Los domingos, mientras se jugaba al truco y al chinchón post-asado, siempre era una buena ocasión para registrar la pieza del tío en busca de material.
Si sos de mi época seguramente agarraste mucha mina de los 80, que tenían más rulos en la concha que en la cabeza.
Se te podía ir toda la tarde acogotando la gallina en el fondo.
Siempre había que tener cuidado que no se te derramara alguna lágrima de amor sobre las chicas.
Si sos de mi época seguramente agarraste mucha mina de los 80, que tenían más rulos en la concha que en la cabeza.
Se te podía ir toda la tarde acogotando la gallina en el fondo.
Siempre había que tener cuidado que no se te derramara alguna lágrima de amor sobre las chicas.
1 comentarios - Las revistas del tío paja. Vol. 2