpo para que no se la beneficiasen.
- Las mujeres egipcias solían casarse entre los 12 y 14 años de edad y los hombres hacia los 16.
- En Japón, si la mujer era infiel se la sacaba a la calle y los vecinos de la aldea se corrían encima de ella (bukakke).
- Los egipcios también eran aficionados al coito anal.
- Para hacer el amor y masturbarse los griegos se untaban el pene con aceite.
- Los romanos celosos a los esclavos le ponían un piercing en el prepucio para que no mantuvieran relaciones sexuales con sus hijas, la ama u otras esclavas.
- Las mujeres romanas creían que después del coito el semen era absorbido por la matriz del útero e iba corriendo a lavarse a una palangana.
- Se decía que el coitus interruptus era malo para los riñones y la vejiga.
-Los solteros que fornicaban con la servidumbre eran condenados a pan y agua durante 20 días.
- Se creía que el semen brotaba de los riñones.
- Se creía que las mujeres de cara pálida y senos grandes eran frías en la cama.
- En Grecia los penes pequeños y firmes eran admirados, mientras que los grandes eran considerados poco estéticos.
- En el s. XVII, algunos doctores sostenían que los penes muy cortos se debían a que la madre naturaleza tomaba de este órgano el material que faltaba para completar otras partes del cuerpo. Por el contrario, los largos eran producto del tejido sobrante.
- Bostezar durante el coito es mortal e impide la fecundación, según Plinio.
- Los aztecas se excitaban sexualmente bebiendo chocolate. (Una prueba más de que eran muy listos)
- En el siglo XVII, algunos médicos sostenían que a los promiscuos se les ponía la nariz roja, padecían gota crónica, alopecia y, a los más viciosos, hasta les salía chepa.
- En el siglo XIX todavía había doctores que aconsejaban que los adolescentes portaran cinturones de castidad para evitar la masturbación y anillos con clavos interiores para impedir la erección ( 😳 😳 😳 )
Y ahora un manual de instrucciones (¿?) de la Edad Media para dejar embarazada a tu pareja (Yo casi me muero de la risa cuando lo he leido)
"Después de la medianoche e ante del día, el varón deve despertar a la fembra; fablando, besando, abrazando e tocando las tetas e el pendejo e el periteneon, e todo aquesto se face para que la mujer cobdicie; que las dos simientes concurran juntamente; porque las mujeres más tarde lanzan la esperma.
E quando la mujer comienza a fablar tartamudeando, entonces devense juntar en uno e poco a poco deven facer coito e deve se juntar de todo en todo con el pendejo de la mujer en tal manera que el ayre non pueda entrar en ellos.
E después que haya echado la simiente deve estar el varón sobre la mujer sin facer movimiento alguno que no se levante e después que se levantase de sobre la mujer deve estender sus piernas e estar para arriba e duerma si pudiese que es mucho provechoso e non fable nin tosca."
Así y no de otra forma se debía copular según el Libro de Medicina del siglo XV; conocimientos médicos de galenos medievales que posiblemente siguieron matrimonios con el ánimo, según el momento, de procrear o disfrutar.
Espero que hayais disfrutado tanto de la información como de las curiosidades.
Os dejo el link a mis otros posts http://www.poringa.net/perfil/DVXTU
21 comentarios - El sexo a lo largo de la Historia de la Humanidad + yapa
excelente post 😉 😉
Muy divertidas las curiosidades y el Manual de Instrucciones de la Edad Media.
Muy buen post !!!
Gracias por compartir.
Besos y Lamiditas !!!
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Saludos¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Muy buen trabajo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Mañana leere algo de este en ovatradio.
Saludos,
muy bueno amigazo!!! me lo agendo para leerlo mas tranki
Muy bien narrado ¡¡ Te felicito y gracias x compartir... "la historia"...
q siempre es enriquecedora.
Te saludo amigo 🆒
jajajaja no hubiera querido vivir en esa epoca...... !!! 😛 😛 😛 😛
Muy bueno datos... gracias por la invitacion
saludos
terribles las curiosidades
excelente aporte!!
gracias por compartir
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