Mi bonita amiga Silvina es rubia natural, de 29 años, 1,60 de altura, cuerpo firme por la gimnasia que hace, con tetas chicas pero tentadoras, culo duro y vistoso y una concha de manjar. Es puta cara.
“Decime, ¿te animás sacarme fotos desnuda para promocionarme? Vos tenés que aconsejarme como salgo mejor... Y obvio, te pago”, me propuso. “Sería difícil concentrarme...”, contesté. “Ah, entiendo... Entonces primero cogamos y después que te calmes, me hacés las fotos”, sostuvo. Después de cuatro horas cogiendo con tremenda hembra (y tres acabadas mías y varias de ella), empecé.
“Silvi, sos hermosa por todas partes, pero mostrá tus hoyitos así enloquecés a los futuros clientes”, le dije. Y siguió mis indicaciones:
“Abrí las piernas, tocate con una mano la conchita y con la otra una teta, como si te estuvieras masturbando”, indiqué
“A la mayoría de los hombres les excita ver culo, recostate, levantá las piernas, que se vean los agujeros”, ordené. Mientras Silvina hacía poses, yo aprovechaba para tocarla.
“Ahora vamos a sacar primeros planos de tu preciosa concha”, dije. “Permiso, debo hacer que se vea mojada, así que te voy a acariciar un poco...”, aseguré. Tocando su vulvita preciosa logré que se moje. Con la verga al palo terminé las últimas fotos.
Y bajé a comer la sabrosa vagina.
“Decime, ¿te animás sacarme fotos desnuda para promocionarme? Vos tenés que aconsejarme como salgo mejor... Y obvio, te pago”, me propuso. “Sería difícil concentrarme...”, contesté. “Ah, entiendo... Entonces primero cogamos y después que te calmes, me hacés las fotos”, sostuvo. Después de cuatro horas cogiendo con tremenda hembra (y tres acabadas mías y varias de ella), empecé.
“Silvi, sos hermosa por todas partes, pero mostrá tus hoyitos así enloquecés a los futuros clientes”, le dije. Y siguió mis indicaciones:
“Abrí las piernas, tocate con una mano la conchita y con la otra una teta, como si te estuvieras masturbando”, indiqué
“A la mayoría de los hombres les excita ver culo, recostate, levantá las piernas, que se vean los agujeros”, ordené. Mientras Silvina hacía poses, yo aprovechaba para tocarla.
“Ahora vamos a sacar primeros planos de tu preciosa concha”, dije. “Permiso, debo hacer que se vea mojada, así que te voy a acariciar un poco...”, aseguré. Tocando su vulvita preciosa logré que se moje. Con la verga al palo terminé las últimas fotos.
Y bajé a comer la sabrosa vagina.
1 comentarios - Mi amiga me pide que le saque fotos