Jane, de adolescente, era un trozo de fruta lista para comer.En aquella época, le encantaba ver los pantalones abultados de los hombres ymeterse sus rabos palpitantes en la boca. Su preferencia por la masturbación yel sexo sin velas le llegó más tarde, cuando ya había vivido las decepciones enmateria de potencia provocadas por los límites de la excitación erótica. Adoptóentonces la masturbación porque su coño cachondo exigía comida diaria. Noimportaba si era un pene o un objeto, siempre que enfriara el calor ardiente desu joven coño. El calor de un pene era justo lo que necesitaba. Aportabafrescor y placer al mismo tiempo. Sin embargo, esta entrega no le proporcionóel zenit del deseo.
El coño le ardía de placer, pero el orgasmo no llegaba.Cerró los ojos, se revolvió desnuda en la cama y pensó en Pierre. Lo viodelante de ella, vio cómo se erguía con la polla tiesa y cómo ella le mostrabasu culo que tanto le gustaba. Oh, Pierre, gimió, y abrió los labios de su coñoy ensanchó sus muslos. Tanteó con sus dedos el interior de su gruta y sintió laenormidad de su deseo. Fóllame, Pierr, susurró ella, sólo mira los labios carnudosde mi coño y el clítoris tieso. 0h Pierre, ¿puedes resistirte a eso? Ven, metetu dulce y rígido bastón en mi crispada abertura. No dejes que esperar mástiempo.
Mira mi coño cachondo como te lo estoy enseñando, mira elculo arqueado que te encantaba besar, el agujero marrón que te encantabaperforar con tu polla, incluso cuando me dolía. No lloré, Pierre, lo acepté poramor a ti. Ven y fóllame el culo caliente, introduce tu polla en cada aberturade mi cuerpo. Móntame entre los pechos, bajo los brazos, entre los muslos.Métemela entre los labios y en todos los orificios que te ofrezco. Estoycachonda. Randy por tu polla, por tu jadeante marcapasos, por tu encantadoresperma, que es tan dulce y tan amargo al mismo tiempo. Oh, ven Pierre. No me hagasesperar mucho más.
Estoy húmeda de excitación. El semen caliente en mi coño mevuelve loca. Ven aquí con tu lengua, Pierre, lame el jugo que sale de mí, comote gusta hacer. Chúpalo, saborea el olor que mi coño expulsa sólo para ti,Pierre. ¿Dónde estás? No aguanto más, lléname de nuevo con la monstruosidad demi coño. ¿Debo salir a la calle? ¿Debo dejarme follar por el primero queencuentre? Oh, Pierre, a muchos les gustaría tenerme. Se pelean por mí, comolas abejas por las flores. Los hombres huelen mi desenfreno y sienten mi húmedocoño. Pero yo no los quiero. Te quiero a ti, Pierre, tu boca, tu cuerno y tucuerpo. La vela, ¿dónde está la vela roja que tanto me recuerda a tu cola? Ahíestá y la guiaré dentro de mí. Pero no está caliente. No palpita como tu polla,Pierre. La introduce lentamente en el agujero húmedo. La llena y presiona lasparedes de su coño. Ah, qué delicia, más profundo, métemela hasta los huevos.El deseo me invade y aprieto el culo. Tiene que entrar más y tiene quellenarme. Como tu polla, Pierre, como siempre. Empujo desesperadamente, sientoque me corro, el jugo del amor me llena el coño, el clítoris vibra, meestremezco y ahora... tengo que correrme ahora, pero no lo consigo. Miexcitación se apaga. No es bueno sin ti, Pierre.
Pero ahí estás, Pierre, no te oí llegar, lo sabías ysentiste mi excitación. Estás ahí dulcísimo y me ayudarás. Me meterás la velaen el coño. No me abandonarás en mi deseo, en mi angustia sexual. Ah, eso esbueno. Estás ahí y empuja la vela en mi agujero. Métemela, cariño. Sé quemeterás tu polla, pronto en mi raja, en mi rajita y que al mismo tiempo sentiréel calor del cuerno dentro de mí. Ah, eso es maravilloso. Mira cómo me estirohacia ti, cómo intento agarrar tu vela con mis manos. Y ahora déjame otra vez.Quiero hacerme la última paja yo mismo.
Dame tu polla, Pierre, dame nuestra vara tiesa. Deja quellene mi boca y muéstrame lo delicioso que sabe. Qué suave y qué dura es. Tutrompa gorgotea, cariño, gorgotea, pero no dejes que se corra todavía. Me encantasentir su rigidez en mi boca. Aguanta un poco, deja que tu semen se acumule entodo su esplendor, antes de que me inundes con él. Me agarro a nuestras nalgas,Pierre, y siento lo duras que son. Por favor, espera un poco más querida.Aguanta una vez más, ¿sí? Y ahora voy a empezar de nuevo así que chupa muysuavemente, con mis labios tiernos. Ahora empieza a correrte, Pierre, deja quesalga de ti - deja que tu esperma me salpique - ¡Sí - Sí - Sí!
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