El día de ayer 14 de marzo Salí con mi mujer y los niños, apresenciar el carnaval de la ciudad.
Al llegar para relajarnos del cansancio le serví y me servíun vaso de whisky, el cual hizo que a ella le diera un sueño muy pesado, y sesubió a la recamara luego de mandar a dormir a los niños, yo me quede pensando:¿Qué no vamos a coger?.
En cuanto me termine mi segundo baso subí a verla y meencontré con esto:
Mmm, ya se avía dormido, decidí tomarle algunas fotos, sinque se dé cuenta, porque ella no sabe adónde van a parar estas fotos (P!).
Admirabasu hermoso cuerpo mientras capturaba las fotos.
Ella tan cansada y yo con tantas ganas de demostrarlecariño.
Tenia que subirme a esa cadera, a como diera lugar.
Le gusta dormirse cerca de la ventana por el calor que haceen estos rumbos.
Pensé en masturbarme con sus pies, pero esta vez no, yoquería hundirme en sus labios vaginales.
Tenía que encontrar la manera deconvencerla, esta es una prueba de destreza ya que podría terminar en pleito altratar de convencerla. Después de pensar varias opciones se me ocurrió unaidea, ella utiliza una crema reductora de abdomen, y no le dio tiempo deponérsela así que trate de despertarla para decirle que se le había olvidadountarse la crema, note que se despertó sin abrir los ojos, entonces le susurreal oído y le pregunte: ¿quieres que yo te la ponga?, no me contesto y le dije:¡te la voy a poner¡.
La gire boca arriba, le subí lablusa, le enrolle su calzoncito a nivel del monte de venus, y comencé a untarlela crema en su delicado abdomen dando le un masaje en círculos, hasta que seconsumiera la crema y le volví a colocar, hice esto tres veces, hasta estar convencido de que estabatotalmente despierta sintiendo mis manos. Era hora de dar el siguiente paso, mimujer también usa una crema relajante de piernas, y como habíamos caminado unbuen rato en el carnaval pensé que no se negaría. Le dije: te voy a poner de tu crema para laspiernas, para que descanses hermosa, ella respondió con un si moviendo lacabeza.
Tome la crema y comencé auntársela en esas piernas que me vuelven loco, le masajee los pies con un pocode más fuerza, de la punta de los pies a la altura de vagina pasaba mis manos yme detenía para pasar mis manos en la parte interna del muslo muy cerca de lavagina, estuve haciendo esto varias veces, yo ya comenzaba a sudar cuando mimujer comenzó gemir, y dije en mipensamiento: “¡¡ya estas!! Se hace por qué se hace la machaca”.
Entonces abrí sus piernas paramasajear alrededor de su vagina, ella accedió dócilmente, cada vez me acercabamas a su vagina, y por encima de su calzoncito sobaba su clítoris, note que legustaba hice aun lado su prenda e introduje el dedo índice en su vagina y ellaabrió los ojos y me dijo: ¡Ricardo no! Es vigilia. Puffff me quede inmóvil. Ella se giró y quedo boca abajo, culopa´riba.
Me quede quieto un momentomientras recuperaba aire por que el masaje también cansa, y comencé a sobarlelas pompas debajo de su calzoncito las amasaba a placer y comencé a tocarle suculito con mis pulgares y también la ingle, de pronto elevo la cadera parandomás el culo, y procedí a quitarle el calzoncito, le bese las nalgas y acerquemi boca a su culito y con mi lengua lo rodeaba, comencé a intentar penetrar eseculito con mi lengua pero ella apretaba sus nalgas a tal grado de apretarme lacara y me faltaba aire, era señal de que no quería tampoco que le rompiera elculito, mas sin embargo seguí haciéndolo una y otra vez para deleitarme a mí, “me encanta su culito”.
Mientras masajeaba sus nalgas conmis manos, con mi lengua recorría desde su culito hasta la espalda baja dondese encuentran esos dos hoyitos que se forman en su cadera, sabia y bajaba y mordisqueabala nalga derecha luego la izquierda,como niño hambriento. Acto seguido mi mujer se giró boca arriba y sus piernasse abrieron e inclinaron invitándome a comerme ese delicioso manjar que es suvagina, me acerque soplándole suavemente y ella apretaba su abdomen, entonces comencéa mamarle su vagina a placer mutuo. Besos, caricias con la lengua, jalaba suslabios vaginales y ahí si la penetraba con mi lengua, sus piernas se movíanbajando y subiendo suavemente al ritmo de que mi lengua penetraba su vagina, depronto tomo mi mano y me apretó los dedos esa es la señal que me da para que lapenetre con la mano, lo hice con el dedo medio, hasta el fondo comoconsecuencia ella se curveo aventando su cabeza hacia atrás y gimiendo deplacer, después de varias arremetidas con mi mano le introduje también el dedoanular ustedes saben… para estimular el punto “g”, mientras seguía lamiendo suslabios vaginales y su clítoris, es el momento cuando ella me cambia el nombre yme dice “papi”, asi papi, asi papi, me dicia, “duro papi, duro papi”, megritaba. Intensifique las arremetidas y su respiración se aceleraba, sus suavespiernas se cerraron apretándome la cabeza a la vez que ella trataba de alejarsede mi lengua, pero yo la mantenía fuertemente con mis brazos, mi lengua seguía lamiendosu clítoris y ella gritaba de placer, haaaaa, haaaa, haaa, me vengo, me vengo,papi me vengo haaaaa haaaa, y de pronto logro soltarse de mi pero deje misdedos dentro de ella mientras cerraba sus piernas cruzándolas, apretaba suvagina y a la ves sus nalgotas se ponían muy duras y obviamente con mi otramano las estrujaba de modo salvaje.
Acto seguido saque mis dedos, mebaje de la cama y me quite la ropa, tenía que decidir entre que me hicieraahora ella una tremenda mamada o meterle de una vez el chorizote aprovechando quesu coño estaba húmedo e hinchado, estando ella boca arriba, decidi abrirle laspiernas y envestirla metiéndole mi verga cabezona hasta el fondo, “uuuuuuugggggmmmmmm”gimio y en ese momento sus ojos se abrieron como si fuesen a salirse y los labiosde su boca se hincharon tanto que decidí besarla succionando su labio inferior,“haaaaa aaaaa aaaaaa” decía a cada embestida que le daba, logre que volviera avenirse en poco tiempo, después mi mujer me dijo: “cambiamos?”, eso significabaque cambiaríamos de la posición del misionero a la de perrito. Saque mi verga yella se dio la vuelta y se empino mostrándome tremendo culazo, enseguida sinesperar mas por que la vagina se enfría, agarre con mis dos manos su cadera yle arrime tremenda cojida y al mismo tiempo ella gimió tan recio y tan lento, laarremetia mas fuerte y rápido que sentía estrellarse mis testículos en su clítoris,sus gemidos me hacían pensar en terminar. Cambie de posición a la “plancha”:
Convencido de que esta posición me aria venirme además deque ya estaba fatigado, le metía con tanta fuerza mi verga que hacia vibrar susnalgas una y otra vez hasta que mi mujer comenzo a arrugar las sabanas a modode puño e intensifique las arremetidas, “haaaaa haaaaa” gritaba y giraba sucabeza de un lado a otro, y yo ya no aguante más y me deje estallar haaaaa sentíque avente balas, varias a cada espasmosde orgasmo uufff, nos quedamos quietos recuperando la respiración unossegundos, me acerque a su oído y le dije: “estas deliciosa chula, ” y le chupela oreja. Antes de que se emblandeciera mi pito, lo saque y mi mujer se tirounos pedos vaginales burbujeantes, pormi semen claro.
Le coloque la playera que me había quitado a modo de pañalmientras salía toda mi leche, después me levante de la cama y me puse mi shortgris, cuando mi mujer sintió que le había bajado toda mi leche se levantó y fueal baño a lavarse la pancha, me quede embobado mirando sus nalgas mientras la veíaalejarse caminando hacia el baño, al regresar se puso su calzoncito y nosacostamos a dormir abrazaditos satisfechos… bien cogidos. Al salir el solamanecimos tres, ya me mi hijo el más pequeño siempre se cambia en el trascursode la noche (ni siquiera me doy cuenta a qué horas) a nuestra cama.
Ahí está, mi deliciosa mujer queno deja de causarme hambre de deseo sexual, cuéntenme amigos que opinan, y comose cogerían ustedes a mi mujer, motívenme a relatarles mi siguiente encuentroque son muy seguidos ya que ella es mi mejor manera de quitarme el estrés.
Cuéntenme todas sus morbosidadeshacia ella.
Al llegar para relajarnos del cansancio le serví y me servíun vaso de whisky, el cual hizo que a ella le diera un sueño muy pesado, y sesubió a la recamara luego de mandar a dormir a los niños, yo me quede pensando:¿Qué no vamos a coger?.
En cuanto me termine mi segundo baso subí a verla y meencontré con esto:
Mmm, ya se avía dormido, decidí tomarle algunas fotos, sinque se dé cuenta, porque ella no sabe adónde van a parar estas fotos (P!).
Admirabasu hermoso cuerpo mientras capturaba las fotos.
Ella tan cansada y yo con tantas ganas de demostrarlecariño.
Tenia que subirme a esa cadera, a como diera lugar.
Le gusta dormirse cerca de la ventana por el calor que haceen estos rumbos.
Pensé en masturbarme con sus pies, pero esta vez no, yoquería hundirme en sus labios vaginales.
Tenía que encontrar la manera deconvencerla, esta es una prueba de destreza ya que podría terminar en pleito altratar de convencerla. Después de pensar varias opciones se me ocurrió unaidea, ella utiliza una crema reductora de abdomen, y no le dio tiempo deponérsela así que trate de despertarla para decirle que se le había olvidadountarse la crema, note que se despertó sin abrir los ojos, entonces le susurreal oído y le pregunte: ¿quieres que yo te la ponga?, no me contesto y le dije:¡te la voy a poner¡.
La gire boca arriba, le subí lablusa, le enrolle su calzoncito a nivel del monte de venus, y comencé a untarlela crema en su delicado abdomen dando le un masaje en círculos, hasta que seconsumiera la crema y le volví a colocar, hice esto tres veces, hasta estar convencido de que estabatotalmente despierta sintiendo mis manos. Era hora de dar el siguiente paso, mimujer también usa una crema relajante de piernas, y como habíamos caminado unbuen rato en el carnaval pensé que no se negaría. Le dije: te voy a poner de tu crema para laspiernas, para que descanses hermosa, ella respondió con un si moviendo lacabeza.
Tome la crema y comencé auntársela en esas piernas que me vuelven loco, le masajee los pies con un pocode más fuerza, de la punta de los pies a la altura de vagina pasaba mis manos yme detenía para pasar mis manos en la parte interna del muslo muy cerca de lavagina, estuve haciendo esto varias veces, yo ya comenzaba a sudar cuando mimujer comenzó gemir, y dije en mipensamiento: “¡¡ya estas!! Se hace por qué se hace la machaca”.
Entonces abrí sus piernas paramasajear alrededor de su vagina, ella accedió dócilmente, cada vez me acercabamas a su vagina, y por encima de su calzoncito sobaba su clítoris, note que legustaba hice aun lado su prenda e introduje el dedo índice en su vagina y ellaabrió los ojos y me dijo: ¡Ricardo no! Es vigilia. Puffff me quede inmóvil. Ella se giró y quedo boca abajo, culopa´riba.
Me quede quieto un momentomientras recuperaba aire por que el masaje también cansa, y comencé a sobarlelas pompas debajo de su calzoncito las amasaba a placer y comencé a tocarle suculito con mis pulgares y también la ingle, de pronto elevo la cadera parandomás el culo, y procedí a quitarle el calzoncito, le bese las nalgas y acerquemi boca a su culito y con mi lengua lo rodeaba, comencé a intentar penetrar eseculito con mi lengua pero ella apretaba sus nalgas a tal grado de apretarme lacara y me faltaba aire, era señal de que no quería tampoco que le rompiera elculito, mas sin embargo seguí haciéndolo una y otra vez para deleitarme a mí, “me encanta su culito”.
Mientras masajeaba sus nalgas conmis manos, con mi lengua recorría desde su culito hasta la espalda baja dondese encuentran esos dos hoyitos que se forman en su cadera, sabia y bajaba y mordisqueabala nalga derecha luego la izquierda,como niño hambriento. Acto seguido mi mujer se giró boca arriba y sus piernasse abrieron e inclinaron invitándome a comerme ese delicioso manjar que es suvagina, me acerque soplándole suavemente y ella apretaba su abdomen, entonces comencéa mamarle su vagina a placer mutuo. Besos, caricias con la lengua, jalaba suslabios vaginales y ahí si la penetraba con mi lengua, sus piernas se movíanbajando y subiendo suavemente al ritmo de que mi lengua penetraba su vagina, depronto tomo mi mano y me apretó los dedos esa es la señal que me da para que lapenetre con la mano, lo hice con el dedo medio, hasta el fondo comoconsecuencia ella se curveo aventando su cabeza hacia atrás y gimiendo deplacer, después de varias arremetidas con mi mano le introduje también el dedoanular ustedes saben… para estimular el punto “g”, mientras seguía lamiendo suslabios vaginales y su clítoris, es el momento cuando ella me cambia el nombre yme dice “papi”, asi papi, asi papi, me dicia, “duro papi, duro papi”, megritaba. Intensifique las arremetidas y su respiración se aceleraba, sus suavespiernas se cerraron apretándome la cabeza a la vez que ella trataba de alejarsede mi lengua, pero yo la mantenía fuertemente con mis brazos, mi lengua seguía lamiendosu clítoris y ella gritaba de placer, haaaaa, haaaa, haaa, me vengo, me vengo,papi me vengo haaaaa haaaa, y de pronto logro soltarse de mi pero deje misdedos dentro de ella mientras cerraba sus piernas cruzándolas, apretaba suvagina y a la ves sus nalgotas se ponían muy duras y obviamente con mi otramano las estrujaba de modo salvaje.
Acto seguido saque mis dedos, mebaje de la cama y me quite la ropa, tenía que decidir entre que me hicieraahora ella una tremenda mamada o meterle de una vez el chorizote aprovechando quesu coño estaba húmedo e hinchado, estando ella boca arriba, decidi abrirle laspiernas y envestirla metiéndole mi verga cabezona hasta el fondo, “uuuuuuugggggmmmmmm”gimio y en ese momento sus ojos se abrieron como si fuesen a salirse y los labiosde su boca se hincharon tanto que decidí besarla succionando su labio inferior,“haaaaa aaaaa aaaaaa” decía a cada embestida que le daba, logre que volviera avenirse en poco tiempo, después mi mujer me dijo: “cambiamos?”, eso significabaque cambiaríamos de la posición del misionero a la de perrito. Saque mi verga yella se dio la vuelta y se empino mostrándome tremendo culazo, enseguida sinesperar mas por que la vagina se enfría, agarre con mis dos manos su cadera yle arrime tremenda cojida y al mismo tiempo ella gimió tan recio y tan lento, laarremetia mas fuerte y rápido que sentía estrellarse mis testículos en su clítoris,sus gemidos me hacían pensar en terminar. Cambie de posición a la “plancha”:
Convencido de que esta posición me aria venirme además deque ya estaba fatigado, le metía con tanta fuerza mi verga que hacia vibrar susnalgas una y otra vez hasta que mi mujer comenzo a arrugar las sabanas a modode puño e intensifique las arremetidas, “haaaaa haaaaa” gritaba y giraba sucabeza de un lado a otro, y yo ya no aguante más y me deje estallar haaaaa sentíque avente balas, varias a cada espasmosde orgasmo uufff, nos quedamos quietos recuperando la respiración unossegundos, me acerque a su oído y le dije: “estas deliciosa chula, ” y le chupela oreja. Antes de que se emblandeciera mi pito, lo saque y mi mujer se tirounos pedos vaginales burbujeantes, pormi semen claro.
Le coloque la playera que me había quitado a modo de pañalmientras salía toda mi leche, después me levante de la cama y me puse mi shortgris, cuando mi mujer sintió que le había bajado toda mi leche se levantó y fueal baño a lavarse la pancha, me quede embobado mirando sus nalgas mientras la veíaalejarse caminando hacia el baño, al regresar se puso su calzoncito y nosacostamos a dormir abrazaditos satisfechos… bien cogidos. Al salir el solamanecimos tres, ya me mi hijo el más pequeño siempre se cambia en el trascursode la noche (ni siquiera me doy cuenta a qué horas) a nuestra cama.
Ahí está, mi deliciosa mujer queno deja de causarme hambre de deseo sexual, cuéntenme amigos que opinan, y comose cogerían ustedes a mi mujer, motívenme a relatarles mi siguiente encuentroque son muy seguidos ya que ella es mi mejor manera de quitarme el estrés.
Cuéntenme todas sus morbosidadeshacia ella.
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