¿Dudas de mis deseos?
Dudas de que seas tú el blanco
de mis palabras,
el punto exacto donde convergen
mis antojos,
la hembra que ansío.
Tú eres la dueña
del cuenco húmedo
del que deseo sorber los efluvios
que satisfagan mi hambre
de mujer.
Tú eres la causa
de mis desvelos
el motivo de mi demencia,
la razón de mi locura,
mi destino.
Eres tú, amada mía,
la causa de todos mis males
de todas mis hambres
de todas mis necesidades
eres el sentido
con el que lleno mi vida.
Hoy estas triste
por la ausencia
incomoda que se posa
en tus entrañas.
Triste por el vacío
que agita tu locura,
que desgarra tu soledades
y ahoga la esperanza.
Espérame
Con tus muslos abiertos.
con tus labios pedigüeños,
dame tiempo
que aunque es largo el camino
ya estoy llegando.
Sola y desnuda
para mí,
para que cubra tu cuerpo
con mis besos,
Quiero vestirte
con mis caricia,
percibir el temblor
escapar por tus ingles,
y los suspiros
rendidos
tras la ocupación
de tu cuerpo.
No llores
porque tus manos
pierdan la cordura,
el mal de amores
nos viste de ansiedades
enrojece los labios
los humedece,
erecta nuestros deseos
y despierta
esa locura
por la que tú gimes
en estos momentos.
¿Dónde estás amada mía?
¿Dónde debo satisfacer mis deseos?
si te has ido
y me abandonas
y me dejas vacío.
¿Dónde puede recoger tu último beso?
Dónde embriagarme de tus aromas
si ya no yaces en mi lecho
y la sábanas lloran
de desconsuelo.
Larga se hizo la noche
de tu ausencia.
Te esperé
hasta desangrar
mis lágrimas
con tu recuerdo.
Al ahuyentar mis fantasmas
mis pasos cansinos
le arrojaron al asfalto
camine entre sollozos.
Solos
mi soledad
tu recuerdo
y yo
te buscando
sin encontrarte.
Vienes
y vas,
eres como las olas del mar,
por instantes llenas mi vida
de fluidos salinos
para luego condenarme
a la más yermo estío,
se secan mis lágrimas
cuando humedeces mis pasiones
y brotan desconsoladas
cuando entre silencios
me abandonas
en el lecho que un día
calentaron tus nalgas.
Y pensar
que pese al tiempo transcurrido
aún se erizan mis recuerdos
cuando el aroma de los jazmines
me embriaga de fragancias
y evoco aquel flujo de humedades
derramado entre tus ingles,
aquel que prendió la mecha
de esta ciega borrachera,
aquel que olvidar no puedo
porque aún despierta mis deseos
de penetrar en ti
y volver, una y mil veces,
a acunarme entre tus gemidos,
atrapado,
preso,
encadenado
a tus muslos lozanos,
percibiendo tus mordiscos,
los arañazos en mi espalda
y el abrazo postrero
que acunaba nuestro amor
después de habernos amado.
3 comentarios - Porque me has hecho mal
EXCELENTE MAGNUM.....
el poema, las imagenes, todo!!!!
muy buen post 😉
Felicitaciones!! 😉
sdpv P! Gracias por el post