La sangre ardiente de mujer selvática despierta mi erotismo, tengo ganas de tocarme a mi antojo, seducirme, como si yo fuera el amante insaciable a quien quisiera calentar..
Me regalo una caricia desde la nuca hacia mis hombros, bordeo la ruta de mis pechos, los miro enamorada, y eso basta para que desvergonzadamente se disparen, maliciosa lamo mi índice y aplico él bálsamo de mi saliva para calmarlos, pero solo consigo que despierten más. Dejándolos sufrir un poco giro mi cuerpo, devoro el perfil de mi trasero premiándole con un dulce mimo que se deforma en una caricia morbosa.
Flexiono mis rodillas expulsando el cuerpo hacia atrás como una felina que se acomoda para ser cogida, mientras mi rostro se desfigura en gestos que simulan una profunda penetración. Trepo una pierna hacia una silla ubicada estratégicamente, y vuelvo la vista hacia el espejo, mi cabello cubre mi espalda y a la vez deja entrever la forma
redondeada de mis caderas, y la rebosante carne de mis glúteos, no miento, se me enerva la piel de ganas y me estremezco con algo parecido a la sensación de tener a un hombre, besando bajo mi cintura, succionando aquel punto prohibido que me hace gemir como una putita desvergonzada que suplica por mas.
Acalorada dejo caer la bombacha, me siento de lado, haciendo que mi cadera exagere su forma curveada, con ansias de ver más, extendiendo mi pierna hacia arriba regalándome la visión lasciva de una tanguita perdida en la línea de mi sexo, ahhh que placer me produce cuando con saña tiro de ella ahorcándomela, imagino una lengua apagando mi fuego, buscando cobijo en mis grutas e inevitablemente la telita suave del encaje toma el tono inconfundible de la humedad.
Despierta mi codicia de mirar mi sexo desde otro enfoque, me pongo en cuatro, mis muslos asemejan ser torres que en medio de su ser tiene una gema incrustada, mas bien dos gemas que ansían ser profanadas por mis propios ojos, por mis propios dedos,
por mis propios labios, pero no, odiosamente mis labios no podrían regalarme ese milagro…hago a un lado mi interior, el liquido de mi sexo resbala, y como no podría dejar de beber el agua de mi fuente, con dos dedos en forma de cuchara calmo mi sed.
Ya estoy caliente sin duda, mis caderas se agitan, mi sexo pide batalla, la sangre se marca en mis mejillas, y en la transpiración que empiezo a sentir en medio de mis pechos, los junto, paso mi lengua por mis labios, la extiendo para alcanzar aunque sea un milímetro de la piel de mi pecho, no alcanzo, así que sentándome como una diosa, levanto mi sagrada mama y logro que mi lengua roce mis botones y mis labios los atrapen. Qué placer!! felices las que logramos hacerlo!!
El goce de mi masturbación, solo es comparable, al placer que me produce el mirarme frente al espejo con el rostro de satisfacción, los ojos perdidos, los maxilares apretados, el cabello cayendo en mi cara, el sudor bajando por mis senos, mis muslos abiertos, mi flor gozosa, mis ingles bañadas, y mi silla, mi silla totalmente mojada…
La gran verga de mi primo.
que hace ?
-que nada
que escondes?
:Nada
-Hija de puta, vergas – gritó su primo entrando por la puerta
-¿Qué pasa, Primo?
-metiéndo mano a solas
-Jajajaja. Pues ya sabes
-Cabróna.
-Jajaja
Uf, tengo la verga a reventar. Si no estuvieras delante me pajeaba un ahora mismo. Pero mira….si casi no se le ve la cara a la chica.
-Pues por mí no te cortes, primo. Dale al manubrio.
-Coño, me da cosa.
-Jajaja. No me digas que te da vergüenza que te vea la verga.
-¡Pues sí, qué quieres!
ella no solo no opuso la menor resistencia sino que luego de 3-4 minutos de tocarme por arriba de mis pantalones, me bajo el cierre y metió su mano bajo mi bóxer y comenzó a masturbarme y manosearme la polla que se endureció casi en forma instantánea.
No podia aguantarme mas al cabo de un rato explote con una gran cantidad de semen en sus manos, ella siguio manoseandome la polla y los huevos unos par de minutos y luego se lamio los dedos haciendo mmmmm…..
Me regalo una caricia desde la nuca hacia mis hombros, bordeo la ruta de mis pechos, los miro enamorada, y eso basta para que desvergonzadamente se disparen, maliciosa lamo mi índice y aplico él bálsamo de mi saliva para calmarlos, pero solo consigo que despierten más. Dejándolos sufrir un poco giro mi cuerpo, devoro el perfil de mi trasero premiándole con un dulce mimo que se deforma en una caricia morbosa.
Flexiono mis rodillas expulsando el cuerpo hacia atrás como una felina que se acomoda para ser cogida, mientras mi rostro se desfigura en gestos que simulan una profunda penetración. Trepo una pierna hacia una silla ubicada estratégicamente, y vuelvo la vista hacia el espejo, mi cabello cubre mi espalda y a la vez deja entrever la forma
redondeada de mis caderas, y la rebosante carne de mis glúteos, no miento, se me enerva la piel de ganas y me estremezco con algo parecido a la sensación de tener a un hombre, besando bajo mi cintura, succionando aquel punto prohibido que me hace gemir como una putita desvergonzada que suplica por mas.
Acalorada dejo caer la bombacha, me siento de lado, haciendo que mi cadera exagere su forma curveada, con ansias de ver más, extendiendo mi pierna hacia arriba regalándome la visión lasciva de una tanguita perdida en la línea de mi sexo, ahhh que placer me produce cuando con saña tiro de ella ahorcándomela, imagino una lengua apagando mi fuego, buscando cobijo en mis grutas e inevitablemente la telita suave del encaje toma el tono inconfundible de la humedad.
Despierta mi codicia de mirar mi sexo desde otro enfoque, me pongo en cuatro, mis muslos asemejan ser torres que en medio de su ser tiene una gema incrustada, mas bien dos gemas que ansían ser profanadas por mis propios ojos, por mis propios dedos,
por mis propios labios, pero no, odiosamente mis labios no podrían regalarme ese milagro…hago a un lado mi interior, el liquido de mi sexo resbala, y como no podría dejar de beber el agua de mi fuente, con dos dedos en forma de cuchara calmo mi sed.
Ya estoy caliente sin duda, mis caderas se agitan, mi sexo pide batalla, la sangre se marca en mis mejillas, y en la transpiración que empiezo a sentir en medio de mis pechos, los junto, paso mi lengua por mis labios, la extiendo para alcanzar aunque sea un milímetro de la piel de mi pecho, no alcanzo, así que sentándome como una diosa, levanto mi sagrada mama y logro que mi lengua roce mis botones y mis labios los atrapen. Qué placer!! felices las que logramos hacerlo!!
El goce de mi masturbación, solo es comparable, al placer que me produce el mirarme frente al espejo con el rostro de satisfacción, los ojos perdidos, los maxilares apretados, el cabello cayendo en mi cara, el sudor bajando por mis senos, mis muslos abiertos, mi flor gozosa, mis ingles bañadas, y mi silla, mi silla totalmente mojada…
La gran verga de mi primo.
que hace ?
-que nada
que escondes?
:Nada
-Hija de puta, vergas – gritó su primo entrando por la puerta
-¿Qué pasa, Primo?
-metiéndo mano a solas
-Jajajaja. Pues ya sabes
-Cabróna.
-Jajaja
Uf, tengo la verga a reventar. Si no estuvieras delante me pajeaba un ahora mismo. Pero mira….si casi no se le ve la cara a la chica.
-Pues por mí no te cortes, primo. Dale al manubrio.
-Coño, me da cosa.
-Jajaja. No me digas que te da vergüenza que te vea la verga.
-¡Pues sí, qué quieres!
ella no solo no opuso la menor resistencia sino que luego de 3-4 minutos de tocarme por arriba de mis pantalones, me bajo el cierre y metió su mano bajo mi bóxer y comenzó a masturbarme y manosearme la polla que se endureció casi en forma instantánea.
No podia aguantarme mas al cabo de un rato explote con una gran cantidad de semen en sus manos, ella siguio manoseandome la polla y los huevos unos par de minutos y luego se lamio los dedos haciendo mmmmm…..
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