Bueno, aca mi primer post disfrutenlo
Parece que la cuestión de que las mujeres hayamos buscado artilugios para darnos placer viene de lejos, desde hace la friolera de 30.000 años. Después, en el mundo griego, los hombres se pusieron a discutir.
Aristóteles decía que no era necesario el placer femenino para la procreación, Galeno, sin embargo, decía que si (me acaba de caer bien Galeno). Podiamos haberle hecho caso a Galeno pero, como muchas otras veces, aparecieron los santones de turno y nos cagaron (como dirían los amigos de Argentina).
Aparecen teólogos católicos que tratan de dilucidar la cuestión que preocupaba a estos dos griegos buscando algo intermedio pero, se ve que no lo encuentran fácilmente, al final deciden que no, que a las mujeres no nos hace falta placer (además... el sexo es una cochinada, pecado, caca). Y así, sin gustirrinín, pasamos un montón de siglos.
Pero claro, a las mujeres... oye... pues nos "pica" y queremos que nos lo rasquen, y que lo hagan bien, pero... se ve que pocos lo hacen y bien menos aún, así que nos sentimos como desasosegadas, irritables, con mal caracter y en general propensas a causar problemas.
Alguien, posiblemente médico, decide que eso es histeria (los médicos griegos le habían llamado a la histeria "furor uterino") y así, en el año 653 aparece una cura para esa histeria y... ¡Anda que no fue espabilado el descubridor! ¡tela de espabilado!
La cura consistía en masajearnos el clítoris para inducirnos a un "paroxismo histérico" y así nos dejaban relajaditas que daba gloria, a este paroxismo hoy se le conoce como ¡orgasmo! Lógicamente las consultas médicas se llenaban de histéricas buscando ser curadas. Imaginad, si podeis sin reiros, a las mujeres de entonces preguntándose cual era el mejor médico para curarse de histeria.
Así las cosas, pues oye, a los doctores se les cansaba la mano de tanto masajear clítoris así que en 1869 el doctor norteamericano George Taylor inventa un vibrador de vapor bastante incómodo poco después el doctor Joseph Mortimer Granville patentó un artilugio eléctrico bastante más cómodo y lo patenta, acababa de nacer el vibrador.
El Fin...
Parece que la cuestión de que las mujeres hayamos buscado artilugios para darnos placer viene de lejos, desde hace la friolera de 30.000 años. Después, en el mundo griego, los hombres se pusieron a discutir.
Aristóteles decía que no era necesario el placer femenino para la procreación, Galeno, sin embargo, decía que si (me acaba de caer bien Galeno). Podiamos haberle hecho caso a Galeno pero, como muchas otras veces, aparecieron los santones de turno y nos cagaron (como dirían los amigos de Argentina).
Aparecen teólogos católicos que tratan de dilucidar la cuestión que preocupaba a estos dos griegos buscando algo intermedio pero, se ve que no lo encuentran fácilmente, al final deciden que no, que a las mujeres no nos hace falta placer (además... el sexo es una cochinada, pecado, caca). Y así, sin gustirrinín, pasamos un montón de siglos.
Pero claro, a las mujeres... oye... pues nos "pica" y queremos que nos lo rasquen, y que lo hagan bien, pero... se ve que pocos lo hacen y bien menos aún, así que nos sentimos como desasosegadas, irritables, con mal caracter y en general propensas a causar problemas.
Alguien, posiblemente médico, decide que eso es histeria (los médicos griegos le habían llamado a la histeria "furor uterino") y así, en el año 653 aparece una cura para esa histeria y... ¡Anda que no fue espabilado el descubridor! ¡tela de espabilado!
La cura consistía en masajearnos el clítoris para inducirnos a un "paroxismo histérico" y así nos dejaban relajaditas que daba gloria, a este paroxismo hoy se le conoce como ¡orgasmo! Lógicamente las consultas médicas se llenaban de histéricas buscando ser curadas. Imaginad, si podeis sin reiros, a las mujeres de entonces preguntándose cual era el mejor médico para curarse de histeria.
Así las cosas, pues oye, a los doctores se les cansaba la mano de tanto masajear clítoris así que en 1869 el doctor norteamericano George Taylor inventa un vibrador de vapor bastante incómodo poco después el doctor Joseph Mortimer Granville patentó un artilugio eléctrico bastante más cómodo y lo patenta, acababa de nacer el vibrador.
El Fin...
2 comentarios - Breve historia del vibrador