Después de mi viéjo, mi otro ídolo sexual era mi tio y padríno Alejandro " El Páyo", el hermano que le seguía a mi padre y dormía en la última habitación de la casa.
Un hombrezuélo de 28 añitos entrenado para satisfacer hémbras a puro instínto y dedicación...
Amába verlo en "la prévia" jugueteando con esas putítas dispuéstas a servirse de ese placer inménso que mi padríno sabía provocarles a rabiar
Cuando me descubrió dentro del ropéro espiando ese polvo magnífico se dio cuenta de que si me delatába se iba a poner en evidencia que entraba "putas" a la casa de "la abuela" y no le convenía; se le iba a "cortar la jóda" si me abuéla le sacába las llaves.
El tráto fué guardar el secréto a cambio de seguir mirando escondído pero con su permiso sin que la mina se diera cuenta.
Bien de cerquíta y sin miedo a ser castigádo mi tio me ofrecía su mejor perfomance cada dia...
Ese varón treméndo les lamía la rája antes y después de haberlas cojído como si fuéra la última vez, el típo no tenía límites y siempre y con todas era iguál de inténso y lujurióso.
Y yó, con 14 añitos éra el "fan" de ese tio que me dába permíso de presenciar esa demostración de púra masculinidad donde ponía toda su voluntad en mostrarme como "se hacía"
Un hombrezuélo de 28 añitos entrenado para satisfacer hémbras a puro instínto y dedicación...
Amába verlo en "la prévia" jugueteando con esas putítas dispuéstas a servirse de ese placer inménso que mi padríno sabía provocarles a rabiar
Cuando me descubrió dentro del ropéro espiando ese polvo magnífico se dio cuenta de que si me delatába se iba a poner en evidencia que entraba "putas" a la casa de "la abuela" y no le convenía; se le iba a "cortar la jóda" si me abuéla le sacába las llaves.
El tráto fué guardar el secréto a cambio de seguir mirando escondído pero con su permiso sin que la mina se diera cuenta.
Bien de cerquíta y sin miedo a ser castigádo mi tio me ofrecía su mejor perfomance cada dia...
Ese varón treméndo les lamía la rája antes y después de haberlas cojído como si fuéra la última vez, el típo no tenía límites y siempre y con todas era iguál de inténso y lujurióso.
Y yó, con 14 añitos éra el "fan" de ese tio que me dába permíso de presenciar esa demostración de púra masculinidad donde ponía toda su voluntad en mostrarme como "se hacía"
0 comentarios - "El Páyo", mi padríno rehén y su lengua salváj