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Mi hermano Leo, el "come viejas" y mi venganza

Siempre fue muy querido por nuestras tías, las hermanas de nuestra madre específicamente, como así también, por sus amigas más dilectas, por ejemplo su madrina.
Como ustedes sabe, bah, por lo menos los que siguen paso a paso esta, la historia de nuestra familia, "que él, mi hermano, fue amamantado hasta su ingreso a la escuela primaria", nuestra madre, no podía quitarle esa costumbre.
Mi hermano Leo, el "come viejas" y mi venganza
Todas sus hermanas, y las amigas más cercanas también conocían ese "problema" tal vez por eso, se abusaban de él, en el sentido de que lo podían convencer fácilmente, para que realice cualquier cosa, con la promesa de, aunque más no sea, exhibirle una teta.
hermanas
Sin embargo, poco a poco, eso mismo "el mostrarle un pecho", seguramente a ellas las fue calentando, las estimulaba, en la abulia que significaba (por lo menos años atrás) el hecho de ser amas de casa, casi olvidadas por sus maridos.
madre
Así que más rápido que tarde, nuestras tías, le sumaron a la exhibición de sus pechos, el dejarse que Leo, mi hermano, se los tocara, primero con los dedos, luego con sus manos, para por último, dejarlo que los succionara, más tarde, todo esto se completó con un acto masturbatorio, por parte de ellas.
Pero, así como cuento sus triunfos, debo ser honesta y contar las frustraciones, que le trajo a nuestra familia, y específicamente, la ruptura de la amistad, entre mi madre y su mejor amiga "la madrina de mi hermano", cuando el marido de esta última, los encontró en su camioneta, un día de "picnic entre familias amigas" manteniendo relaciones sexuales, el alboroto que se armó, fue de película italiana.
incesto
El hijo de puta de mi hermano, después estaba cansado, para cumplir conmigo, y se enojaba, se ponía re celoso, si yo, andaba buscando afecto con otros familiares.
Él, se cojía a todas nuestras tías, a las amigas hipócritas de nuestra vieja, amas de casa desesperadas, y a las que venían a la peluquería de nuestra madre, a las clientas, maduras y pendejas, y yo, no podía. Primero, porque las que venían eran todas mujeres, y a mi, siempre me gustó la garcha, y segundo, por la atenta vigilancia del forro de mi hermano Leo.
familia
Sin embargo, mi pobre madre, siempre lo perdonó, y se moría por él, se vestía para su hijo como una "trola", para excitarlo, y él, mi hermano, ya la había puesto en un lugar secundario.
Nuestra madre lo había desvirgado, en ese momento Leo, estaba como loco con ella, yo, no existía en sus pensamientos, me ignoraba, bueno, ustedes saben, como empezamos. Fue su primer objeto de deseo (nuestra madre) pero después, quiso experimentar, conocer a otras, y estas fueron familiares, como ya dije, las tías hermanas de mi madre y sus amigas, pero luego, continuó con las clientas, y conmigo, lo nuestro sin embargo, para él, siempre fue especial, pero, como todo hombre, el creía, que tenía el derecho, que nosotras, por ser mujeres no teníamos. Pero volviendo al tema, mi madre, lo sufrió mucho a esto.
sobrino
Y a veces, se cojía, a viejas, o mujeres jóvenes, mucho peores que nuestra madre, es decir, que no estaban tan buenas como ella. Pero el quería experimentar.
hijo
Aunque, de estas viejas, o pendejas sin gracia, mal agraciadas, las que, la naturaleza no las favoreció, se trajo él, mi hermano, un hábito, una mala costumbre, un vicio, el querer cojer por el orto, porque todas estas putas, promiscuas, se lo entregaban con total facilidad, y después nosotras, las bellas, lo tuvimos que sufrir, porque este (mi hermano en particular, pero los hombres en general) enviciados, se quejan, y buscan afuera lo que no les damos.
Mi hermano Leo, el "come viejas" y mi venganza
Tanta bronca tenía en esos tiempos, en que mi hermano se hacía el galán recio, que hice algo, que en esa época ni imaginaba hacer, y por la cual sufrí más tarde, por culpa y pánico. Recuerden que, mi casa era casi inexpugnable, es decir, mi hermano salía, pero, sin llaves. Yo, ni siquiera eso. Sin embargo, hubo un momento, en el cual, mi madre, al ocuparse con disponibilidad absoluta a su peluquería, como una forma de superar y olvidarse, lo ocurrido con su hijo, mi hermano, y su mejor amiga, la que ella misma había elegido para que sea la madrina de su primogénito. Y mi hermano, hecho un gigoló, un galán, me descuidaron, una vez, un día.
Y, yo no perdí la oportunidad, fui sola a realizar un mandado a mi madre, a la avenida principal de mi barrio, en busca de unos productos para la peluquería, una tintura y no se que otra cosa, y me encontré con la barra, la pandilla, con la que se juntaba mi hermano, no todos eran amigos de él. Pero si conocidos suyos, estaban en la esquina donde paraban habitualmente. Y yo pispireta, entre a mover el culito y caminar contoneándome y comenzaron a saludarme. Como me conocían, no me decían barbaridades, sino finos piropos, a los que yo les respondía con sonrisas. Uno de ellos se acercó, conversó conmigo, y una cosa trajo la otra y terminé en la casa de uno de ellos y tuve mi primer cuasi orgía.
hermanas
No me di ni cuenta cuando ellos, los pibes, se desnudaron, y tampoco como en segundos estaba yo en ropa interior y era a su vez despojada de la misma.
Porque yo reaccioné de esa manera, como algo normal, haciendo frente a la situación con naturalidad y normalidad. Mientras estos, todos excitados, con sus vergas al palo, erguidas, me tocaban, hasta ahí suavemente, y me conversaban, y yo respondía a sus diálogos, y me manoseaba también.
madre
Sin embargo, cuando se estaba por producir la orgía, todo fracasó, se interrumpió, por la llegada de Julio, hasta ahí, el mejor amigo de mi hermano, este hizo salir a los gritos, empellones y golpes (a los más rebeldes, los que se negaban a irse) a todos los miembros de aquella barra conocida de mi hermano, con gesto adusto me hizo vestir, me hizo sentir muy incómoda su mirada sojuzgadora, tanto que guardé silencio, me vestí rápido y nunca levanté la cabeza hasta regresar a casa. De hecho, más tarde me enteré por mi madre, que ella lo había enviado en mi búsqueda a la perfumeria, y hasta había retirado los elementos, tinturas, etc. Me dejó en la puerta de casa, me dio las cosas y se quedó parado hasta que ingresé en ella.
incesto
Hasta aquí, imaginarán que dentro de todo tuve suerte, pues no, el forro de Julio, luego le contó todo a mi hermano, y este, Leo, mi hermano, literalmente, me cagó a nalgadas.
familia
Me dio un par de cachetazos, unas piñas en el estómago y tuve que andar derechita por lo menos como un año, se recontra calentó mal, ah, y por supuesto, nunca más se amigó con su barra de amigos, no los perdonó jamás.
sobrino

102 comentarios - Mi hermano Leo, el "come viejas" y mi venganza

JonhCas
Excelente Relato Friends pero cambiale la categoria por que está en imagenes!! saludos!,,

hijo
JonhCas
mmm,,es cierto, por que me gustan tus relatos por eso lo digo!!
santico2011
🤘 🤘 🤘 🤘 🤘 🤘 👏 👏 👏 👏 👏 👏
cerezaxxx
exelente como siempre...
seckos
Muy bueno socio, saludos hermano!
ruiz140
gracias a ti por dejarme entrar en tu mundo
PibeCba
Gracias a vos por relatarnos estas lindas historias que tenes! Saludos!
adrian198912
muy buena historia te felicito seguí así
rubens6969
de nada,,,,seguro q sera un placer,,,o mejor dicho,,,varios placeres ,,,besitos
Amorosoo_89
de nada amor !! gracias a voss y me atraee muchisimo ya q tengo sexo con mi hermana ♥ amo el incesto