Una chica de barrio en la florería de su suegro.

Mi viejo montó una floristería hace un año, lástima que por ahora la haya tenido que cerrar, bueno yo como buen heredero del negocio me encargo de hacer los arreglos florales ocasionalmente y por esas coincidencias de la vida mi novia adora las flores, le gusta acompañarme y cuando no hay mucho cliente me hace una paja o petes demasiado ricos, así es ella... pero la primera vez que visitó el negocio, bueno nos fuimos a un lado más apartado y ella se quitó la ropa y se empezó a manosear la concha. Se me puso la poronga como un misil, no pensaba en otra cosa que no fuera empomarla ahí mismo, pero antes de eso me dijo que dejaría sus feromonas para que ninguna pendeja pretenda comerme el choto, es celosa... jode un poco con eso, pero miren sus nalgas! cuántas veces disparé mi leche en esa suave cola, que haga lo que quiera, se ha ganado el derecho.