No me avergüenza admitir que se me hizo nudo la lengua en su presencia o quedar como tonto, igual no volvamos a coincidir, olía delicioso, hablaba como arpa, su manita de algodón al saludarla y su beso húmedo en mi mejilla me dejó en la nuca ese cosquilleo especial por todo el día ...
1 comentarios - Lizbeth